Tras estudiar el sedimento de este enorme hombre de tiza dibujado en un campo del sur de Inglaterra, los arqueólogos han descubierto que fue realizado entre el año 700 y el 1100.
ILUSTRACIÓN DEL GIGANTE PUBLICADA EN LA GENTEMAN'S MAGAZINE DE JULIO 1764. NÓTESE QUE EL FALO ERA ALGO MENOR, ALCANZANDO SU TAMAÑO ACTUAL DE 11 METROS EN ÉPOCA VICTORIANA MEDIANTE SU UNIÓN CON EL OMBLIGO DURANTE UNA RESTAURACIÓN.
EL CABALLO BLANCO DE UFFINGTON FUE FECHADO CIENTÍFICAMENTE EN 2017.
Este descubrimiento dio pie a todo tipo de interpretaciones, siendo la más aceptada que se trataba de un dios pagano de la fertilidad hecho en la prehistoria, al mismo tiempo que el Caballo Blanco de Uffington, otro geoglifo inglés de 5.000 años de antigüedad.
Sin embargo existían otras opiniones al respecto. Para unos representaba a Hércules armado con su característico garrote (por lo que sería realizado a partir de la conquista romana de Britania), mientras que para otros era una caricatura de Oliver Cromwell hecha durante la Guerra Civil que azotó el país en el siglo XVII.
Esta última explicación lo equiparaba con otro gigante dibujado en la tierra, el Hombre Largo de Wilmington, del cual se sabía con certeza que pertenecía la Edad Moderna. Sin embargo, el hecho de que las líneas de este último fueran trazadas con ladrillos pintados de blanco en vez de simples fragmentos de tiza era para muchos una prueba irrefutable de la mayor antigüedad del gigante.
Así pues el National Trust (institución que se encarga de la gestión del monumento) empezó en marzo de 2020 una investigación que ha respondido por fin a algunas de las incógnitas que lo rodeaban.
EL GEOARQUEÓLOGO MIKE ALLEN RECOGE MUESTAS DE TIERRA PARA SU ESTUDIO.
AL CONTRARIO QUE EL GIGANTE, EL HOMBRE DE WILMINGTON FUE DIBUJADO EN EL SIGLO XVII, PROBABLEMENTE COMO UNA IMITACIÓN TRAS EL DESCUBRIMIENTO DEL PRIMERO.
LOS CARACOLES RESUELVEN EL MISTERIO
Tal y como ya se hizo con el caballo de Uffington, la datación se basaría en muestras de sedimento extraídas de los codos y pies del gigante procesadas mediante luminiscencia ópticamente estimulada (LOE), una nueva técnica que permite saber cuanto tiempo ha pasado desde que el cuarzo del suelo estuvo iluminado por el sol. Al mismo tiempo la figura sería escaneada con LiDAR, para conocer el trazado exacto de las zanjas y quizás descubrir nuevas formas y estructuras.
LAS CONCHAS DE ESTOS CARACOLES SE DETECTARON AL OBSERVAR EL SEDIMENTO A TRAVÉS DE UN MICROSCOPIO ELECTRÓNICO.
LOS ARQUEÓLOGOS MARTIN PAPWORTH, MIKE ALLEN Y JULIE GARDINER DIBUJAN UNA DE LAS ÁREAS EXCAVADAS.
Así pues se llegó a la conclusión de que el gigante era una obra sajona, venerada a partir del siglo VIII y abandonada sobre el XII con la conquista normanda y la progresiva cristianización de la isla. De este modo, los monjes que fundaron la vecina abadía de Cerne dejarían que la hierba cubriera gradualmente este dios pagano (seguramente Heil o Helith), que desapareció de la historia hasta 1694.
PULLA A CROMWELL?
Gracias al LiDAR se ha descubierto que el falo es un añadido posterior a la creación del geoglifo, pues su zanja corta una línea con forma de cinturón que formaba parte del dibujo original. Según los investigadores, este fue incorporado en el siglo XVII durante la primera restauración del gigante tras su redescubrimiento.
DENZIL, PRIMER BARÓN DE HOLLES, FUE UN DECLARADO ENEMIGO DE CROMWELL, QUIEN LO ENVIÓ AL EXILIO AL CONVERTIRSE EN DICTADOR DE INGLATERRA.
En esa época el propietario de las tierras era el barón Denzil quien, enemistado con el puritano político Oliver Cromwell por apoyar al rey Carlos I y oponerse a la Guerra Civil, pudo crear esta impúdica imagen para ofenderle. Del igual modo el garrote podría haber sido otro añadido como referencia a la brutalidad y autocracia de Cromwell.
Así pues si bien este estudio ha permitido fechar el dibujo en su conjunto, todavía quedan algunas incógnitas sobre su simbolismo y evolución por responder, como por ejemplo comprobar si el sedimento de las supuestas incorporaciones se corresponde con la cronología propuesta por el equipo del National Trust.
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