Todos somos parte de la acción cuando se trata de abordar el cambio climático. Este es el mensaje principal de las negociaciones climáticas de la ONU, que concluyeron recientemente en Marruecos. No hay duda de que las noticias sobre las elecciones de Estados Unidos inyectaron incertidumbre política en las negociaciones durante las últimas dos semanas, pero esto no fue suficiente para detener el irreversible ímpetu global de la acción climática.
Foto: EFE/Juan Carlos Hidalgo
Tan solo días antes de que las negociaciones iniciaran en Marruecos, el primer acuerdo global real en abordar el cambio climático, el Acuerdo de París, se volvió una ley internacional. Este fue un gran momento histórico. La conferencia de la ONU en Marrakech tenía la misión de trazar la ruta para lograr los ambiciosos objetivos de la promesa hecha en París.
Hace cinco años, los cuestionamientos al continuo compromiso de Estados Unidos a la acción climática habrían sacudido el mundo y originado dudas sobre nuestra habilidad colectiva para enfrentar el cambio climático. Pero actualmente vivimos una realidad muy distinta. En lugar de deshacer la voluntad colectiva exhibida, las elecciones de Estados Unidos resultaron en la reafirmación del apoyo global a la acción climática. Queda claro que el mundo está orgulloso de lo que hemos logrado juntos, y está decidido a probar que no hay vuelta atrás: el compromiso de enfrentar este desafío masivo es más fuerte que una persona o incluso un país. a vuelo
La semana pasada en Marruecos, las naciones emitieron una nueva declaración, reiterando que el mundo está comprometido a llevar adelante el Acuerdo de París y la lucha frente al cambio climático. Cincuenta de las naciones más afectadas del mundo por el cambio climático también se comprometieron a revisar y mejorar sus objetivos actuales de reducción de emisiones en el 2018, y cambiar su matriz energética a 100% energías renovables lo más pronto posible.
En la misma semana, más de 110 naciones se unieron formalmente al Acuerdo de París; esto sucedió a una velocidad increíble para un acuerdo internacional. Australia, Alemania, China, la Unión Europea, Arabia Saudita, India y Japón dieron declaraciones durante las negociaciones sobre su confianza en el proceso global y la urgencia de abordar el cambio climático, a medida que cada país enfrenta sus propias prioridades de acción.
La acción climática
Estados Unidos también reafirmó que está por el camino hacia una economía de energías limpias. Durante sus declaraciones del miércoles anterior (noviembre 16), el Secretario de Estado Kerry transmitió un optimismo muy necesario a las negociaciones, enfatizando que Estados Unidos aún está dentro de esta lucha por la acción climática y que todavía hay mucho apoyo del público, los líderes empresariales y las ciudades estadounidenses como para revertir esta marea de cambio. Además de evadir los peores efectos del cambio climático y los costos que estas consecuencias podrían imponer a nuestra economía, es fundamental adoptar la revolución de las energías limpias que está en curso actualmente, y los empleos y la innovación que esta traerá consigo.
Con esto en mente, Estados Unidos también aprovechó las discusiones en Marruecos para esquematizar su mapa de ruta a largo plazo para llegar a una economía estadounidense baja en carbono hasta mediados de este siglo. Este mapa ayudará al país a visualizar no solo cómo será un futuro con energías limpias en el 2050, pero también las mejores y más rápidas para llegar ahí. La planificación a largo plazo de Estados Unidos y otras naciones puede demostrar que una erradicación profunda del carbono es posible y desencadenará la innovación y las inversiones en tecnologías energéticas limpias en todos los actores, incluyendo los gobiernos nacionales, los sectores industriales, los gobiernos estatales y locales, y las comunidades. Y, al presentar este mapa de ruta de forma temprana, y con tanto detalle, Estados Unidos está ayudando a acelerar la implementación de los compromisos hechos en París, alentando a otros países para crear sus propias estrategias de descarbonización hasta mediados de este siglo (según lo requerido por el Acuerdo de París), y poniendo a disposición de los países un ejemplo convincente de cómo se puede lograr.
Lo que también se ha vuelto más claro durante la semana anterior es que las empresas estadounidenses están comprometidas completamente con un futuro limpio y con energías renovables. Sin desviar su atención de sus prioridades, las empresas están avanzando aún más rápido, invirtiendo con confianza en energía para obtener la mayor rentabilidad en las próximas décadas. La última semana en Marrakech, más de 360 empresas estadounidenses declararon su apoyo al Acuerdo de París, incentivando a Estados Unidos a continuar con su liderazgo internacional en acción climática y sus inversiones locales en energías limpias. Además, se cruzó la marca de 200 compañías que ahora están trabajando para lograr los objetivos de reducción de emisiones acorde con los objetivos de temperatura del Acuerdo de París
La gente está despertando ante su propio poder, y ese es otro tema central de las negociaciones de Marruecos. Los ciudadanos de muchas naciones están ratificando que también son ciudadanos del mundo; 25.000 se han reunido en Marruecos para participar en las negociaciones climáticas de la ONU. El domingo 13 de noviembre participé en una marcha en el centro de la ciudad de Marrakech con miles de personas exigiendo acciones frente al cambio climático. La multitud estaba compuesta por personas de diferentes partes del mundo. Pero a pesar de nuestras diferencias, nuestras voces se unieron al unísono detrás de un solo propósito. Todos aquí entendemos lo que la ciencia nos está diciendo: nos estamos quedando sin tiempo para actuar de forma urgente y audaz. Necesitamos reducir profundamente nuestras emisiones para proteger a las comunidades más vulnerables y salvaguardar la seguridad y la prosperidad a largo plazo de los ciudadanos del mundo.
Ahora es el momento para hacer un plan que traduzca en acciones nuestros compromisos de evitar un desenfrenado cambio climático. Esta es la razón por la que la semana anterior los países iniciaron un proceso para definir la “letra menuda” del Acuerdo de París (problemas como la claridad y la consistencia de los objetivos nacionales, la transparencia y las finanzas). Esto es clave para construir confianza mutua en este esfuerzo global concertado. Los países salieron de Marrakech comprometidos a completar las regulaciones en dos años. Esta sin duda es una agenda ambiciosa pero clara, para mantener a todos enfocados en la importancia del trabajo por hacer. En Marrakech, los países también acordaron realizar un balance de los progresos en dos años y hacer todo a su alcance para regresar con objetivos y planes más ambiciosos antes del 2020. Un incremento de la ambición a este nivel es fundamental si esperamos cerrar la brecha entre las promesas hechas en París y las recomendaciones de la ciencia. Por eso el progreso hecho en Marrakech es un paso tan importante para solucionar nuestra crisis climática global.
Sí, aún tenemos que enfrentar muchos desafíos. Todavía tenemos muchos cambios por delante. Los próximos años requerirán no solo el liderazgo individual de los gobiernos, las ciudades, los inversionistas, las empresas y las familias. También requerirán colaboración, porque tenemos que asegurarnos de que el mundo cree la economía del futuro, basada en energías renovables en cada rincón del planeta, y no solo en los lugares que tienen acceso a los fondos y la tecnología. También debemos garantizar que nadie se quede atrás, protegiendo a aquellos que están en el frente de batalla de los impactos climáticos, y apoyando una transición justa hacia la economía del futuro.
El mensaje de Marruecos es claro: estamos avanzando hacia adelante con el apoyo del mercado, los gobiernos y millones de personas alrededor del mundo. Todos somos parte de esto.
EFE Verde
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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