Empresas de toda Europa se están uniendo para abordar los distintos aspectos de la Misión de Impacto contra un Asteroide (AIM) propuesta por la ESA. Los trabajos de definición detallada ya han comenzado, ya que el mes que viene se decidirá si se da luz verde a la misión.
La misión AIM se lanzaría contra el sistema binario de asteroides Didymos en 2020, como parte de la primera demostración de un método de defensa planetaria, en conjunto con la nave Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide (DART) de la NASA.
Mientras la misión europea recopilará todos los datos técnicos necesarios para validar los modelos de impacto, DART se dirigirá al más pequeño de los dos cuerpos, desplegando dos CubeSats para llevar a cabo observaciones complementarias (y más arriesgadas) y depositar el micromódulo de aterrizaje Mascot-2 sobre la pequeña luna de Didymos, donde estudiará la estructura profunda de su interior.
AIM es una misión que no puede esperar, ya que Didymos se encuentra en una desenfrenada carrera que terminaría en 2022 al llegar a nuestro planeta. Así, la industria tiene que trabajar a un ritmo frenético: más de 40 empresas de 15 Estados miembros de la ESA llevan desde 2011 dando forma a una misión rápida e innovadora.
“Las numerosas actividades que se están llevando a cabo refuerzan cada vez más el carácter verdaderamente europeo de la misión —afirma Ian Carnelli, responsable de la misión para la ESA—. El trabajo de definición detallada ya ha comenzado en la industria, mientras que la decisión sobre la completa ejecución de la misión se tomará en el Consejo de la ESA a nivel ministerial que tendrá lugar el mes que viene. Este es un paso importantísimo para mantener el ritmo de actividad y probar nuevos enfoques que nos permitan implementar la misión con mayor rapidez, al integrar los equipos de la ESA, la industria y la carga útil”.
En Madrid, por ejemplo, el grupo GMV está llevando a cabo pruebas críticas en la cámara de navegación proporcionada por el Instituto Max Planck alemán. Para evaluar el software de navegación basado en imágenes de la misión, GMV está haciendo que la cámara examine imágenes que la sonda Rosetta de la ESA tomó al sobrevolar Lutetia, un asteroide de 100 km de diámetro, de camino hacia 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Como explica Michael Kueppers, científico del proyecto AIM: “No hay dos asteroides iguales y, de hecho, los de Didymos se encuentran demasiado lejos como para que los astrónomos puedan conocer las características precisas de su superficie”.
“Pero las imágenes de Rosetta ofrecen una analogía de utilidad para probar la navegación de precisión que necesitaremos para maniobrar alrededor de nuestro objetivo, la luna ‘Didymoon’, y enviar el micromódulo Mascot-2 hacia su superficie con una precisión de pocos centímetros por segundo”.
“La cámara de navegación en cuestión ya se encuentra volando en la misión Dawn de la NASA hacia los asteroides del cinturón principal, y ya ha contribuido a una gran cantidad de descubrimientos científicos”.
El equipo también está trabajando con consorcios de investigación que han presentando CubeSats para que viajen a bordo de la AIM, con vistas a la selección final de los proyectos.
“Resulta inspirador ver cómo el diseño de la AIM progresa mientras la NASA continúa colaborando con la Agencia Espacial Europea en la Evaluación del Impacto y Desvío de un Asteroide (AIDA) —declaró Lindley Johnson, director de programas de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA—. Nuestro concepto de colaboración presenta una ventaja estratégica significativa para ambas agencias espaciales. Aunque las dos misiones ofrecerían resultados independientes, la colaboración aportará mucho más a los esfuerzos internacionales para reducir las amenazas por impacto de asteroides”.
La presencia en el espacio profundo de la red de la AIM, formada por la nave nodriza, el módulo de aterrizaje y los CubeSats, será una primicia mundial y sentará las bases de las nuevas arquitecturas de exploración espacial. La AIM también servirá para demostrar nuevas tecnologías que posibilitarán la navegación autónoma de la nave alrededor del asteroide.
Esta misión pionera permitirá a las naves que en el futuro recorran el espacio profundo beneficiarse de multitud de demostraciones tecnológicas.
El equipo industrial de la AIM está liderado por OHB (Alemania) y formado por QinetiQ Space (Bélgica), GMV (España), Antwerp Space (Bélgica), Astronika (Polonia), GMV-PL (Polonia), Spin.Works (Portugal), GMV-PT (Portugal) y GMV-RO (Rumanía).
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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