Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos entrega un informe del descubrimiento de un hombre de denisova en la meseta del Tibet, que se desarrolló hace 160,000 años en el periodo Pleistoceno medio, se le compara con el de la cueva de Denisova en Siberia, todas conjeturas se hacen base a la mandíbula de Xiale, la única evidencia que incluso se hizo una reconstrucción virtual de los dos lados de la mandíbula.
National Geographic.- narra :- ".............una mandíbula de un hombre de Denisova de 160.000 años de antigüedad hallada en una cueva de la meseta tibetana aporta nueva información sobre este grupo de homíninos. El fósil fue descubierto originalmente en 1980 por un monje local que lo donó al sexto Buda Viviente Gung-Thang, quien lo cedió a su vez a la Universidad de Lanzhou. Esta mandíbula, descrita en el artículo A late Middle Pleistocene Denisovan mandible from the Tibetan Plateau, y publicado esta semana en la revista Nature representa el fósil de homínido conocido más antiguo encontrado en la meseta tibetana. El descubrimiento indica que los denisovanos se adaptaron a entornos de alta altitud y bajo nivel de oxígeno mucho antes que la llegada de los humanos modernos........"
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/denisovano-meseta-tibet_14182
Desde el hallazgo de Deny, esta supone la primera evidencia de este antiguo grupo humano, los denisovanos, fuera de la cueva Denisova, en Siberia
Mandíbula de Xiahe
La mandíbula Xiahe, representada solo por la mitad derecha, fue encontrada en 1980 en la cueva Baishiya Karst.
Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University
Reconstrucción virtual de la mandíbula
La apertura de la cueva tiene unos 5
metros de altura y 7 metros de ancho. Varios sacrificios budistas fueron
colocados en la entrada inmediata de la cueva.
Foto: Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University
Primeras excavaciones
La entrada de la cueva es
relativamente plana con una suave pendiente hasta el interior, donde se
trazaron dos pequeñas zanjas en 2018.
Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University
Cueva de Baishiya-Karst
La cueva está orientada al sureste y a
unos 40 metros por encima del moderno lecho del río Jiangla. Es a la
vez una cueva budista famosa a nivel local y un lugar turístico famoso.
Foto: Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University
El valle del río Jiangla
Paisaje de otoño del valle del río Jiangla, donde se encuentra la cueva de Karst Baishiya.
Foto: Dongju Zhang, Lanzhou University
Héctor Rodríguez
Un denisovano en la meseta del Tíbet
El hombre de denisova fue descubiertos en 2010, cuando un equipo de investigación dirigido por Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva -MPI-EVA- secuenció el genoma de un hueso fósil encontrado en la cueva de Denisova, en Rusia, y demostró que pertenecía a un grupo de homínidos que era genéticamente distinto de los neandertales.
Ahora, una mandíbula de un hombre de Denisova de
160.000 años de antigüedad hallada en una cueva de la meseta tibetana
aporta nueva información sobre este grupo de homíninos. El fósil fue
descubierto originalmente en 1980 por un monje local que lo donó al
sexto Buda Viviente Gung-Thang, quien lo cedió a su vez a la Universidad de Lanzhou. Esta mandíbula, descrita en el artículo A late Middle Pleistocene Denisovan mandible from the Tibetan Plateau, y publicado esta semana en la revista Nature representa el fósil de homínido conocido más antiguo encontrado en la meseta tibetana. El descubrimiento indica que los
denisovanos se adaptaron a entornos de alta altitud y bajo nivel de
oxígeno mucho antes que la llegada de los humanos modernos.
Esta mandíbula representa el fósil de homínido conocido más antiguo encontrado en la meseta tibetana
Los denisovanos -los parientes más cercanos de los neandertales- conforman un linaje humano conocido solo por los fragmentos fósiles encontrados en la cueva Denisova en el sur de Siberia y por la supervivencia de cierta información genética en los humanos modernos de toda Asia. Los sherpas actuales, los tibetanos y las poblaciones vecinas muestran variantes genéticas derivadas de los denisovanos,
lo que les ayuda a sobrevivir a grandes alturas. Sin embargo, no estaba
claro por qué los denisovanos poseían esta adaptación, ya que la
evidencia fósil de los humanos arcaicos se había limitado hasta el
momento a la cueva de Denisova, situada a una altitud de tan solo 700
metros.
Esta población ocupó la meseta tibetana en el Pleistoceno medio adaptándose a un ambiente con poco oxígeno mucho de la llegada del Homo sapiens
Jean-Jacques Hublin, Frido Welker, Dongju Zhang y sus colegas describen en su artículo una mandíbula encontrada en la cueva de Karst Baishiya en
la meseta tibetana, a una altitud de 3.280 metros. Los análisis de
proteínas antiguas del hueso lo identifican como perteneciente a un
hombre de Denisova, y la datación por radioisótopos indica que tiene al
menos 160.000 años de antigüedad.
Si bien los investigadores no pudieron encontrar rastros de ADN preservados en este fósil, lograron extraer proteínas de uno de los molares, que luego analizaron aplicando análisis de proteínas antiguas. "Las proteínas antiguas en la mandíbula son claramente distinguibles de las proteínas modernas
que pueden contaminar una muestra", declara Frido Welker del MPI-EVA y
la Universidad de Copenhague. "Nuestro análisis de proteínas muestra que
la mandíbula Xiahe pertenecía a una población de homínidos que estaba
estrechamente relacionada con los Denisovanos de la cueva Denisova",
aclara el investigador.
Esta datación es anterior a la evidencia más temprana de la presencia humana a esta gran altitud en la meseta tibetana,
datada de entre hace unos 30.000 a 40.000 años. La ubicación elevada
del fósil puede explicar por qué los denisovanos poseían variantes
genéticas que brindan adaptaciones a ambientes de gran altitud y escasez
oxígeno. La edad de la mandíbula coincide con en marco temporal del
fósil denisovano más antiguo que se conoce actualmente, hallado en la
cueva de Denisova, y algunas de sus características, como su dentición,
son similares a las descritas en fósiles anteriores.
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