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jueves, 5 de abril de 2018

PERÚ : FOTOGRAFÍAS DE LA HISTORIA, GEOGRAFÍA Y GASTRONOMÍA PERUANA . NATIONAL GEOGRAPHIC .- Imágenes y fotografías del Perú.............. ¿Esconde algo Machu Picchu?.... Un equipo de españoles descubre un centro ceremonial inca............

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., gracias a la cooperación  de la Revista National Geographic, que con mucha constancia nos envía informaciones de sus ediciones, y justamente estamos editando algo más de 150 láminas, imágenes y fotografías del Perú.
Este reportaje, se ha escogido las fotografías más representativas de la historia peruana, que se  incide con la Cultura de Los Incas, y aparece Machu Picchu, en muchas imágenes, por ser la imagen emblemática de la Civilización Incaica, también se muestra imágenes de la Cultura Mochica, Samanco, Sipán; asimismo aparecen imágenes de la gastronomía peruana, igualmente imágenes de la Amazonía. También mostramos imágenes de Hiram Bingham;  mostrando el descubrimiento  de Machu Picchu.
Este trabajo es solo una muestra de la vasta y variada realidad peruana, que gracias National Geographic, brindamos para su lectura...
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/1/10
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/esconde-algo-machu-picchu_7016/1
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/un-equipo-de-espanoles-descubre-un-centro-ceremonial-inca_9820

Pampa Lechuza

La Pampa Lechuza desde el sur. El sitio se encuentra en medio del desierto actual, en una hondonada y protegido del viento. El lugar es hoy un oasis con árboles de huarango. 

Foto: Jalh Dulanto, PUCP

Arquitectura virreinal en Lima

Con su fachada blanca y balcones, el Palacio de Goyeneche, en el jirón Ucayali, es una de las características construcciones coloniales del centro histórico de Lima. Por arquitectura virreinal se entiende la desarrollada durante el Virreinato del Perú, entre los siglos XVI y XIX. Se adaptaron estilo arquitectónicos de Europa como el barroco y rococó a la realidad de Perú.
Foto: AP

Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas

La residencia oficial del presidente de Perú fue en la época del virreinato el Palacio Virreinal. Es uno de los centros de atención de la Plaza de Armas, sobre todo al mediodía, cuando se da el cambio de guardia. Todo un espectáculo al que acuden centenares de limeños y turistas.
Foto: AP

Antiguas casonas y palacios rehabilitados de Lima

Algunos de los edificios coloniales del centro histórico de Lima han sido rehabilitados y son usados como espacios culturales. Es el caso de la Casa de la Literatura Peruana que ocupa una antigua estación de trenes, la Estación de Desamparados. Es una visita imprescindible en Lima porque todo país se conoce también a través de su literatura, y la de Perú es destacable con autores de renombre como Mario Vargas Llosa, César Vallejo o Alfredo Bryce Echenique. 
Foto: José Alejandro Adamuz

Plaza Mayor de Lima

Francisco de Pizarro ordenó construir la Plaza Mayor de Lima, también conocida como Plaza de Armas, y estableció a su alrededor los edificios más importantes de la ciudad como la Catedral, el Palacio Arzobispal, el Palacio de Gobierno y la Municipalidad de Lima. La Historia de Lima corre pareja a la de esta plaza que ha visto hasta corridas de toros. En 1821, la plaza vivió la proclamación del Acta de Independencia del Perú.
Foto: Gtres

Los característicos balcones de Lima

El elemento arquitectónico más característico de la ciudad son sus balcones. Hay de muchos tipos, abiertos, rasos, de cajón, cerrados con vidrio o de celosías. Estos balcones fueron uno de los motivos por los que la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad el centro histórico de Lima.
Foto: José Alejandro Adamuz

Basílica y convento de San Francisco de Lima

El conjunto monumental de la Basílica y Convento de San Francisco de Lima es uno de los enclaves más bellos del centro histórico de Lima. Su fachada es típica del estilo barroco limeño. Ya en su interior, las catacumbas y su osario son una visita espectacular. En el centro histórico, tampoco puede faltar una visita a la Catedral de Lima, donde se encuentran los restos de Francisco Pizarro.
Foto: Gtres
El Damero de Pizarro
El Damero de Pizarro es el trazado fundacional de Lima. Actualmente es cruzado por algunas de las avenidas más importantes de la ciudad. Una de ellas es la avenida Nicolás de Pierola que, en concreto, a su paso por el centro histórico limeño, se muestra en buen estado de conservación con algunos edificios pintorescos.
Foto: Gtres

Machu Picchu, Mejor Atractivo turístico del Mundo

¿Quién no conoce Machu Picchu? Un entorno de gran belleza, la riqueza cultural que representa y el ser un lugar Patrimonio de la Humanidad, convierten la antigua ciudad inca en el mejor atractivo turístico del  mundo, por delante del gigantesco rascacielos Burj Khalifa, en Dubai, o el monte Kilimanjaro. En el 2016 1,4 millones de turistas llegaron a Machu Picchu.
Foto: Gtres

Perú, Mejor Destino Culinario del Mundo

En ocasiones, viajar es comer. Al menos, lo es en algunos destinos donde especialmente los asuntos de la gastronomía se cuidan con detalle. Perú es la estrella. Lleva seis años ganando el galardón al mejor destino culinario del mundo: algunos de los mejores restaurantes del mundo, los pescados y mariscos, platos exóticos de la Amazonía, la cocina Andina, o Lima como capital gastronómica del mundo, convierte Perú en toda una delicia viajera.
Foto: Gtres

La batalla de Junín, por Martín Tovar y Tovar.

Considerada como una de las victorias claves para la independencia de Perú, la batalla de Junín tuvo lugar en agosto de 1824. Tras el éxito de las tropas patrióticas, Bolívar continuó la guerra contra los realistas que todavía resistían en el Alto Perú, la actual Bolivia.
Foto: CC

La Independencia del Perú

Tras haber emprendido rumbo hacia Perú en agosto de 1820 junto al Ejército Libertador de los Andes, José de San Martín proclama la independencia del Perú en Lima, el 28 de Julio de  1821. 
Foto: CC
Andrés de Santa Cruz
Nacido en la La Paz, Andrés de Santa Cruz pertenecía a una familia colonial noble que le proporcionó una educación acorde con su posición. Cuando dejó el colegio se unió al ejército realista pero, tras enfrentarse en varias ocasiones a las guerrillas independentistas, decidió cambiarse de bando en 1821. A partir de ese momento se incorporó al ejército independentista peruano y en 1826 destituyó a Bolívar de la presidencia de Perú. Fue presidente de Bolivia entre 1828 y 1839, y de la unión de Perú y Bolivia entre 1836 y 1839.
Foto: CC

Jose de San Martín
A pesar de haber nacido en territorio argentino en el seno de una familia española de colonos, se trasladó a España antes de cumplir los 10 años, donde empezó a destacar como el gran militar que terminaría siendo. Sin embargo, el contacto con el ideario de la Revolución Francesa junto con el estallido del movimiento independentista hizo renacer su sentimiento identitario americano y emprendió su regreso a Argentina. Protagonizó una de las mayores hazañas militares de la historia del continente cuando cruzó los Andes con su ejército en tan solo 24 días para conseguir la liberación de Chile. Rechazó varios cargos y ofertas políticas porque el objetivo que perseguía era la liberación de Perú, centro del poder colonial, cuya independencia proclamó él mismo en 1821.
Foto: CC
Pano, Perú


Geoglifo
Geoglifo de Palpa (colibrí con trapecio).
Foto: Alfonso Casabonne

Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Situado al sudoeste del Ecuador y al nordeste del Perú, este sitio tiene una superficie total de 1.616.988 hectáreas. Abarca territorios de los contrafuertes de los Andes Occidentales cuya altura puede alcanzar hasta 3.000 metros, lo que hace que la reserva posea una diversidad biológica con un elevado índice de endemismo
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional

Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
El sitio cuenta con bosques secos estacionales del Ecuador y el Perú que forman el núcleo de uno de los lugares del mundo más importantes para la diversidad biológica: la región endémica de Tumbes.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Esta región alberga 59 especies endémicas, entre las que hay 14 en peligro de extinción.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional

Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
La población de la reserva se cifra en unos 617.000 habitantes que viven esencialmente de la ganadería y el turismo.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional

Huaraz, Perú
Este es el lugar de los grandes nevados de la Cordillera Blanca, en Perú, que forma parte de los Andes. Se extiende a lo largo de 200 km en dirección nordeste: todo un espectáculo de seismiles, glaciares, páramos, lagos y lagunas. Si lo tuyo es el senderismo y el montañismo, Huaraz es el centro. El Parque Nacional Huascarán, Reserva de Biosfera, es famoso por el gran macizo nevado que le da nombre. Algunos lugares asombrosos que se encuentran en la zona son: la laguna de Chinaconcha, la Laguna 69 (en la imagen), el Glaciar Pastoruri, el Alpamayo. Y no solo naturaleza, también las ruinas de una civilización misteriosa: Chavín de Huántar, una de las culturas preincaicas más importantes de Perú.
Foto: Gtres

Machu Picchu
Uno de los lugares más mágicos del planeta. El atractivo de alcanzar la antigua ciudad de Machu Picchu, en el promontorio rocoso que une los cerros de Machu Picchu y Huayna Picchu, concentra a miles de viajeros que llegan a Perú atraídos por los misterios de esta maravilla de la civilización inca. Es Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.
Foto: Gtres

Río Amazonas, a su paso por Iquitos
Uno de los ríos míticos del mundo. Su cuenca hidrográfica corresponde a cerca de una quinta parte del agua dulce líquida del planeta. Se trata de un universo maravilloso de fauna y flora. Es el río más largo del mundo, con 7.062 km de longitud desde su nacimiento hasta la desembocadura. Nace en Perú, atraviesa Colombia y desemboca en Brasil. A él llegan más de 1.000 ríos tributarios, algo que lo convierte en el río más caudaloso del mundo (contiene más agua que el Nilo, el Yangtsé y el Misisipi juntos). Su conservación es esencial para el planeta. Vista del río Amazonas desde una de sus orillas a su paso por las inmediaciones de la ciudad de Iquitos, en Perú.
Foto: Gtres

Lago Titicaca
Uno de los lugares más bellos y misteriosos de América del Sur. El lago Titicaca, en el altiplano andino, entre Bolivia y Perú, es el lugar del origen del imperio Inca; al menos, para el Inca Garcilaso de la Vega, que así lo describe. Todavía en las tradiciones orales se considera la isla del Sol, en la parte boliviana del lago, como el lugar del que los legendarios Manco Capac y Mama Ocllo partieron para fundar el Tahuantinsuyo, nombre que recibió el territorio de los Incas. Navegar el lago y visitar algunas de sus islas sigue siendo todavía un viaje al pasado y un escenario de una belleza impresionante. Un imprescindible: ver las puestas de sol.
Foto: Gtres

Cuzco, Perú
Un viaje al encuentro de los misterios incas pasa seguro por Cuzco, la capital de Perú. No obstante, la constitución peruana reconoce esta ciudad junto a la cordillera de los Andes como la “capital histórica” del país. Fue fundada, nada más y nada menos, que por los hijos del dios Sol, o al menos así dice la mitología inca. Desde la ciudad se pueden hacer una gran cantidad de excursiones para conocer el Valle Sagrado de los Incas o hacer el Camino Inca hacia Machu Picchu. Pasea por el Mercado de San Pedro para tomarle el pulso al día a día de los cuzqueños y atrévete a tomar un desayuno tradicional para tomar energía suficiente y salir a descubrir el mito de los incas.
Foto: Gtres

Ameerega trivittata
Foto: Gtres

"Break Time"
Categoría: People
La imagen fue tomada durante la pausa de un festival callejero de teatro llamado FITECA, en la periferia de Lima, Perú.
Foto: Sharon Castellanos / Smithsonian Photo Contest

Camino Inca
Expedición a las ruinas de la antigua ciudad inca de Choquequirao, en el Departamento del Cuzco, al sur de Perú.
HEMIS / GTRES

Machu Picchu
Situado en un promontorio rocoso que une las montañas de Machu Picchu y Huayna Picchu, este antiguo santuario inca está declarado Patrimonio de la Humanidad y es una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno. Fue la capital del Imperio inca, quienes construyeron en este valle sagrado un conjunto de templos a mediados del siglo XV, durante el reinado de Pachacuti Yupanqui. Está dividida en dos sectores: el agrícola, conformado por andenes; y el urbano, con funciones administrativas. Machu Picchu estuvo conectado con el resto de asentamientos a través de Qhapaq Ñan, la ruta de los caminos incas.
Foto: icelight

Chan Chan
Esta zona arqueológica situada a 5 kilómetros de Trujillo está considerada como la construcción de adobe más grande de América. En total, Chan Chan consta de diez ciudadelas amuralladas donde se pueden contemplar algunos grabados con formas geométricas, figuras de animales como aves o peces, o algunos otros símbolos. El lugar, que está declarado Patrimonio de la Humanidad, fue la antigua capital del reino Chimor entre los siglos XII y XV y pertenecía a la antigua cultura Chimu.
Foto: David Holt

Sipán
Conocido como Huaca Rajada, aquí es donde se encontró en 1987 la tumba del Señor de Sipán, uno de los gobernantes mochica más importantes del Antiguo Perú cuya civilización dominó la costa norte del país entre los años 100 y 800 d.C. Con él se hallaron piezas de oro y plata, así como restos de mujeres, niños y animales que fueron sacrificados para que viajasen con él a la otra dimensión. Actualmente, este importante descubrimiento se encuentra expuesto en el museo del Centro Arqueológico de Sipán, uno de los más importantes de su época por su valor a nivel mundial. En la ciudad de Lambayeque, además, se ubica el museo Tumbas Reales de Sipán, donde se encuentran algunas de las joyas localizadas en la zona.
Foto: Renzo Tasso

Pachacámac
Consagrado a Pachacámac, el dios del fuego e hijo del sol, el lugar fue el oráculo más importante de la costa peruana durante la época preínca. El complejo estaba compuesto de majestuosas pirámides, palacios, templos y plazas dirigidas a la vida política, cultural y religiosa. Los primeros centros en construirse fueron el de Urpiwachak y Adobitos, caracterizados por su compleja arquitectura. Formaban parte de la cultura Ichma, quienes levantaron un gran centro ceremonial antes de la llegada de los incas. Con estos últimos, se construyó el templo del Sol, el Acllahuasi y algunos palacios. Actualmente, Pachacámac cuenta con un museo donde se puede conocer la historia del lugar y las épocas dominadas por las distintas culturas, así como contemplar las diferentes piezas y colecciones de cerámica, madera o textil.
Foto: Beatrice Velarde

El Brujo
Ubicado en el valle del río Chicama, El Brujo está considerado como uno de los complejos arqueológicos más importantes del norte de Perú. Compuesto por tres huacas: Prieta, Cao Viejo y Cortada, el lugar fue un importante centro religioso y político de la cultura moche. En él fue hallada la tumba y la momia de la Señora de Cao, una antigua gobernanta de la cultura mochica considerada casi divina y cuya historia se cuenta en el homónimo museo, en Cao Viejo. El complejo El Brujo se trata de un antiguo centro ceremonial cuyos restos datan de diferentes épocas y culturas como, además del moche, cupisnique, Lambayeque, chimú e inca, entre otras.
Foto: Renzo Tasso

Huacas del Sol y de la Luna
Localizado al sur de la ciudad de Trujillo, en la costa norte del país, el santuario de Huacas del Sol y de la Luna fue la antigua capital de la cultura mochica desde el siglo I a.C hasta el IX. En él se ubica la pirámide escalonada de 43 metros de altura que corresponde a Huacas del Sol y que se cree que contaba con fines administrativos; y Huaca de la Luna, que consta de varios templos superpuestos y que datan de diferentes épocas. Este último sirvió como importante centro religioso, pues en él se encontraron un altar ceremonial con varios cuerpos de guerreros sacrificados, patios y plazas ceremoniales y murales donde se representaron algunas divinidades como Aiapaec, el dios castigador de la cultura mochica. Entre ambos templos se localizaba el centro urbano con grandes avenidas, comercios y viviendas.
Foto: Renzo Tasso

Caral
Con más de 5.000 años de antigüedad, Caral- Supe está considerada por los arqueólogos como la civilización más antigua del continente americano. Fue contemporánea a otros pueblos de Egipto, India y Mesopotamia, y fue nombrada ciudad sagrada debido a los restos religiosos hallados en ella. Su asentamiento, localizado en el valle de Supe, al norte de Lima, se compone de seis pirámides, diferentes plazas circulares, los restos de un anfiteatro y varias viviendas que podrían ser utilizados también como talleres. Entre las ruinas también se han hallado varios instrumentos relacionados con la pesca y la agricultura, además del quipu más antiguo del mundo – un artilugio elaborado con cuerdas de lana y utilizado para la contabilidad del censo, cosechas, etc. – y 32 flautas realizadas con huesos de cóndores y pelícanos. Está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Foto: Michael Tweddle

Aquí en la imagen observamos la puerta principal de entrada a las instalaciones de las Ruinas Incaicas de Aypate,Ayabaca, Piura;  se nota claramente la majestuosidad impresionante con piedras talladas al estilo clásico incaico como símbolo de dominación, es probable que hubo algún techo o alguna instalación horizontal desde donde se rendía culto al visitante Inca. Según se observa toda la gradería de entrada está hecha de piedras tal como se hacía en los diferentes lugares que pasaba el Qhapaq Ñan o camino incaico.
 Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Aypate: Aquí en la imagen observamos al autor del blog: Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui, posando sobre los muros de las ruinas  de la fortaleza incaica. Foto archivos del blog: A vuelo de un quinde.

Aypate: Aquí en la imagen observamos a  Milagros del Carmen Sánchez Vargas, posando junto a una entrada interior de las ruinas de la fortaleza incaica. Foto archivos del blog: A vuelo de un quinde.

Socchabamba: Aquí en la imagen observamos parte del caserío del Centro de la Comunidad de Socchabamba. Foto archivos del blog: A Vuelo de un Quinde.

Aquí en la imagen, observamos al autor del Blog, Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui, junto a la imagen Peregrina del Señor Cautivo de Ayabaca, privilegio dichoso que pocas veces se logra, momentos antes de salir a su anda. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Aquí observamos la imagen del SEÑOR CAUTIVO DE AYABACA, que se celebra su festividad religiosa todos los 13 de octubre. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Ayabaca: Aquí en la imagen observamos el local de la Municipalidad de Ayabaca, desde la Plaza de Armas. Foto archivos del blog: A Vuelo de un Quinde.

Socchabamba: Aquí en la imagen observamos la vista panorámica del sector llamado "La Pampa" con capilla y casas aledañas. Foto archivos del blog: A Vuelo de un Quinde.

Mascota y merienda
Los indígenas cultivan y cazan en el bosque de Manú, Perú, pero sólo para su propia subsistencia. Los monos araña son una de sus presas favoritas, además de sus mascotas.
Foto: Charlie Hamilton James / National Geographic

Yoina y el mico
Un tamarín de Spix (Saguinus fuscicollis) descansa sobre la cabeza de Yoina Mameria Nontsotega mientras que la chica, del pueblo amazónico de los Matsigenka, se refresca en el río Yomibato, en el Parque Nacional peruano de Manú.
Foto: Hamilton James / National Geographic

El Rocadero

Myrmecophaga tridactyla
Foto: AP / Martin Mejia

Cyclopes didactylus
Foto: AP / Martin Mejía

Residencia de élite
Fotografía tomada con un dron que muestra la residencia de élite situada al sur de Chornancap.
Foto: cortesía Dr. Luis Jaime Castillo

Huaca Susy
Excavación en el frente norte de la Huaca Susy, donde los arqueólogos han excavado a más de doce metros de profundidad.
Foto: Carlos Wester La Torre

Cementerio chimú-inca
Cementerio chimú-inca situado al norte de la Huaca Chornancap, en el complejo arqueológico de Chotuna Chornancap, un antiguo centro ceremonial de la cultura lambayeque.
Foto: Carlos Wester La Torre




Botella escultórica
Botella escultórica chimú-inca, hallada en el complejo arqueológico de Chotuna Chornancap.
Foto: Carlos Wester La Torre


Personaje relevante
Entierro chimú-inca con los restos de un personaje relevante.
Foto: Carlos Wester La Torre

Entierro modificado
Entierro chimú-inca modificado intencionalmente.
Foto: Carlos Wester La Torre

Huaca Chornancap
Vista aérea de la estructura platafórmica de la Huaca Chornancap.
Foto: Carlos Wester La Torre

Ceviche
De origen precolombino, el ceviche forma parte del patrimonio cultural de Perú y se ha convertido en la seña de identidad del país. En sus orígenes se componía de pescado azul fresco que se cocinaba con el zumo de tumbo, una fruta de los Andes, y ají. Con la llegada de los hispanos se le añadieron otros ingredientes como la cebolla y la naranja agria que, años más tarde, fue sustituida por la lima. Dependiendo de la región del país se le pueden añadir más ingredientes o se puede cambiar el pescado azul por otros ingredientes.
Foto: Enrique Castro-Mendívil

Cuy
El cuy es el nombre de un roedor originario de la región andina de América del Sur que se consume tanto en Perú como en algunas zonas de Estados Unidos. Una delicia de la gastronomía peruana que se cocina generalmente entero, con la cabeza incluida, a la brasa o en el horno, depende de la región. El más común, no obstante, es el picante de Cuy. Su principal característica es que su carne cuenta con poca grasa y es rica en omega 3. Este plato es tan importante en la cocina del país que, en la catedral de Cuzco hay una réplica de La última cena de Leonardo da Vinci en la que Jesús y los doce discípulos están sentados frente a una fuente de cuy.
Foto: Miguel Mejía
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/2#slide-1

Lúcuma
La cocina peruana se caracteriza por sus sabores picantes. Sin embargo, también aprecian gustos más dulces, como el de la lúcuma. Esta fruta originaria de los Andes se utiliza generalmente en la elaboración de postres, batidos y helados. Se suele consumir madura, varios días después de su caída. Para los peruanos, este es un fruto nacional y un producto bandera del país.
Foto:Yayo López
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/2/51
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/1

Anticuchos
Servidas como entrada o aperitivo, estas brochetas de carne se sirven en todo Perú, tanto en los restaurantes más exquisitos como en los puestos de comida ambulantes. El más tradicional está elaborado con corazón de res y viene sazonado con aceite vegetal, ajo picado, lima, sal y en ocasiones con vinagre de vino. De origen precolombino, los anticuchos comenzaron a popularizarse durante la época colonial cuando fueron servidos para alimentar a los esclavos del antiguo virreinato de Perú.
Foto: Gihan Tubbeh

Causa
Perú cuenta con cientos de variedades de patatas, el ingrediente estrella de muchos de sus platos y una de las verduras más frecuentes de los mercados del país. La causa se compone precisamente de trozos de patata amarilla que, mezclada con aceite, lima, sal y pimienta, se amasa hasta conseguir la textura de un puré. Una vez adquiere consistencia se rellena con aguacate, atún, carne o vegetales. En algunos restaurantes la causa se decora con mayonesa en su parte superior. 
Foto: Miguel Mejía

Rocoto Relleno
Este plato originario de Arequipa, la segunda ciudad más importante de Perú, es uno de los más destacados de la gastronomía peruana. Está compuesto de rocoto, un tipo de pimiento rojo muy picante que se cocina para suavizarlo y que se rellena de carne molida, guisantes y queso fresco. Está realizado al horno y suele ir acompañado de patatas.
Foto: Enrique Castro-Mendívil

Lomo saltado
Este plato originario del siglo XIX es el resultado de la fusión de la cocina asiática, de los inmigrantes chinos llegados al país, con la tradicional peruana. Está compuesto de un sofrito de carne de vaca, tomates, pimientos y cebollas que se mezclan en la sartén con salsa de soja y patatas fritas. Se suele servir acompañado de arroz.
Foto: Christopher Plunkett

Ají de gallina
El ají es un tipo de guiso o de crema espesa muy común en la gastronomía peruana. El más tradicional es el que se elabora con la carne de gallina, aunque en algunas ocasiones puede ser sustituido por el pollo. La carne se guisa con un caldo al que, para darle cierto espesor, se le añaden migas de pan. El resultado es una masa de color amarilla cuyo sabor es delicioso. El plato suele ir acompañado de patatas cocidas o arroz blanco. También hay una versión vegetariana.
Foto: Feralbt

Cuzco, Perú
La capital del antiguo Imperio inca es actualmente uno de los principales atractivos turísticos de Perú. La gran mayoría de los viajeros tienen como objetivo contemplar la ciudad sagrada de Machu Picchu, cuya construcción se atribuye al noveno inca del Tahuantinsuyo, Pachacútec, en el siglo XV. Según los historiadores, esta fue su residencia de descanso, aunque se cree que también se usó como santuario religioso. Nunca llegó a ser capital inca, pues siempre fue Cuzco, la ciudad que llegó a convertirse en la más importante de los Andes y América del Sur. Su época de máximo esplendor ocurrió durante el mandato de Pachacútec, quien hizo de la ciudad andina un potente núcleo político y religioso.
La llegada de los españoles fue un factor decisivo en la decadencia del Imperio inca. En 1534, Francisco Pizarro conquistó la ciudad de Cuzco con el apoyo de otras etnias descontentas con el imperio. Ahí comenzó el virreinato, momento en el que la ciudad desarrolló la arquitectura típica colonial con la construcción de la catedral, palacios y plazas neoclásicas que hoy son uno de sus principales atractivos turísticos.

Huaca de los Ídolos
La Huaca de los Ídolos, situada en el sitio arqueológico de Áspero, es un edificio de forma piramidal, con plataformas superpuestas y una escalera central.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Fardo intacto
El fardo ha permanecido intacto durante unos 4.500 años.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Mujer de la élite
El cuerpo de la mujer estaba en posición flexionada. Un textil de algodón de color marrón envolvía el cráneo del individuo y otro textil de algodón cubría el cuerpo y los objetos asociados. Todo ello estaba envuelto, a su vez, por un tejido de fibra de junco sujeto por soguillas. El fardo fue depositado sobre una ofrenda, consistente en un cuenco de mate con tubérculos y semillas, se cubrió con una capa de ceniza y se tapó con tierra.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Colgante de 'Spondylus'
Dije o colgante del género de moluscos Spondylus.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Prendedor con forma de ave
Prendedor con forma de ave del litoral con engastes del mineral crisocola en los ojos.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral


Prendedor con forma de ave
Prendedor con forma de ave del litoral con engastes del mineral crisocola en los ojos.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Prendedor con forma de mono
Prendedor con forma de mono aullador amazónico. Fotos del Perú
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Prendedor con forma de mono
Prendedor con forma de mono aullador amazónico.
Foto: Ruth Shady / Zona Arqueológica Caral

Lineas de Nazca y la carretera Panamericana
A pesar de que se crearon hace más de 2.000 años, cuando no existía ninguna tecnología para volar, se observan claramente diversos dibujos en el desierto, lo que ha alimentado la descabalada teoría de que fueron creadas por extraterrestres. Las Líneas de Nazca se descubrieron a finales de la década de 1920 y desde entonces miles de turistas acuden a la zona para verlas en directo.
Foto: Gtres

Mono con cola de espiral, Líneas de Nazca, Perú
En esta vista aérea se observa claramente el dibujo de una especie de mono con cola de espiral. Desde que fueran descubiertas en 1920 las Líneas de Nazca han dado lugar diversas interpretaciones.
Foto: Gtres

Mapa de situación de Nazca, Perú
Nazca, la población que da nombre a las famosas y extrañas figuras, se encuentra al sur de Lima, en Perú, y es uno de los mayores reclamos turísticos del país junto a Machu Picchu. El último geoglifo ha sido descubierto en Pampa de Majuelos, en el departamento de Ica, al suroeste de Perú, muy cerca de Nazca.
Mapa: Google Maps

Cabeza con lengua larga
La figura es imprecisa pero se puede distinguir una cabeza con una lengua larga y un cuerpo con patas.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón

Contorno de la figura
Dibujo que resalta el contorno de la figura.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón

Reconstrucción de la figura
Reconstrucción de la figura. La parte izquierda de la figura presenta una cabeza con una lengua larga, mientras que la parte derecha, con manchas y salientes, podría corresponder al cuerpo y las patas.
Foto: Masato Sakai, Universidad de Yamagata, Japón

Guerrero arrodillado y desarmado
Botella de asa estribo con representación de guerrero foráneo arrodillado y desarmado, del estilo mochica (400-850 d.C.).
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/2/72
http://www.nationalgeographic.com.es/destinos/peru/fotos/1

Guerreros mochicas y foráneos
Dibujo que representa un enfrentamiento entre guerreros mochi­cas y guerreros foráneos. Se pueden diferenciar los atuen­dos, las armas e incluso la forma de pelear.
Dibujo: Christopher B. Donnan and Donna McClelland Moche Archive, Trustees for Harvard University, Washington D.C. / MALI

Atuendo ceremonial
Atuendo ceremonial de estilo mochica (200-850 d.C.) de diversos materiales (oro, cobre, algodón, concha, pluma y resina) que lleva puesto el Ai-Apaec en la ceremonia del chacchado de coca.
Foto: Yutaka Yoshii, Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, Ministerio de Cultura del Perú / MALI

Mascando coca
Cuenco de estilo mochica (200-850 d.C.) con representación del rostro de un personaje chacchando coca.
Foto: Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, Ministerio de Cultura del Perú / MALI

Ai-Apaec con atuendo ritual
Botella de asa estribo de estilo mochica (200-850 d.C.) que representa a Ai-Apaec con atuendo ritual, rodeado por una serpiente bicéfala. Destaca la concha Strombus y el calero a sus pies.
Foto: Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Ministerio de Cultura del Perú / MALI

Personaje con tocado
Escultura de estilo recuay que representa a un personaje con tocado y un atuendo colgante posterior.
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado

Personaje con tocado
Escultura de estilo recuay que representa a un personaje con tocado y un atuendo colgante posterior.
Foto: Museo de Arte de Lima, Donación Memoria Prado
Ai-Apaec y la serpiente bicéfala
Ai-Apaec participa en un ritual chacchando coca junto con sus anfitriones, los cuales portan armas propias de los vecinos altoandinos. Por encima de la escena aparece una serpiente bicéfala al tiempo que parecen iniciarse las lluvias. Ai-Apaec captura la serpiente y se la enrosca en la cintura.
Dibujo: Christopher B. Donnan and Donna McClelland Moche Archive, Trustees for Harvard University, Washington D.C. / MALI

Personaje con semillas
Botella de asa estribo de estilo mochica (200-850 d.C.) con representación de personaje que sostiene un grupo de semillas de nectandra.
Foto: Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Ministerio de Cultura del Perú / MALI

Patrimonio de la humanidad
PARQUE NACIONAL HUASCARÁN, PERÚ
El monte Huascarán, de 6.768 metros de altitud, da nombre a este parque nacional peruano  que alberga hasta 16 picos nevados y numerosos lagos glaciares. Declarado bien natural en 1985, el retroceso de sus glaciares es un signo inequívoco de cómo le está afectando el calentamiento global.
Foto: Wigbert Röth / Imagebroker / AGE Fotostock
El pulso del planeta
Agua
¿QUÉ ES? Una imagen del río Tambopata, en el este de Perú, generada por el lidar (un dispositivo de medición por láser que funciona como un radar) instalado a bordo del observatorio Carnegie.
¿QUÉ NOS INDICA? La zona está cubierta por el bosque lluvioso. Algunos pulsos del lidar atraviesan la selva y rebotan en el suelo, revelando su topografía (las áreas rojas son unos metros más elevadas que las azules) y los canales fluviales abandonados que han dado forma al bosque y contribuido a crear su biodiversidad.
Foto: Gregory Asner, Instituto Carnegie para la Ciencia

Machu Picchu. Perú.
Desde que en 1911 Hiram Bingham descubriera la enigmática ciudadela de los incas, ésta se ha convertido en uno de los grandes hitos viajeros del mundo. Se accede a esta ciudad escondida en la selva peruana a través del Camino del Inca, una senda empedrada de 40 kilómetros que lleva hasta sus puertas a lo largo de una travesía de cuatro días.
Construida en el siglo XV por la sofisticada civilización inca, la gran urbe de los Andes está compuesta por palacios y templos: el Templo del Sol, el del Cóndor, el de las Tres Ventanas... que rodean la plaza Principal en un orden impuesto por la orografía y la función ritual. Su máximo símbolo es el Intihuatana –significa «donde el sol se amarra», en quechua–, la gran piedra cuyos ángulos están orientados a los cuatro puntos cardinales.
Gtres

Cápsulas de cristal suspendidas al vacío, Perú
Si se desea contemplar desde las alturas el Valle Sagrado de los Incas, en Perú, y vivir una completa aventura, la elección es el Skylodge Adventure Suites. El complejo tiene de varias cápsulas de cristal, instaladas a 400 metros de altura y suspendidas en el vacío, a las que se accede tras una ascensión por vías ferratas y puentes colgantes. El habitáculo con paredes totalmente transparentes mide de 7,5 metros de largo x 2,60 de alto y ancho y consta de una cama, un pequeña sala y baño. La bajada se realiza a través de seis tirolinas. 
naturavive.com

Ceviche. Perú
Está de moda, dentro y fuera de Perú, aunque tomarlo en una cevichería peruana acompañado de leche de tigre (hecha a base de zumo de pescado) es una experiencia gastronómica trascendental. Existen muchísimas variaciones de este plato cuyos ingredientes básicos son el pescado crudo macerado en limón, ají, cebolla morada, mazorcas de maíz y también marisco. 

Cañón del Colca
En la región de Arquipa, en Perú, se hallan dos de las hendiduras más profundas. Junto al cañón del Colca (3.200 metros) está el Cotahuasi que le supera (3.535 metros), aunque el primero es el rey en cuanto a longitud, con más de 200 kilómetros. A su espectacularidad, hay que añadir la posibilidad única de ver sobrevolar la gran colonia de cóndores que habita en sus oquedades. Un lugar privilegiado para contemplar el conjunto es el mirador de la Cruz del Cóndor, imprescindible.
Gtres

Perú
Aclamado por muchos como el mejor destino culinario del mundo, en 2014 recibió el World Travel Awards por la riqueza, originalidad y diversidad de su gastronomía y por el empeño empresarial que la promueve. Lima, la capital, alberga un buen puñado de reputados restaurantes, pero en cualquier lugar del país se puede disfrutar con las inspiradas recetas peruanas que tienen en el ceviche (pescado crudo y marinado), el ají de gallina y los camarones acaramelados, tres de sus especialidades más tradicionales y a la vez innovadoras.
Gtres 



Lima, la ciudad de los reyes
Lima se convirtió en una próspera ciudad donde convergían las riquezas de América y de Oriente. En la imagen, la catedral.
Foto: Gonzalo Azumendi / Age Fotostock

Samanco
Las más de 50 vasijas estaban colmadas de cerveza de chicha y carne de llama.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Joyería variada que incluye una concha rara de spondylus, piedras preciosas como el lapislázuli, la turquesa y el cobre, que engalanaban los cuerpos de los nobles difuntos. 
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Esta tela de estilo chimú, ricamente decorada con aves marinas, envolvía los restos de uno de los difuntos. 
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Cuchillos de cobre de media luna con una pátina coloreada que habían sido colocados en la cámara de los sacrificios, envueltos en tela y situados en la parte delantera de la silla de manos, que estaba recubierta de plumas. 
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Ídolos musicales tallados en madera de algarrobo y depositados en la tumba principal. Ambas deidades sostienen una flauta y están tintadas con cinabrio y cobre. 
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
El arqueólogo Jeisen Navarro sostiene un vaso silbador de cerámica hallado en la tumba principal y que representa a la diosa chimú de la luna, los tejedores y el mar.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Vaso silbador de cerámica que imita el canto de un pájaro al introducir agua y soplar.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Samanco
Dos sacrificios humanos acompañaron a los nobles difuntos en su viaje hacia la eternidad.
© MATTHEW HELMER / NG GRANTEE

Pucallpa, Perú
Una escultura de caoba en un parque de Pucallpa simboliza la importancia de este árbol.
Foto: Alex Webb

Cientos de años talados
Un agente del servicio de parques de Perú mide el diámetro del tronco de una caoba talada ilegalmente. Un leñador armado con una sierra mecánica puede derribar un árbol multicentenario como este en menos de media hora.  
Foto: Alex Webb

Río Ucayali
Un remolcador que navega por el río Ucayali deja atrás el centro de Pucallpa para entregar los troncos a uno de las decenas de aserraderos que hay en el puerto. El floreciente puerto madererero está situado estratégicamente en la intersección de este importante afluente del Amazonas y una autopista que permite que los camiones transporten la madera hasta la costa del Pacífico, atravesando los Andes.
Foto: Alex Webb

Capirona de estraperlo
Unos hombres descargan de las embarcaciones un cargamento de capirona, una madera muy densa utilizada en la construcción, en las afueras de Pucallpa. Gran parte de la madera peruana se obtiene sin los permisos reglamentarios y luego se vende con documentación falsa 
Foto: Alex Webb
La cuenta atrás
Un guarda del servicio de parques (a la izquierda) y un guía ashéninka miden esta vieja caoba, muy valiosa para los leñadores furtivos. Ante la dificultad de proteger árboles de forma individual, este gigante tiene los días contados.  
Foto: Alex Webb

Explotaciones locales
En medio de una nube de astillas y serrín, un leñador sierra un tronco de caoba en una parcela forestal de una comunidad indígena a lo largo del río Alto Purús.
Foto: Alex Webb

Nueva Bella, Perú
Mujeres y niños ashéninka se reúnen en su remoto asentamiento de Nueva Bella. Estas comunidades son el blanco de los leñadores sin escrúpulos, que consiguen su madera a precios ridículos y roban la caoba de las reservas cercanas, donde las tribus viven en total aislamiento.  
Foto: Alex Webb

Río Alto Tamaya, Perú
La niebla matinal aún flota sobre el río Alto Tamaya cuando los ashéninka de Saweto se preparan para un viaje río arriba que los llevará a enfrentarse a una banda de leñadores furtivos. Durante años sus selvas han sido saqueadas por su madera de primera calidad. Ahora han decidido actuar. 
Foto: Alex Webb

Dulce Gloria, Perú
La cultura del consumo llega a la aldea de Dulce Gloria en forma de guitarra eléctrica. Las comunidades de la Amazonia a menudo adquieren productos gracias a las propinas de los leñadores, muchos de los cuales violan los permisos de tala al cortar árboles fuera de los límites de la comunidad.
Foto: Alex Webb



La responsabilidad de una tribu
Una mujer ashéninka cruza una cancha de baloncesto en la aldea de Dulce Gloria. Los ashéninka están en la primera línea de los esfuerzos por poner freno a la tala ilegal en la Amazonia peruana.
Foto: Alex Webb

Puerto Breu, Perú
La colada tendida es un lugar de juegos para los niños de Puerto Breu, un municipio situado a unas pocas horas en barco río arriba de la frontera con Brasil.
Foto: Alex Webb

Los colores de la selva
Las mujeres culina se pintan el rostro para las ocasiones especiales. En sus tierras abundan las caobas y unas bayas rojas y negras con las que elaboran las pinturas faciales.
Foto: Alex Webb

Puerto Esperanza, Perú
Dos mundos confluyen en la ciudad fronteriza de Puerto Esperanza, en el río Alto Purús, adonde llegan artículos de consumo importados como unas muñecas de ojos azules fabricadas en China y unos platos esmaltados.
Foto: Alex Webb

Caoba, el oro rojo
Una troza de ceiba cuelga de una grúa sobre el río Ucayali, en las afueras de Pucallpa. Las ceibas ofrecen un rico hábitat para primates, aves, anfibios e insectos. Además están muy buscadas para fabricar pulpa y madera contrachapada. 
Foto: Alex Webb

Litoral Pacífico, Perú
Los fuertes vientos procedentes del sur esculpen una cadena de dunas en una playa remota de la parte central de Perú. Las olas del océano aportan enormes cantidades de arena que ayudan a la formación de grandes dunas. 
Foto: George Steinmetz

Barján. Litoral Pacífico, Perú.
Un barján es una duna en forma de media luna que se genera en los bordes de los mares de arena cuando el viento sopla regularmente en una sola dirección.
Foto: George Steinmetz

Pampallacta, Perú
Un nido de heno conserva la cosecha de patatas y tubérculos en Pampallacta, Perú. Antonia y Mariano Sutta Apucusi son miembros de una cooperativa regional de agricultores que plantan centenares de variedades en miles de localidades de los Andes. La diversidad asegura una generosa cosecha, una necesidad en una comunidad en la que cada persona consume de tres a cinco kilos de patata al día.
Foto: Jim Richardson

Los Andes, Perú
Los productores de patatas de los Andes saben desde antiguo cómo protegerse de las fluctuaciones del clima y de las plagas que pueden arruinar un campo plantado con una sola variedad: cultivar cientos de variedades en distintos lugares. Mariano Sutta Apucusi (tumbado) y su familia hacen una pausa mientras cosechan patatas en Pampallacta, Perú.
Foto: Jim Richardson

Muchachas andinas de facciones agradables
Una de ellas sostiene una vara de medir para ofrecer cierta idea de su estatura. Visten el atuendo propio de las indias montañesas peruanas. El tocado es un sombrero plano de paja forrado de franela roja por un lado y de panilla azul con cinta trenzada dorada por el contrario. Se lleva de uno u otro lado en función del tiempo que haga. Los bordes del sombrero hacia arriba indican que hace buen tiempo.
Foto: Hiram Bingham

Muchacha andina de facciones agradables
Sostiene una vara de medir para ofrecer cierta idea de su estatura. Viste el atuendo propio de las indias montañesas peruanas. El tocado es un sombrero plano de paja forrado de franela roja por un lado y de panilla azul con cinta trenzada dorada por el contrario. Se lleva de uno u otro lado en función del tiempo que haga. Los bordes del sombrero hacia arriba indican que hace buen tiempo.
Hiram Bingham

Pastorcillo de Chincheros con sus ovejas
 Los muchachos quechuas aprenden pronto sus deberes de pastoreo y pasan buena parte de los años que deberían dedicar a la escuela apacentando los rebaños de sus padres.
Foto: Hiram Bingham

Vista del valle del Urubamba desde Chincheros.
Apenas hay vallas de alambre en este país, donde son sustituidas por plantas espinosas tales como cactos, cambrones y ágaves o pitas.
Foto: Hiram Bingham

En las carreteras del valle de Cusco
Al igual que en todas las rutas del Perú montañoso, los indios hacen un alto para tomarse una chicha, la cerveza indígena, que se adquiere a un precio de unos dos centavos el vaso grande.
Foto: Hiram Bingham

La piedra Intiwatana, o reloj de sol
En la cima de la colina sagrada hay una piedra de curiosa talla llamada piedra Intiwatana, o reloj de sol. En quechua, la lengua de los incas, inti significa «sol» y huatana, «cuerda». También existen piedras Intiwatana en Cusco, Pisac y Ollantaytambo.
Foto: Hiram Bingham

Colina del Intiwatana y bancales al oeste de la Plaza Sagrada
 A la izquierda se distinguen los precipicios que defendían Machu Picchu de las agresiones. En primer término un grupo de bancales, donde los antiguos habitantes plantaban sus cultivos.
Foto: Hiram Bingham

Cara B
Cara interior de la misma piedra y nichos ornamentales de la pared oriental del Templo Principal. Con toda seguridad, el hueco de la esquina superior derecha alojaba alguna viga que sustentaba el tejado de este templo, hoy desaparecido.
Foto: Hiram Bingham

Piezas clave
Las esposas de dos peones frente a la piedra más grande del muro oriental del Templo Principal de la Plaza Sagrada.
Foto: Hiram Bingham

El centro de la ciudad concentra los ejemplos de cantería más exquisitos
 A la derecha se aprecia el hermoso muro exterior del grupo caracterizado por contar con los hastiales más inclinados y los dinteles monolíticos de mejor factura. En el centro se ve un trecho de la escalera más larga. En el extremo izquierdo se distingue una parte de la torre semicircular y la ventana de las serpientes.
Foto: Hiram Bingham

Plaza Sagrada
Esta vista general de la Plaza Sagrada se tomó al término del trabajo de la temporada, una vez concluidas las excavaciones y renivelado el suelo. En ella se aprecia el esfuerzo invertido para dejarlo todo en las mismas condiciones, cuando no mejores, que al descubrirlo. Es probable que la estructura de la derecha, de un estilo constructivo radicalmente distinto al de las demás, se enluciese en su día, lo que se traduciría en un panorama general de la plaza más simétrico que el actual. En el suelo del edificio en cuestión se encontraron varias tumbas. La estructura de la izquierda, el Templo Principal, es sin asomo de duda una de las mayores proezas arquitectónicas de los incas. En el medio se encuentran las ruinas de lo que hemos denominado el Templo de las Tres Ventanas. Como quiera que las ventanas exceden en dimensiones lo que sería ideal para un clima tan frío, llegamos a la conclusión de que son simbólicas. Creemos que están relacionadas con la tradición sobre el origen de los incas.
Foto: Hiram Bingham

Exterior del muro ornamental, el más hermoso de Machu Picchu
Las hileras de sillares van disminuyendo de tamaño conforme se elevan. Se actuó con el máximo celo a la hora de escoger el granito más puro para crear un efecto comparable al de los templos marmóreos del Viejo Mundo.
Foto: Hiram Bingham

Mobiliario lítico
No es probable que las casas contasen con excesivo mobiliario, pero en algunos casos hay plataformas de piedra que tal vez se usaban a modo de lecho, y en un número reducido de casos existen bancos de piedra en los rincones de la casa, tal y como se aprecia en esta imagen.
Foto: Hiram Bingham

Vista general de la Plaza Sagrada
 El emplazamiento de Machu Picchu donde se concentran los edificios que ostentan una mejor calidad arquitectónica. En el centro se yergue el Templo Principal; a la derecha, el templo de las Tres Ventanas. Sobre ambos templos descuella la colina sagrada, en cuya cima aguarda la piedra Intiwatana, o reloj de sol.
Foto: Hiram Bingham

En el interior de la ciudadela
La torre semicircular y el interior del muro mirando hacia el Grupo del Rey y la escalera próxima al Grupo de los Huertos Privados.
Foto: Hiram Bingham

Pequeños detalles
La esquina del Grupo de la Princesa donde el muro ornamental se une con la torre semicircular es uno de los puntos de mayor valor estético de la ciudad y ofrece unas vistas magníficas. La torre albergaba una piedra sagrada, hoy parcialmente destruida por el fuego.
Foto: Hiram Bingham

Cuestiones de seguridad
Al parecer, las puertas de las casas carecen de sistemas de bloqueo, pero los portales de los grupos de clanes y el portalón principal de la ciudad, cuyo interior se muestra en esta imagen, estaban provistos de cajetines con cilindros de granito a los que podía atarse firmemente una tranca resistente. El anillo lítico que se aprecia sobre el dintel de piedra en la parte superior de la foto servía para asegurar la barra vertical.
Foto: Hiram Bingham

Jerarquía social
En Machu Picchu moraban distintos clanes o grupos familiares. Cada uno de ellos contaba con entre seis y diez viviendas. En la foto, una cantería particularmente ingeniosa. Contiguo a la torre semicircular se alza un muro ornamental levantado con sillares de granito blanco, especialmente escogidos por su hermoso grano.
Foto: Hiram Bingham

Cuevas macabras
Ésta es la primera cueva funeraria de las descubiertas en Machu Picchu que contenía un cráneo. En total se abrieron más de 100 cuevas como ésta y se recogió gran cantidad de material esquelético.
Foto: Hiram Bingham

Inicio de las labores de excavación en el Templo Principal de Machu Picchu.
 El teniente Sotomayor, a la derecha, supervisa a la brigada de indios.
Foto: Hiram Bingham

Puestos de vigilancia
En la mismísima cima de uno de los precipicios más impresionantes los incas construyeron una atalaya desde donde podían advertir enseguida a la ciudad, situada más abajo, si se aproximaba un enemigo.
Foto: Hiram Bingham

Arquitectura inca
Una de las características más llamativas de la arquitectura de Machu Picchu es que la mayoría de las casas tiene una altura de un piso y medio y hastiales en los extremos. Los hastiales presentan unas piedras cilíndricas salientes que sugieren la antigua existencia de unas vigas de madera. En el caso de estas dos casas adyacentes sólo siguen en pie los hastiales de la cara sur; los del norte han sucumbido, bien a los terremotos, bien a la fuerza destructora de la vegetación.
Foto: Hiram Bingham

Un enclave inexpugnable
Las defensas de Machu Picchu constaban de dos murallas y un foso seco transversal a la cresta, de precipicio a precipicio.
Foto: Hiram Bingham

Valle de Yucay
En el extremo superior del valle de Yucay se ubican las ruinas de un maravilloso templo o ciudadela inca de nombre Pisac.
Foto: Hiram Bingham

Fortalezas de extrarradio
El valle del Urubamba alberga abundantes vestigios de arquitectura inca. Esta antigua fortaleza se halla en la margen occidental del Urubamba, cerca de Ollantaytambo, una de las ciudades incaicas más célebres de los Andes.
Foto: Hiram Bingham

Abriendo camino
El contorno de Machu Picchu destaca por lo agreste y por la belleza indescriptible del paisaje. La ciudad se encarama al borde de los precipicios que se aprecian al fondo de esta imagen. El camino lo abrió hace unos años el Estado peruano con un elevado gasto económico. Los primeros exploradores, obligados a evitar esta zona del valle del Urubamba por falta de vías, desconocían el emplazamiento de Machu Picchu.
Foto: Hiram Bingham

Problemas logísticos
Nuestros problemas de transporte no terminaron con la llegada de la balsa, pues las mulas se resistían con denuedo a saltar desde las rocas a la corriente, honda y rápida.
Foto: Hiram Bingham

Río Urubamba
El puente rematado sobre los rápidos del Urubamba. Se aprecia el montante horcado todavía en su sitio. La gran dificultad de esta construcción radicó en que la madera era tan densa que no flotaba.
Foto: Hiram Bingham

Intercambio cultural
Los indios montañeses siempre mostraban interés por nuestro trabajo y solían contentarse con contemplar en silencio el paso de nuestras caravanas o especular en voz baja sobre las actividades del topógrafo. Una vez, sin embargo, el topógrafo jefe fue agredido por una docena de indios exaltados, convencidos de que su ayudante y él se traían alguna brujería entre manos con aquellos instrumentos tan extraños.
Foto: Hiram Bingham

Ganado local
Las llamas llevan siglos domesticadas, y no las hay en estado salvaje. La lana de alpaca es una de las exportaciones más selectas de Perú. Las llamas acarrean sal gema. La característica alcantarilla descubierta que recorre el centro de la calle existe en muchas villas montañesas.
Foto: Hiram Bingham

Las tierras altas
En los pastos de las tierras altas comprendidas entre el lago Titicaca y Cusco, miles de alpacas y llamas hallan su sustento natural.
Foto: Hiram Bingham

Catedrál de Lima, Perú
La primera parte de la expedición llegó a Lima justo a tiempo de asistir a la procesión anual de Corpus Christi. Partiendo de la catedral, la procesión, compuesta en su mayoría de niños con llamativo atuendo, recorrió los cuatro lados de la plaza y regresó al punto de partida.
Foto: Hiram Bingham

Preparativos previos
En la fotografía se distinguen la banda y la escolta militares, así como una alfombra de flores y hojas verdes.
Foto: Hiram Bingham

Puerto de Pacasmayo
En su viaje al sur de Perú los expedicionarios hicieron escala en varios puertos, entre ellos el de Pacasmayo, donde los marineros utilizan un tipo muy peculiar de canoa. Estas balsas se fabrican con juncos y deben secarse después de cada uso. La fotografía muestra también una típica cabaña de marinero construida con cañas de bambú partidas.
Foto: Hiram Bingham

El Valle Sagrado de los incas

Situado a los pies de los Andes, el valle que rodea Cuzco tuvo gran importancia para los incas, que lo sembraron de palacios, templos y fortalezas que hoy son Patrimonio Mundial

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Una ciudadela real
Pisac se halla a 30 kilómetros de la capital del Imperio inca, Cuzco. Se cree que fue construida por Pachacuti para conmemorar su victoria sobre los cuyos.
ALEX ROBINSON / AWL-IMAGES

El creador del gran imperio andino
Pachacuti, el primer gran soberano del Imperio inca. Óleo del siglo XVIII.
BRIDGEMAN / ACI

Santuario de Machu Picchu
El símbolo más conocido del Imperio inca se alza a los pies del Huayna Picchu, a una altura de 2.438 metros. Fue erigido en el reinado del Inca Pachacuti, en torno a 1450.
CHARLES DUNCOMBE / AGE FOTOSTOCK
El gemelo de Machu Picchu
Choquequirao fue una combinación de ciudadela y centro ceremonial, muy semejante a Machu Picchu. Fue construido por el Inca Tupac Yupanqui.
ALEX ROBINSON / GETTY IMAGES

Grandes constructores
Los incas labraron grandes bloques de piedra (algunos de cien toneladas) sin usar útiles de hierro y los ensamblaron sin argamasa. Según el inca Garcilaso de la Vega, daban forma a los bloques golpeándolos con unas piedras negras. Grabado de la Nueva crónica y buen gobierno de Felipe Huamán Poma de Ayala.
Dea / Album; Color: José Luis Rodríguez

La ciudadela de Ollantaytambo
Con sus calles empedradas, edificios colosales, un templo dedicado al Sol y unos amplios andenes agrícolas, Ollantaytambo fue una de las propiedades reales más importantes erigidas por Pachacuti en el Valle Sagrado.
HERVÉ HUGHES / GTRES
9 de octubre de 2015
El Valle Sagrado de los incas



Perú recupera el antiguo Camino Inca
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En el siglo XV, dos soberanos incas, Pachacuti Yupanqui y Tupac Yupanqui, crearon un inmenso imperio en Sudamérica, que iba desde el sur de la actual Colombia hasta el centro de Chile y ocupaba gran parte de los territorios andinos de Perú, Bolivia y el norte de Argentina. El imperio de las Cuatro Regiones del Sol, o Tahuantinsuyo, se extendía a lo largo de más de 4.000 kilómetros de norte a sur y estaba articulado por una impresionante red viaria, de 40.000 kilómetros de extensión total. El centro neurálgico de aquel poderoso Estado se situaba en el corazón de la sierra peruana: en una amplia zona a más de 3.000 metros de altitud en la que se alzaba la ciudad de Cuzco, capital del Imperio y corte de los Incas. Esta área estaba atravesada por el denominado Valle Sagrado, un territorio que se extiende a lo largo del río Vilcanota-Urubamba, de extraordinaria riqueza agrícola y jalonado por una serie de espléndidas fortalezas incaicas.
El Vilcanota era un río sagrado para los incas, quienes veían en este curso de agua la contraparte terrestre de la Vía Láctea. El río nace en los glaciares de la cordillera de Vilcanota y cambia su nombre al de Urubamba en su descenso hacia la espesura de las selvas amazónicas en la región andina. En su trayecto une dos de las montañas más sagradas para aquella civilización precolombina: el monte Ausangate y el pico Salcantay. Sus aguas se nutren de la nieve procedente del deshielo del pico Verónica o Wacay Wilca, una montaña femenina considerada «esposa» del Salcantay. Justamente en el extremo de un filo que desciende del Salcantay, sobre un promontorio rodeado por las aguas del río Urubamba, los incas construyeron la extraordinaria ciudadela ceremonial de Machu Picchu, estancia real de los primeros emperadores y centro sagrado para el culto a las montañas circundantes.

Un paisaje espectacular

El valle del río Urubamba ha sido desde épocas muy antiguas un área privilegiada para el cultivo del maíz, en razón de su moderada altitud y de que se encuentra protegido de los fuertes vientos del altiplano. Ya en tiempos de los incas constituía, además, un importante corredor hacia las selvas nubosas o yungas donde se cultivaba la hoja de coca, de enorme importancia ritual en el mundo andino. En efecto, el cultivo de la coca era una de las actividades productivas de mayor importancia en los alrededores de Machu Picchu, tal como lo acreditan las fuentes históricas y etnológicas.
El cultivo de la coca era una de las actividades productivas de mayor importancia en los alrededores de Machu Picchu
El nombre de Valle Sagrado se aplica al tramo del valle del río Urubamba que comprende los poblados de Pisac, Calca, Yucay, Urubamba y Ollantaytambo. Aquí, el río discurre entre canchones de cultivo y laderas con empinadas andenerías (las terrazas de cultivo de la zona). Los promontorios rocosos más abruptos están coronados con imponentes ruinas de ciudadelas fortificadas. Hacia lo alto se yerguen los montes Pitusiray, Sahuasiray, Verónica y Chicón, con sus cimas de nieves perpetuas.




Estas «ciudadelas-fortalezas», que combinan rasgos ceremoniales y defensivos, suelen aparecer emplazadas en las estribaciones orientales de los Andes. Su función consistía en vigilar las fronteras y prevenir ataques sorpresivos por parte de los antis u otros pueblos nómadas que habitaban las forestas. Asimismo, por su monumentalidad arquitectónica y sus cualidades escenográficas, cabe pensar que estos complejos fueron diseñados para causar admiración reverencial en las etnias andinas vecinas, en particular los chancas, tradicionales rivales de los quechuas de Cuzco.

 


Pisac, centro de control

La más extensa de las fortalezas del Valle Sagrado y de toda la civilización inca es la de Pisac. Enclavada en un abrupto promontorio rocoso, los caminos que conducen a ella desafían precipicios y atraviesan túneles excavados en la roca. El corazón del asentamiento comprende un templo dedicado al Sol o intihuatana, que incluye algunos de los más exquisitos ejemplos de arquitectura incaica en piedra canteada. El sector denominado Kalla Q’asa cuenta asimismo con una cadena de baños rituales.
Las alturas de Pisac dominan visualmente los acantilados rocosos al otro lado de la garganta de Quitamayo, cuyas cuevas fueron utilizadas con fines funerarios. En tiempos de los incas era frecuente que los cuerpos de los difuntos fuesen colocados en cuevas o machays, a las que se denominaba mallquihuasis o «casas de los ancestros momificados». Lamentablemente, la mayor parte de los enterramientos en la necrópolis de Pisac fueron saqueados por buscadores de tesoros antes de que los arqueólogos los pudieran estudiar. Desde un punto de vista militar, este enclave fortificado situado a los pies de los Andes orientales controlaba el acceso hacia Paucartambo y hacia las frondosas yungas de la Amazonia peruana. Sin embargo, pese a su estratégica localización, no se conocen evidencias que atribuyan a Pisac un papel destacado durante la resistencia inca a la ocupación española.
Un imponente conjunto de andenerías de cultivo desciende por las empinadas faldas de la montaña, en dirección al poblado colonial de Pisac, hoy día famoso por su pintoresco mercado dominical. Al fondo se yergue la figura del Pachatusan, una montaña sagrada a la que los incas reverenciaban como «sostén del mundo».

Una ciudadela que vigila el valle

Además de las ciudadelas que funcionaban como centros ceremoniales, enclaves fortificados y estancias reales, el Incanato sostenía un sistema de chasquihuasis. Estas pequeñas instalaciones situadas junto a los caminos proveían de alojamiento a los mensajeros o chasquis, quienes cumplían velozmente su labor mediante un eficaz sistema de postas. También existían corpahuasis o casas de peregrinos y acllahuasis, destinados a la reclusión de las mujeres elegidas, a las que los conquistadores españoles denominaron «vírgenes del sol».
Ollantaytambo fue la única fortaleza desde la cual los incas lograron resistir con éxito el embate de la caballería española
Uno de los mejores ejemplos de planificación urbana incaica que subsiste hasta nuestros días es el poblado de Ollantaytambo. Atravesado por acequias, conserva casi intactas las canchas –corrales para animales, normalmente llamas– en torno a las cuales se disponen las viviendas, construidas en adobe y techadas en paja. La ciudadela homónima cuenta con un templo en la cima de la colina, que fue construido con piedras megalíticas transportadas desde una cantera situada al otro extremo del valle. Si bien la construcción del templo quedó finalmente inconclusa, se advierte que el trabajo en piedra es de muy elevada calidad y se cree que los incas habrían empleado para esta tarea a maestros lapidarios procedentes de la región del lago Titicaca. Desde este promontorio, sacralizado con su templo megalítico, descienden empinadas terrazas para el cultivo del maíz, el cual era almacenado en un granero o colca situado a gran altura sobre las abruptas laderas del monte Pinkuylluna, frente a la fortaleza.
Las leyendas atribuyen el topónimo de esta ciudadela a Ollanta, un general de las milicias de Pachacuti, que se habría enamorado de la hija predilecta del emperador. Lo cierto es que durante la conquista europea, Ollantaytambo fue la única fortaleza desde la cual los incas lograron resistir con éxito el embate de la caballería española, comandada por el hermano menor de Francisco Pizarro, Gonzalo.

Recuperar el pasado

Durante las cuatro décadas que siguieron a la invasión española, la historia del valle del Urubamba quedó inextricablemente unida a la resistencia ejercida por los Incas rebeldes. En 1536, tras alzarse contra los españoles en Cuzco, Manco Inca instaló sus cuarteles en el poblado de Calca. Sus sucesores, Sayri Tupac, Titu Cusi y Tupac Amaru, lograron mantener viva la resistencia desde la planicie de Vilcabamba, oculta en los contrafuertes andino-amazónicos. Finalmente, a raíz de las negociaciones mantenidas con los conquistadores, el Inca Sayri Tupac emergió de la foresta para visitar Cuzco antes de instalarse en el poblado de Yucay, donde murió en circunstancias sospechosas, al parecer por envenenamiento. Las ruinas de su pequeño palacio constituyen uno de los raros ejemplos de arquitectura incaica posterior a la conquista existentes en el valle.
Actualmente, son numerosos los arqueólogos peruanos y los equipos internacionales de investigadores que estudian los complejos arquitectónicos incaicos junto al río Urubamba. Aventureros, caminantes, amantes del turismo místico y viajeros ilustrados engrosan las filas de visitantes que llegan al valle. Muchos quizá no detengan su apresurado peregrinar hacia el Camino del Inca y Machu Picchu. Sin embargo, en el Valle Sagrado aún es posible caminar con tranquilidad, descubriendo parajes de inusitada belleza natural, mientras se admira el legado de los incas, custodiado en esta majestuosa región de los Andes orientales.

Para saber más

Historia de los incas. P. Sarmiento de Gamboa. Miraguano, 2001.
En el encuentro de dos mundos: los incas de Vilcabamba. Mª del Carmen Martín Rubio. Atlas, Madrid, 1988.
¿Esconde algo Machu Picchu?
 Según el investigador francés Thierry Jamin, el subsuelo de uno de los edificios podría esconder una tumba real

Machu Picchu
El sitio arqueológico de Machu Picchu, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
FOTO: HUGHES H. / HEMIS / GTRES

Machu Picchu
David Crespy (izquierda) y Thierry Jamin frente a la supuesta puerta que podría conducir a un recinto funerario.
© DAVID CRESPY

Machu Picchu
Los georadares permitieron analizar el subsuelo y detectar cavidades interiores.
© DAVID CRESPY

Machu Picchu
En la imagen se aprecia un espacio interior escalonado que, según los investigadores, podría tratarse de una escalera que conduce a un mausoleo o recinto funerario.
© DAVID CRESPY
Alec Forssmann
14 de febrero de 2013
¿Esconde algo Machu Picchu?
El 24 de julio de 1911, el explorador norteamericano Hiram Bingham localizó las ruinas de Machu Picchu, una espléndida ciudad inca entre los abruptos macizos andinos al sur de Perú. Más de cien años después, aún se desconoce su función originaria. Machu Picchu se comenzó a construir a mediados del siglo XV, en tiempos de Pachacuti, el primer gran soberano del Tauhantinsuyu, el Imperio incaico, que floreció durante el apogeo de esta civilización. La ciudad fue erigida, habitada y abandonada en menos de cien años. Esta enigmática localidad ha sido descrita como una residencia de descanso del emperador o como un centro político, religioso y administrativo. Pudo haber sido un centro sagrado, un lugar privilegiado para la iniciación de los expertos rituales incas. En todo caso, su función defensiva habría sido sólo secundaria a juzgar por la proporción y calidad de su arquitectura religiosa.
"Cuando muestro las fotografías del edificio y la puerta, a todo el mundo le parece evidente que se trata de una entrada tapada"
En abril de 2010, David Crespy, un ingeniero francés afincado en Barcelona, realizó una visita turística a Machu Picchu. Las intensas lluvias que se registraron ese año colapsaron las vías de acceso y le obligaron a permanecer tres días en la ciudad inca. «Tuve bastante tiempo para recorrerla. El segundo día me llamó mucho la atención un detalle que observé en uno de los edificios, una clara discontinuidad en la fachada del mismo. Parecía una puerta que había sido tapada», explica David Crespy a Historia National Geographic. "Entre otras cosas, me extrañó que la función de aquel imponente edificio se localizara únicamente en su parte superior [una terraza a la que pueden acceder los turistas]. Me fijé también en la disposición de unas rocas de gran tamaño que parecían enmarcar una entrada y en las piedras de relleno situadas detrás de la primera línea de piedras talladas, que bloqueaban la entrada, y que daban la impresión de haber sido colocadas con rapidez y sin el orden tradicional que rige en todas las construcciones de Machu Picchu", añade.




A finales de agosto de 2011, David Crespy leyó por casualidad un artículo en la página web del diario francés Le Figaro que hacía referencia a Machu Picchu y a las investigaciones que realizaba en la selva peruana un arqueólogo y aventurero francés, Thierry Jamin, presidente de la ONG Instituto Inkari-Cusco. Se puso en contacto con él y éste se interesó enseguida por la descripción detallada del descubrimiento. Desde entonces, Thierry Jamin ha dirigido el proyecto de investigación, que se ha topado con diferentes obstáculos.
"Desde 1998 dedico mis investigaciones a la presencia permanente de los incas en la selva amazónica, el Antisuyo. Uno de los objetivos principales consiste en localizar el Paititi, la mítica ciudad perdida de los incas. También me interesa el estudio de la qellcca, la escritura perdida de esta civilización. En los últimos años hemos encontrado decenas de magníficos complejos arqueológicos al norte del departamento de Cuzco: ¡Fortalezas, necrópolis y ciudadelas completas! Pensamos que la ciudad principal, la que controlaba este territorio, no está tan lejos de nuestra zona de investigación", explica Thierry Jamin a Historia National Geographic. "Cuando recibí el primer mensaje de David pensé que era uno de esos iluminados que siempre me escriben sobre temas esotéricos. Hablaba de una puerta visible pero invisible, algo un poco confuso. Pero cuando me envió las fotografías de esta supuesta puerta cambié de opinión, no me lo podía creer. Además, sus explicaciones ulteriores eran muy claras y muy lógicas, pensé que podía confiar en su testimonio", añade.




Después de visitar Machu Picchu en varias ocasiones, Thierry Jamin regresó a Cuzco, donde reside durante todo el año, convencido de que se trataba de un «vano de acceso» que conducía a una cavidad funeraria o a un mausoleo. Pero sus sospechas van más allá. "La idea de que este edificio puediera ser una sepultura real, la tumba de Pachacuti, me vino rápidamente a la mente: el edificio domina todo el sector urbano y está localizado a 20 metros de la entrada principal de Machu Picchu. Además, de acuerdo con las tradiciones y según varios arqueólogos como el peruano Guillermo Lumbreras o la historiadora española Carmen Martín Rubio, el noveno soberano inca, fundador del Tauhantinsuyu, fue inhumado en Machu Picchu. El vano de acceso o puerta que localizó David Crespy podría corresponder a la entrada a la tumba de Pachacuti", asegura.
Thierry Jamin explicó su hipótesis a varios arqueólogos de confianza que trabajaban para el Gobierno Regional de Cuzco o de Lima y su opinión fue unánime: se trataba de una entrada a un sitio funerario. Un arqueólogo madrileño, Daniel Merino, ha participado desde entonces en el proyecto como especialista en contextos funerarios. Anteriormente había trabajado con prestigiosos arqueólogos como el peruano Walter Alva, quien descubrió la tumba del Señor de Sipán en 1987. «Tras un primer contacto con la ciuadela no lo dudé, se trataba de un contexto funerario. Gracias al trabajo de campo realizado el pasado mes de abril, hemos podido comprobar nuestra hipótesis», explica a Historia National Geographic.
Efectivamente, en abril de 2012, tras recibir el permiso pertinente por parte del Ministerio de Cultura de Perú, Thierry Jamin y su equipo emprendieron la primera fase de exploración –y no de excavación– mediante la utilización de georadares, con el fin de detectar estructuras u objetos por debajo del nivel del suelo o, en este caso, de la terraza del edificio. «Los resultados fueron increíbles. Detectamos la presencia de varias gradas, situadas un metro por detrás de la entrada, además de la presencia de metal en las gradas, tal vez objetos funerarios dentro de hornacinas. Estas gradas conducen a una gran cámara de forma cuadrangular. Los georadares detectaron la presencia de más de una decena de cavidades, algunas más pequeñas, tal vez sepulturas de niños, además de varios depósitos de material no ferroso: oro y plata.», afirma Thierry Jamin.
El director del Instituto Regional de Cultura de Cuzco, ha asegurado que "no hay pruebas suficientes para emprender una excavación arqueológica"
En mayo de 2012 entregaron a las autoridades peruanas un nuevo proyecto para retirar las piedras que bloquean la entrada al supuesto recinto funerario. Sin embargo, el Ministerio de Cultura le ha negado el permiso en reiteradas ocasiones y el proyecto se ha estancado. "Es un asunto delicado, ya que podría tratarse de un hallazgo muy importante y casi se ha convertido en un asunto de Estado. Varios responsables de los ministerios competentes nos explican que hay políticos que prefieren que sean arqueólogos peruanos quienes realicen la apertura, aunque nuestro grupo está compuesto por un 90% de profesionales de este país. Estamos esperando la respuesta oficial... Podría tratarse de la tumba más grande de todos los incas, de Pachacuti, que es el Napoleón o el Julio César de la civilización inca", argumenta.
El tema ha levantado una gran expectación mediática en Perú. David Ugarte, director del Instituto Regional de Cultura de Cuzco, ha asegurado –en unas declaraciones que recoge el diario peruano El Comercio– que no hay pruebas suficientes para emprender una excavación arqueológica, sino que simplemente existe "la intuición de estos señores buscadores de tesoros". El diario explica también que la hipótesis del equipo de Thierry Jamin ha sido rechazada incluso por el propio Guillermo Lumbreras, uno de los mayores especialistas sobre Machu Picchu. "Ese lugar fue sumamente saqueado durante la Colonia e inicios de la República, cuando Bingham lo descubrió ya había sido incendiado más de una vez", afirma el arqueólogo. Las autoridades también han señalado que el proyecto de Jamin no cuenta con un sustento histórico, que "esto sólo refleja y nos confirma que su único interés es encontrar tesoros ocultos sin tener el mínimo conocimiento sobre la conservación de una importante estructura arquitectónica" y que la difusión de semejante proyecto podría provocar el saqueo en la zona arqueológica.
Por otro lado, el arquitecto Víctor Pimentel, una eminencia en el campo de la conservación y presidente honorario del Comité Peruano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), ha defendido, en el programa televisivo Cuarto Poder del canal América Televisión, la factibilidad de realizar una intervención arqueológica en el vano de acceso: "Me extraña que no se secunde esa labor (...) de estos supuestos –insultantemente dicho– buscadores de tesoros, que son investigadores que quieren coayudar en una investigación seria como es abrir un vano que actualmente está tapiado".
¿Se trata de un proyecto quimérico exento de pruebas científicas o de un descubrimiento clave en la historia de la arqueología andina? ¿Esconde Machu Picchu algún tesoro o sólo permanecen las ruinas de este magnífico santuario de los incas? El debate arqueológico sigue abierto.

Un equipo de españoles descubre un centro ceremonial inca

La ciencia arqueológica no tenía constancia de estas ruinas, asociadas al reino incaico de Vilcabamba y situadas en el distrito homónimo, al noroeste de Cuzco.

Mars Gaming Expedition
Miguel Gutiérrez Garitano, historiador, escritor y explorador, dirige el proyecto Mars Gaming Expedition.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition

Mars Gaming Expedition
Los expedicionarios avanzan junto al lecho de un río.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition

Mars Gaming Expedition
Los exploradores ascienden por la ladera vertiginosa de una montaña.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition

Mars Gaming Expedition
Núcleo del centro ceremonial inca.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition

Mars Gaming Expedition
Marcos Janer, uno de los alpinistas, explora el interior de una cueva de la necrópolis inca.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition

Mars Gaming Expedition
Restos óseos hallados en una cámara sepulcral.
Foto: Rafael Gutiérrez Garitano / Mars Gaming Expedition
27 de octubre de 2015

Un equipo de españoles descubre un centro ceremonial inca
Un equipo de investigadores españoles ha localizado "un importante centro ceremonial inca en los Andes peruanos" que forma parte de "un enorme yacimiento" cuya magnitud aún se desconoce, según informan los miembros de la Mars Gaming Expedition, como se denomina la expedición, en una nota de prensa difundida el pasado 19 de octubre. La ciencia arqueológica no tenía constancia de estas ruinas, asociadas al reino incaico de Vilcabamba y situadas en el distrito homónimo, en la provincia de La Convención, a unos 150 kilómetros al noroeste de Cuzco. "Rut Jimémez, la geóloga del equipo, detectó una serie de recintos rectangulares durante un estudio con imágenes de satélite", declara Miguel Gutiérrez Garitano, historiador, escritor y explorador, quien dirige el proyecto junto con su hermano Rafael, fotógrafo de profesión. "Después de analizar las estructuras no me cabía duda de que eran de procedencia inca, formadas por un edificio tipo kallanka, de 22 metros de longitud, y un mínimo de cinco edificios más pequeños situados en torno a una plaza o kancha. Se trataba de la clásica distribución adoptada por algunos centros ceremoniales", agrega. El estudio de teledetección prosiguió con el hallazgo, por parte del arqueólogo Iñigo Orue, de "hasta 55 posibles recintos e incluso una plataforma monumental de unos 50 metros de largo", según explica Miguel Gutiérrez a este medio.
El proyecto de investigación se ha desarrollado en los últimos cuatro años, pero los trabajos sobre el terreno se han efectuado recientemente con unos resultados que "han dejado cortas nuestras estimaciones". Los exploradores españoles ascendieron por la ladera vertiginosa de una montaña y fotografiaron vestigios incas como tambos o posadas para alojar a los participantes de los ritos, además de calzadas, escaleras, gradas, plataformas y cuevas acondicionadas. "Cerca de la cumbre descubrí los recintos rectangulares adosados, en los que sospechamos que se realizaba el último paso del rito de la Capacocha", revela Miguel Gutiérrez. "Este ritual, en el que se sacrificaban doncellas vírgenes entre otros individuos, se llevaba a cabo para prevenir hambrunas, o desastres naturales, en festivales señalados o ante la muerte del Inca", añade. Carmen Martín Rubio, experta en el mundo andino y asesora histórica del proyecto, corrobora esta teoría. "La presencia de una plataforma en el pico de la montaña indica que muy probablemente se hayan hecho en ella ofrendas de niños y niñas en períodos de sequía, denominadas Capacocha", expresa la historiadora, quien durante años ha estado implicada en la búsqueda de Vilcabamba la Grande, la capital del último reino inca independiente.




NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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