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domingo, 19 de agosto de 2018

La Historia del Amor Cruel : Capítulo .- CCCLVII.- Olzagon y Clorinda Manzanares; disfrutaron de un apasionado encuentro amoroso, después que ella se durmió, llamó por teléfono alguien con voz masculina con acento extranjero muy mal humorado...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Clorinda Manzanares y Olzagon, habían iniciado su apasionado encuentro amoroso, ellos se están revolcando como un solo cuerpo; caricias, besos y avances eróticos; Olzagon encima de su hembra, aún no la llegaba a penetrar, sólo rozaba su miembro viril con la ardiente vulva de la hembra; ella era una esponja lujuriosa que pedía ser penetrada, pero Olzagon no tenía ningún apuro, sus labios los tenía entretenidos succionando los líquidos de los pezones de su hembra.....


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Clorinda Manzanares, como "hija bien" de papás millonarios, llevaba una vida independiente, pero solicitó ser una trabajadora en la empresa Import & Export S.A., en el país de Cunante, la actividad empresarial en aquella ciudad era próspera comandada por un excelente Gerente General; pero nunca quiso interferir, solo actuaba en una modesta jefatura; allí conoció a Olzagon y decidió hacerlo suyo, ya que ella como nueva aún no se relacionaba con gente de su nivel social.
Clorinda Manzanares, le gustaba disfrutar de sus caprichos y le satisfacía sobremanera ganar victorias sobre débiles rivales; que intentaban cruzarse en su camino, justamente ella había decidido acostarse con Olzagon; pero en Restaurante Campestre "El Buen Aire", se le cruzó intempestivamente una mesera(azafata) a la vez cantante, quien públicamente le declaró su amor a Olzagon, ellos ya habían disfrutado de una noche de placer, algo que desconocía Clorinda; pero ella reaccionó y se llevó a la presa codiciada : Olzagon...
Como informamos al inicio Olzagon  y Clorinda, estaba abrazados, el macho ya estaba encima de ella; él le está amamantando los pezones erectos succionando el néctar del placer y con el miembro viril rozando la ardiente vulva; pero la hembra está acostumbrada a ser protagonista, levanta el cuerpo de Olzagon y rápidamente ella se coloca encima de su macho.
Ella se sienta sobre los genitales del macho y se produce la acariciada y rápida penetración, al sentir el pene en su vagina, ella se mueve al ritmo del meneo, es el "ritmo de los deseos", el macho abajo la abraza desde los glúteos para lograr más penetración, todo en ellos es ansias y deseos colmados con la pasión...
Olzagon, reacciona y con rápido movimiento, recupera su posición y al estar ahora encima, al penetrarla siente esa vagina que arde como un volcán a punto de erupción; pero él no tiene ningún apuro, suelta el coito y voltea el cuerpo de su hembra, ella cede dócilmente, ya perdió la iniciativa, cede su espacio al macho, ahora es una mansa golondrina que ya no puede volar; se observa un panorama erótica  ardiente; abre sus piernas y le ofrece al macho su húmedo ano, pero el macho solo lo roza su pene, más bien retrocede su cuerpo hacia abajo  hasta que sus labios lamen tan lujuriosos glúteos, muy frondosos, exuberantes, lozanos de color blanco rosáceo totalmente suaves que parecen esponjas dichosas envueltas en dulces manjares, con la penumbra se notan lustrosos que hay que saborearlos pero lentamente, justo el macho comenzó a lamerlos con intensidad y morder aquellos músculos ardientes de placer.
El macho avanza con su erótica lengua hasta el coxis y sigue avanzando hasta la cintura, sigue subiendo lentamente saboreando aquella espalda que ardía hasta llegar a la nuca; ahora, él está en posición de penetrarla, le provoca el ano, lo roza con su pene, está totalmente húmedo, pero se dirige al siguiente hueco ardiente: La vagina y la penetra, en esa posición se mueve con el método del ritmo del meneo, ella abre más y mas sus piernas ofreciéndole su erótica vagina, él con sus labios le lame la nuca. ella se aloca y grita:
--- ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyayy que rico está tu pene ayyyysigue, sigue...ayyy.. que delicia es esto ayayayyaaaaaaaaayyy.
Sus gemidos y ayes son cada vez más intensos, con su mano derecha le agarra parte de los testículos los acariciada con dulzura y abre mas y mas sus piernas y sintiéndose penetrada sigue con los ayes y gemidos, ella está disfrutando su triunfo..
Clorinda Manzanares, era una mujer de origen francés y le hacía el honor al ser una mujer ardiente, pero ella se entregaba a quien ella decidía y quería, no sabemos si solo será una noche con Olzagon, y lo tendrá como una pieza de trofeo para satisfacer sus necesidades sexuales; o cambiará totalmente al conocer a alguien de su nivel social en la Ciudad que ella aún no conocía.
Pero, ella si tenía una preocupación, ya llegaba a los 30 años de edad, y eran sus planes sentar cabeza, y por su puesto nunca lo haría con Olzagon, quien tenía 10 años menos que ella, y además, no pertenecía a su grupo social.
Creo, que nos estamos desviando, dejemos las conjeturas y regresemos a la cama donde Olzagon, volteó de nuevo a su hembra, ahora los cuerpos están frente a frente, son un volcán a punto de erupción llenos de placer; él la penetra con fuerza, ella gime y grita con ayes que siente que eligió bien al joven macho, por que todo su cuerpo está lleno de sensaciones eróticas, actuando totalmente dócil (no común en ella) abraza a su macho hasta lograr la penetración total, siente el pene que le hace cosquillas en sus entrañas, todo es placer en ella y grita:
--- Ayyyyy Olzagon que bien lo haces....ayyyy estoy dichosa..ayyyy soy una hembra feliz... ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
Por su puesto el macho no descuida sus besos y caricias y amamanta los pezones, y sus manos están aferradas a los glúteos, todo es armonía y placer.
Entonces, la hembra ya no puede controlar a su cuerpo, se entrega con docilidad y siente una sensación indescriptible que envuelve sus glúteos y su vagina le arde de placer, estira sus piernas y llega el acariciado y ardiente orgasmo, lo suelta abrazando fuertemente y comiéndose a besos a su macho que lo tiene encima.
El macho, orgulloso por haber logrado el placer su hembra, apura sus movimientos de penetración y también suelta la eyaculación inundando con el semen el satisfecho útero de la hembra. Ambos son un solo cuerpo abrazados totalmente agotados pero disfrutando de su erótico encuentro amoroso.
Seguramente transcurrieron unos 30 minutos, ambos totalmente sosegados y después del placer total que sintieron como pareja; semejantes movimientos eróticos les produjo cansancio, sobretodo a Olzagon, quien estaba abusando de su fortaleza de juventud, por que la noche anterior lo hizo con María Elena en su departamento.
Clorinda Manzanares, totalmente satisfecha, se quedó profundamente dormida; lo que fue aprovechado por Olzagon, quien se fue al baño para asear sus genitales, regresó y se acostó, y la hembra roncaba a libre albedrío que removía adornos de su dormitorio.
Olzagon, con ese ruido no podía conciliar algún sueño, lo normal hubiese sido salir e irse a su casa; pero no lo podía hacer, sería un desprecio a la hembra, que estando ella dormida él se fugó; él quería llamar a la dueña de su pensión para informarle que no iría a cenar ni dormir...
Repentinamente sonó el timbre del teléfono, y el sonido era intenso, pero no movió un cabello de Clorinda, él no podía contestar, pero tampoco Clorinda se despertó; hasta que se calló el aparato, y cuando Olzagon se daba la vuelta hacia el cuerpo de su hembra, nuevamente timbró el antipático teléfono, por lo que Olzagon creyendo que era una llamada telefónica importante para la dueña de casa, intentó despertarla, pero ella seguía dormida y de tanto sonar el teléfono se calló.
Pero, el ya insoportable teléfono volvió a timbrar, el joven movió el cuerpo de Clorinda, para que atienda la llamada, pero ella no se despertó; por lo que decidió contestar, levantó el auricular y dijo:
--- Aló ¿Quién llama?
Al otro lado del auricular le contestó una voz masculina con acento de no ser nacional,  muy mal humorado, así:
--- ¿ Quién demonios eres tu, busco a Clory?
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

1 comentario:

Nelly Maldonado dijo...

Clorinda, no ha buscado fácil xq ahora enfrenta dos inconvenientes que la atrapan en su egoismo y cree que el dinero la protegerá. .Los caprichos se pagan y no sólo con dinero...caminos torcidos finales erráticos. ..... esperemos el próximo para saber el desenlace.......