Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos informa sobre el hallazgo en Morella, Castellón; de una colección más abundante de fósiles de plesiosaurio; unos reptiles cuellilargos marinos que habitaron todos los mares hace entre 200 y 65 millones de años.
National Geographic.- narra : "En la Península Ibérica, los hallazgos de fósiles de estos animales han sido más bien escasos, limitados y fragmentarios. Prueba de ello es una pelvis parcial recientemente identificada en la localidad de Algora, en Guadalajara, que perteneció a un elasmosaurio, un tipo de plesiosaurio de cuello tan largo que hace un siglo y medio, cuando se descubrió la especie en los Estados Unidos, se pensó que era la cola.
Sin embargo, ahora en un nuevo estudio, publicado en la revista Cretaceous Research, y titulado Plesiosauria remains from the Barremian of Morella (Castellon, Spain) and first identification of Leptocleididae in the Iberian” un grupo de paleontólogos de la UNED ha descubierto recientemente en la cantera del Mas de la Parreta, en Morella, una abundante y exclusiva colección de restos de varios individuos de plesiosaurios que convivieron con los dinosaurios....."
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/pequeno-plesiosaurio-castellonense_13935
Hallada en Morella, Castellón, la colección más abundante de fósiles de plesiosaurio: unos reptiles cuellilargos marinos que habitaron todos los mares hace entre 200 y 65 millones de años
Los plesiosaurios
Los plesiosaurios, erróneamente
considerados dinosaurios, habitaron todos los mares hace entre 200
millones y 65 millones de años. En la Península, solo se habían
encontrado hasta el momento escasos restos de estos cuellilargos
reptiles marinos. Ahora un grupo de paleontólogos ha hallado la
colección más abundante de fósiles en Morella, Castellón. Entre ellos,
destaca una vértebra que pertenecía a un tipo de plesiosaurio nunca
antes descubierto en nuestro país, el leptocléidido.
Foto: AgeFotoStock
Los leptocléididos
Estos animales cuyos restos se han
encontrado por primera vez en la península ibérica, eran plesiosaurios
más pequeños, no medían más de 3 metros de longitud y de cuello más
corto, vivían en aguas poco profundas.
Foto: José Antonio Peñas / SINC
Diferencias de tamaños entre los reptiles marinos del Cretácico y el Jurásico
Foto: José Antonio Peñas
La anatomía de un Plesiosaurus
Ilustración de la anatomía del
esqueleto de un Plesiosaurus dolichodeirus del artículo de Conybeare de
1824 que describe restos de plesiosaurio casi completos hallados por
Mary Anning en 1823
Foto: William Conybeare / Transactions of the Geological Society of London, 1824
Carta firmada sobre el descubrimiento de Plesiosaurus, de Mary Anning
Mary Anning (1799-1824) fue la
primera paleontóloga reconocida conocida en todo el mundo por los
numerosos hallazgos de importancia que realizó en los lechos marinos del
período Jurásico en la localidad británica de Lyme Regis. Entre sus
hallazgos más destacados se encuentran el primer esqueleto de ictiosauro
en ser identificado correctamente, los primeros dos esqueletos de
plesiosauros en ser encontrados, el primer esqueleto de pterosaurio
encontrado fuera de Alemania entre otros fósiles de importantes de
peces.
Foto: Cc
Redacción
Un pequeño plesiosaurio castellonense
Durante el Cretácico Inferior, hace unos 125 millones de años, la
península Ibérica era muy diferente a como la conocemos ahora. Tanto,
que en lo que hoy es la localidad de Morella en Castellón, por ejemplo, se había desarrollado un gran delta junto a la costa.
En esas aguas poco profundas vivió un grupo de reptiles marinos conocidos como plesiosaurios,
de cabeza pequeña, cuello largo, cola corta, con grandes aletas, y de
cuerpo ancho y cilíndrico. Aunque convivieron con los dinosaurios y se
extinguieron a la vez, estos reptiles, que pudieron superar los 15
metros de longitud, no estuvieron cercanamente emparentados con los dinosaurios.
Los plesiosaurios, erróneamente considerados dinosaurios, habitaron todos los mares hace entre 200 y 65 millones de años
En la Península, los hallazgos de fósiles de estos animales han sido
más bien escasos, limitados y fragmentarios. Prueba de ello es una
pelvis parcial recientemente identificada en la localidad de Algora, en Guadalajara, que perteneció a un elasmosaurio,
un tipo de plesiosaurio de cuello tan largo que hace un siglo y medio,
cuando se descubrió la especie en los Estados Unidos, se pensó que era
la cola.
Sin embargo, ahora en un nuevo estudio, publicado en la revista Cretaceous Research, y titulado Plesiosauria remains from the Barremian of Morella (Castellon, Spain) and first identification of Leptocleididae in the Iberian” un grupo de paleontólogos de la UNED ha descubierto recientemente en la cantera del Mas de la Parreta, en Morella, una abundante y exclusiva colección de restos de varios individuos de plesiosaurios que convivieron con los dinosaurios.
“El material de plesiosaurios identificado en Morella resulta
excepcional para el registro del Cretácico ibérico”, declara a la
agencia de noticias SINC, Adán Pérez-García, científico en el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED y coautor del trabajo.
La veintena de dientes y el gran número de vértebras -cervicales,
pectorales, dorsales y sacras- encontradas, no pueden asignarse a un
grupo de plesiosaurios concreto. Sin embargo, destaca una vértebra
cervical casi completa que sí puede atribuirse a un leptocléidido, un
tipo más pequeño de estos reptiles marinos y que hasta ahora se creía
que solo había habitado en Inglaterra, Australia y Sudáfrica.
Los desconocidos leptocléididos
“Se trata de la primera referencia de estos animales en la península Ibérica”,
indica el paleontólogo. Estos animales corresponden a un grupo de
plesiosaurios muy peculiares, de no más de tres metros de longitud, y
que contrariamente a los otros plesiosaurios, tenían un cuello
relativamente más corto.
“Se trata de la primera referencia de estos animales en la península Ibérica”
“Sus cuerpos eran robustos, sus cabezas de relativo gran tamaño y
triangulares, y pudieron adaptarse desde la vida en mar abierto a los
ambientes costeros, como el gran delta situado en Morella durante esa
parte del Cretácico Inferior”, detalla el investigador. A diferencia de
otras especies de plesiosaurios, los leptocléididos vivían en
aguas generalmente poco profundas, y se cree que incluso pudieron
adaptarse a ambientes de agua salobre, como las desembocaduras de grandes ríos muy cercanos a la costa.
A lo largo de los años, los científicos han descubierto en el
yacimiento de la cantera una gran diversidad de vertebrados, incluyendo
algunos que pudieron habitar en el delta de Morella, así como otros
cuyos cadáveres fueron arrastrados y acumulados en la actual explotación
minera. Junto a los plesiosaurios han aparecido tiburones, anfibios,
otros reptiles, incluyendo pterosaurios –reptiles voladores– tortugas y
cocodrilos terrestres, de agua dulce o marinas, y también dinosaurios.
“La fauna de vertebrados del Cretácico Inferior de Morella es muy
bien conocida. De allí proceden algunos de los primeros restos de
dinosaurios identificados en el registro español en la segunda mitad del
siglo XIX”, apunta a Sinc Pérez-García, quien señala que la actividad
paleontológica en Morella se ha incrementado notablemente en los últimos
años.
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