Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos informa que durante la Edad Media, existía el "Derecho de Pernada", que consistía que la primera noche de una novia tenía que encarnarse con el señor feudal, se asegura que la existencia de esta prerrogativa era obligatoria, que ha sido muy discutida por historiadores desde el siglo XIX
National Geographic.- narra : "Cada cierto tiempo, un artículo, una novela, una película o una serie levanta un gran revuelo en las redes sociales al hablar
del "derecho de pernada", en referencia a los hombres que se valían de
su posición para obtener favores sexuales de sus subordinadas. Desde luego, los abusos de esta clase han sido una constante de la historia, pero cabe plantear si realmente existió tal "derecho" en la Edad Media. El conocido en castellano como derecho de pernada, llamado en Francia droit de cuissage o también ius primae noctis, consistía
en que un señor feudal desfloraba a una recién casada en su noche de
bodas –la "primera noche"– en virtud de una ley o costumbre que se lo
permitía. Esto significaba que el señor no tenía necesidad de
ejercer la fuerza bruta sobre ella, y que novia, novio, padres y
familiares no oponían ninguna resistencia a su cumplimiento"
La existencia de esta prerrogativa señorial durante la Edad Media ha sido muy discutida por los historiadores desde el siglo XIX
El derecho de la primera noche
El pintor ruso Vasili Polenov recrea
en este óleo cómo una joven novia es llevada por su familia a casa del
señor a pasar su noche de bodas. Siglo XIX. Galería Tretyakov, Moscú.
FOTO: Fine Art / Album
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Mont-Saint-Michel
Un texto compuesto por los monjes de esta abadía denuncia en clave satírica un supuesto derecho de pernada.
FOTO: Arthit Somsakul / Getty Images
Las bodas de Fígaro
Susana y Fígaro en una escena de la ópera de Mozart Las bodas de Fígaro, una crítica del derecho de pernada. Grabado de 1868.
FOTO: DEA / Album
Dos amantes
Una pareja en la cama. Miniatura medieval. 1400. Biblioteca Nacional, Viena.
FOTO: AKG / Album
Siervos y señores
Un documento gallego de 1385 dice
que las campesinas de Aranga debían pasar varios días al año en una
granja de los monjes de Sobrado. Aunque un juez consideró que éste era
un fuero no honesto, el servicio prestado no tenía por qué tener un
componente sexual. Estatua que representa a un campesino, de Benedetto
Antelami. Siglo XIII. Baptisterio de Parma.
FOTO: White Images / Scala, Firenze
Lo que dice la Enciclopedia
En la Enciclopedia de
Diderot se dice que el derecho de pernada «estuvo vigente en Francia y
Escocia» largo tiempo. Portada de 1751. Biblioteca Municipal, Amiens.
FOTO: Bridgeman / ACI
Ana E. Ortega Baún
El derecho de pernada, leyenda negra del feudalismo
Cada cierto tiempo, un artículo, una novela, una película o una serie levanta un gran revuelo en las redes sociales al hablar
del "derecho de pernada", en referencia a los hombres que se valían de
su posición para obtener favores sexuales de sus subordinadas. Desde luego, los abusos de esta clase han sido una constante de la historia, pero cabe plantear si realmente existió tal "derecho" en la Edad Media. El conocido en castellano como derecho de pernada, llamado en Francia droit de cuissage o también ius primae noctis, consistía
en que un señor feudal desfloraba a una recién casada en su noche de
bodas –la "primera noche"– en virtud de una ley o costumbre que se lo
permitía. Esto significaba que el señor no tenía necesidad de
ejercer la fuerza bruta sobre ella, y que novia, novio, padres y
familiares no oponían ninguna resistencia a su cumplimiento.
El derecho de pernada consistía en que un señor feudal desfloraba a una recién casada en virtud de una ley o costumbre
Pruebas endebles
Sin duda, hay numerosos ejemplos de violencia sexual por
parte de señores feudales a lo largo de la Edad Media, pero, en cuanto a
la existencia de un derecho o costumbre que consagrase este abuso en la
noche de bodas de las vasallas de un señor, las evidencias son mucho
más inciertas. Muchos documentos de época medieval que se han
alegado como supuestas pruebas del derecho de pernada se refieren en
realidad a otras cosas, como por ejemplo a los impuestos que pagaban los
campesinos a sus señores para poder casarse.
Muchas de las acusaciones que han llegado hasta nosotros
obedecen a la voluntad de desprestigiar a los señores feudales. Así
ocurre con la primera referencia que se tiene del derecho de pernada en
la Edad Media, aparecida en la abadía de Mont-Saint-Michel en el año 1247. Es
una composición en verso que relata a modo de queja la dura vida del
campesino y las numerosas exigencias señoriales a las que debe hacer
frente. Una de ellas consistía en tener que pagar al señor para
que le permitiera casar a sus hijas; en caso contrario, las muchachas
serían violadas por el señor. Podría parecer que se está ante
una denuncia de la barbarie y la tiranía de los señores feudales laicos,
pero en realidad se trata de un poema satírico. Sus autores, los monjes
de la abadía, lo elaboraron como una herramienta política, con el
objetivo de atraer a sus tierras campesinos provenientes de los
territorios de esos otros señores feudales: les decían que ellos eran
más justos y que, por tanto, les resultaría más provechoso trasladarse a
sus dominios.
La primera referencia del derecho de pernada aparece en el Mont-Saint-Michel en 1247
En la península ibérica, las pruebas a favor de la existencia del derecho de pernada tampoco son fiables. Hay testimonios mal interpretados, como dos leyes incluidas en sendos códigos legales del reinado de Alfonso X, el Fuero Real
y las Partidas. Estas leyes en realidad se refieren a situaciones
distintas; una de ellas, por ejemplo, fija el castigo para quien ofenda
al novio o a la novia el día de su boda, entendiéndose que se trata de
una ofensa verbal, como un insulto.
La prueba más firme sobre la existencia del derecho de pernada en la España medieval la hallamos, en apariencia, en la Sentencia arbitral de Guadalupe de 1486, con la que señores feudales y campesinos remensas de Cataluña firmaron la paz después de un largo con icto. En la Sentencia se decía que quedaban abolidos los "malos usos" impuestos por los señores a sus vasallos campesinos, entre ellos el que permitía al señor, "la primera noche quel pages prende mujer, dormir con ella".
Aunque el sentido del texto no parece dejar lugar a dudas, la realidad es más compleja. Cuando años antes, en el Proyecto de Concordia de 1462, los remensas pidieron que este "mal uso" fuese abolido ("pretenen alguns senyors que, com lo pagès pren muller, lo senyor ha a dormir la primera nit ab ella"), los
señores feudales respondieron que no sabían de ninguno de ellos que
exigiese tal servicio y que, si era cierto, estaban de acuerdo con
eliminarlo. Podría pensarse que estos señores eran unos cínicos
y negaban unas prácticas que conocían perfectamente. Sin embargo,
también podría tratarse de un ejemplo más de reivindicaciones campesinas
contra derechos señoriales que nunca habían existido, como se sabe que
ocurrió en Francia en esa misma época.
En el Proyecto de Concordia de 1462, los señores feudales declararon que no sabían de la existencia de tal derecho
Si este ius primae noctis hubiese existido, es extraño que en la Corona de Aragón, con unos archivos tan ricos, no se hayan hallado más referencias documentales sobre él.
Aun así, algunos remensas pudieron creer que los rumores eran ciertos y
temieron que los señores intentasen generalizar ese abuso.
Ante la ausencia de pruebas documentales claras, cabe deducir que el derecho de pernada fue un mito, al menos como institución o práctica social.
En cambio, es innegable que existió de manera ficticia en las mentes de
las gentes de la Edad Media, como las leyendas urbanas de nuestro
tiempo.
Un mito perdurable
Al menos desde el siglo XIII, la historia del derecho de
pernada circuló por el Occidente europeo como un arma política contra
los señores feudales. En los siglos XVI y XVII, fue explotada por juristas con el objetivo de degradar la imagen de los poseedores de señoríos territoriales en beneficio de la Corona.
Por ejemplo, el francés Fléchier se hizo eco en 1665 de las quejas de
los campesinos de la región de Auvernia, y en sus memorias recogió el
rumor sobre el droit de cuissage: "Hay un derecho que es muy
común en Auvernia, que llaman el derecho de bodas [...]. En su origen,
daba poder al señor [...] de estar en la cama con la esposa". Pero no
aportó ninguna prueba al respecto.
Desde el siglo XIII la historia del derecho de pernada se usó como arma política contra los señores feudales
En la época de la Ilustración, en el siglo XVIII, el derecho de pernada se convirtió en un lugar común de la crítica del feudalismo y la tiranía. Por ejemplo, en la Enciclopedia
de Diderot y D’Alembert se dedica un artículo a "ese derecho que los
señores se arrogaron antes y durante la época de las cruzadas de
acostarse la primera noche con las recién casadas, sus vasallas plebeyas
[...]. En el siglo pasado algunos se hicieron pagar por sus súbditos la
renuncia a este derecho extraño, que durante largo tiempo estuvo
vigente en casi todas las provincias de Francia y Escocia".
En el siglo XIX siguió la discusión sobre la realidad de esta práctica: los
eruditos anticlericales buscaban documentos que confirmasen su
existencia, mientras los que estaban a favor del clero consideraban que
se trataba de una invención. Sin duda, si el mito se mantuvo
tanto tiempo, incluso hasta hoy en día, es porque se suele creer que el
Medievo fue una época despiadada, oscura y deleznable. Pero no lo fue
más que otras.
Para saber más
"Sexo, mentiras y Edad Media: el derecho de pernada y el cinturón de
castidad en la España Medieval". Ana E. Ortega. Revista electrónica Roda da Fortuna, 2016, 1-1.
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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