Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior, luego que le bandolero "El Indio salvaje" cruzó el Río Calvas, fue atacado por el otro bandolero "El Chavetazo mortal", quien le mató a 4 hombres de su avanzada y posteriormente luego de un reto de lucha personal entre los dos enemigos , murió el bandolero "El Indio salvaje" atravesado por su propio cuchillo "el mocho", y en el trajín de la lucha, escapó el caballo que traía el tesoro robado en el Ecuador. Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma, que viene a ser "El Rey de la Tinieblas": Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la Obra Literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación , impresión y distribución literaria. Fuente: Archivos del blog.
Luego del fatal desenlace, el triunfador de la pelea "El Chavetazo mortal" se conmovió tanto de la muerte de su rival, que inmediatamente regresó casi huyendo con su gente a Samaco.
Prácticamente, nadie se dio cuenta que el caballo que llevaba los tesoros desapareció sin dejar rastro, todos los jinetes sobrevivientes de la banda de "El Indio Salvaje", estaban muy atareados enterrando a sus muertos y curando a los heridos que les tomó casi toda la noche y recién al amanecer descubrieron que uno de los caballos que traía los tesoros no estaba.
Asimismo, estando sin jefe. Gumercindo el segundo de la banda de "El Indio salvaje" hizo la veces del comando y reorganizaron los mandos del resto que quedaban vivos. Solamente habían diez hombres ilesos, y de ellos seis eran jóvenes con aptitudes de ser jefes. Gumercindo tuvo que hilvanar muy fino para restablecer la autoridad.
Logrado el comando de la banda del finado "El Indio Salvaje", los bandolero pensaron que ya era hora de abrir los cofres y repartirse los tesoros robados, y lo hicieron abriendo el primer cofre con mucha dificultad, al lograrlo tuvieron la peor sorpresa de su vida, porque dentro del cofre solo había trozos de fierros viejos y oxidados, también barras de bronce y restos de otros metales sin valor.
En aquellos momentos, Gumercindo que fungía de jefe , dijo:
-----"Maldito chimba "Quiroz" nos engañó a todos con sus baúles llenos de fierros viejos y tanta muerte que ha ocasionado por estas porquerías, en primer lugar murió el mismo Quiroz, nuestro jefe Rodrigo Mazache, defensores ecuatorianos de la hacienda y nuestros últimos hombres; bien, vamos abrir el otro baúl y veremos que hay allí.
Y Gumercindo, ordenó abrir el otro baúl, él aún desconocía que el otro caballo había desaparecido, por lo que nadie sabía del otro caballo ni del baúl que llevaba sobre sus espaldas; entonces pensaron que los jinetes de la banda de "El Chavetazo mortal" se llevaron el caballo.
Sin embargo, uno de los hombres que vieron la partida del bandolero Juan Cunya (El Chavetazo mortal), éste nunca vio que iba el caballo cargado con el baúl, ya que todos partieron a gran velocidad y un caballo cargado y cansado jamás podía seguir a los jinetes, y de ser así , ellos pensaron que se llevaban un caballo cargado de fierros oxidados.
Era un consuelo de tontos, por que el caballo iba en otra dirección en búsqueda de un nuevo dueño.
Ahora, regresemos al principio de esta historia y recordemos a la familia Sánchez Calderon y Mulatillo, afincada en Socchabamba; luego que el Señor Sánchez hizo un "Pacto con Satanás", estaba atravesando su mejor época de gloria en la acumulación de riquezas; era algo increíble como llegaba a sus manos raudales de tesoros, y desde luego esta noticia despertó la codicia de los bandoleros de apropiarse del gran tesoro acumulado por el Señor Sánchez en Socchabamba.
Hubo muchos intentos y todos fracasaron por que la casa era custodiada por los "huestes de satanás". El diablo protegía a su socio con todo su poder que tenía sobre La Tierra.
Según Sergio Paúcar Huamán, nuestro narrador de la Historia de los bandoleros, dijo que una vez intentó viajara un fraile de Ayabaca a visitar al Señor Sánchez, partió muy temprano desde la ciudad hacia Socchabamba, era un viaje de dos horas aproximadamente, salió montado sobre un caballo brioso de color negro, y cuando llegó a Yacupampa, el caballo misteriosamente empezó a cojear del brazo izquierdo; entonces tuvo que bajar el ritmo de la caminata, de todas manera siguió cabalgando con su caballo cojo; ya estando en la ladera de Chiclarume al entrar a un pequeña hoyada hay una quebrada con agua cristalina, justo lo que deseaba el caballo para aplacar su sed, sin embargo al inclinar su cabeza para beber en una pequeña laguna del liquido elemento que discurría con fuerza cuesta abajo, apareció una culebra y asustó al caballo y éste solípedo corcovió y tiró al suelo al fraile por el tremendo salto que dio.
Además, el animal pisó muy mal y se fracturó la pata derecha; ante semejante desgracia en donde el sacerdote lesionado con el fuerte impulso con que cayó al piso se fracturó dos costillas; imposibilitando la continuación del viaje a Socchabamba.
Una vez más " don satanás " impidió la llegada de un misionero de Dios a una casa cuyos dueños habían "pactado con él (diablo)" para lograr ser muy ricos, porque no se puede explicar de que otra manera la familia Sánchez Calderón y Mulatillo de la noche a la mañana acumularon una cuantiosa fortuna.
Durante esos días el Señor Sánchez, tuvo varios sueños reveladores y uno de ellos fue que había un caballo errante entre Samaco y Huara de Indios, el animal estaba muy cargado y cansado tratando de llegar a un lugar, en donde pueda encontrar un ser humano que lo descargue de tan pesado fardo que llevaba varios días sobre sus espaldas; el pobre cuadrúpedo estaba a punto de desfallecer por el cansancio y hambre.
Y justo, aquella noche de la tragedia que sucedió en la "raya", el Señor Sánchez, como llevado de la mano se levantó de su cama, eran las 3:00 a.m. del nuevo día, a esa misma hora el caballo errante afligido y sin rumbo por el hambre confundió el camino hacia Huara de Indios y viró hacia la derecha en dirección a Aragoto.
Entonces el Señor Sánchez, ensilló a su mejor caballo y se dirigió a toda marcha hacia Aragoto, había una fuerza invisible que dirigía su marcha; mientras tanto el caballo cargado no fue encontrado por nadie en su errante caminata. El señor Sánchez llegó hacia el llano de Aragoto y cuando estaba en una disyuntiva al llegar al cruce de tres ramales, a la izquierda se iba a Samaco, a la derecha se iba a Niebros y Pacainio y el camino del frente a Huara, repentinamente apareció un viento que le sacó el sombrero de su cabeza al jinete y al caer al piso se fue dando vueltas en dirección a Huara de Indios, ante inesperada marcha en busca del sombrero, el Señor Sánchez decidió ir a Huara.
El Señor Sánchez aceleró su marcha y aplicó espuelas a la panza de su caballo y siguió su caminata en dirección a un gran tesoro, que él no sabía que venía hacia él, y muy pronto lo encontraría; al llegar al límite de Aragoto y Huara, escuchó el relincho de un caballo y recién despertó de su sueño, comienza a razonar y se preguntó exclamando:
----"Por los cuernos de Belcebú y todo su ejército de demonios¡¡¡¿Qué estoy haciendo aquí?!!!."
En aquel instante, escuchó una suave voz que llegó desde el más allá y le dijo:
----"Adorando hijo del dios de las tinieblas, nuevamente e está honrando con su generosidad y dentro de unos momentos tu fortuna será acrecentada con un obsequio que te envía tu dios que está vigilante desde las profundidades del reino de los quintos infiernos".
El Señor Sánchez un poco sorprendido, pero no asustado ya que conocía que su "Pacto con Satanás" se mantenía uniforme e indisoluble, entendió perfectamente el mensaje del más allá, y siguió su camino, luego de trotar unos minutos mas tarde encontró al cansado caballo, que casi ya no podía caminar con un enorme baúl sobre sus espaldas, entonces el Señor Sánchez se apeó de su caballo y de inmediato fue hasta el solípedo, el pobre animal no había comido forraje por varios días y estaba famélico.
Entonces, el señor Sánchez, soltó las betas que ataban al apero y al baúl, luego lo desensilló, la reacción del equino fue instantánea sintiéndose libre de peso se fue directo en búsqueda de un buen forraje. En seguida el señor Sánchez trató de cargar el pesado baúl sobre su caballo, en aquel instante él sabía que ese cofre estaba lleno de caudales, pero era casi imposible hacerlo solo necesitaba la ayuda de alguien.
Como don satanás, estaba a la expectativa envió a cuatro huestes transformados de peones, que pasaban por allí de "casualidad" y ayudaron al señor Sánchez a cargar el pesado baúl y luego retornó a a pie jalando su caballo hacia Socchabamba. ¡¡¡Que cosas hay en la vida!!!, como dice el viejo adagio..."Nadie sabe para quien trabaja", murió tanta gente por esa fortuna y fue a parar a las manos de un pactado con satanás...... continuaremos.............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
1 comentario:
Muy interesante este tema sobre los bandoleros, pero nunca supe que eran crueles, dígame todo esto es una historia de ficción?????
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