Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; mientras que Mónica Ronceros, cuando ingresaba al Cafetín del Hospital, encontró a un médico de nombre: José Llanos, con quien compartió su mesa, como aún le alistaban su pedido, que era dos tazas de café para los enfermeros del Tópico y una para ella, en el transcurso de ese tiempo se acercó el médico José Llanos a su mesa, y entablaron una larga conversación, ya que rápidamente hubo simpatía mutua; que incluso avanzó a conocerse sentimentalmente, al menos hasta allí iban conversando....
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Mientras, Mónica Ronceros y el médico José Llanos, estaban profundamente concentrados; compartiendo su naciente amistad, que incluso el Galeno le confesó sus intimidades como: su separación con su pareja, encontrándose soltero, tal como ella lo estaba: soltera y sin compromiso serio...
En aquellos instantes, llegó el pedido de su taza de café, y el mesero le dijo:
--- Señorita, ya se llevaron las tazas de café al tópico, y los enfermeros le envían su agradecimiento, y aquí tiene la taza suya, se ha escogido un café puro el mejor que ofrece esta cafetería, le deseo buen provecho, y estoy a sus ordenes, si tal vez desea servirse algo más.
El mesero se retiró, lo que fue aprovechado por Mónica para endulzar su taza de café, y como era un hospital; tenía la alternativa de dos clases de azúcar: Rubia y blanca; la joven mujer se decidió por el azúcar rubia, ante la atenta mirada de su flamante amigo el doctor Llanos; quien le dijo:
--- ¡¡¡ Caramba es usted una dama inteligente !!!
Mónica, un poco sorprendida, le contestó:
--- Doctor Llanos: ¿Por qué esa expresión? y ahora : ¿ Que hice que le llamó la atención?
El doctor Llanos que deseaba que se relaje un poco la amena conversación que mantenía con su flamante amiga, le respondió:
--- Amiga, acaba de usar el azúcar saludable para su organismo; el azúcar rubia es un producto, que se le puede llamar como: Producto natural, y es así, por que contiene pocos productos químicos y se adapta para cualquier organismo; incluso nosotros lo recetamos en muchos casos como un endulzante óptimo para convalecientes.
Mónica, sabiendo que estaba conversando con un médico, agradeció los nuevos conocimientos, y le dijo:
--- Doctor Llanos, yo sabía que el azúcar rubia es el mejor condimento en muchas recetas culinarias; pero no sabía que la Medicina también la usa como recetas, muchas gracias por lo que estoy aprendiendo.
Luego de endulzar su taza de café, Mónica llevó a la boca la taza del humeante café, levemente bebió algo por lo caliente que estaba; pero fue un alivio al gélido frío que en ese momento reinaba en el medio ambiente, que fácilmente era controlado por la simpática conversación de dos personas que acababan de conocerse que iba avanzando a conocerse sentimentalmente, y esta vez fue Mónica, quien tomó la conversación y le dijo:
--- Doctor Llanos, dijo usted que cura corazones con brillantes operaciones quirúrgicas, pero no puede curar el suyo, dígame: ¿ Es usted cardiaco?
El doctor Llanos; soltó una carcajada de buena gracia por la inocente pregunta de Mónica, y calmándose le contestó:
--- Mónica, usted me pregunta si tengo alguna enfermedad cardiaca; pues le contesto: Ninguna, pero si mi corazón sufre de otra enfermedad y esa se cura encontrando el amor, o sea tal vez encontrando mi alma gemela...
Mónica, un poco ruborizada, por que entendió, que el médico sin mencionar su nombre, indirectamente le estaba diciendo que estaba soltero y buscando el amor, y que ella era la candidata a suplir esa necesidad sentimental y para controlar el momento muy embarazoso; ya que ella si estaba enamorada de Olzagon, y si cambiaba de parecer, sería Olzagon el primero en saberlo y dijo:
--- Doctor Llanos, cuanto siento que esté atravesando, un momento de soledad; pero tiene solución, usted seguramente tiene muchas amigas médicas, pues escoja una de ellas y solucionará su problema sentimental.
El médico Llanos, sintió un remezón en todo su cuerpo, por que había sido muy aventurado en pensar que tenía a su alcance a una joven bella y soltera con quien podría iniciar una relación; pero parece que ella no estaba interesada por él, o tal vez trataba de esquivar a la insinuación, por que estaba comprometida con otro hombre; tantas conjeturas pasaban por su mente, y le dijo:
--- Mónica, no es tan sencillo, ya tuve a una colega como mi pareja, no funcionó y nunca fuimos felices; no quiero repetir el mismo error, mas bien he pensando en unirme a los brazos de alguien que le guste beber una deliciosa taza de café jajajajajaja..
Grave imprudencia, que fue mal recibida por Mónica, por que según ella; él no la tomaba en serio, pero ella de inmediato lo pensó mejor, por que si a él, le gustaban bromas o hacer sornas, recibirá la suya y le contestó:
--- Doctor Llanos, parece que usted tiene desarrollado el sentido del humor, pero se equivoca en su percepción de que las mujeres que tomamos una taza de café y alguien se acerca, es para hacer parejas; no es por que buscamos compañía en aceptar su presencia, sino hacemos una obra de piedad para no dejarlos en ridículo con la taza en el aire; yo nunca escogería como pareja a alguien que habla bobadas jajajajajajaja...
Motivo suficiente para el aludido, quien se levante de la mesa y huya con la cara avergonzada; pero ya había el incidente anterior, de que ella lo detuvo, e insistió con tremenda cara dura contestándole:
--- Mónica, parece que no le gustan las bromas, no fue mi intención usar la ironía para amenizar la conversación, sino para divertirnos un poco; pero hablando en serio, si deseo ser su amigo, le voy dejar mi tarjeta, allí tiene mi teléfono y llame cuando se encuentre sola o haya entendido, a quien en soledad esperará su llamado.
Luego el médico Llanos, se paró y llamó al mesero, pidiéndole la cuenta de la mesa; pero Mónica era muy orgullosa y jamás permitiría que alguien le pague su café; además, eran tres tazas, su reacción fue de inmediato y le dijo:
--- Gracias doctor Llanos, pero mi cuenta la pago yo..
Muy tarde, por que el doctor le dio un billete grande al mesero y este se retiro a caja para saldar la cuenta y retornar el cambio.
Entonces, Mónica con su agilidad mental, quiso reparar la conversación o por lo menos invitarlo en forma vinculante a donde ella trabajaba y agregó:
--- Gracias doctor Llanos, no era necesario, pero todo en la vida tiene una respuesta, lo invito a ir al restaurante pasado mañana a almorzar, yo lo atenderé dándole a elegir los mejores platillos, y el que usted elija será por mi cuenta, y no me conteste que no tiene tiempo; es un reto para conocer a alguien que con sorna pretende conquistar pareja, aquí tiene la tarjeta del Restaurante Campestre "Buen Aire" para que no se pierda. Y si usted no va, lo interpretaré ¿quién es usted?...
El doctor Llanos recibió la tarjeta y la guardó en el bolsillo de su camisa y con mucha cortesía se despidió de Mónica, quien nunca se paró para despedirlo.
Mónica, que le faltaba solo un sorbo más de su taza de café, llamó al mesero y pidió una nueva taza, ella pensó que valía la pena disfrutar la tarde que sin proponérselo le trajo novedades.
Luego de terminar su nueva taza de café la joven mujer, se paró fue a caja y canceló, salió y fue directo a la sala de reposo donde descansaba Olzagon; al pasar por el tópico, los jóvenes enfermeros le agradecieron y a la vez la felicitaron y ella les preguntó:
--- ¿Por qué me felicitan, si nada hice para ello?..............
Continuaremos............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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