Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Gresmildo y sus acompañantes, avanzan hacia Socchabamba, ellos tienen planeado llegar a la media noche y asaltarán a la adinerada Familia Sánchez Calderón y Mulatillo; ya están en Asiayaco donde se bebieron unos tragos a pico de botella; sin embargo, Satanás, quien es el protector de esta familia, detectó la incursión que se aproxima,incluso ubicaron por el lugar donde vienen los bandoleros, pero no saben cuantos son, ante esa interrogante; Damián y sus huestes satánicos levantaron una cantina en la parte baja de Pacainio, allí los esperan mujeres hermosas y acompañantes, incluso otros viajeros ya están allí.
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Gresmildo y sus compinches, ya adentro con tragos que bebieron como un estímulo viajero siguen avanzando hacia Socchabamba, ellos ya están en Pacainio a la altura de Lagunas, el avance continúa por la ladera del cerro, la noche sigue oscura, por el cielo pasaron nubes negras que ocultaron a la Luna menguante que algo iluminaba el firmamento.
Ya a la mitad del cerro de Pacainio; Baldomero tuvo unos presentimientos y se adelantó hasta donde cabalgaba Gresmildo y al llegar allí, le dijo:
--- Jefe Gresmildo, no le parece raro que durante el viajo no hemos visto ninguna alma(viajero) en sentido contrario a nosotros, todo es silencio, sólo se escucha aullar a los perros en casas lejanas, ese silencio me preocupa......
Gresmildo, cogió las riendas de su caballo y lo sobre paró y le contestó:
--- Baldomero, si a nadie encontramos, es un buen augurio, por que no fuimos identificados y regresaremos por esta misma ruta ya en la madrugada con los bolsicos llenos de caudales, sacaré un botella para beber un trago más y así desaparezca de tu cabeza malos pensamientos.
Gresmildo, sacó del bolsico una botella de licor, la abrió y a pico de botella brindó con Baldomero, él bebió un buen sorbo que era un trago y le dio la botella a Baldomero, quien hizo lo mismo en igual cantidad, él necesitaba algo así como para entuetarnarse (sacar coraje) y regresó a su puesto de vigilancia y dejó sólo al jefe devolviéndole la botella de licor.
Los viajeros avanzaban en fila uno tras el otro por el camino estrecho y la altura, en apariencia todo iba normal, hasta que repentinamente pasaron volando casi a vuelo rasante una parvada de lechuzas, aves nocturnas que ulularon por encima de los viajeros y siguieron vuelo hacia la hondada de la quebrada que linda con Aragoto.
Es indicio malévolo, era un mal agüero, por que cuando las lechuzas sobre vuelan o simplemente se topan con viajeros nocturnos, era anuncio que el viaje no sería dichoso.
Entonces, Fermín quien había permanecido callado y fue el único que no bebió una sola gota de licor en Asiayaco, por que cuando tuvo la botella en sus manos, sólo hizo la mueca que bebía y la pasaba a otro; éste se preocupó, pero no tenía que manifestarle al jefe, sólo él, pensaba que alguien ya los descubrió(no le faltó razón), pero no tenía ninguna prueba como para detener la marcha, él seguía pensando que no era buena idea asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, tal vez esperaba un milagro para convencer a su jefe y retroceder.
Mientras tanto, en la cantina instalada en la parte baja de Pacainio, todo iba bien, los viajeros de Niebros seguían bebiendo acompañados de hermosas mujeres cuyo cuerpo estaba completamente frío, ya que eran espíritus satánicos con apariencia humana y los hombres borrachos querían convencerlas para montarlas(hacer el amor) y ellas estaban dispuestas, pero eran controladas por otros individuos allí presentes que aparentaban ser unos clientes más en la cantina.
Los viajeros de Niebros, quienes iban rumbo a Asiayaco, eran unos individuos fornidos, eran errantes y bebedores empedernidos; ellos llegaron a Niebros invitados a una fiesta, era su vida de viajar de jarana en jarana; pero también eran peleadores y participaron en muchos desafíos(retos) y salieron airosos por que se defendían en grupo, y nadie lo hacía individual y así lograr triunfar con cuanto rival se les cruzó en el camino.
Gresmildo y sus hombres desde Asiayaco avanzan y llegaron a la cabecera del cerro, desde donde se observa todo Socchabamba, claro que la noche estaba oscura, pero el horizonte iluminaba, ellos empiezan a bajar para llegar a la parte plana donde son esperados(sin que ellos lo sepan), nada los detiene.
Fermín, continuó sufriendo con sus presentimientos, que nunca los tuvo en otros asaltos por lejanas comarcas, lamentablemente la obstinación del ser humano es su peor enemigo.
Entonces, Gresmildo en plena bajada sobreparó su caballo y también lo hicieron los demás y les dijo:
--- Muchachos, esta bajada nos conduce a un larga ladera, y luego una subida y llegamos a las pampas, allí está la casa de nuestro objetivo; esa es la información que tengo, todo va bien, nadie nos detiene, nos haremos ricos a nuestro regreso. ¡¡¡ Ánimo muchachos !!!
Pero, intervino Gastulo, él siempre es ocurrente en sus intervenciones y le preguntó:
--- Jefe: ¿Cómo sabremos que casa vamos asaltar, si antes no hemos peinado la zona?
Gresmildo, le contestó así:
--- Gastulo, la peinada la haremos en directo jajajajajajajaja
Todos festejaron y se rieron, pero sabían que Gastulo tenía la razón, la carcajada era casi fingida, el ambiente anuncia algo que no se veía pero se sentía, estaba allí presente y en todos ellos, incluso el mismo Gresmildo sentía ese "algo" en todo su cuerpo, pero él no daba su brazo a torcer; el cifraba un gran asalto que los haría ricos con los caudales que ellos suponían estarían en la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo.
Reanudaron la bajada y fue Baldomero, como siempre con su ojo de halcón (ahora de lechuza por la oscuridad), quien vio abajo en la parte plana había una casa iluminada, era ese "algo" que los había afectado a todos sin que aún la viera Gresmildo, él se acercó con su caballo y le dijo:
--- Jefe Gresmildo, abajo al comenzar la ladera se distingue una casa iluminada.
Todos pararos sus caballos y observaron la casa, pero aún distaba un 200 metros, no comentaron y reanudaron la bajada llegando a la ladera, la casa estaba a pocos metros, pararon sus caballos y Gresmildo les dijo:
--- Muchachos, no conozco que hayan casas a nivel del camino, hace muchos años estuve por aquí, pero seguro alguien la construyó, se escucha música, parece que hay fiesta, nosotros pasaremos de largo, no bajaremos, no tenemos nada que hacer en esa casa.
Hubo un murmullo entre ellos, y fue Baldomero quien habló:
--- Jefe Gresmildo, no vamos a pasar desapercibidos, por más borrachos(ebrios) que estén esos moradores, ellos nos verán, le sugiero que piquemos los caballos y pasemos a la carrera y nadie nos detendrá.
Gresmildo, siempre como jefe controlaba sus miedos y le contestó:
--- Baldomero, hemos participado en mil asaltos y jamás se nos ocurrió correr del peligro, ahora trotaremos normal, pero no bajaremos...
Pero, en esos momentos y muy repentinamente los cuatro caballos se pusieron nerviosos, mirando a la casa iluminada y uno de ellos relinchó y los descubrieron ante los fiesteros y salieron mujeres vestidas de largos trajes hasta los pies y sus cuerpos parecían iluminados.
Los viajeros picaron con sus espuelas a los nerviosos caballos y siguieron a conocer a esas mujeres que parece que ellas salieron por ellos.................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahoo.com
Gresmildo, sacó del bolsico una botella de licor, la abrió y a pico de botella brindó con Baldomero, él bebió un buen sorbo que era un trago y le dio la botella a Baldomero, quien hizo lo mismo en igual cantidad, él necesitaba algo así como para entuetarnarse (sacar coraje) y regresó a su puesto de vigilancia y dejó sólo al jefe devolviéndole la botella de licor.
Los viajeros avanzaban en fila uno tras el otro por el camino estrecho y la altura, en apariencia todo iba normal, hasta que repentinamente pasaron volando casi a vuelo rasante una parvada de lechuzas, aves nocturnas que ulularon por encima de los viajeros y siguieron vuelo hacia la hondada de la quebrada que linda con Aragoto.
Es indicio malévolo, era un mal agüero, por que cuando las lechuzas sobre vuelan o simplemente se topan con viajeros nocturnos, era anuncio que el viaje no sería dichoso.
Entonces, Fermín quien había permanecido callado y fue el único que no bebió una sola gota de licor en Asiayaco, por que cuando tuvo la botella en sus manos, sólo hizo la mueca que bebía y la pasaba a otro; éste se preocupó, pero no tenía que manifestarle al jefe, sólo él, pensaba que alguien ya los descubrió(no le faltó razón), pero no tenía ninguna prueba como para detener la marcha, él seguía pensando que no era buena idea asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, tal vez esperaba un milagro para convencer a su jefe y retroceder.
Mientras tanto, en la cantina instalada en la parte baja de Pacainio, todo iba bien, los viajeros de Niebros seguían bebiendo acompañados de hermosas mujeres cuyo cuerpo estaba completamente frío, ya que eran espíritus satánicos con apariencia humana y los hombres borrachos querían convencerlas para montarlas(hacer el amor) y ellas estaban dispuestas, pero eran controladas por otros individuos allí presentes que aparentaban ser unos clientes más en la cantina.
Los viajeros de Niebros, quienes iban rumbo a Asiayaco, eran unos individuos fornidos, eran errantes y bebedores empedernidos; ellos llegaron a Niebros invitados a una fiesta, era su vida de viajar de jarana en jarana; pero también eran peleadores y participaron en muchos desafíos(retos) y salieron airosos por que se defendían en grupo, y nadie lo hacía individual y así lograr triunfar con cuanto rival se les cruzó en el camino.
Gresmildo y sus hombres desde Asiayaco avanzan y llegaron a la cabecera del cerro, desde donde se observa todo Socchabamba, claro que la noche estaba oscura, pero el horizonte iluminaba, ellos empiezan a bajar para llegar a la parte plana donde son esperados(sin que ellos lo sepan), nada los detiene.
Fermín, continuó sufriendo con sus presentimientos, que nunca los tuvo en otros asaltos por lejanas comarcas, lamentablemente la obstinación del ser humano es su peor enemigo.
Entonces, Gresmildo en plena bajada sobreparó su caballo y también lo hicieron los demás y les dijo:
--- Muchachos, esta bajada nos conduce a un larga ladera, y luego una subida y llegamos a las pampas, allí está la casa de nuestro objetivo; esa es la información que tengo, todo va bien, nadie nos detiene, nos haremos ricos a nuestro regreso. ¡¡¡ Ánimo muchachos !!!
Pero, intervino Gastulo, él siempre es ocurrente en sus intervenciones y le preguntó:
--- Jefe: ¿Cómo sabremos que casa vamos asaltar, si antes no hemos peinado la zona?
Gresmildo, le contestó así:
--- Gastulo, la peinada la haremos en directo jajajajajajajaja
Todos festejaron y se rieron, pero sabían que Gastulo tenía la razón, la carcajada era casi fingida, el ambiente anuncia algo que no se veía pero se sentía, estaba allí presente y en todos ellos, incluso el mismo Gresmildo sentía ese "algo" en todo su cuerpo, pero él no daba su brazo a torcer; el cifraba un gran asalto que los haría ricos con los caudales que ellos suponían estarían en la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo.
Reanudaron la bajada y fue Baldomero, como siempre con su ojo de halcón (ahora de lechuza por la oscuridad), quien vio abajo en la parte plana había una casa iluminada, era ese "algo" que los había afectado a todos sin que aún la viera Gresmildo, él se acercó con su caballo y le dijo:
--- Jefe Gresmildo, abajo al comenzar la ladera se distingue una casa iluminada.
Todos pararos sus caballos y observaron la casa, pero aún distaba un 200 metros, no comentaron y reanudaron la bajada llegando a la ladera, la casa estaba a pocos metros, pararon sus caballos y Gresmildo les dijo:
--- Muchachos, no conozco que hayan casas a nivel del camino, hace muchos años estuve por aquí, pero seguro alguien la construyó, se escucha música, parece que hay fiesta, nosotros pasaremos de largo, no bajaremos, no tenemos nada que hacer en esa casa.
Hubo un murmullo entre ellos, y fue Baldomero quien habló:
--- Jefe Gresmildo, no vamos a pasar desapercibidos, por más borrachos(ebrios) que estén esos moradores, ellos nos verán, le sugiero que piquemos los caballos y pasemos a la carrera y nadie nos detendrá.
Gresmildo, siempre como jefe controlaba sus miedos y le contestó:
--- Baldomero, hemos participado en mil asaltos y jamás se nos ocurrió correr del peligro, ahora trotaremos normal, pero no bajaremos...
Pero, en esos momentos y muy repentinamente los cuatro caballos se pusieron nerviosos, mirando a la casa iluminada y uno de ellos relinchó y los descubrieron ante los fiesteros y salieron mujeres vestidas de largos trajes hasta los pies y sus cuerpos parecían iluminados.
Los viajeros picaron con sus espuelas a los nerviosos caballos y siguieron a conocer a esas mujeres que parece que ellas salieron por ellos.................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahoo.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario