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domingo, 22 de noviembre de 2020

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDLXXV.- Zoraida Fuentes Plata, al no encontrar un lugar disponible donde cenar; invita a Olzagon a su casa de descanso, donde ella piensa preparar la cena...

Hola amigos:  A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon; la empresaria Zoraida Fuentes Plata, quien invitó a Olzagon a cenar, pero todo estaba saliendo mal, por no encontrar un lugar disponible; ellos fueron al centro de la Ciudad a cenar en un Restaurante Italiano, allí había mucha gente por entrar, ellos cambiaron por el Club Empresarial y cuando llegaron igualmente estaba abarrotado y familiares de los socios haciendo cola (fila) para ingresar; ellos decidieron ir a otro lugar, pero al retornar al estacionamiento ya no estaba la camioneta, decidieron esperar; en ese lapso de tiempo llegó Mañuco, quien también quería ingresar, pero al verlos juntos a Olzagon y Zoraida fue hasta ellos y pretendió increparlos, Zoraida reaccionó y le dio una cachetada, el impertinente no reaccionó se retiró hasta su vehículo, en aquellos instantes regresó el chofer con la camioneta, él había sido detenido por la policía de carreteras.


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Zoraida Fuentes Plata, estaba atravesando un día lleno de dificultades y seguía hasta la noche, por que aún no encontraba un lugar disponible donde cenar junto a su invitado el joven Olzagon, y como regresó la camioneta invitó a Olzagon a subir, ella lo hizo después, estando adentro le ordenó al chofer llevarlos a la residencia de descanso, así:
--- Chofer, en vista que no encontramos un lugar donde cenar; pues, voy a cocinar yo, vamos a la casa de descanso.
Olzagon, al escuchar la casa de descanso se le removió todo el cuerpo y agitó sus sentimientos, ya que allí tuvo su primer encuentro erótico con Zoraida y fue todo maravilloso y regresar allí era una invitación tácita para continuar en lo mismo, que justamente él, quería evitar a cualquier costo, él permaneció callado, tal vez pensando como desprenderse; la camioneta partió, pero no había diálogo entre ellos, hasta Zoraida, dijo:
--- Joven Olzagon, va a probar mi sazón, soy una buena cocinera, pero no ejerzo mi "profesión", por que no tengo tiempo, por mis obligaciones en la empresa, le aseguro que en 30 minutos tendremos cena, la dispensa está llena de productos sólo esperando a la cocinera.
Olzagon, ante semejante invitación no podía decir no, tragando saliva, le contestó:
--- Será un placer mío, disfrutar las exquisiteces de sus divinas manos.
Zoraida, se sonrió ante la respuesta afirmativa del joven Olzagon y agregó:
--- Joven Olzagon, me dijo una vez mi abuela Carolina: "Por algo suceden las cosas y el destino lo señaló.." hemos intentado en dos lugares pero no pudimos entrar, por lo menos en mi casa yo tengo las llaves de la puerta de ingreso.
Olzagon, quien también tenía dotes de orador (salamero), le respondió:
--- Señorita Zoraida, como usted bien lo dice: el destino señala el sendero de nuestra caminata; creo que voy a tener el privilegio de saborear un platillo cocinado por la empresaria más exitosa de la Ciudad de Tapal, pocas veces suceden estos hechos y vaya que se me despertó el apetito....
Zoraida, casi interrumpiéndolo, con una sonrisa a carcajada de triunfadora, le dijo:
--- Joven Olzagon, agradezco sus elogios, pero por favor no exagere, sé algo de cocina y hoy precisamente vamos a preparar comida italiana, es muy fácil, el ingrediente principal  son las pastas y el dispensario está lleno de esas exquisiteces.
El chofer, quien también tenía hambre, por que aún no había cenado, él solo escuchaba, él no podía opinar, ni hacerse el invitado, su trabajo era conducir la camioneta, pero no pudo callarse para sugerir un lugar que si bien no era un restaurante de lujo, era en cambio un lugar popular donde se servían todas las viandas, tal vez más exquisitas que las servidas  en los locales exclusivos y se atrevió a sugerir así:
--- Señorita Zoraida, disculpe mi atrevimiento, le sugiero un lugar donde puede saborear todos los platillos y que siempre tienen un asiento disponible para todos, me refiero a la "Feria de la Comida", allí encontrará desde la comida italiana hasta los platos locales más sabrosos, pero si ha decidido cocinar, pues, no he dicho nada.
Zoraida, sorprendida por la insolencia en la sugerencia del conductor, quien ella si lo conocía aquel lugar y le gustaban los platillos que se servían; pero, le traía malos recuerdos, por que allí conoció a un antiguo novio, que era tan alto como ella y de quien se había enamorado; pero, el infeliz le sacó la vuelta en su propia casa con una dama rubia extranjera y se la presentó como su hermana, como ellos estaban de paso los invitó a su casa como huéspedes.
El engaño y la traición se produjo en la propia cama de Zoraida, cuando ella estaba trabajando, quien al regresar a casa, encontró los preservativos llenos de semen sobre sus mantas; ella al salir enfurecida del dormitorio, observó que ellos se besaban apasionadamente en traje de baño sobre los descansos de la piscina, ella cegada por los celos, fue hasta su almacén buscó la escopeta y demoró en cargarla con dos tiros y alguien les pasó a la voz a estos ingratos huéspedes, que cuando ella salió para dispararles y que le pudo traer graves consecuencias, ellos habían huido y tomaron el primer taxi y desaparecieron, dejando sus pertenencias, ella ordenó quemarlas y las cenizas se esparcieron en un inmundo barranco.
Parece, que el imprudente chofer desconocía esta triste historia y recibió una respuesta para nunca más sugerir cuando nadie le ha pedido su opinión.
Zoraida, carraspeando su seca garganta por la incomodidad que sintió recordar la "Feria de la Comida" y le contestó:
--- Señor chofer, usted es mi empleado de confianza para conducir la camioneta, y le pago bien por su trabajo; pero, a usted nunca se le ha dado una atribución de opinar en conversaciones ajenas, es la última vez que sucede ¿Está claro?
El chofer, casi frena en seco, para abandonar el vehículo e irse muy irritado; pero, se  mordió los labios, ya que allí le pagaban el doble de lo que podría ganar en otro lugar, además tenía bono familiar que sustentaba con creces a toda su familia, solo contestó:
--- Disculpe señorita Zoraida, nunca más seré un entrometido, lamento mi torpeza.
Olzagon, quien pretendió mantenerse al margen, pero si le llamó la atención la iracunda reacción y amenazante respuesta  a la sugerencia del chofer, él no opinó  ni preguntó, no hubo más diálogos hasta que llegaron a la residencia.
La casona estaba iluminada parte de la entrada, era un edificio grandioso y majestuoso; el chofer se estacionó y bajó y abrió la puerta posterior, bajaron Olzagon y Zoraida, y dirigiéndose al piloto le ordenó:
--- Pida las llaves al mayordomo y estacione la camioneta en el garaje y vaya a su casa, mañana se le devolverá los pasajes del taxi.
Esta vez, Zoraida no metió la mano a la cartera, como solía hacerlo; el conductor por su impertinencia le trajo malos recuerdos y ella era muy dura para perdonar; en esos momentos salió el mayordomo, quien saludó a la dueña y al huésped y los invitó a ingresar, ellos subieron las gradas y entraron a la gigante sala de recibo que ya la conocía Olzagon, quien de reojo observó la consola musical que dio origen a toda esta relación.
Zoraida,  como anfitriona le invitó a sentarse en el semi círculo lateral izquierdo, ya que la sala contaba con cuatro juegos distintos de muebles.
Regresó el mayordomo, quien le dijo:
--- Señorita Zoraida, estoy a sus órdenes, el personal de los servicios aún no han salido.
Zoraida, se sonrió pero si le llamó la atención que aún los empleados sigan en la residencia y era una buena noticia y le ordenó:
--- Por favor dígales a las cocineras que preparen el horno de pastas y la cocina de frituras y el bar que preparen un cóctel cargado que estamos exhaustos.
El mayordomo hizo la venia y se retiró; Zoraida quien vestía un traje de blusa y falda larga se sentó frente a Olzagon, levantó la falda por encima de las rodillas y cruzó las piernas que se le vio con facilidad la trusa oscura que cubría sus genitales; era la primera provocación al joven huésped; hubo un corto diálogo hasta que regresó el mayordomo portando un azafate con dos grandes copas llenas del cóctel, quien les sirvió y dijo:
--- Señorita Zoraida, las cocinas están listas, usted ordenará lo que desea que le preparen...
Zoraida, casi interrumpiéndole al  mayordomo, le contestó:
--- Que ellos no se preocupen, la cocinera seré yo, ordene al personal que se vayan a sus casas, incluido usted, por que ya llegó la hora de salida.
El mayordomo muy sorprendido por lo que escucharon sus oídos, que la patrona cocine, algo no previsto en aquellas zonas exclusivas, él era relativamente nuevo y desconocía que Zoraida era una excelente cocinera, hizo la venia y se retiró.
Zoraida, se levantó de su asiento mostrando la trusas roja y mirando con dulzura a su joven invitado, brindó así:
--- ¡¡¡¡ Salud por nuestro romance !!!!
Olzagon, se levantó de su asiento como impulsado por un resorte, se acercó y chocaron las copas y dijo:
--- ¡¡¡¡ Salud señorita Zoraida por nuestra amistad !!!!
Zoraida, se sonrió por los paños fríos en la respuesta de su huésped y bebió todo el contenido de la copa de una sola vez, lo mismo hizo el joven invitado Olzagon.
Probablemente ya eran las 22:00 horas de aquella noche, que aún comenzaba en esa residencia........
Continuaremos.............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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