Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Juan quien era hermano de la señora Catalina, la esposa del hacendado Luciano Castillo; como sabemos, él tenía sus planes de abandonar la hacienda, por viajará a Quito, por que allí lo esperaba su novia Lucrecia, con quien se va a casar; pero, antes él, planeó que su reemplazo será cubierto por el peón arriero Erasmo Huamán, que desde el punto de vista del hacendado pegado a la usanza antigua, le resultaría inaceptable tener como caporal a un peón, por lo que Juan, aún siendo caporal, tuvo que usar lenguaje persuasivo y expresivo, para convencer a su cuñado Luciano Castillo y así acepte a Erasmo Huamán como su nuevo caporal; el hacendado terminó por aceptar a regañadientes y le ofrecerá una fiesta de despedida, y lo envió al él mismo al Pueblo para que contrate una banda de músicos y le encargó la compra de ropa apropiada para el nuevo caporal..... sigamos la historia..........
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Continuando con la historia; Juan, quien ya se consideraba como un ex caporal, aprovechó la noche antes de ir al pueblo, para escribir una larga y amorosa carta a su enamorada Lucrecia, anunciándole que los próximo 15 días viajará a Quito y poder así cristalizar sus sueños que ellos habían pensado ejecutar en algún momento de sus vidas, y todo indica que esta vez se hará realidad, él, durmió un plácido sueño pensando en su amada Lucrecia.
Al día siguiente, Juan con la ayuda de dos peones, quienes lo acompañarán ensillaron a los 11 caballos, recibieron el dinero de don Luciano Castillo y la lista de encargos que deberán comprar; ellos después de tomar un gran desayuno/almuerzo, partieron al pueblo, allí Juan era muy conocido y tenía grandes amigos; quienes al llegar buscaron una posada y un corral para los caballos con agua y forraje; después buscó a uno de sus amigos, para que lo asesore en contratar una banda de músicos.
Juan estaba en su día de suerte, por que su amigo era el contacto y encargado de contratos de una conocida banda, que se llamaba: "Los Ruiseñores del Amor", quienes al escuchar la oferta, que se les pagará muy bien, si aceptaron cantar dos días en una hacienda, ubicada a 8 horas del pueblo, no hubo reparos a la propuesta y aceptaron viajar montados en caballos.
Juan, ya con la banda de músicos contratados, el resto del día se dedicó a hacer las compras de los encargos, junto con sus dos ayudantes visitaron pulperías y mercados encontrando todo lo que necesitaban, finalmente llegaron a la sastrería, donde comprará la ropa para Erasmo Huamán, él entregó las medidas del cuerpo de Erasmo Huamán al sastre, quien se asombró de la precisión que empleó Juan, vaya que efectivamente existían tres remudas de ropa con esas medidas que era justamente lo que necesitaba Juan, sólo hubo que ciertos arreglos a la cintura y los sobacos de las camisas.
Juan con todos los encargos ya comprados, el día avanzó y ya llegó la noche, por lo que dejó a sus peones en la posada para alimentar a los caballos, él salió a la calle a buscar a unos amigos para beber unos tragos, los que serán de despedida, por que tal vez nunca más regrese y no los vería de nuevo; pues, si los encontró y bebieron y conversaron, él regresó a la media noche algo bebido, se acostó y disfrutó de su último sueño en aquel pueblo, que él lo quería mucho.
Al día siguiente, muy temprano Juan y sus ayudantes tomaron desayuno y ensillaron los caballos y esperaron a los músicos, quienes se aparecieron en esos instantes con sus instrumentos musicales al hombro y muy entusiastas para el viaje.
Todos listos; Juan y sus ayudantes se despidieron del dueño que les brindó alojamiento, pagaron los gastos del forraje que les sirvió para alimentar a los caballos. invitaron a los músicos escoger su caballo y montaron y partieron haciendo una larga fila de 11 caballos, los dos peones encabezaron el retorno.
El trayecto era largo viaje de 8 horas bien clavadas, la caminata y trotada toda fue normal, mezclada con tertulias de conversaciones y de cuando en cuando bebiendo unos tragos de una botella de macerado que lo hacían a pico de botella, bebiendo cada quien a su propio gusto, hasta que llegó el anochecer y por su puesto ya estaban muy cerca a la casa hacienda, llegando a un altillo (colina) y desde allí se observaba a la casa hacienda.
Los avispados músicos se apearon de sus caballos, alistaron sus instrumentos musicales y con la asistencia de Juan, empezaron a tocar melodías, que lo hicieron entonando canciones que se escuchaban perfectamente en la casa hacienda.
Por su puesto, ya en la casa hacienda, el hacendado había convocado a los peones, para la fiesta, que hasta ese momento se mantenía en secreto el motivo de la misma o para quien era el acto festivo, por los corredores de la casa hacienda se paseaba don Luciano Castillo, esperando la llegada de Juan y su gente; el hacendado al escuchar la música se conmovió, ya que la nota musical se hizo recordar tiempos pasados de su inquieta juventud.
Los músicos aparecieron tocando, quienes al llegar fueron recibidos con algarabía por quienes los esperaban encabezados por don Luciano Castillo, su esposa Catalina, su hija Irma y el caporal Florián; pero, no había alguien que debería estar allí, y ese era precisamente Erasmo Huamán.
Los Músicos, después de los saludos de bienvenida, tomaron asiento en los poyos de los corredores, los peones se sentaron en el suelo en los bordes de los corredores y la familia de la hacienda en sus sillones, hubo una conversación de llegada, algunos de ellos bebieron chicha fermentada de un día (clarito) aún sin alcohol; ya llegó Erasmo Huamán y su amigo Irenio Campos con la misma ropa del trabajo.
Entonces el hacendado Luciano Castillo, subió a un estradillo (un lugar elevado hecho de madera que se subía usando tres peldaños, utilizado por el hacendado para dar las instrucciones de trabajo a sus peones)y con voz fuerte y vigorosa, dijo:
--- Amigos todos, nos hemos reunido para celebrar la fiesta de despedida del Caporal Juan, quien nos deja por un largo viaje por un prolongado tiempo; en agradecimiento de su trabajo y por lo que todos disfrutaremos dándole un adiós de gratitud por habernos acompañado con tanto cariño esforzándose por el engrandecimiento de la hacienda, y como no podía quedar el vacío de su ausencia, propongo a los trabajadores que uno de ustedes como su próximo caporal, que demostró coraje y sobretodo mucho cariño a todos ustedes enfrentándose a los cuatreros y ustedes lo acompañaron y el es Erasmo Huamán, por lo que les pregunto: ¿Están de acuerdo que Erasmo Huamán sea su caporal?
Todos los peones, totalmente sorprendidos por el origen(motivo) de la fiesta, que ellos si querían a Juan y estaban de acuerdo dándole la despedida; pero, les asombró la elección de su reemplazo, que por su puesto estuvieron de acuerdo y todos al unísono contestaron:
--- ¡¡¡¡ Siiiii !!!!
Los peones seguían perplejos y llenos de embobamiento, del secreto que se guardó el orgulloso patrón, que haya elegido a Erasmo Huamán, era la primera vez en toda la comarca que un peón ascienda ser un caporal, estaba descontado el apoyo por que todos lo querían; incluso la hija del hacendado Irma, quien también cayó en el secreto de la fiesta fue sorprendida por las decisiones de su padre, para dar la fiesta de despedida a su tío Juan y sobre todo la elección de Erasmo Huamán que a ella siempre le cayó bien, por sus acciones de recuperar las reses robadas y la posterior acción enfrentándose a los cuatreros y la conducta tan sencilla y ser como un peón más, y que ya destacaba como un líder, ella apreciaba mucho esa conducta, ya que siendo la heredera de la hacienda, tendría que estar rodeada de sus mejores peones y con mucho coraje.
El patrón Luciano Castillo no bajó de la tarima y agregó:
--- Convoco a Erasmo Huamán, para que nos acompañe y sea conocido por todos nuestros invitados, como nuestro nuevo caporal.
Erasmo Huamán, quien había tenido mucho trabajo este día, no tuvo tiempo de bañarse y cambiarse de ropa, su cuerpo apestaba del sudor del trabajo; pero, los retos son sorpresivos y él ya era un caporal, se levantó del lugar en donde se había sentado y se dirigió al llamado del patrón, quien al llegar y antes de subir y estar cerca el patrón lo observó y le dijo:
--- Sube Erasmo, siempre eres humilde y trabajador y aprecio tu conducta muy real y verdadera.
Erasmo Huamán, subió y se unió al patrón, quien levantando la voz, dijo:
--- Amigos míos, estoy orgulloso de presentar a nuestro nuevo caporal, quien con ropa de su trabajo no tuvo tiempo de cambiarse y aquí lo tenemos, quien les dirán algunas palabras.
Erasmo Huamán, si tenía facilidad de palabra, recordando que él fue jefe de una banda de bandoleros, y dijo:
--- Agradezco la confianza del patrón Luciano, me dirijo a ustedes amigos míos, creo que quien debería estar aquí es el caporal Juan, por que fue él, quien me propuso para ser caporal; pero, no se habló más, por que no sabíamos si el patrón Luciano lo aceparía, por lo que convoco a don Juan que es su fiesta y que nos diga sus palabras de despedida............
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui