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domingo, 26 de noviembre de 2017

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo CDXXIX.- Cipriano y Florentino, impiden exitosamente el asesinato que se pretendió hacer a don Nicanor Gallo

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Cipriano Culquicondor más conocido como "El asesino que no mira atrás", custodiaba la fiesta de la landa del rico ganadero Nicanor Gallo, este trabajo lo hacía junto a Florentino García; se tuvo que hacer una narración de una de las razones: ¿Por qué? se infiltraron dos individuos: Gabriel y Pedro, contratados por Aníbal, quien perdió a su hermano en un intento de asalto a don Nicanor Gallo, por lo que estos dos individuos ya tenían cubierto en el patio interior a don Nicanor completamente borracho(ebrio); pero ellos no sabían que eran acechados y listos para atacarlos por Cipriano y Florentino.....

Aquí en la imagen observamos una típica casa en laComunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Fue necesario precisar las razones¿Por qué? fueron contratados: Gabriel y Pedro por el bandolero Aníbal, quien perdió a su hermano; pero esta muerte nunca fue del conocimiento de don Nicanor, por que los familiares del muerto, al día siguiente de su trágica muerte, le dieron entierro en la misma quebrada junto a su noble caballo, por lo que no trascendió la desaparición del difunto, por si acaso su muerte tendría que ser vengada....
Gabriel y Pedro, ya tenían cubierto al dueño de la casa, pero esperaban que termine de mear (miccionar); ellos pretendiendo ser muy generosos, le concedieron como "última gracia", que de rienda suelta para desocupar la última gota de la vejiga.
Don Nicanor, en estado etílico avanzado, apenas se podía sostener de pie; aún así lo hacía muy contento, por que no hay mejor placer del ser humano, que hacer sus necesidades fisiológicas, cuando se está bebiendo licor..
Probablemente, nos estamos acercando a las 24:00 horas del día (noche), había un silencio exterior, solo interrumpido, por el toque de las guitarras del interior, no corría viento, no había algún ulular de una lechuza, todo era paz y tranquilidad, parecía que fuerzas siniestras, habían preparado aquella noche, para recibir a la "señora esquelética"(la muerte) quien con la guadaña al ristre, ya había decidido llevarse por lo menos un par de mortales humanos, quienes que por sus propios medios buscaron su muerte.
Tal  vez, pecaron de inocentes, por que la víctima que habían elegido, fue más listo que ellos y se anticipó al golpe, que ellos habían planeado hacer, pero esta vez habrá contra ataque...
Don Nicanor, dio por concluido el desagüe de su vejiga, se arregló y como casi perdía el equilibrio, apoyó sus  manos sobre la pared posterior de la cocina y balbuceó algunas expresiones como:
---"Estoy borracho, ya no puedo caminar".
Volteó el cuerpo para regresar a la sala y seguir la diversión; intentó caminar pero se enredó en sus propias piernas que hubiese ido directo al suelo, se salvó por que sus manos estaban apoyadas sobre al pared.
Mientras tanto, Cipriano y Florentino desenvainabas sus chavetas y se  mantenían a la expectativa para actuar, solo esperaban el siguiente paso de los "falsos agricultores" tal como ellos los conocían.
Justamente los asesinos que se habían mantenido parados conversando en voz baja; hicieron el siguiente movimiento, avanzó Gabriel, quien atacaría por la espalda, aprisionando el cuerpo de la víctima, inmovilizando los brazos, y en ese estado desventajoso, ofrecería la barriga para el ataque con la chaveta por Pedro; según eran los planes, pero al desenvainar la chaveta, Pedro cometió  un error, lo hizo frente al rayo de luz que salía desde la sala y el acero brilló y puso en alerta  a Cipriano y Florentino.
Ellos comenzaron a acercarse a medida que lo hacían Gabriel y Pedro, quienes iban donde estaba parado don Nicanor, pero parece que entendió que estaba en peligro y por arte de magia, su borrachera se evaporó y empezó a caminar con normalidad; justo en el preciso instante que iba ser atacado y atrapado por Gabriel que se había colocado a su espalda, como la noche estaba oscura y no ofrecía mucha visión, solo se movilizaban gracias a la penumbra del reflejo de la luz que salía de la sala.
Justo momento, que estuvieron esperando los guarda espaldas para actuar y Cipriano levantando la voz, dijo:
--- Don Nicanor túmbese al suelo que tiene un enemigo a la espalda.
Los atacantes totalmente sorprendidos de cazadores pasaron a cazados, se quedaron paralizados, instante que fue aprovechado por Florentino, quien se acercó a Pedro dándole un puñetazo a la altura del cuello que lo hizo perder el equilibrio cayendo boca abajo.
Don Nicanor, obedeció la orden, por instinto de supervivencia se tumbó al suelo y pasó por su encima Gabriel con los brazos abiertos que quiso atraparlo y chocó con Cipriano que vino a su encuentro y lo detuvo en seco, por su puesto le dio un empujón que lo hizo tambalear pero no cayó.
Pedro, era un luchador, reaccionó de inmediato se reincorporó y estando de pie y con su chaveta en mano fue directo al cuerpo de Florentino, quien momentáneamente había bajado la guardia, observando a don Nicanor, quien seguía tumbado y pensando que cayó mal y se  haya herido, pero con una agilidad felina, quitó el cuerpo y Pedro con su chaveta al ataque se fue al vacío.
Alguien de la sala se dio cuenta y gritó a los guitarristas dejar de tocar; por que afuera se estaban peleando, justo en que doña Lucía se dio cuenta que su marido no estaba allí y temiendo lo peor, salió como un rayo con lámpara en mano y vio el movimiento de hombres entre ellos los desconocidos y su marido estaba echado boca abajo y gritó :
--- ¡¡¡Nicanor te mataron.!!!...
Cipriano, que se mantenía listo, le replicó:
--- Señora Lucía, manténgase afuera, que puede ser herida, su esposo está bien....
Momento de descuido que fue aprovechado por Gabriel, quien atacó por la espalda a Cipriano intentando inmovilizarlo apretándole los brazos, algo que el bandolero conocía, con un ágil movimiento le quitó el cuerpo a escasos centímetros, lo que impidió sujetarse a Gabriel, perdiendo el equilibrio y cayendo de bruces y entregando toda su espalda al rival, Cipriano solo lo miró con desprecio...
Como los "falsos agricultores", estaban en completa desventaja y que aún se les había perdonado la vida, golpeados en su honor y sin reacción y para poder salir algo honrosamente y con cierta ironía, Pedro dijo:
--- ¿Por qué tanta bulla, si nosotros estamos jugando?
Semejante expresión le causó risa a Florentino, quien festejó el "chiste", que no fue secundado por Cipriano, que entendió la salida que pretendía el asaltante y no debían irse sanos y salvos y por lo menos tenían que llevarse un "recuerdo" y dijo:
--- Ustedes temprano en el camino de subida se presentaron como "agricultores", después que los encontramos de nuevo, nos dijeron que iban a Ayabaca, y aún así se metieron a esta fiesta que no fueron invitados, ustedes han venido a asesinar al dueño de casa y nosotros se le impedimos, los hemos derrotado y como quieren jugar, vamos hacerlo así, pero sin chavetas por que hay mujeres mirándonos, nosotros estamos actuando de buena manera, por que pudimos acabar con ustedes destrozándoles su cochino cuerpo, si desean seguir viviendo tiren sus armas al suelo tal como lo haré yo.
Gabriel y Pedro obedecieron en apariencia y tiraron sus chavetas al suelo, lo mismo hizo Cipriano y Florentino y en ese momento Cipriano gritó a la señora Lucía:
--- Señora Lucía recoja a su marido.
La señora Lucía muy presurosa, se acercó al cuerpo caído de su esposo que había permanecido tumbado, le ayudó a levantarse y apareció don Gilberto, quien ayudó y se lo llevaron a la sala, por su puesto alguien recogió las chavetas del piso, quedando libre el campo de armas.....
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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ayabaca@hotmail.com
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