Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., realmente el cambio climático está perjudicando valiosas joyas del Patrimonio Mundial de la UNESCO; una riqueza natural y cultural que pertenece a la Humanidad.
La Revista National Geographic.. dice "..Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial está formada por 936 localizaciones, de las cuales, 725 son bienes culturales, 183 bienes naturales y 28 bienes mixtos. La desaparición de cualquiera de dichos bienes representaría una perdida invaluable para toda la humanidad.
Una amenaza cada vez más inminente
El cambio climático se está convirtiendo en una de las amenazas más significativas para algunos de los lugares que albergan el Patrimonio Mundial. Así lo afirma el informe titulado “Patrimonio Mundial y Turismo en un Clima Cambiante” publicado recientemente por la UNESCO y elaborado conjuntamente junto al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión de Científicos Comprometidos (USC)...."
Este artículo ha sido elaborado gracias a la Revista National Geographic, que brindamos para su lectura....http://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/el-cambio-climatico-amenaza-el-patrimonio-mundial_10425/9
http://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/el-cambio-climatico-amenaza-el-patrimonio-mundial_10425/4
Un informe de la UNESCO pone de manifiesto cómo el cambio climático puede hacer peligrar algunos de los sitios más emblemáticos del planeta .
Las lagunas del sur de Rock Island, Palau
Tan rico cultural como biológicamente, este lugar del oeste del Pacífico se extiende a lo largo de mas de 100.000 hectáreas. Está conformado por más de 400 islas calizas rodeadas por lagunas marinas y arrecifes de coral.
Foto: AP Photo
Parque Nacional de Rapa Nui y la isla de Pascua, Chile
Rapa Nui o la isla de Pascua es mundialmente conocida por sus ceremoniales e icónicas figuras totémicas de piedra tallada llamadas moáis, muchas de las cuales datan de entre los años 1500 y 1250 a.C. En el océano Pacífico, a más de 3.500 kilómetros de la costa de Chile, Rapa Nui es la isla más remota y deshabitada de la Tierra. Con una población residente de aproximadamente 5.000 personas, la economía de la isla depende de los alrededor de 60.000 turistas que la visitan cada año.
Gavin Hellier / Awl Images
Ouadi Qadisha y Horsh Arz el-Rab, Líbano
El Valle Sagrado y el Bosque de los Cedros de Dios: declarado bien del Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1998 sus profundos desfiladeros y acantilados modelados durante siglos por el río Qadisha, sirvieron antaño de refugio para los cristianos maronitas. En la antigüedad Líbano albergó grandes bosques de cedros, tan característicos del país que, de hecho, su bandera esta adornada por uno de ellos. Dominando el valle que alimenta el río Qadisha se encuentra el monte Makemel, que da cobijo a uno de los pocos bosques de cedros que aún se conservan en la actualidad. A unos 2.000 metros de altura se encuentra el Bosque de los Cedros de Dios, con cuatro ejemplares de 35 metros de altura y troncos que van desde los 12 hasta los 14 metros de circunferencia.
Foto: AP Photo
Islas Galápagos, Ecuador
A casi mil kilómetros de la costa de Ecuador, allí donde confluyen tres corrientes del océano Pacífico se encuentran las Islas Galápagos. Un archipiélago de 18 islas grandes, tres más pequeñas y cientos de islotes y rocas que son el hogar de una gran y valiosa variedad de especies.
Foto: Enric Sala / National Geographic
Ilulissar Icefjord, Groenlandia
Situado a 400 kilómetros al norte del círculo polar Ártico, en el oeste de Groenlandia, Ilulissar Icefjord puede ser uno de los pocos lugares en el mundo donde el cambio climático este ayudando a impulsar el turismo. Se trata de uno de los glaciares que más rápido se mueven en todo el mundo, el cual suele congelarse durante el invierno. Durante el verano ofrece a los visitantes la posibilidad de asistir al espectáculo de su deshielo y la oportunidad de verlo y oírlo resquebrajarse por las altas temperaturas. Un pasatiempo tan espectacular como sobrecogedor y triste, según se mire. El glaciar ha sido estudiado por los científicos desde hace más de 150 años, jugando un importante papel en la comprensión científica de los glaciares.
El impenetrable Parque Nacional de Bwindi, Uganda
La importancia de este parque nacional ugandés radica en su gran biodiversidad. Situado en un área con una elevada densidad de población, supone un oasis de vegetación tropical para cerca de la mitad de los gorilas de montaña que existen en el mundo.
Foto: AP Photo
Parque Nacional del Lago Malawi
En el extremo sur del lago Malawi, una de las masas de agua dulce más profundas del planeta, el parque nacional del mismo nombre es uno de los destinos ecoturísticos más exclusivos de África. Con más de 1.000 especies de peces, de las cuales más de 350 son cíclidos endémicos, el lago posee la mayor diversidad de especies de agua dulce del mundo.
Foto: AP Photo
Uadi Rum, Jordán
Uadi Rum, también conocido como Valle de la Luna, es un icónico desierto de gargantas estrechas, angostos desfiladeros, cuevas, bóvedas naturales y vistas espectaculares en el sur de Jordania. Las más de 30.000 hectáreas del lugar albergan más de 45.000 tallas e inscripciones datadas en más de 12.000 años y las cuales ilustran la vida de las sociedades pastoriles que habitaron el lugar y que desarrollaron el alfabeto. También es refugio de especies desérticas amenazadas como el halcón pizarroso (Falco concolor), el órice de Arabia (Oryx leucoryx) o el íbice de Nubia, (Capra ibex nubiana).
Foto: Gtres
La ciudad antigua de Hoi An, Vietnam
Situado en las orillas del río Thu Bon, en la provincia central de Quang Nam, Vietnam, Hoi An es un ejemplo excepcionalmente bien conservado de un puerto comercial del Lejano Oriente, el cual, permaneció activo entre los siglos XV y XIX.
Foto: AP Photo
Península de Shirekoto, Japón
Los ecosistemas marinos extraordinariamente productivos de Shiretoko, en Hokkaido, Japón, están directamente vinculados a la formación de las masas de hielo marino más meridionales del hemisferio Norte. Este hielo se ve implicado en la producción de fitoplancton al comienzo de la primavera, en las migraciones del salmón y la trucha y en la disponibilidad de alimento para especies como el oso pardo (Ursus arctos) el búho pescador o buhó manchú (Bubo blakistoni).
Foto: AP Photo
Parque Nacional Sagarmatha, Nepal
Abarcando el punto más alto de la Tierra, la cima del Monte Everest a 8. 848 metros de altura, el Parque Nacional de Sagarmatha está catalogado como Patrimonio Mundial por la excepcional belleza natural de sus paisajes de montaña, profundos valles y glaciares. Sagarmatha es el hogar de la vibrante cultura sherpa que combina las prácticas agrícolas tradicionales con un profundo respeto por la naturaleza. Los diversos ecosistemas del parque ofrecen refugio a especies en peligro de extinción como la pantera de las nieves (Panthera uncia) o el panda rojo (Ailurus fulgens).
Foto: AP Photo
Las terrazas de arroz en la cordillera filipina. Islas Filipinas
Los indígenas de Ifuga, en la cordillera filipina, han construido y cultivado sus terrazas de arroz durante más de 2.000 años. Este paisaje de excepcional belleza ya está sufriendo los efectos negativos del cambio climático; el aumento de las temperaturas y las precipitaciones extremas son los principales problemas a los que se enfrenta. Las intensas tormentas actúan negativamente sobre las terrazas, aumentando su inestabilidad y provocando deslizamientos de tierra y la erosión de las empinadas laderas donde se asientan.
Foto: AP Photo
Parque Nacional de Mesa Verde, Estados Unidos
El Parque Nacional de Mesa Verde, en Estados Unidos, acoge el patrimonio cultural de muchas de las antiguas tribus americanas todavía presentes hoy en día, entre ellas los hopi, laguna y zuni. Antaño nómadas, estos pueblos ancestrales americanos ya se instalaron en estas tierras cerca en el siglo VI, unos 1.000 años antes de que los europeos las explorasen. Construyeron sus casas en la meseta de Mesa Verde al resguardo de sus cañones, antes de, tal vez debido a los cambios climáticos, abandonar la región hacia el sur, lo que hoy es Arizona y Nuevo México.
Foto: AP Photo
Héctor Rodríguez
3 de junio de 2016
monumentos y lugares de una gran riqueza natural y cultural que pertenece a toda la humanidad.
Los sitios inscritos en esta lista cumplen una función de símbolos que reflejan la toma de conciencia de los Estados y los pueblos sobre la relevancia que esos lugares tienen para la humanidad y su importancia para las generaciones futuras.
Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial está formada por 936 localizaciones, de las cuales, 725 son bienes culturales, 183 bienes naturales y 28 bienes mixtos. La desaparición de cualquiera de dichos bienes representaría una perdida invaluable para toda la humanidad.
Una amenaza cada vez más inminente
El cambio climático se está convirtiendo en una de las amenazas más significativas para algunos de los lugares que albergan el Patrimonio Mundial. Así lo afirma el informe titulado “Patrimonio Mundial y Turismo en un Clima Cambiante” publicado recientemente por la UNESCO y elaborado conjuntamente junto al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión de Científicos Comprometidos (USC).
Este nuevo informe contempla 31 lugares de interés cultural y natural inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial que, repartidos por 29 países, se encuentran en la actualidad en una situación de vulnerabilidad ante los fenómenos que se derivan del cambio climático: el aumento de las temperaturas, el retroceso de los glaciares, la subida del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías o el mayor riesgo de incendios. Entre sus páginas se proporciona una visión general de su situación de riesgo así como de las posibles implicaciones que podría acarrear su pérdida para el turismo.
En este sentido, Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO declara que: “resulta indispensable entender, vigilar y abordar mejor en todo el mundo la amenaza del cambio climático sobre los sitios del Patrimonio Mundial. Tal y como destacan las conclusiones del informe, alcanzar el objetivo que marca el Acuerdo de París de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel inferior a los 2 ºC es de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio natural y cultural, asi como para la conservación y disfrute de las generaciones actuales y futuras”, añade.
Adam Markham, autor principal del informe y subdirector del Programa de Clima y Energía de la UCS declara que “el cambio climático está afectando a sitios del Patrimonio Mundial en todo el mundo”, y cita algunos ejemplos paradigmáticos: “algunas estatuas de la isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera. En muchos de los arrecifes de coral más importantes del mundo, incluyendo los de las islas de Nueva Caledonia, en el Pacífico Occidental, se observa este año un blanqueamiento de los corales sin precedentes relacionada con el cambio climático. El aumento de las temperaturas podría llegar incluso a causar que algunos sitios del Patrimonio Mundial pierdan su condición”.
Este sector puede desempeñar un papel positivo para ayudar a asegurar el futuro del Patrimonio Mundial en un clima cambiante. De este modo, el turismo responsable es concebido como un motor para el desarrollo sostenible y para la conservación del patrimonio natural y cultural. Sin embargo, mal planificado puede acabar siendo social, económica y culturalmente perjudicial hasta el punto de provocar la degradación de ecosistemas, paisajes, monumentos y comunidades.
En este sentido, el turístico es un sector muy vulnerable al cambio climático. El incremento de los fenómenos meteorológicos extremos, la creciente exposición a algunas enfermedades transmitidas por vectores dependientes del clima o la escasez de agua son solo algunos de los aspectos en los que puede verse afectado. La pérdida de especies y la degradación del hábitat natural también incidirán negativamente. El turismo costero es el componente más importante del sector a nivel mundial, y podrá verse muy perjudicado por el aumento del nivel del mar, las inundaciones, la erosión de las playas y las mareas de tempestad.
Basándose en una serie de casos de estudio de los lugares del Patrimonio Mundial en todo el mundo, muchos de ellos destinos turísticos emblemáticos, el informe muestra cómo el clima ha influido en los cambios que se ya se aprecian en la actualidad, y que podrían en un futuro poner en peligro su valor universal excepcional, así como la integridad y autenticidad de estos lugares y las economías de las comunidades que dependen del turismo en ellos.
Estos son algunos de los delicados y frágiles tesoros que pueden sucumbir al cambio climático y que quizá, llegue un día en que no podrán ser visitados.
La Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural celebrada en 1972 surge tras la necesidad de identificar algunos de los bienes inestimables e irremplazables de las naciones. De este modo nace la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO; un legado de Los sitios inscritos en esta lista cumplen una función de símbolos que reflejan la toma de conciencia de los Estados y los pueblos sobre la relevancia que esos lugares tienen para la humanidad y su importancia para las generaciones futuras.
Actualmente, la Lista de Patrimonio Mundial está formada por 936 localizaciones, de las cuales, 725 son bienes culturales, 183 bienes naturales y 28 bienes mixtos. La desaparición de cualquiera de dichos bienes representaría una perdida invaluable para toda la humanidad.
Una amenaza cada vez más inminente
El cambio climático se está convirtiendo en una de las amenazas más significativas para algunos de los lugares que albergan el Patrimonio Mundial. Así lo afirma el informe titulado “Patrimonio Mundial y Turismo en un Clima Cambiante” publicado recientemente por la UNESCO y elaborado conjuntamente junto al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Unión de Científicos Comprometidos (USC).
Alcanzar el objetivo que marca el Acuerdo de París de limitar el aumento global de la temperatura en menos de 2 ºC es de vital importancia
En este sentido, Mechtild Rössler, directora del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO declara que: “resulta indispensable entender, vigilar y abordar mejor en todo el mundo la amenaza del cambio climático sobre los sitios del Patrimonio Mundial. Tal y como destacan las conclusiones del informe, alcanzar el objetivo que marca el Acuerdo de París de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel inferior a los 2 ºC es de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio natural y cultural, asi como para la conservación y disfrute de las generaciones actuales y futuras”, añade.
Adam Markham, autor principal del informe y subdirector del Programa de Clima y Energía de la UCS declara que “el cambio climático está afectando a sitios del Patrimonio Mundial en todo el mundo”, y cita algunos ejemplos paradigmáticos: “algunas estatuas de la isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera. En muchos de los arrecifes de coral más importantes del mundo, incluyendo los de las islas de Nueva Caledonia, en el Pacífico Occidental, se observa este año un blanqueamiento de los corales sin precedentes relacionada con el cambio climático. El aumento de las temperaturas podría llegar incluso a causar que algunos sitios del Patrimonio Mundial pierdan su condición”.
Turismo y cambio climático
El turismo es uno de los mayores sectores económicos y de mayor crecimiento en el mundo del que depende cerca de un 9% del PIB mundial así como 1 de cada 11 puestos de trabajo.Este sector puede desempeñar un papel positivo para ayudar a asegurar el futuro del Patrimonio Mundial en un clima cambiante. De este modo, el turismo responsable es concebido como un motor para el desarrollo sostenible y para la conservación del patrimonio natural y cultural. Sin embargo, mal planificado puede acabar siendo social, económica y culturalmente perjudicial hasta el punto de provocar la degradación de ecosistemas, paisajes, monumentos y comunidades.
El turismo responsable es concebido como un motor para el desarrollo sostenible y para la conservación del patrimonio natural y culturalEn el informe también se analiza la estrecha relación entre Patrimonio Mundial y el turismo, y cómo el cambio climático puede exacerbar los problemas causados por el desarrollo mal planificado, el acceso no controlado o mal administrado de visitantes, así como otras amenazas y tensiones relativas a los recursos.
En este sentido, el turístico es un sector muy vulnerable al cambio climático. El incremento de los fenómenos meteorológicos extremos, la creciente exposición a algunas enfermedades transmitidas por vectores dependientes del clima o la escasez de agua son solo algunos de los aspectos en los que puede verse afectado. La pérdida de especies y la degradación del hábitat natural también incidirán negativamente. El turismo costero es el componente más importante del sector a nivel mundial, y podrá verse muy perjudicado por el aumento del nivel del mar, las inundaciones, la erosión de las playas y las mareas de tempestad.
Basándose en una serie de casos de estudio de los lugares del Patrimonio Mundial en todo el mundo, muchos de ellos destinos turísticos emblemáticos, el informe muestra cómo el clima ha influido en los cambios que se ya se aprecian en la actualidad, y que podrían en un futuro poner en peligro su valor universal excepcional, así como la integridad y autenticidad de estos lugares y las economías de las comunidades que dependen del turismo en ellos.
Estos son algunos de los delicados y frágiles tesoros que pueden sucumbir al cambio climático y que quizá, llegue un día en que no podrán ser visitados.
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NATIONAL GOEGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
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