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domingo, 21 de agosto de 2022

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCLXXIII.- El caporal Jacinto Pérez Maza; convoca a 10 trabajadores macheteros para defender a la casa - hacienda de un eminente asalto de bandoleros, y los arenga para pelear....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el caporal Jacinto Pérez Maza, quien conociendo de primera mano, que un trío de bandoleros habían planeado asaltar a la casa - hacienda y demostraron que eran crueles, por que asesinaron a un humilde pastor que los había visto; pero, el caporal no quería alarmar avisando el plan de los asaltantes, que podría poner en peligro la defensa; antes dialogó con el hacendado Miguel Valverde Torres, soltando ciertas palabras para que las capte la hija Melania Valverde Torres, que el caporal quería salir con ella para informarle del eminente ataque, y logró que él iría con ella a un potrero.... ..sigamos la historia..... 


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Jacinto Pérez Maza, como un bandolero que lo fue, conocía perfectamente de como se realizaban los asaltos a las casas - haciendas, que no siempre eran exitosos, por que los guarda espaldas actuaban demostrando coraje y decisión, y los asaltantes al entrar en inferioridad huían, y que muchas veces no tenían un plan definido para escapar y terminaban siendo asesinados por los defensores de los hacendados.
En este caso, los asaltantes cometieron graves errores, comenzando por asesinar a un humilde pastor y no retiraron su cadáver del camino; que seguramente pensaron, que así actuaban ellos cuando alguien se les cruzaba en el camino; pero esta "fuerza", para quien era, advertencia llena de soberbia, que bajo ninguna circunstancia se debió hacer este crimen, era el principio de su posterior derrota.
Como siempre todo asesino, le persigue la sombra del que lo mató, ellos aprovechando la oscuridad de la noche, regresaron al mismo lugar donde dejaron al muerto, y como esa maldición persigue al asesino, ellos estando allí abrieron la boca divulgando sus planes, creyendo que nadie los escuchaba, y fueron captados por el caporal Jacinto, que se encontraba a pocos pasos de ellos ocultado por la oscuridad de la noche, esta noche fue una "aliada" para ambos bandos.
Volviendo a la historia, salieron juntos Jacinto y Melania, ya estando solos, fue ella, ayudada por su intuición de mujer, que lo observó muy intranquilo al caporal y le preguntó:
--- Caporal, dime: ¿Qué fue del muerto que encontramos en el camino?
Jacinto, ya libre de la presión del hacendado y teniendo que hablar con toda la verdad, le respondió:
--- Señorita Melania, el muerto era inocente, lo asesinaron unos bandoleros, que él tuvo la desgracia de haberlos visto merodeando la casa - hacienda.
Melania, más inquieta y muy preocupada, le volvió a preguntar:
--- Caporal, tu ¿Cómo lo sabes?
Jacinto más tranquilo, tratando de desfogar sus preocupaciones internas, le contestó:
--- Señorita Melania, pues, fue fácil para mi; después que ustedes se fueron, yo opté por descansar a unos pasos fuera del cadáver, lo dejé sólo, y a la media noche llegaron tres jinetes, que no me detectaron por que me protegía la oscuridad de la noche y hablaron sueltos de huesos sobre sus planes que tenían.
Melania, más preocupada que nunca, le preguntó de nuevo:
--- Caporal, dime. ¿Qué planes tenían esos jinetes desconocidos?
Jacinto, que estaba obligado a compartir con Melania, para armar la defensa de la casa - hacienda, le respondió:
--- Señorita Melania, no se alarme lo que le voy a narrar, que por ahora no podía hacerlo delante del señor Miguel; estando allí, ellos narraron que todo estaba listo para asaltar la casa - hacienda y que lo harían hoy por la noche, no sé cuántos son, allí hubo tres de ellos, pero, puede ser más, por lo que vamos a regresar a la casa - hacienda, para reconocer todos los rincones, las puertas, escondites que yo no conozco, es muy urgente y no tenemos que informar a su padre, por que podría alarmarse y se malogre el plan de defensa que pienso implantar.
Melania, muy alarmada por la noticia que acababa de escuchar, le contestó:
--- Caporal, yo algo presentía, que nada estaba bien con ese muerto que encontramos, era un presagio de cosas peores, regresemos a la casa - hacienda sin hacer ruido, te enseñaré todas las salidos y entradas, los rincones y si tenemos una puerta disimulada desde el dormitorio para salir por la parte trasera que da a un matorral que expresamente se sembró, es puerta sólo la conocen dos personas mi padre y yo, y tu serás el siguiente, ninguno de los trabajadores del campo ni las cocineras lo saben.
Efectivamente, Melania, con la tremenda preocupación a cuestas, que no sólo eran las vacas que despertaban codicia, sino de los tesoros de la casa - hacienda; por lo que tenía que confiar en Jacinto y comenzó señalándole todos los escondites de algunos tesoros enterrados fuera de la casa, lo hicieron así por seguridad de algún ataque de asaltantes, que si lo hubieron muchos años atrás y que se hacía mucho tiempo que no se comentaba de asaltantes de casas, ya que la hacienda "La Encalada Vieja" nunca fue asaltada; pero, si con frecuencia las haciendas vecinas.
Jacinto, con la información acumulada en su cabeza que la recibió de Melania, él pensando exactamente como los asaltantes actuarían, le preguntó:
--- Señorita Melania, ¿Cuántos hombres tiene este sector?, le hago la pregunta por que quiero escoger a los defensores, ya que hoy tenemos que enfrentar a gente que vienen armados y decididos a matar.
Melania, temblándose de miedo, le respondió:
--- Aquí en este sector entre jóvenes y viejos trabajan 22 trabajadores, si hay un grupo de los que llamamos "macheteros", por que ellos manejan el hacha y el machete, son los encargados de la limpieza de los potreros, ellos rozan los montes, de ellos son los tres jinetes que mi padre te asignó.
Para, Jacinto le llegó la luz del Cielo y casi sonriendo, le volvió a preguntar:
--- Dígame señorita Melania, esos macheteros están cerca o lejos y donde viven.
Melania, un poco más tranquila al observar el semblante sonriente del caporal, le respondió:
--- Ellos están desparramados y duermen en chozas asignadas para el descanso, pero si lo suficiente cerca, ellos suman unos 13 hombres, incluidos los tres jinetes que te acompañan.
Entonces, el caporal comenzó a pensar en un plan de defensa para no alarmar a la gente, que justamente tenía a los tres jinetes macheteros, quienes conocían a sus compañeros, por lo que, Jacinto después de la información, le dijo:
--- Señorita Melania, voy a preparar la defensa, vaya usted a la casa y creo que si debe conversar con su padre, lo considero necesario que él lo sepa que hay planes de asalto a la casa - hacienda; yo trabajaré con los jinetes, con quienes iré al campo para conversar con los otros macheteros, se suspenderán las tareas que hayan sido asignadas, todos ellos almorzarán en la casa - hacienda, usted ordene a las cocineras preparar comida para la noche y para no alarmarlas les dirá que habrá fiesta, tenemos que ser muy discretos.
Melania, más sosegada, pero si con la preocupación, tenía que informar a su padre, que la hacienda "La Encalada Vieja" ha sido elegida por cuatreros y asaltantes, tal como sucedió con las haciendas vecinas, que si felizmente cuentan con un caporal que no les teme y defenderá la propiedad.
Jacinto, regresó al patio de la casa - hacienda y se encontró con los tres jinetes que lo habían estado esperando, quien les dijo:
--- Muchachos, en este momento nos vamos al campo que quiero conocer este sector de la hacienda.
Los cuatro personajes, ya fuera de la casa - hacienda, Jacinto, les dijo:
--- Muchachos, el muerto de la hacienda vecina, fue asesinado por asaltantes que el finado los vio, que ellos merodeaban la casa - hacienda y les escuché sus planes, por que ellos fueron a la media noche y conversaron entre ellos, y hoy nos asaltarán.
El jinete "Macetudo", intervino y le preguntó:
--- Caporal, usted tiene sangre fría, por que con esa información estaría muriéndome de miedo, por que esos asesinos demostraron que son crueles. 
Jacinto, sonriendo le respondió:
--- Hombre, yo no tengo miedo, sino no sería su caporal, claro que si hay que tomar precauciones para no ser presa fácil del contrario (enemigo), escuché que ellos hablaron por que no me vieron; pues, ahora quiero a 10 hombres más para defender a la casa - hacienda; como ustedes los conocen a sus compañeros quienes son y sus habilidades con el machete, se suspenden todas las tareas y con ustedes los conoceré a los demás.
Fue, "Macetudo", quien los llevó al potrero de los torillos, le llamaban así por que siempre se llenaba de toretes entre 2 a 4 años de edad, al llegar "Macetudo" saludó a sus compañeros que todos ellos sumaban unos 6 hombres, les presentó al caporal, quien en directo les dijo:
--- Muchachos, suspendan el trabajo que están haciendo, por que nos vamos a la casa - hacienda.
El otro jinete "Cabeza Grande", los llevó al potrero de las vaconas cimarronas, que les llamaban así a las vacas casi semi salvajes que demoraban para entrar en celo, allí encontraron a 4 hombres, igual fueron presentados al caporal, tal como los anteriores les dijo que suspendan sus tareas y que todos van a la casa - hacienda.
Al llegar al medio día, los 10 hombres macheteros, más los tres jinetes que les acompañaban, el caporal les dijo:
--- Muchachos, los hemos llamado por que ustedes son los mejores macheteros, que los necesito para defender a la casa - hacienda; hay planes de unos desconocidos jinetes que pretenden asaltar esta casa y según ellos lo harán esta noche.
Hubo murmullos entre ellos, pero ninguna disconformidad, sólo que fueron sorprendidos, uno de ellos si preguntó:
--- Señor caporal, nosotros no tenemos miedo y manejamos bien nuestros puñales (machetes) y estamos listos para defender la casa - hacienda, pero si tengo la curiosidad: ¿Cómo sabe usted sobre ese asalto?
Jacinto, sabía que le preguntarían una y otra vez, por que los asaltantes nunca divulgarán sus planes y sonriendo le contestó:
--- Muy simple muchachos, ellos me lo contaron dándome un abrazo para que lo impida.. jajajaja... Bueno hablando en serio, ellos mismos lo expresaron anoche cuando visitaron un muerto, yo estuve escondido a pocos pasos fuera del cadáver y ellos parlaron que sus planes de asaltar a la casa - hacienda ya estaban maduros y que harían hoy en la noche, así que los estaremos esperando, no sabemos si en este momento ellos nos están observando o tal vez vigilándonos, nosotros actuaremos tranquilos como si nada nos hubiésemos enterado.........
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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