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domingo, 3 de marzo de 2019

La Historia del Amor Cruel: Capítulo CCCLXXXV.- Olzagon y Elsa Martinez Linares, empiezan a beber su café, en un ambiente de cordialidad y con amplia conversación..

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon invitó a la señorita empresaria Elsa Martinez Linares, a tomar una taza de café; ellos ya están dentro de la lujosa Cafetería "El Buen Sabor para el Exigente Paladar", aquí los precios son exorbitantes, que tal vez escapa a la capacidad de pago del joven vendedor Olzagon; sin embargo, la empresaria es muy mesurada en lo que se  va a servir........


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Entonces, Olzagon y Elsa Martinez Linares; después de leer la lista del menú ofrecido por la Cafetería "El Buen Sabor para el Exigente Paladar", fue ella quien pidió primero y solicitó:
--- Por favor, deseo que me traiga una taza de café puro, para endulzar con terrones de azúcar rubia y un par de panecillos de manteca solos.
El mesero, se sorprendió por el  discreto y sencillo pedido de la empresaria, quien insistió ofreciéndole una gama de hasta 10 bocadillos apetitosos, pero ella se mantuvo en su pedido, quien le contestó:
--- Respetuosamente insisto que traiga lo que le pedí.
Ella miró a su acompañante, quien sudaba frío, pero muy aliviado por el cándido pedido de ella y le dijo:
--- Jovencito, la lista está llena de apetitosos bocadillos, yo ya pedí, le toca a usted...
Olzagon, haciendo honor a su respeto a quien lo acompañaba y mirando al mesero le pidió:
--- Por favor, traiga para mi, exactamente lo que pidió la señorita...
Pero, el mesero quería vender algo más, e insistió en la oferta de infinidades de deliciosos platillos, que cada uno costaba un ojo de la cara; pero era su trabajo, igual que Elsa, Olzagon le contestó:
--- Gracias por la amabilidad, pero es todo.
El mesero algo frustrado y con el pedido de la pareja en la mana se retiró; y estando solos, fue Elsa quien inició la conversación y le dijo:
--- ¡¡¡ Caramba Jovencito !!! usted está lleno de cumplidos, no sabía que le gustaba café puro; y yo lo bebo por razones de trabajo, por que a veces almuerzo en la tienda y para evitar el sueño, que se viene después; me hace muy bien una taza de café.
Olzagon, totalmente sosegado y muy sobrio en la conversación, mirándola con dulzura, le contestó:
--- ¡¡¡Coincidencia dichosa con usted!!!, yo también bebo café pero en las noches; después que salgo de la Academia Pre Universitaria, tengo temas que estudiar hasta la media noche, ya que el sueño me domina y que bebiendo café resisto hasta concluir  el estudio.
Elsa Martinez Linares, era una exitosa empresaria soltera y muy atractiva, pero ya había superado la edad como para tener hijos; pero si llamaba la atención su soltería, por lo que Olzagon un poco curioso, trató de ir por ese camino y averiguar, que otros datos habían y agregó:
--- Con el debido respeto señorita Elsa, le voy hacer una pregunta: ¿Tiene usted algún compromiso formal con alguien? Me estoy permitiendo hacer tan semejante pregunta, por que sus dedos de las manos están limpios...
Para Elsa, la indiscreta pregunta, que no fue de su agrado, pero al mencionar "... dedos de las manos, están limpios..", le causó tanta gracia que no pudo detener una carcajada, casi como un ataque de risa que no lo podía parar, hasta que finalmente  controló su auténtica risa y le contestó:
--- Jovencito, tiene usted sentido del humor, que me causó tanta hilaridad y  gracia, al hacer preguntas que no siempre son del agrado para alguien que acaba de conocer, y le contestó: Soy soltera y sin compromiso, situación que me permite trabajar con libertad y soltura sin dar explicaciones a nadie; además, he tenido una lista muy larga de compromisos fallidos de aventureros, que se acercaban a mi por mi dinero; al desenmascarar sus intenciones los despachaba al infierno.
Al callarse Elsa, llegó el mesero con el pedido de sus comensales, quien les dijo:
--- Señores, aquí tienen su pedido, se ha agregado dos copas de cóctel, cosecha de licores de la casa, se les ofrece de cortesía, por favor sírvanse y les ruego observar a la mesa del Barman para que inviten con él...
Ciertamente el dueño de la cafetería, creía que ellos era una familia y que Elsa era la mamá que estaba acompañada de su hijo, y ellos sin saber semejantes pensamientos, aceptaron la copa levantándola y brindaron con el Barman; acto seguido el mesero se retiró, dejando solos a la pareja; por su puesto ninguno de los dos bebió el cóctel, solo apegaron a los labios la copa, una vez más fue Elsa, quien dijo, casi exclamando:
--- ¡¡¡ Caramba !!! estamos de suerte el Barman quería que bebamos su cóctel que parece muy delicioso, pero yo no bebo licor, siempre que asisto a compromisos y algunos de etiqueta, apego a los labios y simulo beber; solamente una vez en casa de uno de mis empleados, tuve que beber todo el contenido de un trago muy fuerte, que me ocasionó una tos incontrolable, tuve que retirarme a emergencia por que me había afectado el diafragma, ya que perdía aire por momentos, me recetaron inyecciones y desinflamantes, que me duró hasta el día siguiente.
Elsa, hizo una pausa y agregó:
--- Sentí mucha vergüenza, por la familia del trabajador, que tal vez ellos creían que les desprecié sus tragos; pero nada de eso pasó por mi mente, solo fue que mi organismo rechaza el licor, y todo lo que sea alcohol, y usted jovencito: ¿Le gusta el trago?.
Olzagon, un poco incómodo con la pregunta a "boca de jarro", tosió ligeramente y mirándola con ternura a su acompañante, le contestó:
--- Para ser verdadero y leal con usted, yo si he bebido y me agradan los cócteles; pero si tengo un Principio Sagrado: "Nunca hagas algo, que no le guste a quien te acompaña", por que yo tuve mucho cuidado observar cuando usted apegó a sus labios la copa, para no beber y yo hice lo mismo; por lo que si usted no bebía yo tampoco ......... jajajajajaja
Elsa, también soltó una carcajada escuchando la respuesta de Olzagon y le dijo:
--- Pues, le agradezco la lealtad, pero usted si podía beber, gracias nuevamente por el cumplido; vamos a beber el café antes que se enfrié.
Ambos personajes, endulzaron sus tazas de café, eligiendo una de las cuatro alternativas: Azúcar blanca, azúcar rubia, miel de abeja y un endulzante artificial; los dos escogieron terrones de azúcar rubia y empezaron a tomar con sorbos cortos y mesurados, luego cogieron un panecillo lo partieron por la mitad y de esa ración mordisquearon tan suave que tan solo una migaja entró en sus bocas.(pura etiqueta).
La conversación continuó y Elsa totalmente desinhibida, ahora fue ella quien  hizo una pregunta indiscreta:
--- Jovencito y usted : ¿Qué hace los fines de semana?
Olzagon, rápidamente intuyó, que había cierto interés por su persona de parte de Elsa y le contestó:
--- Yo señorita Elsa, generalmente me dedico a descansar, el domingo es el único día que duermo más de 08 horas, ocasionalmente salgo al cine o a visitar algún amigo, pero como estoy preparándome para ingresar a la universidad, repaso mis lecciones toda la tarde............
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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