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domingo, 20 de enero de 2019

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo CDLXXXVIII.- Cipriano "El asesino que no mira atrás", junto a sus acompañantes, más los dos compinches del finado Gustavo; llegan a la quebrada, que cruzándola tal vez encontrarán los restos mortales de Emilio Segundo...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Cipriano "El asesino que no mira atrás", se batió contra el bandolero Gustavo, quien fue líder del "El Trío de la Pampa"; fue un duelo forzado a media noche, por que así lo quiso el ahora finado Gustavo, el mismo con arrogantes actitudes obligó a Cipriano a abatirlo en un duelo de contrincantes enemigos irreconciliables; era un espectáculo salvaje digno de habitantes trogloditas; esa era la costumbre entre machos(hombres corajudos), acostumbrada para definir fuerzas; Cipriano dispuso que el cuerpo de su finado contrincante sea sepultado en el patio grande posterior junto a un viejo árbol de chachacomo; él echó la última palanada de tierra cuando los gallos apuraban sus cánticos quiquiriquí del amanecer, le agregó agua a la tierra movida para apelmazarla...

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Tal como lo anunciaron las lechuzas, que en vuelo rasante ulularon anunciando sangre y muerte; así dejó de existir uno de los bandoleros más crueles de la comarca, quien se presumía de ser listo, despiadado y avispado anticipándose a sus contrarios(enemigos).
Sin embargo, aquel día bebió muchos tragos con sus compinches celebrando un asalto, que les ofreció muchas joyas y caudales; justo era una acción despiadada contra familias pudientes que les trajo riqueza eventual; por que de nada sirvió, ya que todo lo asaltado se quedó en la sala de su casa, y el dueño se fue a los "santos cielos", o tal vez a los "quintos infiernos", no lo sabemos a donde fue, cabría la posibilidad que continúa vagando sobre la Tierra, cuya alma errante se convirtió en un hueste al servicio de Don Satán.
Cuando aclaró(amaneció) el día; siendo las 07:00 horas de la mañana, llegó la cocinera, quien prepara los alimentos al trío de hombres que vivían en aquella casa, y como Cipriano había guardado en una talega todas las joyas y alhajas que se encontraban sobre una tarima de  la sala, también guardó muchas monedas en sus bolsillos; y para lograr que la recién llegada no se asuste al encontrar mucha gente desconocida para ella,  el ahora anfitrión Cipriano le saludó muy atento y le dijo:
--- Señora, por encargo de Gustavo, usted debe preparar un desayuno con los víveres que tenga en la cocina para siete personas; se pagará doble y hágalo rápido.
La señora, un poco nerviosa con gente extraña y no ver por ningún sitio a Gustavo, pero si a sus dos ayudantes, sólo miró el rostro de Cipriano y se fue a la cocina, ella observó que todo estaba en completo orden, tal como lo dejó el día anterior(ayer); puso manos a la obra, si tenía víveres como carne seca colgada sobre el fogón, harina molida de maíz blanco tostado y ayer había pasado café en una olleta y que ella vertió el agua caliente.
Cipriano, siempre al lado de los ahora ex compinches de Gustavo, les advirtió así:
--- Ustedes actuarán como si nada hubiese ocurrido, ningún chisme a la cocinera, recuerden que se les perdonó la vida y respétenla no la desperdicien, por que puedo cambiar de opinión, si ustedes me fallan. Mucho silencio...
El compinche que ofreció su cooperación, para encontrar los restos mortales del finado Emilio Segundo, le contestó:
--- Si señor, nosotros nunca hablaremos y les estamos agradecidos por respetar nuestra vida; seremos los guías para encontrar lo que queda del finado de Cuchayo(Emilio Segundo).
Mientras tanto, don Emilio Culquicondor, con la ayuda de un cuchillo, fue hasta un matorral de gramalote, lo cortó desde la raíz, lo cargó hasta el patio y lo ofreció como forraje a los caballos, los animales lo comieron como el mejor potaje forrajero.
Cipriano, se encontraba a la expectativa, desconocía si acostumbraban a llegar visitas o otras mujeres amigas de Gustavo y le preguntó al compinche parlanchín, así:
--- Amigo: ¿ quién venía a visitar a Gustavo por las mañanas, además de la cocinera?
El ex compinche de Gustavo, le contestó:
--- Casi nadie viene a esta casa, tenemos fama de ser agresivos y matones(les tienen miedo); pero de vez en cuando viene un hermano de Gustavo, quien vive en Yacupampa, él llega con una alforja grande llena de aguardiente y lo cambia con joyas de oro o plata; era un trueque entre hermanos; que la última vez que vino hace más de tres meses y que ya no lo vemos por aquí....
En aquellos momentos desde la cocina apareció la cocinera y se dirigió a Cipriano, y le dijo:
--- Señor, el desayuno está listo, pero: ¿Dígame: cuántos mates voy a servir?
Cipriano, le contestó:
--- Creo que tan solo siete mates bien servidos...
La señora muy aliviada con la respuesta, le contestó:
--- Que bien yo creía, que eran como diez las personas, para esa cantidad hay mucha comida.
La cocinera le dio la espalda a Cipriano y se fue a la cocina a servir la comida.
Un rato después, apareció la cocinera con una lapa ancha llena de mates repletos de comida, era un delicioso sango, montado con carne seca asada, ella trajo  cuatro mates los entregó y volvió a la cocina por el resto, salió y los entregó a los comensales; con la gente comiendo la cocinera retornó a la cocina y regresó de nuevo con la misma lapa(azafate criollo) llena con siete jarros de café humeante que les entregó a cada uno de los allí presentes.
Cipriano, siempre precavido y sabiendo que estaba pisando suelo muy peligroso, a medio desayunar se paró y fue hasta la cocina, allí encontró a la cocinera sirviendo su propio mate. a él, llegó el alma al cuerpo al saber  que la comida no estaba envenenada, y le dijo:
--- Señora, ha preparado usted un delicioso sango, supongo que es el plato favorito de mi amigo Gustavo; quien tuvo que viajar urgente a Yacupampa y nos dejó aquí, para esperarlo hasta el anochecer, su trabajo le voy a compensar con estas monedas..
Cipriano, las sacó de su bolsillo, era un pago que ella nunca lo había recibido y muy emocionada le agradeció así:
--- Gracias señor, no se quién es usted; con este dinero saldré a Ayabaca a comprar víveres para mi familia, me iré después de atender a ustedes, si desea que los siga atendiendo, regreso al anochecer para prepararles la merienda.
Cipriano, siempre avispado y no dejando ningún cabo suelto y con su agilidad mental.nuevamente metió la mano al bolsillo, sacando mas monedas le entregó, y  le dijo:
--- Por su puesto señora, por favor compre unas cachangas(un delicioso pan con dulce) en una talega grande que alcance para todos...
La señora muy gustosa aceptó; pero ella no sabía que sus ahora huéspedes ya no estarían al anochecer, se evitó sospechas...la señora cocinera terminó su trabajo y se fue a su casa...
Después del desayuno, Cipriano ordenó ensillar los caballos para los jinetes, y sólo irán a pie los guías y sin armas; pero siempre tomando precauciones, él dispuso: que Néstor y Tomás irán adelante con los guías, él y su tío Emilio irán en medio, y atrás cubriéndolos Tobías a cierta distancia, y así partieron hasta caminar una distancia de media hora.
Al llegar a la quebrada, todos observaron hacia el frente y sobresalía una peña cuya pendiente, hacía pensar que ningún humano habría caminado por allí; pero si había un pequeño sendero o camino o trecho de venados  desde la cabecera, de donde justamente fueron arrojados los restos mortales de Emilio Segundo.
Entonces, el compinche cooperador, viendo a Cipriano, le dijo:
--- Señor, tenemos que cruzar la quebrada y caminar por el monte abriendo trocha hasta llegar al pie de la peña, nadie ha llegado hasta allí, nosotros los haremos; como nosotros no tenemos machetes, será usted quien abra el camino.....
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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