La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DXCIV.- Los Huestes Satánicos; castigaron a los tres jinetes que profanaron la casa de Fabián Huamán, quien era protegido por un "Pacto con Satanás", ellos se perdieron del camino y ya no regresaron por sus aperos....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Nemesio había dispuesto cortar caña del potrero de Fabián Huamán; pero al llegar al cañaveral se encontraron con sombras humanas vestidas de negro y les impidieron cortar la caña; ellos se dieron  cuenta, que eran espíritus de El Más Allá quienes los acosaban, decidieron abandonar el corte que habían planeado y regresaron donde amarraron sus caballos, pero ya no estaban, solo estaban las jáquimas y las sogas, todo esto sucedía por que estaban actuando los Huestes Satánicos quienes protegían a Fabián Huamán, quien tenía un "Pacto con el Diablo"; ante estas evidencias el bandolero Rogelio Campos, hizo una invocación a Dios, pidiendo protección contra el ataque de los Huestes Satánicos.

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Los jinetes, ahora sin acémilas y la noche que parecía que había oscurecido más el medio ambiente, ellos caminaron a tientas tratando de encontrar a los animales; pero, no había nada, tampoco se podía rastrear por la oscura noche que impedía ver el suelo.

Repentinamente, apareció en el firmamento una parvada de aves nocturnas, eran lechuzas que en vuelo rasante acosaban a los jinetes con sus picos puntiagudos y sus garras listas para el ataque por ser aves rapaces, pero nunca tocaron los cuerpos de los caminantes; pero, los jinetes si sentían terror y lamentaban haberse quedado en aquella casa, todos acusaban a Nemesio, quien si conocía los tratos ocultos de su compadre Fabián con el diablo; y no les anticipó; pero, nadie predijo que ellos iban ser testigos de los ataques de los espíritus satánicos.

Los jinetes, ahora caminantes, les era duro caminar a pie en terreno desconocido y ellos totalmente desubicados, no atinaban a saber:¿Dónde se encontraban? Parecía que una fuerza oculta los conducía en plena oscuridad y con esa desorientación llegaron hasta que se toparon con un peñasco; que la oscura noche no les permitía ver que sus caballos que misteriosamente desaparecieron se encontraban encaramados a unos pasos más arriba, que era imposible bajarlos, ellos los sintieron, por que el caballo de Rogelio Campos se comunicaba telepáticamente, nada se podía hacer para bajar los caballos, salvo rodándose, pero se harían pedazos al llegar al nivel del terreno donde estaban sus jinetes.

Entonces, Rogelio Campos, continuó comunicándose con su caballo mentalmente y el caballo relinchó, por lo que Rogelio desde abajo le ordenó no moverse hasta el amanecer para sacarlo de ese peñasco, el animal se tranquilizó al saber que estaba cerca su amo.

Pero, los Huestes Satánicos, recién había comenzado con sus acciones diabólicas, ellos no aceptaban a los intrusos (los jinetes) y tenían un plan para matarlos y estos sabiendo que los jinetes sin sus caballos no eran nada, planearon subir para asustar a los caballos; los jinetes por la oscuridad no pudieron ver que las sombras humanas pasaban a su costado y comenzaron a escalar con una rapidez increíble superaron las rocas y llegaron hasta los caballos donde ellos mismos los habían colocado y comenzaron asustarlos, los cuadrúpedos sintiéndose acosados trataron de escapar y dos de ellos saltaron al vacío y se estrellaron peña abajo.

Pero, el caballo de Rogelio, resistió el acoso fantasmal y no se movió; el animal sacando fuerzas corporales increíbles resistió el acoso diabólico de los huestes satánicos, que incluso se montaban encima del lomo del equino, el caballo se mantuvo parado, sólo se defendía con la coposa cola que como un látigo atacaba  a las sombras negras que lo acosaban, hasta que se escuchó el canto de un bendito gallo, que actuó como un antídoto y cesó por completo el ataque de los huestes satánicos que desaparecieron como arte de magia.

Nemesio y su Primo, ya con la penumbra del alba se dirigieron donde cayeron sus caballos, los encontraron totalmente despedazados, habían muerto en el acto al chocar su cuerpos contra las rocas.

Rogelio Campos, por su cuenta iba subiendo lentamente roca por roca que le impedían avanzar con rapidez, hasta que llegó donde estaba su caballo, lo encontró totalmente asustado, el cuerpo del animal temblaba y nunca se pudo saber como llegaron allí, le pasó la mano por el lomo dándole confianza y telepáticamente le decía :" Te sacaré de este lugar.."; ahora empezaba lo más difícil. ¿Cómo bajar el caballo de este peñasco?

Entonces, Rogelio Campos, quien tenía tanta experiencia en trotar de noche; recordó que una vez tuvo la compañía de una mujer muy hermosa, los vecinos del pueblo de donde ella era originaria, le llamaban: "La Bruja Misteriosa" y nadie se acercaba a ella, por que había la creencia que ella engatusaba a los hombres por su belleza, los llevaba sobre sus briosos caballos, pero nunca más se sabía de esos galanes.

Rogelio Campos, que siempre le gustaba caminar sobre los peligros al filo de la navaja; había escuchado sobre las diabluras que hacía gala "la Bruja Misteriosa", fue a propósito a buscarla hasta el pueblo donde ella había llegado, al llegar preguntó por ella, pero nadie le daba razón, hasta que estuvo cansando de haber caminada a pie, ya que dejó su caballo en un corral con forraje, estuvo tan cansado de tanto caminar, que decidió ir a la cantina a beber un trago, al entrar encontró a una bella mujer, que el brillo que salía de su rostro la hacía más hermosa, ella muy atenta y como cantinera, le dijo:

--- Pase jovencito, aquí vendemos los mejores licores.

Rogelio, por el cansancio se había olvidado que buscaba a "La Bruja misteriosa", sintió un halo de perfumes en el ambiente y aceptó la invitación y esperó sentado sobre una silla de una mesa de dos sillas la dama sacó una botella de un licor macerado, retiró el corcho y le sirvió en un jarro de porcelana y ella también se sirvió y brindó así:

--- ¡¡¡ Fulano vamos a brindar por la felicidad de esta noche. Salud !!!

Rogelio que comenzó actuar maquinalmente como si fuese un autómata o maquina, obedeció y levantó su jarro y se bebió todo el contenido del licor que le sirvió la "mesera", ella ya había bebido el suyo; como el trago tenía un alto contenido de alcohol, rápidamente se estaba embriagando el cuerpo de Rogelio, quien siguió bebiendo hasta que recordó que terminaron la botella y la "mesera" fue por otra botella, ya no la vio regresar y perdió el conocimiento.

Después de un tiempo; no se sabe si fueron días, semanas o meses, él despertó en un extraño lugar totalmente oscuro y cubierto, que estuvo acostado sobre un montón de cobijas y mantas que hacían las veces de un cómodo colchón sobre el suelo y sólo habían dos aparentes salidas al Este o el Oeste, recién se dio cuenta que era un túnel en el interior de una montaña.

Rogelio, poco a poco fue despegando su mente y muy decidido fue arrastrando su cuerpo hacia el Oeste lentamente fue avanzando y llegó a la claridad, pero no podía salir, había una roca como puerta, pero por efecto de algo o de alguien se abrió y la roca desapareció, al salir estaba en la mitad de un peñasco, y desapareció esa "puerta de salida", que él nunca había conocido antes y como llegó allí; eran seguramente las 05:00 horas de la madrugada y llegó volando como una gigantesca ave "La Bruja misteriosa", quien al ver que su "huésped" se le escapaba, ella invocó a Lucifer pidiendo su apoyo; pero, ya era demasiado tarde, los gallos hacían coro cantando en las diferentes casas lejanas que atosigaron y ahuyentaron a los espíritus, que afectaba incluida la bruja, que nada pudieron hacer para impedir la escapada del bandolero.

La bruja viéndose perdida, pronunció estas palabras: "Por el poder de Lucifer, abre y cierra estas rocas, que siempre serán mi refugio para rendirte pleitesía".

La bruja desapareció ingresando al interior de la montaña; Rogelio se quedó afuera, quien demoró toda  la mañana para bajar esa pendiente tan peligrosa que conducía al precipicio.

Rogelio, estando abajo en la planicie, caminó por pampas, lomas y faldas del terreno y llegó a una casa donde le dieron posada y comida, ya que él estaba tan flaco que parecía un esqueleto andante y se repuso después de varios días y meses más tarde recuperó su caballo que lo dejó en un corral de aquella Ciudad, el animal había pasado por varios dueños, que no les gustaba por ser brioso e inteligente.

Por lo que recordando aquel episodio; Rogelio se afianzó sobre una roca del peñasco, e imploró aquella frase de la bruja: "Por el poder de Lucifer abre esta montaña para sacar a mi caballo.."..

Misteriosamente se escuchó un estruendo como un ruido de un volcán en erupción y se abrió un camino en zigzag desde arriba hacia abajo, que les sirvió a Rogelio y su caballo bajar hasta la planicie; los otros jinetes casi llorando por haber perdido sus acémilas, fueron testigos de la misteriosa bajada de Rogelio y su caballo, y como estaban tan aturdidos por tantos hechos que sucedieron que nunca le preguntaron de como lo hizo para bajar ese peñasco.

Ellos, perdieron la noción de la ubicación; no sabían como llegaron a ese lugar, tampoco sabían donde quedaba la casa de Fabián Huamán; como habían dos a pie, se pusieron de acuerdo en ir montando a pelo el caballo de Rogelio, hasta que por fin llegaron al camino real, lograron la ubicación  y se dieron cuenta que estuvieron a varias lomas de la casa de Fabián Huamán, muy lejos como para recuperar sus aperos;  ahora un lugar funesto para ellos y el compadre Nemesio, dijo:

--- El diablo nos castigó por profanar la casa de Fabián Huamán...

Continuaremos................................

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

ayabaca@gmail.com

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