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sábado, 5 de febrero de 2022

La Historia del Agente Justiciero Genochi : Capítulo IX.- Gelasio Nonajulca Chinchay; logra compromiso del Director de la Escuela de Policías, que será admitido al cumplir con todos los requisitos con el apoyo de su tutor...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Agente Justiciero Genochi; Gelasio Nonajulca Chinchay - Genochi,  al escuchar que su tío Antenor Chinchay Quispe, le permitirá seguir su carrera como policía, quien al tener el ofrecimiento del comandante Alipio Huamán Quispe, que le ofreció ayudar para que ingrese a la Escuela de Policías, que estaba ubicada en Lima; fue el mejor regalo de su vida, cuya aspiración ser policía, para desde adentro hacer justicia contra los delincuentes que asesinaron a sus padres; al siguiente día, el comandante Huamán llamó por larga distancia al Director de la Escuela que era el coronel Antonio Paredes Juarez, quien al recibir la llamada, le ofreció todo el apoyo y señaló los requisitos que necesariamente tenía que cumplir el postulante Genochi; él llegó a la comandancia, justo cuando conversaban los oficiales sobre su ingreso............. sigamos la historia.................

Aquí en la imagen Observamos al Agente Justiciero Genochi, quien como agente anónimo bregará para capturar a los culpables del asesinato de sus padres en Chilcapampa.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.


Aquí en la imagen observamos al delincuente Bonifacio "Oreja Mocha"; quien como líder de una banda juvenil, asaltaron a la morada de Eucebio Nonajulca Rivera, residente en el Barrio Alto de Chilcapmpa, a quien asesinó por que no le entregó el dinero de una venta de ganado vacuno.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Los antiguos amigos y promoción, eran el comandante Alipio Huamán Quispe y el coronel Antonio Paredes Juarez ahora Director de la Escuela de Policías; después de recibir la información sobre los requisitos que debía cumplir el joven postulante Gelasio Nonajulca Chinchay - Genochi, el comandante se despidió del coronel, pero este último le dijo:
--- Alipio, no te despidas tan rápido, creo que te estoy escuchando, después de por lo menos unos 18 años o algo más, y te quieres ir; pues, sigamos charlando, dime: ¿Qué hay de la gente de la Promoción?
El comandante Alipio, le contestó:
--- En realidad, sé muy poco, por que aquí en Piura, soy el único de la Promoción; sin embargo, tengo el dato que todos siguen vivos y con altos cargos; según el boletín policial que pude leer, no sé si recuerdas al "loco" Oscar, quien era muy inteligente, según parece ascenderá a General, nos sacó mucha ventaja; pero, no converso ni tengo comunicación con ninguno de ellos.
El coronel Paredes, escuchó atentamente lo que le informó el comandante Alipio, que él también lo sabía, era grato recordar que ninguno de la Promoción se quedó rezagado y le preguntó:
--- Alipio ¿Qué haces en la Comandancia de Piura?
el comandante Huamán, le contestó:
--- Yo estuve en varias Jefaturas, hasta que llegué a Piura, y me encomendaron la Oficina de Archivos de Criminales que no fueron aprehendidos por falta de pruebas, un trabajo que quiero sacar a la luz; pero, hay impedimentos legales que me atan las manos y no puedo hacer mucho.
Entonces, el coronel Antonio, le contestó:
--- Alipio, pues si puedes hacer mucho, acaba de publicarse una ley, que se denomina en "jerga policial" : Descifrar criminales, que necesariamente con apoyo legal que también ya existe, no sé, si en Piura ya hay abogados asimilados, y se puede llegar al criminal, que si lo logras capturar algún delincuente que pasea por las calles, serán bonos para ascenso rápido; creo que tienes la llave para tu próximo ascenso al cargo inmediato superior....
El coronel Paredes Juarez, hizo una pausa y agregó:
--- Alipio, investiga un caso criminal que haya sonado y no sé capturó al criminal por falta de pruebas y si tu lo logras probándoles los antecedentes del delito y es admitido por la  Justicia Civil, ten por seguro que pronto ascenderás a Coronel.
Cuando los Oficiales Policiacos estaban en plena conversación, llegó Genochi a la comandancia y se hizo presente a la Oficina, justo conversaba el comandante Alipio y dijo:
--- Antonio acaba de llegar a mi oficina el joven postulante, quien se llama Gelasio Nonajulca Chinchay, natural de Chilcapampa, que es mi tierra de nacimiento, voy a preguntarle si puede cumplir los requisitos, te vuelvo a llamar....
El coronel Antonio, que se caracterizaba por servir a todos los miembros de la Promoción, le contestó:
--- Alipio, no cortes el teléfono, pregunta al joven sobre los requisitos que yo esperaré...
El comandante Alipio, respondió al saludo de Genochi y le preguntó:
--- Jovencito, estoy conversando con el Director de la Escuela de Policías de Lima y me indicó los requisitos que son: Tener autorización del tutor, pagar los uniformes y un depósito de garantía ¿Crees que tu tío te autorizará?
Genochi, quien mostraba un semblante sonriente, le contestó:
--- Si comandante Huamán, mi tío Antenor me envió, para averiguar los requisitos y se compromete a pagar todos los gastos que sean necesarios para lograr mi ingreso; es más él mismo vendrá a esta comandancia a firmar todos los documentos que ayuden para viajar a Lima, para la fecha de la selección, ya que deseo ser un guardián policial al servicio del pueblo.
El coronel Antonio Paredes Juarez, que se caracterizaba por tener un oído muy fino y escuchaba cualquier sonido que otros no captaban; él escuchó al joven postulante y se dijo así mismo: "Éste joven será un buen policía y lo tendré en mi escuela de todas maneras.."
Justo, levantó  el auricular el comandante Alipio y llamando al Coronel Antonio y le dijo:
--- Antonio, el joven vino preparado, no sólo tendrá la autorización del tutor, sino que éste afrontará los gastos para los enseres del joven y que depositará la garantía que exige la institución.
El coronel Antonio con una sonrisa,  le contestó:
--- Alipio, dile a ese joven que de todas maneras lo tendré en la escuela y llamaré la fecha asignada para la selección, mero trámite burocrático, y será a más tardar en unos 15 días; bueno fue un placer conversar contigo, yo te llamaré con la fecha para que el joven viaje, un abrazo a la distancia.
El comandante contestó la despedida de su amigo y al colgar el auricular, se dirigió a Genochi y le dijo:
--- Gelasio, estás caminando con el pie derecho adelante; pues, tienes una suerte increíble; el Director de la escuela de Policías es mi Promoción y me ofreció todo su apoyo, me dejas el teléfono de tu casa para llamarte y notificarte cuando debes viajar a Lima; si logras el ingreso (que ya está asegurado) y poder comunicarme con tu tutor, para que deposite los gastos de indumentaria y el depósito de garantía, estando adentro estudiarás por 03 años, es todo puedes regresar a tu casa.
Genochi, feliz escuchando que uno de sus sueños de lograr ser un policía, estaba al alcance de su mano, agradeció las atenciones del comandante Alipio Huamán Quispe y se retiró a su domicilio.
Ese mismo día, viajó a Chilcapampa el teniente Rafael López Orozco, quien como un pasajero más iba arriba del camión que cargaba pasajeros y cargas; en aquellos tiempos no había buses o transporte exclusivo de pasajeros, el teniente aprovechó para hacer amistad con los pasajeros y vaya que logró en tratar de dialogar con ellos, que pura coincidencia todos los demás pasajeros eran solamente del Barrio Bajo de Chilcapampa, y todos ellos habían sido afectados por las fechorías de los delincuentes quienes provistos con armas blancas: chavetas, puñaletas, puñales, navajas y dagas asaltaban a las viviendas por las noches.
Los delincuentes, si eran descubiertos amenazaban con matarlos sino les entregaban el dinero guardado y les advertían que si alguien los denuncia a la Policía, los matarían a ellos y sus parientes cercanos, por ese temor de ser asesinados los afectados nunca denunciaban los robos y asaltos, y como ellos tenían poca fe a la policía, aceptaban la extorsión de los delincuentes.
El teniente Rafael López Orozco, les indicó que él, si iba hacer justicia y que protegería al morador afectado si hace la denuncia señalando al culpable.
Uno de los viajeros intervino y dijo:
--- Señor Policía, nosotros no creemos en su apoyo, sabe ¿Por qué?, por que en el Barrio Bajo, el delincuente que se hace llamar "Mano Siniestra", siempre fue capturado por el Sargento y él lo remitía a Piura, hasta por tres veces lo hizo, por las mismas regresó libre y amenazó al Sargento con matarlo si lo capturaba una vez más, el policía de miedo nunca más lo hizo, y cuando nos acercábamos a denunciarlo, el Sargento no aceptaba nuestra denuncia, sino firmábamos con puño y letra, pero nadie lo hizo hasta ahora, por el temor a las represalias.
El teniente Paredes escuchando al morador, le contestó:
--- Amigo, ahora nosotros somos 09 miembros y le prometo que haremos justicia, aún si ustedes no quieren señalar al criminal, si conocemos el asalto, por nuestra cuenta haremos la investigación y si hallamos las evidencias, capturaremos al criminal, así no haya llegado la denuncia.
Otro de los pasajeros, intervino y dijo:
--- El hijo del "Mano Siniestra", que se llama Bonifacio, de apodo le dicen "Oreja Mocha", se ha vuelto peor que su padre, asalta y fuerza a las mujeres y ellas de vergüenza no lo acusan; antes de viajar me enteré que el "Oreja Mocha" había forzado (violado) a una señora viuda, que vive sola desde que murió su esposo; él con otros de su banda ingresaron a su vivienda y todos la forzaron a la pobre viuda.
El teniente López, que desconocía este crimen, les preguntó:
--- Dígame señor ¿Cómo se llama esa señora que violada?
El pasajero le contestó:
--- Nosotros la conocemos como doña Julia, que se dedica a lavar la ropa de la gente, pero no sé su apellido.
Al teniente López, le dolió en el alma, escuchar que una humilde lavandera había sido mancillada en su honor por un avezado delincuente....................
Continuaremos............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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