Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon y María Elena Ramos, salieron de la Cafetería "El sabor del aroma cafetero", que había compartido con don Rudecindo Guevara Gálvez, Gerente General de la empresa Import & Export S.A., quien le dio asueto el resto de la tarde a Olzagon, para que lo comparta con la bella joven María Elena; ellos ya habían salido, estaba paseando por las calles, era el inicio de su conversación amorosa, ella lo invitó a su departamento para disfrutar de un nuevo encuentro amoroso.
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Olzagon y María Elena Ramos, estaban abrazados besándose tiernamente; era una reconciliación y como bien dice el refrán: "Carbón que fue brasa con poca llama se enciende", y esta pareja ya encendió un volcán erótico; por que ella deseaba ser poseída, recordaba aquella noche que compartieron con Olzagon que disfrutó dichosamente encamados durante una noche completa...
Desde aquella noche, ya no fue posible juntarse de nuevo, incluso María Elena había perdido la esperanza de encontrarse de nuevo con Olzagon; pero siempre el destino reserva sorpresas y fue justamente fruto de la casualidad y la intuición femenina de María Elena; que les permitió encontrarse de nuevo y ahora ya no hay competencias en el camino
Entonces, ante el pedido de María Elena Ramos, que ella deseaba la repetición, por que según ella, él(Olzagon) fue el macho que la hizo feliz y le guardó las espaldas, ya que ella continuaba soltera, ante tal provocación carnal; Olzagon aceptó ir al departamento de ella.
Por lo que la pareja continuaban abrazados, besándose tiernamente, se desprendieron y agarrados de la mano caminaron hasta el paradero de los buses, que los llevarán hasta la zona residencial donde reside María Elena.
Llegó el bus, subieron la pareja y otros pasajeros y partió la unidad móvil; en el trayecto hubo una amplia conversación entre Olzagon y María Elena, parte de esas expresiones fue así:
Olzagon : Yo nunca quise abandonarte en aquel almuerzo; pero hubo un pedido urgente de la señorita Clorinda Manzanares que la acompañe, y como soy empleado de la empresa, tenía que obedecer.
Entonces, María Elena, que le había escuchado con atención, le replicó así:
--- Olzagon, yo no soy nadie, para juzgar tu vida privada, ni nada te ataba a mi, solo que me afectó emocionalmente quedarme sola y verte partir junto a esa mujer; y dime : ¿Qué hicieron toda la noche? Por que creo que siendo un día festivo los dueños y gerentes descansan y tal vez nunca van a sus empresas........
Olzagon, se atrevió a interrumpir por que iba ser acorralado y además, no estaba obligado a compartir su vida privada y le replicó suavemente así:
--- María Elena, lo siento mucho lo que sucedió aquel día del almuerzo, y estoy dispuesto a romper cualquier lazo que nos obligue soltar nuestra libertad; lo que hice durante la noche con la señorita Clorinda, corresponde a mi vida privada, y que felizmente todo contacto con ella terminó; por favor cambiemos de tema de conversación.
María Elena, se sobrepasó y pretendía ser fiscalizadora de la vida privada de Olzagon, tuvo que morderse los labios y se mantuvo callada durante el resto del recorrido del bus, hasta que llegaron, como siempre fue Olzagon quien se bajó primero y estando abajo le extendió la mano para ayudarla a bajar del bus, todo fue en armonía, paz y sonrisas.
No hubo conversación, Olzagon y María Elena caminaban cogidos de la mano, hasta que llegaron a la puerta del departamento de María Elena, ella buscó la llave en su cartera, la sacó y desenllavó la chapa, abrió la puerta e invitó a su pareja a ingresar, ella lo hizo después y de nuevo echó llave y cerrojo, asegurando así la puerta de entrada.
En seguida, después de caminar unos pasos, María Elena, buscó en su cartera otra llave para la puerta de entrada de la sala, lo hizo con rapidez e invitó a ingresar a su pareja, ella lo hizo después y cerró la puerta y le echó llave, anticipándose que será un largo encuentro que durará tiempo....
Estando los dos solos en la sala de recibo, ella como anfitriona, el dijo:
--- Amor de mi vida, estás en tu casa, dime: ¿Deseas beber un trago o comer algo?
Olzagon, no deseaba comer nada, él ya estaba recargando sus neuronas eróticas y la testosterona ya le había subido al cerebro, por lo que era el momento de iniciar los preparativos del encuentro amoroso, él puso su mano derecha sobre el hombro de María Elena y le contestó:
--- Amor de mi vida, solo deseo besarte y comer tu cuerpo en trocitos muy pequeños y con ellos sacio mi hambre de ternura hacia ti....
De las palabras, pasó a los hechos, abrazándola y sus labios fueron a la boca de ella, besándola con ternura, ella reaccionó abrazándolo con todas sus fuerzas y ambos se besaron con intensidad erótica; a la vez ella tomó la iniciativa y bajó su mano derecha a la bragueta de su joven pareja y con la mano abierta acarició todo ese lugar y llegó a la altura del pene que estaba erecto, pero muy protegido por la ropa del pantalón.
Entonces, Olzagon trató y logró de llevar el cuerpo de María Elena hasta el sillón grande de la sala, se sentaron abrazados y besándose; aquí él, comenzó a retirar los botones del vestido de su hembra que esta vez estaban en la espalda, continuó besándola y desabrochó el sostén.
María Elena, tampoco perdía tiempo, bajó sus manos a la bragueta, y antes aflojó el cinturón del pantalón, retirándole los botones de la hebilla y siguió con los botones de la bragueta de su joven pareja, ambos entretenidos en una competencia erótica de retiro de ropas y no desprendían de los labios.
En seguida, Olzagon al retirar la seguridad de la ropa de la espalda de María Elena, soltó sus labios y los bajó al cuello y con sus manos iba jalando las mangas del vestido hacia adelante, todo era pausado y armonioso.
María Elena, logró desabotonar la bragueta y metió la mano derecha por encima del calzoncillo y comenzó a acariciar el miembro viril de su pareja, la avanzada erótica era intensa y dichosa.
María Elena, entendió que su joven pareja quería desvestirla, estiró sus brazos hacia adelante, lo que aprovechó Olzagon para retirarle las mangas del vestido, aún quedaban los tirantes del sostén, que también los retiró, dejando completamente desnudo el torso de su hembra, bajó los labios hasta los erectos pezones y empezó a amamantarlos, que al rozar sus labios comprobó que hervían de placer.
Entonces, María Elena, quien tenía en su dormitorio una cama esperando hacía mucho tiempo a su joven pareja, ella le dijo en voz baja al oído:
--- ¡¡¡ Oh mi vida, llévame cargada en tus brazos a mi cama !!!
El joven macho que estaba concentrado en caricias y succionando el néctar de los pezones, interrumpió, se desabotonó la camisa y la retiró y con el torso desnudo la abrazó por la cintura, la levantó y la llevó al dormitorio, cuya cama estaba exquisitamente tendida con un edredón aterciopelado rojo, la tendió sobre la cama y ahora con más soltura siguió con sus caricias y besos, le aflojó los botones que sostenían la falda y lo retiró hacia abajo, dejando descubierto unas hermosas piernas protegidas por un calzón de color rojo, que ocultaba guardando a una ardiente vagina.
En el ambiente silencioso se escuchaba jadeos dichosos que engendraban placer, que pronto se unirían dos cuerpos deseosos de disfrutar el amor en esencia erótica, él pasó la mano por la vulva estaba totalmente húmeda, ya era lubricada por los jugos eróticos de la vagina, que buscaba ser penetrada....
María Elena, trataba de bajar el pantalón de su pareja y lo logró, la pieza cayó a los pies del macho, quien aún estaba de pie junto a la cama, ella luego lo mismo hizo con el calzoncillo, al quedar libre el miembro viril de su macho, lo acarició con ternura pasando su mano derecha desde la cabeza del glande hasta los testículos, dos piezas que las acarició con especial ternura y los estrujó suavemente, el erotismo en su máxima expresión estaba en apogeo...
Entonces, estando desnuda María Elena, el joven macho interrumpió las caricias, y comenzó a desvestirse lo que le faltaba: sacarse los zapatos y retirar la trusa y el pantalón de los pies.
Olzagon, subió a la cama intensificó los besos y luego fue con su boca fue a los pezones que afloraban líquidos eróticos; María Elena no dejaba de acariciar el pene de su macho, todo su cuerpo estaba sembrado de erotismo y lo disfrutaba, solo esperaba ser penetrada, pero Olzagon no tenía ningún apuro, todo este estremecimiento erótico lo llevaba controlado hasta calentar todas las partes eróticas de su hembra.......... sin embargo, ella ya era una fruta para empezar a saborear.................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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