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domingo, 10 de febrero de 2019

La Historia del Amor Cruel: Capítulo CCCLXXXII.- Olzagon en su nuevo puesto de Asesor Comercial de la Gerencia General, le encomiendan el trabajo de solucionar un asunto con una cliente mayorista.............

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon se encontraba en la oficina de la Supervisión de Personal a cargo del señor Conrado, quien había acosado con insistencia a Olzagon, para que le narre: Si él, se acostó con la señorita Clorinda Manzanares, no sabemos la razón del supervisor por la curiosidad enfermiza en saber la verdad, hábilmente esquivada por Olzagon que no quería asumir por un principio de respeto al honor de la mujer., y cuando Olzagon intentó salir de la supervisión; el señor Conrado lo acorraló con datos que efectivamente sucedieron a Olzagon en la casa de Clorinda Manzanares.



Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Olzagon, demasiado mortificado por la insistencia del Supervisor Conrado, para que le narre si efectivamente se acostó con la señorita Clorinda Manzanares, pero él, se mantuvo en la negativa inicial.
Pero, Conrado insistía en saber la verdad, que de alguna manera no debía interesar le, sino por una curiosidad o tal vez, él estaba interesado en iniciar un romance, o tal vez estaba enamorado de la dama y pretendía llegar a una información de Olzagon, para extorsionarla después y lograr algún favor sexual, no se sabía que pasaba por la mente de Conrado, un funcionario que aparentaba ser cuerdo y sobrio en su trabajo, por algo era el asesor principal de la Gerencia General.
Pero, sonó(timbró) el teléfono y era una llamada de la Gerencia General, pidiendo la presencia de Olzagon, que aún se mantenía en la Supervisión y la comunicación fue así:
--- Aló Conrado, ¿Aún no ha firmado los documentos Olzagon?
El Supervisor sorprendido por la llamada del Gerente, le contestó:
--- Si señor está leyendo el contenido del contrato de trabajo.
Al Gerente le pareció un disparate de respuesta y replicó:
--- ¿Cómo que está leyendo el contrato?, si no hay ninguna lectura extensa que sus datos personales, pásale el auricular, quiero hablar con él...
Conrado, ahora acorralado por sus irracionales preguntas a Olzagon, y ante la insistencia del Gerente, no tuvo tiempo de indicar a Olzagon lo que había contestado, solo le dio el auricular con esta expresión:
--- El Gerente desea comunicarse contigo.
Olzagon, inocente, pero entendía los apuros de lo que habría contestado Conrado, pero nunca lo iba a echar, después de todo fue él, quien lo recibió para trabajar en esa empresa, cogió el auricular y dijo:
--- Aló Señor Gerente: ¿En qué puedo servirlo? Justo hace unos 50 minutos firmé el contrato de trabajo, sino que estuve conversando con el señor Supervisor de los problemas que enfrenta todo vendedor al llegar al cliente, y que muchas veces no es bien recibido y recibe a cambio un portazo en las narices......
El Gerente mas calmado, le interrumpió y le contestó:
--- Olzagon, suspende tus charlas con el Supervisor y ven a mi oficina, te tengo un trabajo urgente.
Olzagon, muy tranquilo le contestó:
--- En seguida señor, allí estaré...
Olzagon, le entregó el auricular al Supervisor y le dijo:
--- Señor Conrado, nunca más me haga preguntas estúpidas, le salvé esta vez, pero no habrá segunda vez, me voy señor hasta pronto.
Conrado, muy aliviado del percance, se limpio el sudor de la frente con su pañuelo blanco, y tal vez el mismo se recriminaba por su equivocada actitud en conocer chismes de la vida privada de Olzagon, y le contestó:
--- Gracias Olzagon, te juro que nunca más habrá un dialogo equivocado entre nosotros.
Olzagon, se paró  y salió hacia la Gerencia General. en el trayecto se sonrió de la salvada que le hizo al Supervisor y ahora él, le tenía una deuda, tal vez algún día lo vuelva a necesitar, nadie sabe lo que sucederá en el futuro.
Olzagon llegó a la Gerencia General y cuando estuvo allí el Gerente General, le dijo:
--- Olzagon, por favor entra y cierra la puerta.
Olzagon, entró, cerró la puerta y sentó frente a él, y éste le dijo:
--- Olzagon, te he esperado por 40 minutos, pero no te preocupes estabas con mi amigo Conrado, tengo un trabajo muy delicado, que quiero que tomes el tiempo necesario para resolverlo, es una mala acción del vendedor más antiguo de nuestra empresa, parece que nos está traicionando unido a una cliente, perjudicando los intereses de la empresa, irás con el chofer en mi carro al Mercado Mayorista, y visitarás la tienda de la señorita Elsa Martinez Linares, ella es mayorista y tiene algunos inconvenientes con los precios, no puede ir Homero, por que es parte interesada..
El Gerente, hizo una pausa y le indicó:
--- Tu llegas y hablas directamente con la señorita, que te informará sobre sus inconvenientes, y bajo ninguna circunstancia aceptes la devolución de mercaderías; para nuestra empresa esa cliente es fundamental en ese segmento del mercado, si la perdemos se la llevaría la competencia; tu solo escucha y lo que no puedas resolver contéstale que lo consultarás con la Gerencia General, eso es todo confío en tu capacidad  Olzagon. Recuerda es un asunto confidencial....
En esos instantes llegó un chofer de la empresa, quien dijo:
--- Señor Gerente, el Departamento de Despachos, me envía para que conduzca su automóvil, estoy a sus ordenes.
El Gerente le indicó:
--- Muy bien, llevas al señor Olzagon al Mercado Mayorista y van a la tienda de la señorita Elsa Martinez Linares, allí lo dejarás y esperas por el tiempo que sea necesario, aquí tienes mil monedas que llevarás bajo tu responsabilidad y le entregarás al vendedor si él lo estima necesario.
Olzagon, sólo miraba y escuchaba, pero si le llamó la atención la cuantiosa suma de dinero que le dieron al chofer y no a él, que equivalía a dos sueldos, pero no preguntó nada y se mantuvo callado.
Con las ordenes impartidas y siendo aproximadamente las 16:00 horas del día, salieron de la Gerencia Olzagon y el chófer y fueron hasta la playa de estacionamiento, allí subieron al automóvil del Gerente y partieron rumbo al Mercado Mayorista.
En el trayecto, Olzagon trató de hacer amistad con el chófer, pero éste, se mantuvo parco y un poco arisco. no prestaba confianza; el joven vendedor no insistió ante la muralla humana y no trató de preguntarle nada más, además, tan solo era un chófer, que a veces estos trabajadores saben más que los propios funcionarios.
Después de 35 minutos llegaron al Mercado Mayorista, todo era gigante, lleno de grandes tiendas y clientes por doquier por centenares se paseaban y compraban mercaderías, y un bullicio insoportable para los oídos, debido  de los comerciantes con alto parlantes ofreciendo sus productos.
Hasta que llegaron a la tienda mayorista de la señorita Elsa Martinez Linares, con un rótulo grande se llamaba "Comercial ELMALI",(eran las dos primeras letras de su nombre); era un letrero muy elegante y con adornos alusivos al comercio, en la tienda  estaba totalmente abarrotados de clientes, las dos personas entraron como alguien más, pero había que entrevistarse con la dueña. por lo que Olzagon preguntó a un empleado, quien le indicó que la dueña estaba en una oficina aparte al este de la tienda, con ese dato,  Olzagon sugirió al chófer regresar al automóvil....
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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