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domingo, 10 de enero de 2021

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo LX.- Siekik y sus guerreros; avanzaron toda la noche hacia los terrenos de la tribu Chamasachok, al amanecer encontraron un obstáculo del relieve con una colina, que retrasa el avance de los guerreros....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; Siekik, aún con el dolor emocional de ver a su padre el señor Chonkik herido, quien descansaba en estado grave (era un reposo de gravedad) en su dormitorio, bajo el celoso cuidado de su esposa Mokumac, eran momentos tensos que debían tomarse decisiones en favor del engrandecimiento del Señorío en nacimiento; se había logrado una victoria contundente contra la tribu Chamasachok, quienes pretendieron invadir la vivienda del señor Chonkik y fueron derrotados muriendo todos los guerreros; por lo que Siekik, tomó la decisión de conquistar y ocupar los terrenos de la tribu vencida.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.  Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik, después de despedirse de su madre, dejando en estado grave la salud de su padre, quien reposaba, con fiebre, pues, el organismo había reaccionado a la grave herida de la espalda, la subida de temperatura corporal podría significar una mejoría en la recuperación de la salud, o en peor de los casos una gravedad que pueda producir hasta la muerte; ya que, el desgarramiento de la piel produjo hemorragia y el golpe de la porra  comprometió la estabilidad de la columna vertebral.
Siekik, hizo la venia a su madre y lo mismo hacia el cuerpo en reposo de su padre, profundamente dormido, él salió del dormitorio paternal y se dirigió al patio, allí las mujeres seguían curando a los heridos, muchos de ellos en franca recuperación y otros en estado más comprometido por los desgarramientos corporales, pero casi ninguno de extremo cuidado.
Los guerreros ilesos en número de 60 estaban listos para salir; Chamokik seleccionó a 20 de ellos que se quedarán en defensa de la vivienda y otros 05 que llevarán las provisiones al amanecer y los 35 restantes que saldrán con Siekik y Chamokik rumbo a los terrenos de la tribu Chamasachok, se había determinado que Renkik y Monkik quedan al mando, pero como se necesitaba un traductor, se cambió para que Monkik los acompañe quien irá al amanecer con 05 vasallos que llevarán las provisiones, quedando al mando de la defensa de la vivienda Renkik, como capitán de los vasallos.
Siekik, también ordenó a Renkik, que aprovechando de la luz del día, excave fosas para sepultar a los 120 guerreros muertos de la tribu Chamasachok y que se les rinda honores a los 10 guerreros muertos del dominio del señor de Chonkik y serán enterrados en el panteón aún en construcción.
Con todos los preparativos en acción; Siekik y Chamokik partieron a media noche al mando de 35 vasallos guerreros, rumbo a los terrenos desconocidos de la tribu Chamasachok, era toda una aventura completamente nueva para los guerreros que se convertirían en conquistadores; nadie podría asegurar que bajo la oscuridad hayan ojos acechando de alguna otra tribu vecina con aspiraciones de ataque y conquista, eran tiempos de expansión para unos, y de pérdidas para otros; pues, ese era el reto de aquellos tiempos del nacimiento del Señorío del señor Chonkik.
Siekik, a medida que avanzaba que era lento por la oscuridad de la noche al no utilizar mechones para iluminar el terreno que los delataría al enemigo; él y Chamokik, distribuyeron a los 35 guerreros, aprovechando los conocimientos del sendero, que había sido recorrido por algunos de ellos y se eligió como guía al guerrero que si conocía los terrenos de la tribu Chamasachok y con ese apoyo, este vasallo será la cabecera seguido de 10 hombres, al centro iba Siekik con 10 guerreros y la retaguardia la cubría Chamokik con los 15 restantes.
Los guerreros caminaban en silencio, casi a tientas; aún así en los lejanos terrenos se observaban mechones que iluminaban la oscura noche; todo era quietud, escuchaban los pasos de los hombres y el chirrido de los insectos nocturnos como luciérnagas y el vuelo de repentina acción de alguna lechuza que ululaba al pasar por encima de los guerreros.
Para esta acción militar, contra toda norma, no se tuvo ninguna información de las defensas del enemigo, todo era incierto, pero, si contaban con la voluntad férrea de tomar los terrenos de los Chamasachok a cualquier precio y costo.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Vamos hacer una supuesta proyección de los que quedaba o había en el Asentamiento Humano de la tribu Chamasachok, se suponía que algunos de sus mejores líderes comandaron la invasión y murieron en fracaso y con ello se descabezó el orden o jerarquía de mandos, o tal vez solo fueron un grupo de ellos que fueron enviados al mando de líderes guerreros interesados en los terrenos vecinos, y el grueso de la defensa continúa en el Asentamiento Humano esperando los resultados de los invasores.
Por la cabeza de Siekik, pasaban muchas incógnitas y la principal era decidir ¿Quién se quedaría al mando de los terrenos tomados a la tribu Chamasachok?, ya que él, daba como hecho el éxito, que se apropiarían de esos terrenos, salía a su mente que el más indicado era Chamokik; pero él, era su lugarteniente. ¿Qué cosas tan difíciles para un líder que iba a convertirse en conquistador?
El avance era lento, firme y sin marcha atrás, en esas condiciones adversas, cruzaron pampas, hoyadas, lomas, planicies y llegó la luz de la madrugada el alba ya apareció en el horizonte, ya iluminaba un nuevo amanecer, todos los guerreros avanzaban con la decisión de llegar en las primeras horas a los terrenos de la tribu Chamasachok, ya se percibía signos de vida, todo era más claro, la oscuridad cedía el paso a la claridad.
Repentinamente llegó el amanecer desde el Poniente, justo avanzaron cerca a unas colinas, por lo que Siekik, ordenó a sus hombres de avanzada tumbarse al suelo rampando hasta llegar a la cúspide de la colina, ya que nadie sabe lo que existía detrás de esos cerros.
Entonces, intervino Chamokik, quien era una estratega nato, se cercó a Siekik y le dijo:
--- Oh Gran Guerrero, tenemos que tomar la colina en forma horizontal, vamos abrirnos para tener un amplia movilidad en caso de que grupos concentrados de centinelas puedan estar esperando nuestra presencia.
Una decisión correcta y militarmente válida para un grupo reducido de guerreros tal como eran ellos, que les permia dispersarse si son atacados por grupos de guerreros concentrados que generalmente sucedía con el sistema de ataque que empleaban los Chamasachok.
Probablemente, había una distancia unos 200 metros desde donde habían avanzado los guerreros bajo el mando de Siekik hasta la cúspide, que felizmente era terreno asentado y pisado sin mayores dificultades para avanzar rampando y así ellos iban adelantando ya que la claridad del día llegó en todo su apogeo, las aves diurnas aún escasas por estos terrenos habían despertado y volaban a sus lugares de búsqueda del sustento.
Misteriosamente un par de zorros, que aparecieron repentinamente avanzaron en forma horizontal al avance de los guerreros y les dieron la información que ellos tanto deseaban que al otro lado de la colina habían guerreros concentrados o desperdigados que no ofrecían seguridad al paso de los zorros como para ir por allí. 
Siekik, que iba junto a Chamokik, en voz bajo la dijo:
--- Esos zorros al marcharse paralelamente a nosotros, nos informaron que hay gente al otro lado de la colina; pero, si me extraña no ver a nadie en la cúspide, me temo que nos hayan tendido una trampa, que cuando lleguemos arriba (cúspide) nos ataquen ¿Cómo saberlo?
Pero, Chamokik, pensaba diferente en cuanto a las defensas enemigas; él creía que aún había alguna distancia al Asentamiento Humano, y que esa colina era un ocasional obstáculo del terreno aún por avanzar y probablemente al otro lado no haya nadie. ¿Cómo saberlo?...................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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