Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de la Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior el Bandolero Huamán huyó de Cuchayo ante la presión de los deudos de sus muertos en horas de la madrugada en bronca con gente que vino desde Ayabaca al mando del Bandolero Santiago "Cabeza de coche" guiados por Andrés un oriundo de Cuchayo que deseaba la expulsión del bandolero, éste hombre murió atacado por Melesio "el cojo" y justamente la viuda de Andrés y parientes de los otros muertos pedían la cabeza del bandolero Huamán y como siempre ante momentos de definición huía como un cobarde.
Mientras en la guarida estaba Melesio "el cojo" y otros huestes esperándolo, pero el bandolero Huamán sacó polvareda y huyó pensando seguramente en un regreso posterior cuando los ánimos se calmen; no llegó a saber que mientras excavaba "su entierro" fue observado por uno de sus jinetes, y cuando la bulla y el murmullo de los deudos de los jinetes muertos se hacía más candente y llegaron a las cercanías de la guarida, Melesio "el cojo" sale al frente y trata de dialogar y dirigiéndose al tumulto dijo:
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA" , esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog.--- Amigos, comprendo perfectamente lo afligidos que se sienten al conocer que uno de los suyos ha muerto en una bronca esta madrugada; yo estuve allí junto con tres jinetes hicimos frente a numerosos asaltantes que vinieron por nosotros desde Ayabaca, y me tocó a mi justamente encabezar al grupo de defensa y como la noche estaba muy oscura y al notar y distinguir al primer atacante me lancé sobre él y lo maté, lo mismo hicieron los tres compañeros, lamentablemente las fuerzas superiores de los atacantes dieron muerte a esos jóvenes y solamente me quedé vivo yo.
La señora de Andrés, que aún no sabía si su esposa era uno de los muertos, interrumpió y dijo:
--- Señor Bandolero, usted es nuevo por esta zona ¿y como hizo para salir con vida? hay algo raro en esa "suerte" , tengo entendido que los atacantes que vinieron desde Ayabaca eran en realidad de Culucán y a ese grupo se unió mi esposo Andrés, por favor digame: ¿Si a ese atacante que usted mató, es él?
Melesio "el cojo" sintió que s ele movía el piso y ya no podía ocultar tanta evidencia y él era el asesino y tratando de salvar su pellejo contestó:
--- Escucheme Señora por favor, voy a volver a repetir la noche estaba muy oscura y en esas circunstancias salté sobre el primer atacante y lamentablemente sin saber quien era y lo maté y fue Andrés, usted entenderá que en aquellos momentos la vida esta en juego y gana el atacante o el defensor, en este caso gané yo como defensor del grupo de Cuchayo, me duele en el alma que haya sido muerto Andrés, no fue mi intención hacer semejante crimen contra él.
La ahora viuda de Andrés empezó a llorar amargamente la trágica muerte de su esposo; pero reaccionó como un instinto de superviviencia y había que castigar al causante de tanta desgracia quien era el bandolero Huamán; la señora que llevaba una chaveta lista para atacar debajo de su rebozo, sacando fuerzas gritó a viva voz al grupo de gente que la acompañaba y los arengó a atacar a los bandoleros y dijo:
--- Vamos atacar a los bandoleros asesinos
Y cuando ellos se dirigían decididamente contra Melesio "el cojo" y sus huestes, llega en ese momento el jinete que conocía la existencia del "entierro" del bandolero Huamán la viuda de Andrés lo atrapó por el cuello y le puso la chaveta a la yugular y el joven jinete tratando de salvar su vida, habló a la señora que el bandolero Huamán acaba de huir y que sin saberlo alguien vio su "entierro" y ese soy yo y está debajo de la "Piedra Grande", además dijo que había escuchado la conversación muy temprano que se había acordado dar la viuda de Andrés 5 talegas de plata de 9 décimos; al escuchar esta explicación la viuda apretó más el cuello del joven jinete y éste que intentaba salvar su vida dijo:
--- Por favor señora no me mate, estoy diciendo la verdad, pregunte a Melesio, él, sabe toda la verdad y si usted me suelta en estos momentos vamos todos a la Piedra Grande y desenterramos los caudales del Señor Huamán y con ello se compensará la muerte de los cuatro jinetes de esta madrugada.
Como todo indicaba que le joven jinete decía la verdad, la señora viuda de Andrés aflojó la presión contra su presa y sin soltarlo dijo:
--- Amigos, si este muchacho dice la verdad, pues vamos a la Piedra Grande y si efectivamente allí está el "entierro del bandolero Huamán"sacamos los caudales y nos repartimos en partes iguales y guardamos como un fondo para todos aquellos padres que no están presentes aquí y que perdieron a sus hijos en las incursiones que hacía el bandolero Huamán.
Melesio "el cojo" quien trataba de salvar su vida y como su jefe huyó, no pudo contener a la muchedumbre y accedió a acompañarlos hasta el lugar del "entierro" y estando allí rápidamente excavaron ya que el terreno había sido removido por el mismo bandolero; al retirar la tierra encontraron un gran cofre forrado en cuero hubo que utilizar la fuerza de cuatro hombres para sacar el cofre del interior de la tierra, lo abrieron y estaba lleno de talegas de plata de 9 décimos, también habían esclavas, pulseras y cadenas de oro, brazaletes y medallones de oro; igualmente había una barra de oro macizo que probablemente pesaba entre 20 a 25 libras, era el caudal más cuantioso y ese fue usurpado de una hacienda ecuatoriana que queda cerca a Cariamanga; todos estos caudales habían sido acumulados durante 15 años de atracos y robos a muchas familias adineradas y algunos de estos propietarios murieron en defensa de lo suyo.
Los allí presentes, como Melesio "el cojo" y sus jinetes no podían creer lo que miraban sus ojos y éste trató de poner orden para distribuir los caudales y dijo:
--- Como aquí hay más de lo que se había pensado, vamos a repartir empezando por la viuda de Andrés que se acordó darle 5 talegas de plata y así sucesivamente se entregará a cada familiar como una compensación por la muerte de sus allegados y como tenemos muchos caudales más, tendremos que entregar parte de estos a los jinetes que nos acompañan, ya que muchos de ellos participaron en las incursiones que hicieron con el jinete Huamán y aún más si podemos identificar algún dueño le devolveremos lo usurpado.
Semejante "discurso" animó más a la gente a matar por el dinero y creo que nadie en su sano juicio si se puede llamar así creía en las palabras de Melesio "el cojo" ¿Por qué tanta generosidad? se preguntaban y como la masa de la gente estaba llena de avaricia todos se abalanzaron contra el cofre y arrebataron todo su contenido, entre ellos la viuda de Andrés que logró hasta 8 talegas de plata y medallones de oro y rápidamente se fue para evitar que otros allí presentes le arranchen lo recaudado, los únicos perjudicados fueron los jinetes que casi nada les tocó y en el momento de la confusión Melesio "el cojo" llegó a capturar la barra de oro macizo y se escabulló entre la multitud y desapareció.
Así terminó la presencia del bandolero Huamán en Cuchayo, perdió todo lo usurpado y es más la gente de esa comarca se envalentonó y acordaron perseguir al bandolero si se atreve regresar para que nunca más tolerar su presencia, tanta desgracia había ocasionado a muchas familias de muertes en incursiones que siempre él se llevaba todo el monto de lo usurpado y daba sólo unas migajas a sus acompañantes. Esperamos la respuesta del bandolero Huamán.... continuaremos....
Guillermo Gonzalo Sánchez Achuteguiayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
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