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domingo, 25 de octubre de 2020

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo XLIX.- El señor Chonkik; se prepara para dar inicio al sacrificio de dos venados en honor a su hijo Siekik, por haber conquistados nuevos territorios...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; Siekik, después de su regreso victorioso a la vivienda de su padre el señor Chonkik, ellos tuvieron un amplio diálogo, incluso resaltó algunas leves discrepancias, pero todo se aclaró desde la perspectiva tal como lo apreciaba el joven líder Siekik; su padre ya se sentía viejo y al mismo tiempo feliz; que ya tenía un sucesor quien haría realidad el nacimiento del Señorío  

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.  Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik, después de ponerse de acuerdo con su padre sobre los siguientes pasos a seguir; aún así, el joven no intentaría bajo ninguna circunstancia imponer su voluntad, su padre era el líder nato de todo lo que estaba aconteciendo y lo seguirá siendo mientras tenga vida.
El señor Chonkik, había decidido celebrar el regreso de su hijo, quien al quedar impresionado, por todo lo bueno que había hecho su hijo, ordenó el sacrificio de dos venados; que como se recordará había un gran corralón donde se cuidaba una manada de venados.
Entonces, el señor Chonkik, salió al gran patio donde aún estaba Renkik y sus vasallos, se acercó a él y le dijo:
--- Renkik, ya es suficiente el traslado de los adoquines (adobes), con la ayuda de 04 vasallos, elige a dos venados para sacrificarlos y servirlos en la comida, y no olvides que siempre haremos el rito de ceremonias agradeciendo a los dioses.
Renkik, quien tenía urgencia con la construcción de la ampliación de la vivienda, le replicó:
--- Oh Gran Señor, los 04 vasallos y yo iremos al corral de los venados, pero, todos los vasallos restantes continuarán cargando los adoquines de arcilla (adobes) hasta la aparición de los primeros rayos plateados de la diosa de la iluminación a la oscuridad (La Luna).
Chonkik, tan entusiasmado estaba, que por un instante olvidaría la prioridad de la construcción de la vivienda justo para los mismos vasallos, y le contestó: 
--- Si, tienes razón Renkik, que los vasallos continúen cargando los bloques de tierra (adobes).
Renkik, hizo la venia de sumisión y se dirigió al grupo de vasallos y eligió a 04 de ellos para la caza de los venados y el resto siguió en sus tareas.
El señor Chonkik, se dirigió a los talleres y se encontró con su hijo Siekik y ambos caminaron al mismo destino; pero, cuando llegaron ya no había nadie en los telares, por que las mujeres fueron enviadas por la señora Mokumac a las cocinas; Siekik había ordenado a Chamokik que la mujer hermosa (Chosinik) se quede en los talleres, al no encontrarla acompañó a su padre a las cocinas, donde si la encontró y le preguntó por qué estaba allí:
--- Mujer, se te ordenó estar en los talleres y tu deberías estar tejiendo en los telares.
La mujer hermosa (Chosinik) le contestó:
--- Oh Gran Líder, su mamá  me envió aquí, por que tengo experiencia en las cocinas.
Siekik, no iba a contradecir a su madre, simplemente no dijo nada, le dio la espalda y se dirigió donde conversaban sus padres; allí el señor Chonkik conversaba con su esposa sobre la comida que iba ser ofrecida a los dioses en agradecimiento por las conquistas que había realizado su hijo Siekik.
Siekik, acercándose y siendo el aludido, se sonrió y les dijo:
--- Oh Grandes padres, sólo los dioses con su poder nos han permitido agrandar nuestro dominio, estamos obligados a entrenar y adiestrar a los vasallos para conservar lo conquistado, creo que todas las tribus vecinas son belicosas y nunca aceptarían el nacimiento de nuevo Señorío; por esa razón, hoy por la noche invocaremos a los dioses: Concedernos el suficiente poder para enfrentar cualquier intento de ataque contra nosotros.
El señor Chonkik, intervino, quien aprobando lo que expresaba su hijo, agregó:
--- Hijo, conversaba con su señora madre Mokumac, narrándole sobre tus logros, todos nos sentimos orgullosos de tus hazañas; pero, al mismo tiempo has creado enemigos quienes se resistirán a la creación del Señorío Chonkik; por esa razón, hoy invocaremos a los dioses pidiendo: Poder, resistencia, fortaleza y sabiduría para dar poderío al nacimiento del Señorío.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik, aún siendo muy joven, tenía claro la tremenda responsabilidad que estaba asumiendo: Mantener el poder para cristalizar los sueños de su padre y él, tenía que hacer muchas tareas entre ellos empezando por la construcción del templo.
Mientras, Siekik seguía concentrado en sus pensamientos y tal vez sueños a largo plazo y que parte de ellos ya lo estaba realizando; su padre el señor Chonkik, mirando con ternura a su compañera Mokumac le dijo:
--- Mokumac, alista las bateas para recibir la sangre y los corazones de los venados, lo vamos hacer temprano hasta la primera aparición de los rayos de la diosa de la iluminación nocturna (La Luna).
Y dirigiéndose a su hijo, le dijo:
--- Siekik, en la cocina está esa joven mujer que dices que era una sacerdotisa del templo de ese líder que lo venciste en combate; creo que ella seguramente tiene las palabras para llegar a los reinos celestiales de los dioses.
Pero, Siekik, se sonrió, él sabía que Chosinik era y había sido una concubina, pero una sacerdotisa nunca, claro si él quería convertirla en una mujer religiosa, pero esa idea aún estaba muy lejana y como tenía que contestar, el dijo:
--- Oh Gran Padre, la mujer que llegó conmigo, aún no es una sacerdotisa, tan solo fue una concubina preferida por Zankoc; creo que las invocaciones de esta noche siempre las hará usted, por que es el dueño de este Señorío en nacimiento y los dioses si lo escucharán.
La señora Mokumac, hizo la venia y se retiró a las cocinas, ella sabía que de sacerdotisa nada tenía Chosinik y su mayor temor era que se convierta en rival de Nassanchak; con esta preocupación llegó a las cocinas, justo encontró que se había iniciado un diálogo áspero con roces entre Chosinik y su nuera Nassanchak y conociéndola que ella era muy inocente; ella fue directo a la supuesta sacerdotisa y le dijo:
--- Mujer, tu pediste trabajar en las cocinas y se te concedió el trabajo, pero no para pelear con mi hija Nassanchak; si persiste te regresaré a los telares.
Chosinik, quien estaba decepcionada por el rechazo que fue objeto de parte de Siekik y la humillación de permanecer sentada durante toda la noche (ella rápido olvidó que quiso matarlo), todo había colmado en fracaso sus aspiraciones de ser siempre una concubina preferida; ahora tenía que ceder si quería continuar con vida, ella mirando con respeto a la señora Mokumac, le hizo una señal de sumisión y le dijo:
--- Oh Gran Señora, pido perdón por mi conducta, nunca tuve la intención de herir a Nassanchak....
La señora Mokumac, le interrumpió y le replicó:
--- Mujer, mi hija no es simplemente Nassanchak, sino la señora Nassanchak y así lo será siempre.
Chosinik, haciendo muecas de arrepentimiento e intentó llorar, le contestó:
--- Oh Gran Señora, obedezco sus ordenes y siempre en adelante trataré como la señora Nassanchak a su nuera.
La señora Mokumac, quien tenía apremio por las bateas, le encargó a la señora de Renkik, alistar todo para la ceremonia de la matanza de los venados.
Mientras tanto, el señor Chonkik quien caminaba junto a su hijo, salieron al patio grande; allí ya estaba Renkik con los dos venados maniatados y listos para iniciar la ceremonia ritual en honor a los dioses.
Entonces, el señor Chonkik, se acercó a los venados que estaban bien alimentados, les tocó el pecho por donde se corta el pellejo para el ingreso de la mano al corazón; él, tanteó que todo estaba conforme y dirigiéndose a su hijo, le dijo:
--- Hijo, tu serás en este día quien extraerá los corazones de los venados y los ofrecerás a los dioses.
Y dirigiéndose a Renkik, le dijo:
--- Renkik, elige a un vasallo que haya sobresalido en el cumplimiento de las tareas, para que él, haga el corte de la piel del pecho de los venados.
Renkik, ordenó a todos los vasallos alrededor de los responsables de la ceremonia dando solemnidad y 
 se dirigió a Chamokik, quien era el lugarteniente de Siekik y le dijo:
--- Chamokik, por ordenes del señor Chonkik, tu iniciarás la ceremonia del corte del pellejo de los pechos de los venados que se sacrificarán, recuerda harás un corte que pueda introducir Siekik la mano hasta el corazón.
Siekik, se puso muy alegre, al ver a su lugarteniente como el segundo en la ceremonia; pues, había elegido acertadamente Renkik y estando juntos; Chamokik, hizo las reverencias así:
--- Oh Gran Señor Chonkik, invoco su permiso para iniciar el corte del pellejo del primer venado, que su hijo el gran líder Siekik; introducirá la mano para extraer el corazón que será ofrecido a los dioses.
Desde el fondo de las cocinas, salían la señora Mokumac acompañada de Nassanchak con las bateas....
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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