Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., en un lejano pueblo andino de Ayabaca, conocido como Chilcapampa de aproximadamente unos 4,000 habitantes, que por su ubicación geográfica y la orografía del terreno, se diferenciaba claramente en tres franjas terrenales y los moradores les denominaban: Barrio Alto, Barrio Medio y Barrio Bajo, casi todos los habitantes antiguos o viejos se conocían entre si; pero, las nuevas generaciones ya no eran tan conocidas entre ellos.
En la parte Alta vivía una familia de agricultores, compuesta por Eucebio Nonajulca Rivera, quien era un próspero agricultor conocido por sus buenas siembras y por su puesto un criador de ganado vacuno y solía vender hasta 06 animales cada saca de temporada, cuyo fruto económico lo invertía en la manutención de la familia, dándoles el sustento diario, educación y vestido; estaba casado con la señora Oralia Chinchay Quispe, quien era una dama honorable, que se dedicaba a las labores domésticas de la cocina, el aseo de la casa y el cuidado y crianza de sus hijos.
Aquí en la imagen observamos al Agente Justiciero Genochi, quien como un agente anónimo, bregará para capturar a los culpables del asesinato de sus padres en Chilcapampa.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Aquí en la imagen observamos al delincuente Bonifacio "Oreja Mocha"; quien como líder de una banda juvenil, asaltaron a la morada de Eucebio Nonajulca Rivera, residente en el Barrio Alto de Chilcapmpa, a quien asesinó por que no le entregó el dinero de una venta de ganado vacuno.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Este hogar, que era muy estimado por los vecinos, por su don de generosidad que compartía con ellos parte de los frutos que cosechaba de sus cultivos.
La familia tenía 03 hijos, de los cuales Etelvina Nonajulca Chinchay era la primera con 14 años de edad, y estaba muy adelantada en sus estudios, cursaba el último año de educación primaria; le seguía Elida Nonajulca Chinchay con 12 años de edad, quien cursaba el tercer año de educación primaria, ella era muy amiguera y se conocía todo el barrio por que siempre paraba en la calle jugando; el último era un hombre llamado Gelasio Nonajulca Chinchay, que sus amigos lo conocían como Genochi, que eran sus primeras letras del nombre y apellidos, este niño apenas tenía 10 años de edad y como era muy inteligente ya había avanzado al segundo grado de educación primaria.
Las autoridades de Chilcapampa, no medían con la misma vara sus decisiones, en cuanto atender las necesidades de los pobladores, y siempre preferían dar pronta atención a los Barrios Alto y Medio, en perjuicio del Barrio Bajo que lo dejaban al último, por lo que estaba abandonado con calles sucias y carencia de los servicios básicos y por esos problemas sociales predominaba la delincuencia, formándose bandas de malhechores que salían a los Barrios Medio y Alto, cometiendo fechorías generalmente por las noches.
Las autoridades policiales, compuestas por un Sargento y un efectivo raso, no se daban a abasto para atender las denuncias por robos y asaltos, es más, los delincuentes desafiaban a la autoridad pasando por el corredor del local policial con el botín de sus atracos.
La población vivía atormentada y a la defensiva contra el acecho de los delincuentes; incluso había un Proyecto de constituir un Cuerpo de Ciudadanos Armados, para hacer rondas nocturnas y así evitar el asalto de los facinerosos; justamente un grupo de moradores del Barrio Alto en una Asamblea Ciudadana acordaron nombrar, como su dirigente y protector a don Eucebio Nonajulca Rivera.
Todos ellos hicieron una colecta para comprar unos "Presentes" (regalos), para ofrecer al elegido y así convencerlo en caso que se niegue aceptar el cargo de dirigencia del barrio.
Ellos llegaron a la casa, a golpe de las 18:00 horas de la noche, tocaron la puerta y los atendió el mismo señor Eucebio y los hizo pasar y estando todos reunidos, le informaron al dueño de casa, que por decisión de todos los moradores del Barrio Alto, lo han nombrado como Comisario Popular; que con un grupo rotativo de moradores harán frente a las acechanzas de los delincuentes.
La señora Oralia, sintió escalofríos en su cuerpo, al escuchar a sus vecinos, que como esposa participaba de la reunión, ella se espantó por la propuesta de sus vecinos en elegir a su esposo como "Custodio", ella pidió la palabra, adelantándose a su esposo que si aceptaba o rechazaba y dijo:
--- Señores Vecinos, les agradecemos mucho que hayan nombrado a mi esposo como su Dirigente, pero él no tiene tiempo para el cargo, por que vive todo el día en la chacra y por la noche descansa; así, que pueden designar a otra persona.
Pero, don Eucebio, no estaba de acuerdo por lo expuesto por su esposa y después de dejarla hablar, él se levantó de su asiento y dijo:
--- Estimados vecinos, me siento honrado por la designación como su Dirigente; efectivamente como dijo mi esposa, trabajo en el campo que ustedes me conocen, y es agotador; pero, no puedo defraudarlos, y si acepto ser su dirigente; pero, eso sí necesitamos armas para hacer frente a los delincuentes, no para matarlos sino para disuadirlos que ellos no serán bienvenidos en el Barrio Alto.
Del grupo de los moradores salieron dos jóvenes, quienes habían estado un tiempo en la Costa, uno de ellos que estaba adelante, dijo:
--- Don Eucebio, le informo que mi amigo y yo, hicimos el Servicio Militar en el ejército, que al finalizar nuestro periodo de servicio, la Institución Militar, nos dieron como premio el arma que llevábamos en la cintura, que es un pistola semi automática y muy efectiva disparando al objetivo y 100 balas para cada uno, así que tenemos dos pistolas a su servicio.
La señora Oralia, incapaz de hacer retroceder a su esposo, se retiró de la reunión y se fue a su dormitorio a llorar porque según sus presentimientos, este cargo de su esposo era el principio del fin de la paz en su hogar, ya que ella había escuchado noticias que los maleantes acechaban a los Dirigentes para darles un golpe y así disuadirlos a los moradores enfrentarse a ellos.
Con el ofrecimientos de las armas de los licenciados militares, se hizo la Primera Junta Directiva entre todos los asistentes y salió como Presidente don Eucebio Nonajulca Rivera y los dos militares como sus asesores y guarda espaldas en las acciones.
Mientras tanto; en el Barrio Bajo de la Ciudad de Chilcapampa, entre otros moradores había una familia que era la crema y nata de la delincuencia, el padre conocido como "Mano Siniestra", era un proxeneta y traficante de drogas con un "ranking increíble de asesinatos y muertes" por sus manos; con entradas y salidas de las cárceles de la Costa (Piura), este forajido tenía en sus acciones un prontuariado de dos asesinatos, uno que fue a un rival y el otro a una autoridad que se oponía a sus andanzas criminales.
Pero, en ninguno de esos crimines hubieron pruebas contundentes por mala elaboración del atestado policial; sus abogados los sacaron de la cárcel libre de polvo y paja, no olvidar que él había constituido una banda de criminales que tenían en jaque al pueblo.
Este delincuente convivía con una mujer, que fue prostituta, ella era una mujer muy hermosa, quien ya supera los 40 años de edad y mantenía su belleza intacta, y se comentaba entre la gente del Barrio Bajo, que "Mano Siniestra", usaba la preciosidad de su mujer, para que ella se acueste con las autoridades que lo querían matar en la cárcel, se entregaba a los abogados para acelerar su excarcelación, quienes hacían el contacto en la cama y allí se decidía. "Dejar trabajar libremente a Mano Siniestra..."
Estos convivientes, ya compartían su vida por 15 años y tuvieron un sólo hijo, quien sigue los pasos de sus progenitores y vive el barrio confundido con otros malhechores juveniles, y en una bronca entre ellos le cercenaron la oreja izquierda, su nombre es Bonifacio "Oreja Mocha", quien formó su propia banda juvenil, que acechan durante las noches a las viviendas de los Barrios Medio y Alto, son tan efectivos que casa descuidada y ellos entran y barrían con todo lo que encuentran.
El Sargento Policial, recibe constante denuncias contra el este joven delincuente, pero como es menor de edad, él no lo interviene y si lo hace lo detiene por un par de horas, que aprovecha para aconsejarlo que deje de ser malandrín y lo suelta.
Justamente, esa misma noche de la elección de don Eucebio en el Barrio Alto; también habían acudido la banda de Bonifacio "Oreja Mocha" a ese Barrio, ya tuvieron el dato que los dueños de dos viviendas habían viajado a la Costa y retornarían en una semana; los delincuentes juveniles, conocedores fueron directamente a "visitar" las viviendas y efectivamente no había nadie en ellas, "Oreja Mocha" subió y cuando los otros se proponían escalar las paredes para subir al techo y desde allí ir al otro lado y bajar descolgándose al patio trasero, apareció circunstancialmente un vecino quien acababa de llegar a su casa, quien al observar a los sospechosos fue a llamarles la atención, la respuesta de la banda criminal fue brutal, el "jefe" Bonifacio "Oreja Mocha" quien al verse descubierto y antes que salgan otros vecinos se tiró (saltó) desde el techo y cayó tan suave como si fuese una fiera felina.
Él huyendo, pero tenía que dejar huella, se acercó al vecino bullanguero que los descubrió y dejó su "marca" asestándole con un puntazo de su chaveta en el pecho, quien mal herido cayó al suelo sangrándose profusamente por la herida, aparecieron vecinos y lo llevaron a la posta médica, y como la herida fue mortal, el infeliz llegó cadáver..........................
Continuaremos...............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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