domingo, 29 de junio de 2025

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCCLXIX.- Don Luciano Castillo, que como padre trató o intentó buscar algún indicio que su hija Irma y el caporal Erasmo Huamán, mantenían un romance; pero, no encontró nada, si incomodó a toda la familia con una pegunta impertinente.....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; los asaltantes integrantes de la Banda "Los Errantes", en una acción de suma confianza presumiendo que lograrían el éxito en su empeño para asaltar a la Hacienda "La Pampa Encantada", se atrevieron alardear lo que harían con los caudales que arrebatarían; que motivó la reacción del jefe, quien si era más realista y tuvo que llamarles la tención, indicándoles que pongan los pies sobre la tierra y pisen fuerte, ya que estaban pensando con aires gaseosos y volátiles, que hasta el momento todo era sólo un plan; mientras tanto, en la hacienda, Irma quien era hija de los hacendados, todo indica que estaba enamorada del caporal Erasmo Huamán, a quien lo soñó y ella le expresó sus sentimientos hablando dormida y que su padre, quien sufrió un insomnio, la escuchó por dos veces consecutivas las palabras amorosas, lo que le alarmó, y para saber si existía un romance entre ellos, trató de comprobarlo en el momento que compartían los alimentos.... sigamos la historia................


Aquí en la imagen observamos una casa típica de la  Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú;  Es una construcción de adobe con un techo de tejas rojas y agua, en el techo distinguimos un fantasma que viene a ser " El Rey de las Tinieblas": Satán, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para entender la narrativa de la obra literaria:  "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA ", esta imagen será nuestro símbolo y logotipo de identificación en la creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Registro Partida Nº 00393-2010, Asiento 01, de fecha 27 de marzo de 2010 por el INDECOPI.



Este es el símbolo de  la Marca Perú, que distingue todos los productos elaborados por peruanos.

Continuando con la historia, don Luciano Castillo, esperó hasta la cena siguiente donde se reunirán los miembros de la familia y los dos caporales, hubo diálogo fluido, como era habitual, se comentó que el día pasó con normalidad, eran momentos que el caporal Erasmo Huamán infundía tranquilidad, ya que todo estaba bajo control y que no serán sorprendidos por asaltantes, gracias a la vigilancia de los peones colocados en todos los sitios fijos de las entradas que pudiesen ser usados por intrusos.
Pero, como don Luciano Castillo, quería convencerse, si existiría un probable romance de su hija Irma y el caporal Erasmo Huamán, si comprobó que ella lo miraba con tanta pasión y cambiaba la mirada a su familia, hubo un detalle, ella ya no hablaba mucho y cuando lo hacía era para elogiar el trabajo de Erasmo Huamán en sus preguntas y comentarios, si hubo otro detalle ella nunca miró a Florián, por lo que todas sus miradas se concentraban hacia Erasmo Huamán, quien si se dio cuenta y lo disimulaba bajando la cabeza y evitaba a toda costa corresponder a tan insinuantes miradas amorosas de Irma.
Erasmo Huamán, también estaba enamorado de Irma; pero, era muy realista de que tal vez un romance entre ellos nunca sería realidad, por la abismal diferencia, sabiendo que él, era tan sólo un peón, tanto así que evitaba enojar a los patrones, teniendo múltiples tareas en mantener la seguridad y el trabajo en la hacienda y el ritmo de la producción ganadera; si era cierto que ambos sabían que se habían enamorado; pero, por ahora era algo imposible de prosperar para poder compartir y disfrutar ese amor casi imposible evitando fijar una mirada al amor de su vida, que era naturalmente Irma, todas las noches recordaba sus suaves manos cuando lo curó de su herida en la pierna.
Don Luciano Castillo, quien no perdió ningún detalle en observar los cambios de miradas y que esta noche no existieron, lo que por ahora lo tranquilizó y siguió comiendo y comentando la marcha del trabajo de la hacienda.
Pero, lo que no sabía don Luciano Castillo, que su esposa Catalina, tenia los mismos presentimientos que su hija se había enamorado del caporal Erasmo Huamán, que al principio la afligió por ser él un simple peón con cargo elevado; pero, ya cambió de parecer y estaba dispuesta en aceptar que su hija se case con el caporal, si eso la hacía feliz; pero cargaba con la tremenda preocupación, de como sería la reacción de su esposo cuando se entere del probable romance, que conociéndolo que era muy orgulloso, violento e imprevisible, pueda originar un crimen asesinándolo por considerarlo poca cosa para su hija y lo peor romper el romance enviándola al Ecuador, tantas cosas pasaban por la cabeza de doña Catalina.
Pues, ahora ya eran los dos esposos los afligidos, sin saber que ambos sospechaban que su hija y el caporal mantenían un romance y que lo ocultaban tan bien que nadie sospechaba a excepción de ellos.
Los padres hacendados, no tuvieron un sólo indicio que pudieran descubrirlos abrazados o conversando solos en el campo, que de hacerse realidad, nada podrían hacer por que Irma, tenía un carácter fuerte y fácilmente imponía su voluntad.
Sin embargo, en la realidad no había ningún romance, tan sólo era un amor platónico, todo era fruto de la imaginación y lo que si era cierto, que los protagonistas ambos estaban enamorados y que si aún no se declaraban, por que tan sólo buscaban una oportunidad que lo haga propicio.
Mientras tanto, el caporal Erasmo Huamán, completamente inocente, de las preocupaciones mentales de los hacendados, recibió una pregunta directa del hacendado:
--- Erasmo, además de las zonas que controlas: ¿Tienes tiempo como para visitar los campos que controla Florián?, y si lo haces: ¿Es por la mañana o las tardes?, te hago la pregunta, por que me sorprende tu agilidad en caminar y cubrir toda la hacienda, ¿qué puedes decirme?
Erasmo Huamán, sintió un impulso de autodefensa que el patrón algo estaba sospechando y que no le gustaba su trabajo, ya que él, se cuidaba en no entrometerse en el trabajo de su colega, tal como él lo practicaba en su zona de trabajo; pero, le llegó la luz rápidamente a su mente, que estaban sospechando que él e Irma se estaban viéndose en los campos de Florián, si tuvo que despegar su garganta por la saliva que pasaba por su incomodidad  y reprimiendo su enojo con actitud de tolerancia y fingiendo una sonrisa y se cuidó de no mirar a Irma y clavando su mirada muy firme a los hacendados, le contestó:
--- Patrón, tengo tanto trabajo en mis campos, como controlando el pastoreo del ganado y la distribución de las tareas de los peones y al mismo tiempo la vigilancia, que soy Yo quien necesita la visita  de Florián, para que me de una mano, no sé por que me pregunta esas cosas; pues, no se preocupe jamás he invadido ni nunca lo haré el trabajo de mi amigo Florián y creo que él, también tiene mucho trabajo, ya que criar y mantener vacas no es una tarea fácil como para estar vagando en terrenos que no controlamos.
Doña Catalina, se dio cuenta de la impertinente y malcriada pregunta de su esposo, y hasta lo consideró como un estúpido comportamiento, y tratando de apaciguar los ánimos, ella intervino y dirigiéndose a su esposo, le dijo:
--- Luciano, entiendo tu preocupación por la marcha de los trabajos de la hacienda y estoy completamente segura que nuestros caporales hacen lo mejor el desempeño en sus trabajos y quizás el más recargado es Erasmo, por la protección de la hacienda ya que sus campos coinciden con las entradas y salidas; así que ambos no creo que dispongan de tiempo como para juntarse en los campos y parlar un rato... jajajaja...
Don Luciano Castillo, reaccionó aceptando su grave error y que había incomodado a todos por sus infundidos celos, que hasta su propia esposa intervenga haciéndole conocer lo mal que estaba procediendo y dirigiéndose a Erasmo Huamán, le dijo:
--- Erasmo, estoy tan preocupado por la posible invasión de asaltantes, que te hice semejantes preguntas que incomodó a todos, por lo que acepta mis disculpas, que Yo sigo feliz con el trabajo que haces en bien de la hacienda y mi esposa es la más entusiasta y agradecida por los múltiples trabajos que hacen, así que Erasmo tienes toda mi confianza.
Esta vez, Erasmo Huamán, sonriendo miró con detenimiento a Florián que incluso le puso la mano derecha sobre su hombro  y poniendo paños fríos; contestó mirando al hacendado:
--- Don Luciano, nosotros como sus caporales cargamos todo el peso de la protección y producción de la hacienda y nunca les fallaremos, duerman con tranquilidad y Yo haré lo mismo, por que mañana habrá mucho trabajo por hacer...................
Continuaremos.........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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