Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG:, había una vez un hogar muy agradable en todo sentido de lo que se podría llamar vida estable, el esposo a quien llamaremos; William y éste, era un extraordinario hombre tanto como esposo, padre o trabajador, y la esposa a quien llamaremos: Juanita Rosalía, ella, era una abnegada madre de familia y una amorosa compañera del hogar, que junto a su esposo hacían una pareja casi ideal. Ellos tenían tres hijos: Oscar, Wilfredo y Carmen, vivían en un barrio de clase media y tenían unos vecinos que se conocían muy bien, pero no se frecuentaba en visitas. Aquí apreciamos en la imagen a un hombre ebrio; tomado desde su fuente de información : 123RF: "Un hombre ebrio perdió el conocimiento después de la oficina de partes".
Un día el vecino que se llamó : Luis, invita a tomar unos tragos a William, éste, al principio rehusó, pero dada la insistencia de Luis, accede y establece una condición:
----"Vecino Luis, iremos a tomarnos dos cervezas y luego retornaremos, porque hoy tengo por la noche que ir a la iglesia con mi esposa y mi hijita Carmen, estamos preparándonos para su confirmación religiosa"----
Luis era un vecino que siempre visitaba bares y cantinas y a veces se excedía en la dosis alcohólica y cuando retornaba a su casa protagonizaba escandalosos líos con su esposa Dorita, la misma que sufría mucho por la majaderías de su esposo , y éste contestó:
----"No se preocupe vecino William, solo estaremos un rato y luego retornamos a casa"----
En efecto los vecinos concurrieron a la cantina que tenía un nombre muy sugestivo: "El bebedor siempre pide dos más", ellos fueron atendidos por el cantinero, quien saludó muy cordialmente a Luis, su asiduo cliente, tomaron asiento y pidieron dos cervezas y un juego de cubilete con dados (un vaso para menear los dados). Entonces , Luis, que era un viejo bebedor sugiere a William, jugar a la suerte, en que la persona que saca 6 ases no bebe y quien pierde beberá un vaso lleno de cerveza y así empezó la parranda; arrancó Luis y la primer juego sacó 6 ases, lo que obligó a William a ingerir su primer vaso de cerveza y como el perdedor le tocó jugar el cubilete, y como era un novato tuvo suerte y también saca 6 ases, lo que obligó a Luis, a beber su primer vaso lleno, y así continuaron hasta que se terminaron las dos botellas de cerveza y como William había perdido varias veces, y ya el licor había hecho efectos de embriaguez, y él, pidió dos cervezas mas, para desquitarse del vecino.
Era la oportunidad que esperaba Luis, ya que desde hacía tiempo deseaba cortejar a la esposa del vecino, pero no sabía como intentar para el cortejo, ella constituía su "amor prohibido en silencio"; los bebedores siguieron en su juego del cubilete y como era de esperarse William se llevó la peor parte, se bebieron 10 botellas de cerveza y de ellas seguramente 6 o tal vez 8 botellas fueron a para al estómago de William; el pobre hombre después de 3 horas estaba totalmente ebrio, tanta era su borrachera que no recordaba la ubicación de su casa; el vecino Luis lo hizo llegar a su casa llevándolo sobre sus hombros y cuando ingresaron a la casa, estaban la esposa y la niña casi listas para ir a la Iglesia.
Entonces el vecino Luis, se ofrece para llevarlas a la Iglesia en su auto, al principio la señora Juanita Rosalía se rehusó aceptar, pero como ya era muy tarde para la reunión religiosa, finalmente suben al carro del vecino y parten al templo. Luis que había bebido varios vasos de cerveza estaba algo "picado", pero totalmente cuerdo y sobrio como para intentar cortejar a la esposa del vecino; llegaron al templo y el sacerdote hizo pasar a la hija de Juanita Rosalía, pero ella no debería ingresar por que era un ensayo que lo hacían las niñas; se quedaron solos, momento que es aprovechado por Luis y éste, sin mas se lanza directamente y le confiesa su "amor" a la vecina. La reacción de ella fue de rechazo rotundo; pero Luis que apelaba a las malas armas le dijo:
----"Si usted no accede a mi requerimiento amoroso, igual mañana le diré a su esposo que desde hace tiempo estamos saliendo y la prueba es que ahora las he traído a la Iglesia, estando él borracho"----
Juanita Rosalía, estaba tan indignada que levanta el brazo y iba darle una cachetada, pero éste logra detener la mano de ella y en el forcejeo la abraza por la espalda , justo en el instante que la niña Carmen salía del ensayo y observa a su madre abrazada al vecino Luis, pero ella no sabía como se hizo semejante pose "amorosa"; era la jugada maestra que había tanto soñado Luis, su madre desfogó su cólera llorando, pero la niña tenía otra impresión, tal vez estaba pensando que su madre estaba conviviendo con el vecino......................continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahoo.com
1 comentario:
El licor es peor de los vicios que atormentan al ser humano, es deprimente observar a borrachos en la vía pública, orinando sin control y lo que es peor durmiendo en la calle, en muchos casos que un obrero trabaja dos días para consumir licor y dejando a sus hijos sin el pan diario, por dedicar todo lo que gana para la ingesta del licor.Hay que tener mucha fuerza de voluntad para abandonar el vicio, y si se puede, lo digo yo que fui un borracho.
Un borracho arrepentido.
Publicar un comentario