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lunes, 1 de abril de 2024

La Historia del Amor Cruel: Capítulo DCXXVI.- Después de un día de mucho trabajo en cobranzas; el joven vendedor Olzagon y Verónica del Carpio fueron al Centro de la Ciudad, para depositar el dinero en un banco, donde el funcionario no tuvo un comportamiento correcto con la presencia de Olzagon; que mereció la protesta de Verónica del Carpio amenazándolo con irse del banco....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; el señor Holsteinfer, quien era dueño de un gran taller en la zona mayorista, le hizo el anuncio al joven Olzagon, que pagaría todo el monto del pedido que ascendía a 99,800 monedas nacionales y que lo hizo efectivo con tres bolsas llenas de billetes y monedas; trabajo del conteo que lo ejecutó Verónica del Carpio, quien actuaba como la cajera; al finalizar este trabajo, el señor Holsteinfer, les ofreció un almuerzo que fue compartido sellando la amistad y las relaciones comerciales para siempre.... sigamos la historia....


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.
Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.
Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.                                                
Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

EL AMOR SIEMPRE LLEGA, AÚN CON TRAGEDIA INCLUIDA.................

En aquella tarde trágica para Antonina López Paúcar; ella viajaba desde su tierra natal, en compañía de su novio Gaspar Paúcar, su padre don Antonio y su hermana mayor Angélica; quienes estuvieron de vacaciones y durante ese descanso convencieron a Antonina, para que los acompañe, ya que ella no tenía una vida benigna y digna en aquella comarca.
Las expectativas por un cambio de vida, que originaría una nueva referencia económica; ella, la tomó como un sueño acariciado; pero, el destino tenía otros planes; cuando ellos ya habían recorrido el 80% del recorrido de su viaje, todo indica, que el chofer del bus, debido al cansancio tuvo una pestañada de sueño y perdió el control de su unidad y chocó contra otro bus, que venía en sentido contrario; todos los pasajeros de ambos buses murieron; pero,  ¡¡¡Oh Milagro!!!, menos Antonina López Paúcar, quien yacía con su cuerpo tendido en el suelo; que al llegar las unidades de auxilios médicos, encontraron a ella mal herida y con signos de vida en extinción y la abandonaron dándola por muerta.
Sin embargo, un perro pastor entrenado olió su cuerpo y dio varios ladridos, indicando que Antonina López Paúcar estaba viva; los agentes de auxilios, acudieron de nuevo, se cercioraron que existían leves signos de vida y la condujeron al hospital más cercano; después de 28 días de hospitalizada, ella fue dada de alta; pero, ella en su recuperación no estuvo sola y en la Capital y no conocía a nadie.
Entonces, durante el tiempo de su recuperación, un joven médico se hizo cargo de ella, la atendió con esmero, incluso hizo guardia acompañándola, ya que nadie se identificó como familiar suyo.
Por lo que, el día de su salida del hospital, el doctor Florentino López, fue quien le dijo:
--- Antonina, fui tu médico de cabecera, te atendía todos los días, dormía largas noches junto a tu cama, felizmente nunca hubo molestias tuyas y me permitiste descansar; pues, ahora dime: ¿Tienes familiares en esta ciudad?
 Antonina López Paúcar, recordando a sus familiares y su novio con quienes viajaba, le respondió:
--- Si, doctor todos mis familiares venían conmigo, a propósito. ¿Dónde están ellos?
El doctor Florentino López, muy compungido, le respondió:
--- Lamentablemente todos murieron, si se identificó a un joven que se llamó Gaspar Paúcar, quien te salvó la vida, por que su cuerpo estuvo en tu encima y recibió un golpe de un fierro que le destrozó el cráneo y que iba directo a tu cabeza.
Antonina López Paúcar, se puso a llorar muy desconsolada y masculló entre dientes:
--- "Qué hago aquí Dios mío, si estoy embarazada".
El médico si le escuchó parte de su comentario y dándole una esperanza, por que él se había enamorado de ella, en voz baja y casi al oído, le dijo:
--- Si te escuché Antonina, durante tu recuperación; hablaste dormida varias veces que estabas enamorada y embarazada de Gaspar; pues, te ofrezco mi casa, hasta que consigas un trabajo, o tal vez llegue un familiar por ti, afuera está mi automóvil, si estás de acuerdo, hoy estoy de franco (día libre) y te llevaré a mi domicilio.
Antonina López Paúcar, totalmente desconcertada, turbada y confundida; sin embargo, tuvo una luz de esperanza y reaccionó y le contestó:
--- Doctor, muchas gracias por las atenciones suyas; pero, no estoy segura, si será una buena idea, tener en su casa a una mujer embarazada de otro hombre y de origen humilde y provinciana.
El doctor Florentino López, quien ya despuntaba como un gran cirujano; él estaba soltero y sin ningún compromiso que lo atara a otra mujer, ya que tuvo historias amorosas muy dilatadas y todas fracasaron; él, había pensado que esta joven provinciana era su última oportunidad y le contestó:
--- Antonina, no te preocupes por nada, en el camino comentaremos muchas cosas en privado: ¿Nos vamos?
Antonina López Paúcar y Florentino López, se enamoraron y se unieron en pareja; él, le reconoció al primer hijo como suyo y tuvieron tres hijos más, se convirtieron como el mejor hogar y reconocido por los otros colegas médicos; ella, era el sostén del hogar, criando a los hijos y el médico llegó al más alto cargo del hospital, reconociéndole como el más prestigioso cirujano; todo esto fue posible gracias al soporte incondicional de Antonina López Paúcar, quien desde el hogar ofrecía a su esposo: amor, apoyo, comprensión y la armonía tan indispensable que le permitía al doctor salvar vidas humanas.
CHEMA.
Chiclayo - Perú.
16/03/2024
Derechos de autor reservados.


Foto.- Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.


GRUPOS POÉTICOS NOS PREMIAN
GRUPO POÉTICO
Directora

Maria Buelvas
Colaborador destacado
Gracias por tus letras en nuestro grupo durante esta semana felicidades

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
Autor
Maria Buelvas, muchas gracias poetisa por su gentil visita, el esplendor de sus letras y por conceder el hermoso galardón como: Certificado de Apreciación que es un honor recibir, mi gratitud hacia usted por su generosidad, abrazos Chema.

GRUPO POÉTICO
Directora:

Mariel Nilsa
Administrador
Que gran historia!!! triste al principio pero bello al final con final feliz. Magistrales tu relato querido escritor Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui. Felicitaciones

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
Autor
Mariel Nilsa, muchas gracias poetisa por su gentil visita, su comentario como siempre genial y reflexivo que me siento feliz lograr su atención, y por conceder el hermoso pergamino como Trofeo de Diamante, que es un altísimo honor recibir, lo acepto con humildad y le hago llegar mi gratitud por su generosidad, abrazos Chema.

GRUPO POÉTICO
Directora

Administrador
 
Reconocemos al poeta Guillermo Gonzalo Sánchez por tan excelsas letras poéticas. Gracias por exponer tan magnas letras. ¡Enhorabuena!
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
Lydia Reyes Torres, muchas gracias poetisa, por haber concedido tan hermoso galardón, que fue toda una grata sorpresa, haber sido premiado por tan prestigioso Grupo Poético, que lo acepto con humildad, y le hago llegar a usted y a los poetas y poetisa mi gratitud por su generosidad, abrazos Chema.

GRUPO POÉTICO
Director

Wilmar Peréz 


Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
Wilmar Peréz, muchas gracias poeta, por conceder tan hermoso galardón como Diploma, que es un altísimo honor recibir, sinceramente fue una grata sorpresa ser premiado por mis narrativas que tan sólo aportan un granito de arena en la lucha diaria; la ficción se cruza con la realidad y nos indica que buen escribir los acontecimientos, mi gratitud por su constante generosidad, abrazos Chema.

GRUPO POÉTICO
Director:

Wilmar Peréz 


Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
Colaborador destacado
Wilmar Peréz, muchas gracias poeta, por conceder tan hermoso galardón como: Papiro de Oro, que es un altísimo honor recibir, siempre en la vida hay momentos de gratificantes hechos como el presente, ser premiado, y aún estar muy lejos como para merecerlo; por un prestigioso Grupo Poético, cuyo director es usted amigo poeta, que con frecuencia nos otorga pergaminos, mi gratitud por su generosidad, abrazos Chema.
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Continuando con la historia, después del almuerzo que fue opíparo; Olzagon y Verónica del Carpio, se despidieron del señor Holsteinfer y salieron de los talleres, que era un local tan grande como la misma fábrica; ellos estando en la calle, tomaron la misma camioneta que llegaron allí y las otras dos los seguirán, en el trayecto Verónica del Carpio, quien se sentía muy feliz por el trabajo efectuado por Olzagon, ella quería compartir algo más...
Que aún teniendo una cuantiosa suma de dinero, todo le parecía un sueño hecho realidad, de contar con un trabajador eficiente al servicio de la fábrica; tal vez, esta fue una de las razones que ella se había enamorado del joven vendedor, que una vez en un acto audaz lo invitó a su departamento de soltera y que por circunstancias no previstas no se concretó la cita amorosa; aún así ellos se trataban, ella como la jefa y él, como el empleado, ese fue el acuerdo y lo respetaban rigurosamente, para mantener el principio de autoridad en la empresa.
Pero, cuando manda el corazón, no siempre se cumplen los preceptos rígidos empresariales, ella hizo el intento para saber que podría suceder con el resto del día y como disipando, le dijo:
--- Jovencito, mañana tendrá que venir de nuevo a la zona mayorista, y el día de pasado mañana, estaré de nuevo como su cajera, que ya me está gustando este trabajo y que es muy entretenido y ventajoso... jajajaja....
Olzagon, también se sentía feliz con la compañía de Verónica del Carpio; pero, como buen vendedor sabía que no todos los días son iguales y llevándole la corriente con una sonrisa, le respondió:
--- Señorita Verónica, no se preocupe que pasado mañana pueda ser un día de descanso, por la sencilla razón que nunca los días son iguales; pues, antier tuvimos mucha suerte, era el primer día de trabajo implantando el sistema de ventas y que gracias a la Escala de Precios, nos permite entrar al mercado con tremenda ventaja, aún así, no sabemos que sorpresas nos esperan mañana; eso si lo que interesa es mantener el espíritu de lucha, para que todo siga igual o mejor, y será siempre un placer de tenerla como la cajera de la fábrica y me alegro que le guste este trabajo.
Pero, Verónica del Carpio, se asombró de la seriedad tal como le contestó Olzagon, por lo que cambió de tema y le dijo:
--- Como aún disponemos de tiempo, iremos al banco a depositar este dinero, que es muy peligroso transportarlo en bolsas, exponiéndonos si lo llevamos a la fábrica; por que los asaltantes tienen un olfato tan increíble que detectan y asaltan en el momento menos pensado.
Después de 40 minutos de su recorrido, ellos llegaron al Centro de la Ciudad, por lo que Verónica del Carpio, ordenó al chofer ir a la oficina del banco, que quedaba frente a su departamento de soltera; al llegar, ella bajó con tres bolsas de dinero y la acompañó Olzagon, ellos entraron al banco y fueron recibidos por funcionarios, que los condujeron a un salón separado, allí vaciaron las bolsas para el chequeo y conteo por empleados del banco, que al final sumó la cuantiosa suma de 123,696 monedas nacionales, que impresionó al sectorista bancario y le comentó a Verónica del Carpio, así:
--- Señorita del Carpio, por lo que estoy viendo, aumentaron sus ventas, ya que desde hace muchos años nunca depositó tanto dinero, que nos sentimos halagados por su confianza en nuestro banco.
Verónica del Carpio, un poco incómoda por romper la confidencia del empleado bancario, le respondió, para hacerle conocer, que no era ella la que logró recaudar tanto dinero, sino el joven Olzagon y le dijo:
--- Señor, le agradezco sus palabras; sin embargo,  el héroe de estos logros financieros es el jovencito que me acompaña y que usted lo miró con cierto desdén, que lo tipifico como injusto su comportamiento; voy a consultar con mi señor padre, si continuamos trabajando con su banco.
El empleado bancario, que efectivamente nunca consideró a Olzagon como acompañante, aún estando allí presente, ignorándolo por completo; que por su puesto, jamás iba permitir que un cliente de muchos años se vaya por su mal proceder y muy arrepentido, le contestó:
--- Señorita del Carpio, acepto mi error, por que creía que el joven era su chofer, le pido las disculpas del caso y por favor reconsidere sus pensamientos de alejarse de nosotros; ya que hemos trabajado por mucho tiempo y nos sentimos muy cómodos con su presencia, haga llegar mis respetos a don Ernesto y dígale que lo estamos extrañando.
Verónica del Carpio, estaba furiosa, y que escuchando tanta palabrería, el empleado cometió el mismo error, al mencionar que confundió a Olzagon con su chofer, y que siendo un conductor y por esa razón no fue tomado cuenta y le respondió:
--- Señor, usted no tiene principios de educación cívica, será por que trata con encumbrados millonarios, que acaba de cometer los mismos errores de discriminación al mencionar que un trabajador siendo un chofer no se le debe tomar cuenta su presencia aquí; todo parece que se contagió y se cree un encumbrado personaje y que nunca mira abajo, que lo están sosteniendo gente que trabaja y le suda la frente gracias a su esfuerzo, ya que por muy humilde que sea el puesto que desempeña se merece el respeto de todos, y como ya terminamos, por favor me entrega los comprobantes del depósito.
El sectorista bancario era un viejo amigo de don Ernesto del Carpio, quien no salía de su asombro que tuvo un encuentro desventajoso con la hija, ya no dijo nada y le entregó los documentos.
Verónica del Carpio se despidió con un hasta luego sin extenderle la mano y junto con Olzagon salieron de la oficina bancaria, estando en la calle ubicaron a la camioneta y las otras dos que se habían estacionado a una considerable distancia y mirando a Olzagon, le dijo:
--- Jovencito, espero que no tome a rajatabla el comportamiento de ese insolente, que nunca me cayó bien; por un sentimentalismo trabajamos con este banco, por que fue el primero que nos concedió un préstamo, que lo pagamos puntualmente y nunca más hemos sacado créditos, sólo lo necesitamos para guardar los remanentes de nuestras ventas; creo, que ya es tiempo de observar nuevas opciones bancarias, sobre todo hay bancos que tienen sucursales en la zona mayorista, que no tiene este banco.
Olzagon, estaba acostumbrado a estos desplantes de ciertos personajes, quienes estando muy encumbrados lo miraban a él con cierto desprecio; aún así, él salía adelante demostrando con su trabajo, que estaba a la misma altura o tal vez más alto y trató de no dar importancia a lo sucedido en el banco y sonriendo, le contestó:
--- Señorita Verónica, que le parece si nos vamos a la cafetería del frente: pero, antes ordene a los señores choferes que regresen a la fábrica, por que ya no los necesitamos y nosotros tomamos un taxi después de beber un delicioso café.
Verónica del Carpio, no sólo se asombró, sino que le causó conmoción sentimental la reacción de Olzagon, que no se había resentido ni ofendido por el comportamiento del empleado bancario, sino que seguía empeñoso olvidando todo, y le pareció una excelente idea despachar a los choferes y con una sonrisa a flor de labios, le contestó:
--- Olzagon, sinceramente me sorprendes con tus reacciones, creo que tantas cosas buenas que tienes, que esta de beber un café me parece brillante, y creo que lo merecemos después de tanto trabajo; espérame aquí, que voy a las camionetas para ordenar a los conductores que regresen a la fábrica.
Después de dar las órdenes, ella regresó; pero, ya tenía otras ideas más románticas, como llevar a Olzagon a su departamento de soltera, que estaba tan cerca, sólo al otro lado de la calle, que al llegar, le dijo:
--- Olzagon, no sólo vamos a beber una taza de café, o tal vez cambiamos por unos tragos y unos bocaditos, que también atienden en esa cafetería, por que la conozco por ser vecinos, ¿Qué te parece mi sugerencia?
Olzagon, tan concentrado estuvo en las tareas de su trabajo, que había olvidado por completo que estaba a unos pasos del departamento de soltera de Verónica del Carpio, quien disimulando ya se le insinuó...................
Continuaremos................ 
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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