Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Siekik, totalmente sanado de la picadura de la víbora, gracias a la curación de la instructora, que en compensación la ascendió dándoles poderes tan altos, sólo por debajo de Kamokac y la última noche durmió con ella en su dormitorio; al día siguiente Seikik visitó el templo, donde su amante Nachamok, seguía muy entusiasmada dando inicio a los primeros días de la crianza del bebé varón, que lo consideraba como el logro más importante de su vida, de tener un hijo varón como su heredero; aquel mismo día, él programó su regreso a los dominios de la vivienda, que lo hará en compañía de Kamokac, quedando como responsable de los terrenos la instructora, a quien le encomendó no descuidar la crianza de su hijo; es bueno recordar que la instructora y Nachamok no tienen una pizca de empatía entre ellas, más bien parece que se guardan odio... ...sigamos el relato......
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue: El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia:
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
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Aquel día, Seikik con la cooperación de Kamokac, quien eligió a 80 guerreros que los acompañarán y los llevaron a los almacenes para entregarles quipes con productos comestibles que cargarán hasta los dominios de la vivienda; en todo momento la instructora estuvo presente verificando como la responsable de la salida de los productos de los almacenes, que serán repuestos con las cosechas que justamente estaban en plena acción; ya que el almacén siempre disponía de suficientes productos para asegurar la alimentación de los vasallos.
Entonces, partieron Siekik y Kamokac, pasadas bien avanzadas las horas de la mañana, muy pronto se llegará al medio día; una vez más salieron en día claro, que no era costumbre del joven líder, por lo peligroso que era, exponerse a las tribus invasoras que desde sus escondites observaban los desplazamientos buscando las condiciones favorables para invadir, justamente en la ruta del Sur, pululaban gentes errantes.
Siekik y su gente avanzaban muy rápido, por que aquella mañana, los elementos de la naturaleza estaba a su favor, ya que siendo invierno, toda la planicie se nubló, ocultando a los rayos del dios de la iluminación (El Sol), por lo que no existía fatiga ni cansancio en los caminantes; y ellos no podrían ser detectados gracias a la nubosidad terrestre (niebla).
Mientras tanto, en los terrenos cultivados que dejó Siekik, ahora a cargo de la instructora, ella comenzó a visitar los lugares del acopio de las cosechas, que eran terraplenes totalmente limpios donde los agricultores acopiaban acumulando los productos cosechados; la instructora estuvo trabajando en estas zonas, ella ya escogió los mejores productos que serán las semillas para la próxima siembra; luego pasó al cultivo del maní, que eran terrenos arenosos y sueltos y ya estaban próximos para las cosechas.
La instructora dio una vuelta completa a todos los terrenos cultivados; ella quería cerciorarse de toda la producción, hasta que llegó la segunda comida, era el atardecer, donde los agricultores abandonaban el campo para comer y descansar, allí ella, aprovechó para informarles que el líder Kamokac se ausentaría por varios días por que se fue acompañando al líder Siekik y que ella asumía la responsabilidad hasta el regreso del líder.
Para los vasallos, era una novedad que sea una mujer la nueva lideresa, que no les preocupaba mucho, con tal que haya trabajo y comida; pero, si había que tomar precauciones por las tribus invasoras que siempre estaban al acecho; que supuestamente detecten debilidad de liderazgo en los terrenos.
Por lo que la instructora, quien conocía muy bien a los vasallos, si se preocupó que 80 de ellos de fueron con Siekik, ella eligió a un grupo de 20 guerreros de los mismos agricultores para su protección, por que ella temía, que algún infiltrado de las tribus errantes haya ingresado como espía, no era fácil distinguir entre los vasallos, ya que casi su totalidad ellos pertenecían a esas tribus.
La instructora, siempre atenta por las comodidades de los vasallos, se preocupó por los guerreros que custodiaban los bosques de las entradas (Sur) que nunca les falte comida y abrigo; ella destinó a un grupo de guerreros para vigilar el Este, que si bien hacía mucho tiempo no era frecuentado por errantes, pero podrían regresar y pulsear las defensas, buscando la oportunidad para invadir.
La instructora, después de distribuir a los vasallos en las custodias, fue al templo, allí estaba Nachamok con su bebé recién nacido, ella observó que le habían llevado la comida que era especial para ella; pero, no la soportaba, y como recibió órdenes del líder Siekik, que ella también era responsable de la crianza del bebé, optó por tolerarla por los 40 días, que era el tiempo de la sanación después del alumbramiento.
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
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En los otros terrenos, Kamokac tomó el poder de los terrenos que fueron de Tankik, le fue fácil familiarizarse por que los conocía y comprobó que efectivamente no se estaba aprovechando la capacidad de la tierra cultivable, impartió órdenes para la distribución de los agricultores, como algunos terrenos disponían de riego permanente, los aprovechó para el sembradío de yucas y camotes.
Siekik, llegó a los dominios de la vivienda con provisiones, quien al llegar fue recibido por los líderes Renkik y Chamokik, éste último su lugarteniente y responsable de esta zona, le informó detalladamente de la marcha de las acciones que se ejecutaban.
Siekik, tenía preocupación por la construcción del gran templo, que será un edifico gigante, que estaba a cargo de vasallos especializados en la elaboración de los bloques de arcilla (adobes), quienes marcaban con un distintivo cada ladrillo de su trabajo (era el registro de marca).
Siekik, llegó al gigantesco terraplén de aproximadamente unos 40,000 metros cuadrados, destinados para la construcción del grandioso templo. Él pensaba que los logros (éxitos) alcanzados se debían a la protección de los dioses, por lo que había que construir un templo para su veneración; visitó la zona fabril, allí trabajaban 50 vasallos, especialmente dedicados a la elaboración de los bloques de arcilla (adobes) que siempre los marcaban con su señal a cada unidad (Registro de marca en estos templos), después de recibir la información detallada de los avances se retiró.
Seikik, regresó a la vivienda y se encontró con su pareja Nassanchak, quien había recuperado su hermosura que tuvo cuando fue soltera, ellos conversaron y ella le informó de las confecciones de los tejidos.
Después, Siekik regresó al gran patio, donde existía la fogata en honor a los dioses, que era asistida y atizada por la sacerdotisa Chosinik, quien al llegar la encontró totalmente transformada su figura femenina, cuya imagen era de una mujer provocativa con voluminosas caderas y abultado senos.
Siekik, había hecho un juramento de nunca más tener relaciones con ella; pero antes sus ojos tenía una mujer que esperaba que alguien pruebe tan delicioso bocado femenino.
Siekik se hizo el desentendido y le preguntó:
--- Chosinik. ¿Tal vez llegó el un búho, que mi padre lo llamó "El Búho de la suerte"?, hace muchos tiempo que no lo veo, es una ave, que está en la historia de este Asentamiento.
Chosinik, quien observó al líder como su hombre ideal y que sus relaciones nunca más regresarán, le contestó:
--- Oh Gran Líder, si llega de vez en cuando ese búho, que no me quiere, por que cada vez que me ve ulula muy triste y desaparece en la oscuridad.
Siekik, le dijo:
--- Mujer, no tienes que temer a un búho, esa ave trae buenos augurios, a mi padre le anticipaba con sus ululares que actos iban a suceder, quiero encontrarlo para averiguar algunas cosas..
Era justamente lo que quería escuchar Chosinik y le respondió:
--- Oh Gran Líder, si desea vaticinios para el futuro, yo puedo hacer esas tareas, por que tengo comunicación con los dioses, quienes me anticipan los acontecimientos que pueden suceder en el futuro.
Pero, el joven líder no quería caer en las garras de la sacerdotisa, que él rápidamente captó esa intención y le respondió:
--- Ya mujer, tu eres la sacerdotisa dedicada a la veneración de los dioses, te avisaré cuando haremos una sesión por alguna noche.
Mientras tanto, en los terrenos controlados por la instructora, se había acentuado el odio entre la instructora y Nachamok, por la crianza del hijo, que la responsable pretendía cuidarlo ella y la envió al trabajo a la madre y sólo le entregaba cuando el bebé quería lactar, era lo último que podía soportar Nachamok, quien decidió huir y regresar a la tribu donde ella perteneció.
Nachamok, un día por la tarde y que ella lo tocó estar en el templo lactando a su hijo, después de la segunda comida, disimulando la rutina ella siguió las acciones al anochecer, ya tenía un pañalón (manto) que le serviría para cargar en la espalda, ella así lo hizo y salió del templo en la oscuridad naciente y se dirigió al Este, donde estaba la ruta hacia sus tribu, el lugar estaba solitario y peligroso y expuesto a la furia de los elementos de la naturaleza como el ataque de fieras depredadoras, pero nada le detuvo, ella encontró la ruta acompañada de los rayos plateados de la diosa de la iluminación de la noche (La Luna).
Nachamok, caminó por las planicies (tierras eriazas) y no se encontró con nadie y llegó al cruce de los caminos muy frecuentado por los comerciantes, pero no había nadie en esa zona, era algo muy raro.
Nachamok, sabía que se estaba exponiendo a perder la vida por algún asaltante y que nadie la podía proteger y al mismo tiempo su acción de escapar se le castigará con graves penas, pero nada la detenía, ya a las primeras horas del siguiente día llegó a los terrenos de su tribu, donde casi la mayoría de los moradores eran mujeres, ella fue a la vivienda de sus familiares, quienes al verla llegar cargando un bebé en la espalda, se alegraron.
Nachamok, saludó a su familia y les dijo que se había escapado de una poderosa tribu, lo que les causó preocupación a ellos, le dieron posada con la advertencia, que ella tenía que regresar después que descanse, por que ella ya no pertenecía a su tribu, por haber parido de un hombre de tribu diferente....
Continuaremos.......................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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