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domingo, 2 de febrero de 2020

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDXXXIII.- Elsa Martinez Linares, piensa que don Rudecindo Guevara Gálvez., Gerente General de la empresa Import & Export S.A., podría ser su amante, aunque esta relación peca con la ética...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; don Rudecindo Guevara Gálvez, invitó a la empresaria señorita Elsa Martinez Linares a beber una taza de café, ella aceptó salir y se fueron a la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero"; que era el mejor lugar de la Ciudad donde se atendía con el mejor café, ellos al llegar fueron atendidos por la anfitriona que ya conocía a don Rudecindo, los ubicaron en el mismo lugar, donde en otra ocasión, él fue con Olzagon, que también estuvo en aquella vez la señorita María Elena Ramos, que trabajó como mesera y cantante del Restaurante Campestre "El Buen Aire", ésta señorita fue amante de Olzagon, pero se separaron por ciertos inconvenientes, y lo sabía don Rudecindo, quien esta vez trató de no saludar a esa dama y se sentaron en la misma mesa, quedando a espaldas de la mesa individual donde estaba sentada María Elena Ramos, al iniciar el dialogo entre don Rudecindo y Elsa, ella le preguntó tal vez cometiendo una indiscreción: ¿Quién era la señorita que está a sus espaldas y que él trató de ignorarla?...............

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Elsa Martinez Linares, quien era una exitosa empresaria afincada en el Mercado Mayorista, que al salir a beber una taza de café con el Gerente General de la empresa Import & Export S.A., don Rudecindo Guevara Gálvez, lo hizo más por curiosidad, que por razones meramente comerciales, ella nunca fue invitada a beber un café con un alto funcionario empresarial, era su primera vez; ya en la Cafetería pero si actuó por intuición femenina y detectó que su acompañante se sorprendió de la presencia de una señorita que también bebía café, pero estaba sola....en una mesa individual...
Entonces, don Rudecindo ante la pregunta directa de su invitada, tenía que contestar, pensó ligeramente en hacer una mentira piadosa o decir toda la verdad de lo que él conocía; atinadamente optó por lo segundo, y le contestó:
--- Señorita Elsa, por esas casualidades que se presentan en la vida; tiempos atrás nos sentamos en esta misma mesa Olzagon y Yo a beber café y justo a nuestra espalda, estaba sentada la señorita que hoy también lo está; es una recreación muy curiosa hasta misteriosa de algo que sucedió mucho tiempo atrás, que aparentemente no tiene una explicación lógica por la coincidencia de las dos ocasiones de casi los mismos hechos.
Don Rudecindo, hizo una pausa y agregó:
--- La señorita que está a nuestras espaldas se llama María Elena Ramos, ella trabaja como cantante y anfitriona en el Restaurante Campestre "El Buen Aire"; lugar donde nosotros  hicimos la fiesta de aniversario de nuestra empresa, y con el calor de los festejos y los tragos, hubo un momento de la presentación de la cantante que entonó la balada: "Amor, por que tengo que sufrir por ti" canción romántica que se lo dedicó a Olzagon y le declaró  públicamente su amor....
Don Rudecindo, hizo otra pausa, y tragando saliva, por que tal vez iba a incomodar a su acompañante, agregó:
--- Pero, todo lo bello de este maravilloso acontecimiento se rompió, porque la señorita Clorinda Manzanares  a quien usted ya la conoce; ella también le había echado el ojo a Olzagon, quien haciendo uso de sus caprichos y poder, por ser la hija de los dueños de la empresa, me obligó a ceder a Olzagon, para que la acompañe al centro de la Ciudad, a mitad de la fiesta, a ella no le importaba los chismes o el que dirán; acción que significó que el joven vendedor abandone a su flamante enamorada y se vaya con nuestra jefa, fue algo doloroso que todo el mundo se dio cuenta.
Don Rudecindo, hizo una nueva pausa y añadió:
--- Como Gerente y responsable del desarrollo del aniversario de nuestra empresa, con la vergüenza en el rostro tuve que dar explicaciones a los asistentes de las razones de la ausencia de Olzagon, quien se había convertido en un personaje público, por que fue declarado: "El hombre del año", por sus exitosas ventas, lo que llenó de orgullo a la señorita mesera, quien seguía haciendo su trabajo; pero al ausentarse Olzagon sin despedirse de ella, le afectó  con una tremenda nostalgia por la decepción amorosa y la vergüenza de ser abandonada, que nunca lo he podido olvidar, ella sabe mi posición, por lo que nos evitamos encontrar frente a frente, siendo yo inocente en los hechos.
Elsa Martinez Linares, quien se creía que era la única soltera que se convirtió en amante del joven Olzagon, ella tuvo fuerte impresión de desprecio hacia ella misma por ser ingenua y hasta estúpida al sentirse la segunda o tercera mujer en la vida del joven Olzagon, y con disimulo mordiéndose los labios para demostrar a su acompañante que nada había o hubo con el joven vendedor Olzagon, siguió preguntando:
--- Dígame: ¿Que pasó con Olzagon y la señorita que está a nuestras espaldas?
Don Rudecindo, no tuvo otra alternativa que seguir contando lo que sucedió:
--- Ella terminó de beber su café y cuando volteó su rostro supimos quien era; alguien llegó por ella pero lo rechazó, el individuo se fue, y ella se dio vuelta nos saludamos y se inició un amplio dialogo entre nosotros, muy cordial, luego se sentó con nosotros y hubo una dichosa reconciliación con Olzagon, tuve que salir solo y dejarlos para que disfruten de su amor, se fueron al departamento de ella, disfrutaron toda la noche, pero al amanecer hubo un mal entendido y terminaron la relación. Así me lo narró el joven Olzagon, parece que esta vez ella espera otra reconciliación por que está sola, pero él no está....
Elsa Martinez Linares, quien había decidido romper todo contacto con Olzagon, respetando lo estrictamente comercial, para evitar ser extorsionada por su propia familia, en aquel instante pensó: "Bueno, esa joven tiene la misma edad que Olzagon, seguramente si yo ya no le hablo; él, regresará con ella".. ella siguió pensando y le llegó una luz: "Pues tengo la oportunidad de mi vida, aquí está a la mano un caballero mayor que mi edad, que bien puede ser mi pareja, y además, es socio del Club Empresarial, que nadie me criticará si salgo con él, más bien nos convertiríamos en la pareja de la Sociedad..."
Tanto se había concentrado en sus pensamientos Elsa, que no escuchó que su acompañante la invitaba a servirse el café, ni siquiera se dio cuenta, que él, pidió bocaditos adicionales y una botella de vino para asentar el café, ella pidiéndole disculpas, dijo:
--- Gracias señor Rudecindo, el aroma del café está que promete una buena tertulia jajajajaja...
Pues, Elsa acertó por que don Rudecindo, que desconocía completamente que entre ella y Olzagon hubo dos noches que disfrutaron sexualmente a rabiar; y que ella por primera vez en su vida tuvo orgasmos, ya la estaba viendo como una hembra; pero, en cambio don Rudecindo sabía que no era ético y hasta deshonesto y comprometedor comercialmente mantener una relación amorosa con una cliente, pues rompía todas las reglas de la decencia y comprometía la imparcialidad comercial.....
Pero, cuando está aflorando la pasión, al corazón no le importa las reglas preestablecidas, solo le interesa la consumación del amor; por lo que don Rudecindo también se rió espontáneamente como si alguien le hubiese hecho cosquillas adrede y le contestó:
--- Me siento feliz y honrado que a usted le haya gustado este café que estamos bebiendo, sinceramente está delicioso.
Hubo un corte del dialogo, y bebieron sucesivamente varios sorbos de café que estaba muy caliente y humeando su agradable aroma; Elsa seguía pensando en las rivales, y tenía justo una a sus espaldas, ella sintió nuevamente celos y quería voltear y agarrarla de los pelos y tirarla al piso y hasta pisarla como una cucaracha.
Pero, gente educada tal como ella lo era, de inmediato llegó la cordura y Elsa enmendó sus pensamientos con este mensaje mental: "Elsa,  que diablos piensas hacer, la señorita María Elena, también es víctima de las circunstancias, y no tiene la culpa de nada; en cuanto a lo que sucedió con Olzagon fue fruto de la casualidad..."
De nuevo empezó el dialogo entre Elsa con don Rudecindo y fue ella quien le preguntó:
--- Don Rudecindo, usted no me ha contado lo que hubo entre Olzagon y la señorita Clorinda Manzanares.. hay algo que usted se enteró:
--- Don Rudecindo, desconocía por completo lo que realmente hubo entre Clorinda y Olzagon; pero uno de los choferes no guardó el silencio, fue el que los llevó al centro de la Ciudad, él narró que los dejó en la puerta de una residencia; lo demás se sobre entiende y tratando de maquillar la respuesta, le dijo:
--- Señorita Elsa, por razones de mantener la privacidad, sinceramente no sé lo que sucedió con esa pareja, pero como conjetura se sobre entiende que se acostaron juntos; pero solo fue una noche y nunca más se repitió, por que justo esa misma noche llegó el ex novio desde París en busca de la señorita Clorinda, más no sé nada...
Elsa Martinez Linares, le creció la rabia, por que ella fue una más de la lista del joven Olzagon, por esa razón ya comenzó a pensar y ver a don Rudecindo como un joven apuesto, de finos modales, muy educado, sobrio y tierno en su trato, que había que conquistar, si por si acaso él, no tenía los cojones suficientes para cortejarla..........
Continuaremos..................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

3 comentarios:

Jose Yamo Garcia dijo...

Pucha ese rudecindo parrilla se pasa

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui dijo...

Muchas gracias por la visita al muro, amigo Jose Yamo Garcia, su comentario lo aprecio sinceramente, espero seguir contando con sus comentarios, abrazos Chema

Jose Yamo Garcia dijo...

Bien mi amigoooo