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martes, 29 de enero de 2019

CIENCIA: LAS NUBES .- ¿Qué pasaría si no existieran las nubes?.................. ¿Por qué las nubes no se caen?................ ¿Por qué las nubes de tormenta son negras si el agua que llevan es transparente?..................... Clasificación de las nubes.............¿Cuántos litros de agua hay en una nube?................. La importancia de la inestabilidad en la formación de una nube................... Néfeles ninfas de las nubes y la lluvia

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., todos en algún momento de nuestras vidas miramos al firmamento, a veces de color azul, y otras veces lleno de nubes o parcialmente nublado, que oculta a El Sol y por las noches oculta a La Luna, sin embargo las nubes ocupan un importante espacio en nuestras vidas, por que sin las nubes nunca habría lluvias, o tampoco agua, la vida de la fauna y la flora en  La Tierra no sería posible sin la existencia de las nubes.
Gracias a la Página : Tiempo.com, hemos recopilado amplia información sobre la existencia de las nubes, que ofrezco a ustedes para su información....


https://www.tiempo.com/noticias/divulgacion/nefeles-ninfas-de-las-nubes-y-la-lluvia.html
Hace unos meses mirábamos al cielo esperando verlas para que nos ayudasen a paliar la sequía, pero ahora que nos visitan asiduamente empezamos a renegar de ellas. Son las nubes, nuestras compañeras de viaje en el océano atmosférico.

https://www.tiempo.com/noticias/divulgacion/la-importancia-de-la-inestabilidad-en-la-formacion-de-una-nube.html
En la creación de las nubes y los frentes, una atmósfera inestable nos ayuda a llegar al inicio de las gotículas. ¿Suficiente para formar una nube? Te contamos los detonantes.

https://www.tiempo.com/noticias/ciencia/-cuantos-litros-de-agua-hay-en-una-nube-.html
Todos estamos acostumbrados a calcular la lluvia que cae en nuestra ciudad en litros por metro cuadrado, pero... ¿seríamos capaces de aventurar la cantidad de agua que contiene una sola nube?

https://www.tiempo.com/noticias/divulgacion/clasificacion-de-las-nubes.html
Cuando vemos una nube debemos saber identificarla para conocer cuáles serán sus intenciones, si sólo será un adorno en los cielos o por el contrario acabará con un chaparrón.

 https://www.tiempo.com/noticias/ciencia/por-que-las-nubes-de-tormenta-son-negras-si-el-agua-que-llevan-es-transparente.html
 Cuando vemos que llegan nubes oscuras sabemos que hay muchas posibilidades de que acabe lloviendo. ¿Cómo es posible que una nube, que solo contiene agua, acabe siendo casi negra?

 https://www.tiempo.com/noticias/ciencia/-por-que-las-nubes-no-se-caen-.html
 Todos tenemos la sensación de que las nubes son ligeras como el algodón y por esto flotan en el aire. En realidad, pesan muchísimo. ¿Por qué no se caen por la gravedad?

 https://www.tiempo.com/noticias/ciencia/que-pasaria-si-no-hubiera-nubes.html
 Las nubes forman parte de nuestras vidas, pero nunca nos hemos planteado qué sucedería si de repente desaparecieran. ¿Qué sucedería?



 Si las nubes desaparecieran, muchas cosas sucederían.


No es algo sobre lo que solemos reflexionar, pero sí puede hacer que les demos más valor tras descubrir su importancia. Si de un día a otro las nubes dejaran de existir, no hace falta ser muy hábil para llegar a la conclusión de que la vida en la Tierra tendría los días contados.
Vamos a hacer el ejercicio de analizar qué efectos tendría la desaparición repentina de las nubes, sin adentrarnos en los motivos que lo habrían provocado. Algo que merecería un artículo aparte y otra curiosa reflexión.
El primer tema que nos viene a la cabeza es, sin duda, el del agua. La lluvia cae de las nubes, y sin ellas, dejaríamos de recibir el aporte líquido del cielo. Los ríos se quedarían secos, así como nuestros embalses y pozos. El suministro de agua para consumo humano estaría en peligro al poco tiempo y moriríamos deshidratados.
El problema de la falta de lluvia se extendería a nuestro alrededor una vez nosotros hubiéramos desaparecido. La vegetación que depende del agua de lluvia se secaría. Algunos animales resistirían más que otros. No hay que olvidar que hay especies que pueden estar meses sin beber, pero parte de su alimento escasearía al secarse.

Efecto de las nubes en la temperatura terrestre

Las nubes tienen un papel importante en la temperatura de nuestro planeta. Una parte de la luz que nos manda el sol, sale reflejada de nuevo hacia el espacio. Se estima que ronda el 20%. Esto es el efecto albedo. También absorben aproximadamente el 3% de la luz solar. Aunque también es verdad que parte del calor de la tierra queda retenido gracias a las nubes por efecto invernadero, aunque con un porcentaje mucho más pequeño.
Así que si las nubes desaparecieran, la temperatura en la Tierra aumentaría de tal manera que acabaría con toda la vida en el planeta.

Otros efectos en nuestras vidas

Si fuéramos capaces de aguantar el aumento de las temperaturas y la falta de agua, hay cosas curiosas que afectarían a nuestras vidas. Los meteorólogos perderíamos nuestro trabajo, así como los fabricantes de paraguas y botas de agua. Los cuadros con nubes pintadas dispararían su valor. Los desagües de terrazas y azoteas dejarían de tener sentido. Y así podríamos seguir horas y horas.
Luego está el romanticismo de las nubes y la lluvia. Dejaríamos de jugar a eso de “¿a qué se parece esa nube?”. Las puestas de sol dejarían de ser lo que son hoy. Y en el cine dejaríamos de ver escenas como la de “Bailando bajo la lluvia” o esos besos apasionados que lo son aún más con el agua de la lluvia.

Nubes y vida en otros planetas

A la hora de buscar vida en otros planetas lo primero que se intenta es averiguar si hay presencia de nubes. Sin lluvia, la vida, tal y como la conocemos, no sería posible. Así que las nubes son un buen indicativo para saber, sin haber estado en un planeta, si la vida ahí es posible.

¿Por qué las nubes no se caen?



¿Por qué las nubes flotan en el cielo y no se caen?


La mayor parte de la población tiene una concepción errónea de las nubes. Hace unas semanas contamos cuántos litros de agua hay en una nube. El resultado para una nube de tipo cúmulo, parecida a la que podemos ver en la fotografía de portada, de un kilómetro por cada lado, nos daba 300.000 litros de agua. Aproximadamente un litro equivale a un kilo, así que una nube de este estilo pesa unos 300.000 kilos. Más o menos lo mismo que 10 camiones juntos. 
Conociendo lo que pesa una nube, que es muchísimo, sorprende que pueda flotar en el cielo y no se caiga al suelo por su propio peso. Para resolver el dilema, primero debemos entender de qué están formadas las nubes.

Entendiendo las nubes

Antes de nada, decir que las nubes no están formadas por vapor de agua. El vapor de agua es transparente y no se ve. Te rodea ahora mismo mientras lees estas líneas. Cuando estamos hirviendo agua en una olla y quitamos la tapa, lo que vemos no es vapor, sino minúsculas gotas de agua. Precisamente de esto es de lo que está formada una nube. 
Debemos olvidar las nubes como algo sólido y compacto. Una nube es dinámica y cambia con el paso del tiempo. Las minúsculas gotitas se van moviendo lentamente dentro de la nube. Algunas se evaporan y dejamos de verlas. Otras, adquieren tamaño y al pesar, se precipitan y caen de la nube. Así se forma la lluvia

El tamaño de las gotas de agua las hace ligeras 

La mejor manera de entender la nube es imaginarnos en el baño cuando nos duchamos en invierno. Con el agua caliente, se crea una especie de niebla. Si miramos hacia un foco de luz, veremos precisamente esas gotitas. Algunas van de arriba a abajo, otras al revés, unas en diagonal... ¿por qué? Porque son tan ligeras que cualquier pequeña corriente de aire las hace mover como si no existiera la gravedad. En la nube pasa lo mismo. Aunque la masa nubosa pese toneladas, está formada por gotitas de agua minúsculas que logran sostenerse en el aire por su diminuto peso.

 
En mitad de la niebla se pueden ver minúsculas gotas de agua flotando


En esos mismos días de frío podemos encontrarnos niebla a primera hora de la mañana. Las gotitas de agua que la componen también flotan como si no tuvieran gravedad, aunque la realidad es que caen de forma inapreciable en unos minutos. 

El equilibrio hidrostático

El segundo gran motivo que permite a la nubes flotar en el aire tiene que ver con las corrientes ascendientes y la presión. En la superficie de la Tierra la presión atmosférica siempre suele ser más alta que a gran altitud. El aire siempre circula de las altas a las bajas presiones. De esta manera, encontramos una pequeña corriente ascendiente. Como las gotas de agua son tan minúsculas, esta corriente de aire, por pequeña que sea, compensa su peso. 
Este efecto se denomina equilibrio hidrostático. Se produce en un fluido en el que las fuerzas del gradiente vertical de presión y la gravedad están en equilibrio

¿Podría caerse una nube de repente?

La respuesta es no. Las condiciones atmosféricas en altitudes inferiores harían, en el supuesto caso, que la nube desapareciera. La temperatura habitualmente más alta haría que las gotitas se evaporaran. 
La otra forma en la que supuestamente podría caer la nube sería en forma de lluvia. Alguna vez se observan cortinas de precipitación descolgándose de una. Pero todas las gotas que forman la nube no caen a la vez. Primero lo hacen las gotas más grandes al crecer. Cuando pesan más que el aire que las rodea, se precipitan. Más tarde otras gotas adquieren el mismo tamaño y empiezan a caer. Y así progresivamente.

¿Por qué las nubes de tormenta son negras si el agua que llevan es transparente?

 Las nubes pueden adquirir tonos muy oscuros.


Si hay algo que nos fascina del cielo es la cantidad de colores que puede adquirir. El cambio de la posición del sol en el firmamento, junto con una meteorología cambiante, hace que pocos colores de la paleta se escapen a nuestros ojos. Amaneceres con colores cálidos, el cielo azul, el arcoíris... una gran variedad que los pintores, desde la antigüedad, nunca han dejado de plasmar en sus obras.
Las nubes intervienen, en muchas ocasiones, en el diseño de los peculiares colores que podemos observar. Las nubes altas, los cirrus, pueden encender un atardecer con tonos anaranjados. O pueden dejarnos una mañana gris si aparecen en forma de niebla.
Las nubes, por sí solas, también pueden presentar distintos colores dependiendo de cómo les llegue la luz del sol. Así que toca recordar de qué está formada una nube.

¿Por qué la mayoría de nubes son blancas?

Una nube, a diferencia de lo que piensa la mayoría, no está compuesta de vapor de agua. El vapor de agua es transparente y ahora mismo te rodea mientras lees estas líneas. En realidad una nube está formada por millones y millones de minúsculas gotas de agua. Son tan pequeñas que pueden permanecer flotando en el cielo.
Cuando la luz del sol llega a cada una de estas partículas de agua, que podemos considerar esféricas y transparentes, sufre desviaciones hacia todas direcciones. Lo más importante de este proceso es que la misma cantidad de luz solar que llega a la nube, sale rebotada. Como la luz del sol es blanca, el resultado será que la nube también será blanca.

¿Por qué son negras las nubes de tormenta?

Puede parecer ilógico que una nube pueda ser gris o casi negra si solo contiene agua. ¿Qué sucede en este caso? En realidad, las nubes las vemos oscuras solo desde la superficie, cuando estamos en tierra. Es decir, solo vemos la base de las nubes así. Si en mitad de una tormenta cogemos un avión, desde el cielo se verán siempre blancas. Esto ya nos da pistas de lo que sucede.
Cuando una nube tiene un gran desarrollo vertical, la misma nube se hace sombra. La luz del sol es incapaz de llegar a la parte inferior de la nube si tiene una gran densidad de partículas. Por este motivo se oscurece. No por su contenido, sino porque no le llega la luz.
Desde un avión no veremos nunca las nubes negras porque el sol está por encima de ellas y no hay posibilidad de que se creen sombras.

Clasificación de las nubes


 Nube media del género altocúmulo. Autor: Fernando Llorente Martínez.


Una vez formada la nube debemos saber si nos puede traer algo de precipitación o no. Por eso existen las clasificaciones y los tipos de nubes -aunque todas nacen igual, no todas se desarro­llan y tienen las mismas intenciones-.

Clasificación de las nubes por su desarrollo vertical

Una primera ordenación es por su desarrollo vertical o, si lo quere­mos llamar de otra manera, por la altura que alcanza la nube desde su base. Si tienen poco desarrollo verti­cal, su tamaño horizontal es mayor que el vertical, se llaman estratiformes, que forman capas nubosas de cientos de kilómetros de ancho por sólo 2 o 3 de alto; pero si son "altas y esbeltas", de gran desarrollo vertical, se las denomina cumuliformes, con "sólo" unas decenas de kilómetros de ancho, pero alturas que pueden alcanzar los 10 kilómetros de alto y a veces incluso más.

Clasificación de las nubes por la altura de su base

De todas maneras esa división es demasiado genérica, por lo que en Meteorología se usa otra que tiene en cuenta la altura de la base de la nube respecto al suelo, pero no su desarrollo vertical; así obtene­mos tres tipos y diez géneros de nubes, que son los interna­cio­nalmente reconocidos.
El sistema internacional actual de clasificación se remonta a 1802, cuando el meteorólogo aficionado Luke Howard presentó la nomenclatura de las nubes en latín y en 1803 publicó el libro “The Modifications of Clouds”. Sus denominaciones se obtienen de combinar cuatro nombres fundamentales tomados del latín y que son:
  • Nimbus o nimbo, que significa “nube o portador de lluvia” y que designa a los dos géneros que producen las mayores precipitaciones cumulonimbos y nimboestratos.
  • Stratus o estrato, con muchos significados, pero que podemos traducir por “cubierto o alargado”.
  • Cumulus o cúmulo, que hace referencia a “montón”.
  • Cirrus o cirro, traducido por “rizo o fleco”.


Nube baja del género cúmulo, de moderado espesor, bajo nubes altas del género cirros. Apreciar abajo a la izquierda de la foto un importante aguacero y en primer plano un heliógrado. Autor: Fernando Llorente Martínez. 


Esta clasificación, en orden creciente en altura, es la siguiente:
  • Nubes bajas: su base no supera los 2.000 metros de altu­ra. Son los estratos, estra­tocúmulos, cúmulos y cumulo­nimbos.
  • Nubes medias: la base se encuentra entre los 2.000 y 6.000 metros de altu­ra. Pertenecen a este tipo los nim­boestratos, al­toestratos y altocúmu­los. Con excepción del primero, los otros dos géneros se forman agregando el prefijo alto a su nombre básico.
  • Nubes altas: con su base a más de 6.000 metros de altura. Son los ci­rros, cirroestratos y ci­rrocúmu­los. El prefijo que nos ayuda a recordarlos es cirro.
Entre estos "pisos" nubosos no hay una división exacta, ya que hay algunos géneros de nubes que aún naciendo en el más bajo, pueden atravesar el inmediatamente superior, como es el caso de los grandes cúmulos o incluso llegar al más alto, como sucede con las nubes de gran desarrollo vertical, los cumulonimbus.
Los diez géneros nubosos se subdividen en especies, que describen la forma y la estructura interna de la nube, en variedades, que indican una característica especial de la nube, describiendo o bien su transparencia o bien la distribución de sus elementos. Y, por último, están los rasgos suplementarios y las nubes accesorias, por lo que las combinaciones para dar el “nombre completo” de una nube puede llegar a ser sumamente complicado.

¿Cuántos litros de agua hay en una nube?


¿Cuánta agua puede contener una nube?


Está claro que todas las nubes no son iguales y que el cálculo que vamos a hacer hoy va a dar un resultado aproximado. Aún así, se trata de un ejercicio necesario que nos ayudará a hacernos una idea del volumen de agua que puede contener una nube.
Porque ahora mismo, sin hacer trampa y sin mirar las líneas que vienen a continuación... ¿cuánta agua crees que puede contener una nube de tormenta? ¿Cien litros? ¿El agua suficiente para llenar una piscina olímpica? ¿O quizá podríamos llenar medio embalse?  

Las nubes no son vapor de agua

Desde niños hasta adultos, cuando se les pregunta de qué están formadas las nubes, la respuesta suele ser por vapor de agua. Quizá por el hecho de que están suspendidas en el aire. Por supuesto, no es cierto. El vapor de agua es totalmente transparente y ahora mismo te está rodeando y no lo ves. 
Las nubes están formadas por minúsculas gotitas de agua. Son tan pequeñas que literalmente flotan en el aire. 
En altitudes más frías podemos encontrar nubes formadas por diminutos cristales de hielo. O dependiendo del tamaño de la nube, incluso zonas con gotitas líquidas y otras heladas. En nuestro caso, nos fijaremos en las típicas nubes que pueden dejar lluvia. Aparcaremos las nubes altas, formadas por cristales de hielo y que no dan lugar a precipitación. 

El cálculo

Vamos a imaginarnos una nube perfectamente cuadrada de un kilómetro por cada lado (largo, ancho y alto). Es decir, un kilómetro cúbico (1 km3). No existe en realidad, ya lo sabemos, pero más o menos hay nubes de ese tamaño y nos facilitará los cálculos. También vamos a considerar que la densidad de gotas de agua en su interior es uniforme, algo que tampoco pasa en realidad.
El contenido de agua líquida en una nube tipo cúmulo oscila entre 0,25 y 0,30 g/m3. Nos quedaremos con el valor más alto. Eso quiere decir que en cada metro cúbico de nube tenemos 0,30 gramos de agua. Como 1 litro de agua equivale a 1.000 gramos, obtenemos que en un metro cúbico de nube hay solo 0,0003 litros. Pero tenemos una nube de 1 km3. Al multiplicar los 0,0003 litros por 1.000.000.000 obtenemos que en la nube hay 300.000 litros de agua.  



 Los cumulunimbus son las nubes que tienen mayor contenido de agua líquida

Si la nube es más densa, como un cumulunimbus, el contenido en agua líquida sube hasta 3 g/m3. Además, la nube tiene un mayor desarrollo vertical. Si tuviera una altitud de 6 km, manteniendo un ancho y largo de 1 km, es decir, 6 km3, la nube contendría, siguiendo los mismos cálculos anteriores, ¡18.000.000 litros! 
Si tenemos en cuenta que una piscina olímpica tiene una capacidad de 2.500.000 litros, con una nube de tormenta, o cumulunimbus, podríamos llenar 7 piscinas olímpicas. No está nada mal.

La importancia de la inestabilidad en la formación de una nube



 Mapa de presión y viento de Europa. Fuente: Tiempo.com.


Uno de los mecanismos más importantes en la formación de una nube es el efecto de los frentes, que recordamos son la frontera entre dos masas de aire de distin­tas características. Cuando estas masas chocan se produce un ascenso de la de menor densidad, que es la más cálida, provocando de este modo la nubosidad. 
Como ya hemos visto en el artículo de la presión atmosférica, una presión de 1.013 milibares es la que consideramos normal. Cuando en un mapa de isobaras encontramos valores superiores, los denominamos altas presiones o anticiclones y si son inferiores, son las bajas presiones o borrascas.
También sabemos que el movimiento del aire es debido a la diferencia de pre­sión que existe en los distintos puntos de la atmósfera y se desplaza de las zonas de altas presiones (anticiclo­nes) a las zonas de bajas presiones (bo­rrascas). Este movimiento obliga a que en los anticiclones se produzca un descenso del aire situado en los niveles superiores de la atmósfera para contrarrestar al que sale cercano a la superficie terrestre, provocando una estabilización atmosférica.

Atmósfera estable e inestable, diferencia

Gracias a los mecanismos de formación de la nubosidad, ya tenemos a la burbuja de aire caliente en movimiento ascendente. Podemos plantearnos la siguiente pregunta, ¿siempre vamos a llegar a ver una nube? No siempre, dependerá de si la atmósfera es estable o inestable, lo que provocará que la burbuja de aire caliente, se pare o siga ascendiendo.
Cuando nos encon­tremos con una atmósfera estable -a modo de una tapadera gigante que dificulta los normales movimientos verticales del aire, caliente ascendente y frío descendente- nuestra burbuja, probablemente, no alcance el nivel de condensación y no forme una nube o si lo hace, ésta tenga muy poco desarrollo vertical..



 Una atmósfera estable, además de dificultar la formación de la nubosidad, ayuda a la concentración de contaminantes en las capas bajas atmosféricas provocando la típica “boina” sobre muchas ciudades. Fuente: Monteigueldo’s Blog.


Pero si la atmósfera es inesta­ble, la pompa al ir subiendo se encuentra con menor temperatura, se dilata -va engor­dando- y se enfría, llegando un momento en que el vapor de agua que tiene la burbuja empieza a condensarse en pequeñí­simas gotitas dando lugar a la nube. Además, si en su ascenso se encuentra con capas frías, el fenómeno se ve favoreci­do, actuando el aire frío como "levadura" que hará crecer rápida­mente a la nube recién nacida.
Como estamos viendo, el nacimiento de una nube no es nada fácil, pero aún hay otro problema más para que el proceso tenga lugar, las temperaturas que tendrían que alcanzarse para que se produzca la condensación serían extremadamente bajas, tanto que no se alcanzan en la troposfera. Entonces, ¿cómo es que hay nubes? La respuesta la encontraremos la semana que viene, pero antes me gustaría que dejarais vuestras respuestas.

Néfeles ninfas de las nubes y la lluvia



Nube orográfica con forma de “pájaro de presa Klingon” sobre la base aérea de Getafe, Madrid. Autor: Fernando Llorente. 


Tienen una formación difícil, que empezará con la evaporación del agua en las superficies líquidas de nuestro planeta, continuará con la posterior elevación de este aire caliente y húmedo hasta una altura suficiente, el llamado nivel de condensación, para que se inicie la saturación y terminará con la formación de microscópicas gotitas de agua.
La definición de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de una nube es: "Agregado de partículas diminutas de agua líquida o hielo, o de ambas, suspendidas en la atmósfera y que en general no tocan el suelo. También puede incluir partículas de agua líquida o hielo de mayores dimensiones, así como partículas no acuosas o partículas sólidas, procedentes, por ejemplo, de gases industriales, humo o polvo”.
¿Pero cómo llegamos a "esa porción de aire enturbiado"? El mecanismo inicial es el ascenso del aire y esto se origina de diversas maneras, siendo las más importantes...

Formación por ascenso orográfico

Se produce cuando las masas de aire húmedo en su movimiento horizontal se ven obligadas a ascender para remontar algún obstáculo montañoso. Es el fenómeno que se da en el efecto foehn. Si el aire ascendente se enfría lo suficiente, se produce la condensación y la formación de la nube; que como ya sabemos, se formará en la ladera de barlovento -de donde sopla el viento-, estando casi despejado a sotavento. Pero algunas veces, cuando el aire descendente mantiene en su seno suficiente humedad se desarrollan en el lado contrario de donde sopla el viento las nubes orográficas, con curiosas formas a modo de "lenteja", de "lente" o de "plantillo volante".

Formación por calentamiento diferencial: “efecto lago”

El proceso que provoca el ascenso del aire es la diferencia de temperatura que alcanzan, o bien dos zonas próximas de la superficie de la Tierra, o bien, una burbuja de aire cálido en un entorno más frío. Los ejemplos característicos son:
Una masa líquida grande y zonas próximas de tierra firme (1). Este proceso es más evidente en verano con la tierra mucho más caliente que el agua o en invierno con la situación contraria, agua a mayor temperatura. En ambos casos, cuando el aire húmedo procedente del mar o de un lago entra en contacto con el relieve de la tierra, es obligado a ascender, en verano por el mayor calentamiento del suelo y en invierno porque es menos denso que la capa fría más próxima a la tierra firme. 
En general, las formaciones nubosas que se dan son estratiformes, de poco desarrollo vertical y sólo afectan a zonas cercanas al litoral. Un ejemplo característico son las nevadas “Efecto Lago” tan copiosas que tienen lugar en algunos enclaves situados en las orillas de los Grandes Lagos de Norteamérica.

Formación por calentamiento diferencial: “brisa de valle”

Dos zonas de la superficie de la Tierra que se calientan de manera desigual (2). El ejemplo característico es la formación del viento anabático o brisa de valle y que se establece durante el día, preferentemente en los muy calurosos, provocando el movimiento ascendente del aire por la ladera de la montaña. La nubosidad que se forma es de tipo cumuliforme, normalmente de poco desarrollo vertical.

Formación por calentamiento diferencial: “corriente térmica”

Una burbuja de aire cálido en un entorno más frío (3). Es el proceso más importante de los tres, y se caracteriza principalmente por el ascenso convectivo debido al calentamiento del suelo, mecanismo que se da en cualquier época del año, pero que es en verano cuando se puede observar con más facilidad. La radiación solar incidente provoca un fuerte calentamiento de la tierra, que a su vez recalienta las capas más cercanas de aire, lo que provoca que se haga menos denso que el de las capas superio­res y que comience a elevarse....


 Buitre planeando por una térmica en el parque natural del Barranco del río Dulce, Guadalajara. Autor: Fernando Llorente.


Esto es el inicio de una corriente ascendente de aire, como las que se usan en el vuelo sin motor o las que utilizan las grandes aves para desplazarse sin necesidad de mover sus alas. Este proceso está basado en el principio físico de convección, "cuando un fluido se calienta por abajo se vuelve menos denso, tiende a ascender y a su vez es remplazado por el más frío y denso que se encuentra por encima suyo"; es el mismo mecanismo por el cuál se calientan los líquidos en nuestras cocinas.
Y como lo breve dos veces bueno, os cito la semana que viene para que sigamos hablando de las Néfeles o de nuestras compañeras de viaje en el océano atmosférico.
 Tiempo.com

 Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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4 comentarios:

Pepita Araujo Carrera dijo...

Super me gustó

Carlos Heredia dijo...

Estupendas preguntas máster , 😊👍

Ilia Ponce De Leon dijo...

Felices sueños que Dios te cuide y te bendiga en este hermosa noche.

Ilia Ponce De Leon dijo...

Te quiero mucho