Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Gustavo, ahora en franca recuperación hacia el bien, ya contratado como caporal, quien aplicando su astucia ya hizo frente a 4 bandoleros, quienes pretendían asaltar a sus jefes, quienes cargaban caudales en los bolsicos; ellos llegaron al anochecer al primer potrero, no encontraron a ningún pastor; pero, si había una choza bien mantenida y con provisiones, allí pernoctaron, cocinaron y merendaron y se acostaron; pero, Gustavo se levantó y caminó alrededor de la choza, ya que en apariencia todo estaba normal; pero, al regresar a la sala, tuvo un presagio que estaban siendo vigilados desde el exterior; él despertó a los jefes, todos salieron gateando hacia la parte trasera; pues, efectivamente los 4 bandoleros que habían pretendido asaltarlos en la hoyada profunda que al ser sorprendidos huyeron, esos mismos recapacitaron y regresaron por ellos y los siguieron hasta la misma choza y han decidido asaltarlos a la media noche... sigamos la historia.............
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
En el mundo de los asaltantes, existían muchas vicisitudes que les fueron adversas y en otros casos gozaron con los éxitos robando todos los caudales de sus víctimas; este mundo terrenal fue creado obedeciendo a dos fuerzas: El bien, donde se ubican los seres honrados y trabajadores que logran acumular grandes fortunas como fruto de su trabajo; y al otro lado están las fuerzas del mal, donde se ubican los asaltantes quienes no trabajan no logran el fruto sudando su frente, sino atacando y usurpando por la fuerza los caudales que los seres del bien que lo lograron gracias a su esfuerzo aplicando su inteligencia que les permitió el éxito.
Volviendo a la historia, tal como lo había previsto Gustavo, los asaltantes ya estaban allí donde ellos pernoctaron; pero, Gustavo no tenía la certeza si estos eran los cuatro asaltantes u otros, sus presagios le avisaron que eran vigilados y desde esa distancia con ventaja completa para los facinerosos; estos probables asaltantes sólo esperaban la ocasión para el asalto, que todo indica que sería a la media noche y estos facinerosos eran los vigilantes, por lo que Gustavo los distrajo, saliendo todos ellos del interior de la choza gateando que la oscuridad de la noche no les notarían sus movimientos.
Entonces, Gustavo, después de enviar a Pablo Campos a investigar a los matorrales y árboles grandes, que coincidían con el camino de entrada al patio de la choza; por lo que él y Liberio Huamán, se preparaban para enfrentar a los probables asaltantes.
Gustavo, pensó en tender una nueva trampa a los asaltantes y razonó en una alternativa en dejarlos entrar a la sala de la vivienda y ellos sorprenderlos desde afuera, pero existía la desventaja que se desconocía si todos entrarían o tal vez algunos se quedarían en el corredor de la choza.
Pero, si había otra opción que sería rodear a los asaltantes que estando detrás de ellos, se elegiría el punto más vulnerable como matando uno o dos individuos, que obligaría a huir a los restantes.
La otra opción, era enfrentar a los asaltantes desde todos los costados, tal vez no era aconsejable, pero sí válida, por que los asaltantes perdieron la ventaja de la sorpresa, que era el arma decisiva en los asaltos, pero en esta ocasión ellos no tenían nada a su favor.
Mientas tanto, Pablo Campos, quien contaba con la ventaja de conocer el terreno, él llegó al árbol más grande, lo hizo serpenteando, quien acompañado por la oscuridad de la noche, como este árbol era grueso, él subió hasta un gancho y desde allí observó y detectó que efectivamente había un grupo de hombres que se habían apeado de sus monturas y conversaban entre ellos en voz muy baja que no se podía escucharlos; él calculó que eran 5 hombres y con esa información regresó y cuando llegó dijo:
--- Acabo de ver a 5 individuos, quienes se han apeado de sus monturas, ellos conversan en voz baja, sus movimientos es bajando medio cuerpo hasta la cintura, en esa posición gacha miran la choza, pero no pudieron detectar los movimientos que nosotros hicimos gateando, se les nota muy confiados, no sabemos si el asalto lo harán montados y atacarán al galope o lo harán caminando en grupo...
Con la información de Pablo Campos, que confirmó el presagio de Gustavo, quien ya tenia un plan de defensa que consistía en esperar a los 5 asaltantes que seguramente atacarán en grupo, y ellos los 3 se ubicarán a los costados de la choza y desde allí, observarán a los asaltantes acercarse y que estando a su alcance atacarán sin piedad a los vulnerables, no había otra opción de luchar hasta la muerte.
Efectivamente, los asaltantes se pusieron de acuerdo, confiados que nadie los había detectado y asaltar a la media noche y lo harán al tropel y gritando para sorprender a sus victimas, era la opción más usada por los bandoleros, ya que ellos amedrentaban y dominaban creando el terror en sus víctimas, quienes sorprendidos no atinaban devolver el ataque con ventaja.
Pero, los asaltantes desconocían, ya que fueron detectados y que los sorprendidos serán ellos, no había ninguna ventaja a favor de los 4 asaltantes que pelearán contra 3 defensores muy aguerridos decididos a ofrecer sus vidas, defendiendo sus tesoros que legítimamente les pertenece.
Pasaron las horas, calculando que se estaba acercando a la media noche, que se podía precisar algunas veces por el vuelo de las aves nocturnas cazando sus presas, o otras aves que trinaban la hora; los jinetes bandoleros montaron sus caballos, Gustavo y los dos ganaderos tendidos en el corredor de la choza, quienes estando tumbados ya tenían la ventaja de atacar al primer asaltante que se apearía o dejarlos entrar a todos y cerrarles la puerta y desde afuera conminarlos a salir para defenderse, una vez más la sorpresa era el arma decisiva para Gustavo y los dos ganaderos..
Entonces, los 4 asaltantes cogieron las riendas de sus caballos y el jefe levantando la voz, exclamó:
--- ¡¡¡ Muchachos al ataque que los caudales serán sus suyos !!!
Los asaltantes picaron las panzas de sus caballos con las espuelas y se lanzaron al ataque, rápidamente llegaron al patio, siendo la cabeza el jefe llegó al corredor frente a la puerta, quien al ver la puerta abierta totalmente sorprendido frenó su caballo y lo hizo tan bruscamente que el caballo al parar en seco expulsó al jinete por los aires cayendo tumbado sobre el corredor justo al lado de Gustavo, quien no dudó y le clavó un puñal en el pecho matándolo en el acto.
Los tres restantes asaltantes al ver a su jefe muerto, por el gemido moribundo que exhaló, trataron de dar marcha atrás; pero, Pablo Campos, quien se levantó y logró coger las riendas de un caballo que al frenarlo el animal corcoveó arrojando por los aires a su jinete, quien cayó al suelo boca abajo, que Gustavo no esperó que se mueva clavándole su chaveta en los pulmones, el infeliz muriendo ahogado por su propia sangre.
Los otros dos jinetes, si logaron controlar sus caballos, quienes al voltearlos y huyeron perdiéndose en la oscuridad de la noche; por lo que Gustavo y los dos ganaderos encendieron los mechones y siempre manteniendo la guardia.
Gustavo, cargó uno por uno los cadáveres hasta la picota que estaba ubicada en la mitad del patio, en esos momentos se oscureció más la noche y brillaron los relámpagos en el horizonte con el estampido de los truenos anunciando lluvia, que no pasaron unos minutos y comenzaron a caer gotas grandes y empezó la lluvia torrencial, que no dio tiempo para más, a los defensores tratando de protegerse en el patio de la choza.
Estando allí, los tres defensores se pusieron a conversar y fue Gustavo, quien les dijo:
--- Por lo que sucedió, creo que fueron los mismos asaltantes que nos esperaron en la hoyada profunda, yo me equivoqué, pensando que ya no nos seguirían; pero, estos fueron tercos y pagaron con su vida parte de ellos; pero, si hay problemas al haber huido dos de ellos, que siempre tendremos que estar en guardia esperándolos que en cualquier momento nos visitarán por que ya conocieron donde ubicarnos.
Pablo Campos, quien también pensaba, le respondió:
--- Gustavo, te agradecemos la defensa que hiciste en nuestro favor, que si tu no estabas ya nosotros habríamos muerto; pues, eres muy inteligente y aplicas con sabiduría tu experiencia, igual que tu también me preocupa los dos individuos que huyeron, creo que ellos regresarán para vengar la muerte de sus compañeros; pero, nosotros siempre los estaremos esperando listos para defendernos.
Gustavo, si notó una falla garrafal alrededor de la choza que no contaba con vigilancia y les contestó:
--- Señores, tenemos que establecer puntos de vigilancia, por lo que observé, la choza estaba desprotegida y abandonada a su suerte, recuerden que ya somos un objetivo para los bandoleros y tenemos que prepararnos para enfrentarlos vigilando sus movimientos a tiempo, ellos son pacientes siempre acechan buscando la parte más débil de su víctima, y ustedes en adelante tendrán que viajar acompañados de guardaespaldas.
Era un jalón de orejas para los ganaderos; quienes nunca antes fueron víctimas de los asaltantes, como sus tierras estaban muy lejos de las rutas que frecuentaban los bandoleros, se creyeron libres de estos asaltos; pero, todo cambió, cuando por casualidad fueron observados por asaltantes cargando caudales sin guarda espaldas.
Justamente, el flamante caporal tenía que realizar mucho trabajo y siendo él uno de los ex bandoleros aplicaría su experiencia para combatirlos y como la noche estaba entera, y la lluvia seguía cayendo a raudales fue Gustavo, quien dijo:
--- Señores, vayan ustedes a dormir, que yo haré de guardia hasta la madrugada, luego lo hará usted don Pablo hasta el amanecer.
Pablo y Liberio ingresaron al interior de la choza, pero tenía muchas goteras........
Continuaremos..............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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