La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDLXXXVI.- Olzagon y Amelida, quienes al encontrar estacionada la camioneta de Zoraida Fuentes Plata en el hotel donde ellos decidieron pernoctar; Amelida, lo cambió por su antiguo refugio, donde acaba de iniciar un amoroso encuentro con Olzagon....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon y la joven secretaria Amelida, se pusieron de acuerdo para que ella vaya a su hotel; pero, antes ellos deben llegar a la casa de ella para pedir permiso a sus padres, haciendo una "mentira amorosa", que ellos son compañeros de trabajo y tienen trabajo extra que les demandará toda la noche; ya que esa era la decisión de Amelida pasar la noche en compañía de Olzagon, ella lo hacía para desfogar su adolorido corazón por la traición de su ex novio que tanto la atormentaba; pero, al mismo tiempo Zoraida, creyendo que entre Olzagon y Amelida no había nada; ella hizo planes para acostarse con el joven..¿Qué sucederá?......

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.                Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.                                                Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.                                                          Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Tal como lo habían acordado Olzagon y Amelida se reunirán a la salida del trabajo, pero antes veamos que sucedió; la secretaria Amelida, después que volvió de los almacenes trayendo las guías de remisión, su rostro era totalmente diferente de como salió de allí; ella era una mujer dichosa y rápidamente fue notado por sus compañeras de trabajo, quienes se sonrieron y alguna de ellas pensó así: "Esta mujer, ya cogió vuelo con el joven Olzagon, recién venido de la Capital..se nota en su semblante..", pues, no le faltaba razón ya que ellos pasarán la noche juntos.

Pero, no era la única que notó esos cambios, sino que su misma jefa (Zoraida) también vio ese alegre semblante, (que no era grato para ella), ya que tenía planes; pero no lo comentó, su boca no dijo nada, sólo la miraba de reojo y se dijo así misma: "Parece que recién el joven Olzagon tocó el corazón de la afligida Amelida; pues, bien para ella y mal para mi...", pero Zoraida reaccionó a sus propios pensamientos y se dijo: "Oye mujer, si tu misma se la pusiste en bandeja de plata, al enviarla junto con el joven Olzagon a almorzar juntos... ¿ya te arrepentiste?..."

Zoraida Fuentes Plata, una mujer empresaria, tenía que estar por encima de estas cosas circunstanciales que están sucediendo a su alrededor, después de sus adoloridos pensamientos ciñó la frente y siguió en la rutina de su trabajo; pero su cuerpo no reaccionaba racionalmente igual, sobre todo sus genitales que segregaban líquidos afrodisiacos recordando las noches felices y lujuriosas que ella disfrutó con el joven Olzagon.

Al sonar el timbre de salida; Amelida, fue la primera que se levantó de su asiento, cerró las gavetas, echó llave, fue hasta el armario y recogió su cartera y dirigiéndose a la jefa (Zoraida), se despidió así:

--- Hasta mañana señorita Zoraida

Zoraida, sabiendo que su secretaria se iba a encontrar con Olzagon, le preguntó:

--- Amelida, sabes si el joven Olzagon vendrá  a la Gerencia...

Amelida, totalmente sorprendida por la indiscreta pregunta, casi tartamudeando, le contestó:

--- Señorita Zoraida, desconozco lo que haga el joven Olzagon y no sé si él vendrá a esta oficina.

Zoraida, sonriendo con ánimos de apaciguar y con ironía, le replicó:

--- No te ofusques Amelida, tu semblante dice que sabes más que nosotras sobre el joven Olzagon. jajajajajaja...

Haciendo coro todas se sonrieron, menos Amelida, quien se sonrojó, teniendo como única opción salir de allí, volvió a despedirse y salió.

Al salir, ella ya en la calle, fue al frente de las ampliaciones comerciales, ya que allí estaba Olzagon esperándola, ella llegó y de inmediato tomaron un taxi rumbo a su casa.

En el trayecto ella le narró con lujo de detalles, sobre lo que aconteció antes de su salida, y como lo presumía su jefa ya sabía todo lo que ellos harían; al llegar a su casa, ella hizo pasar al joven Olzagon, lo presentó a sus padres diciéndoles que era un nuevo compañero de trabajo y venían hacerles conocer que ellos trabajarían tiempo extra en las instalaciones de las ampliaciones comerciales y que les demandará toda la noche.

Los padres que en principio estuvieron serios, cambiaron de semblante con alegría al ver a su hija feliz, ellos eran testigos presenciales del sufrimiento que ella padecía por la traición de su ex novio, y la madre siempre con esos pensamientos maternales no creyó en el "tiempo extra de trabajo", ella supuso que su hija que por fin decidió olvidar esa tragedia amorosa y cambió por entregarse al nuevo empleado pues, como siempre se comenta a una madre nunca se le puede engañar..

Las pruebas estaban allí, si realmente había trabajo extra, (que nunca lo hubo antes), tan solo con una llamada por teléfono se avisaba; pero, ellos estaban decididos hacer bien aun que sea una "mentira amorosa", que fue aceptada por los padres.

Amelida y Olzagon, se despidieron de los padres de ella y salieron, tomaron un taxi hacia el hotel donde él se alojaba; para ellos no era necesario una cena previa no tenían hambre para el estómago, sino hambre de amor y tal vez lujuria que había que satisfacer.

Pero, al llegar al hotel, vieron que la camioneta de Zoraida, estaba estacionada; a Amelida se le pusieron los pelos de punta, pensando así: "Estoy entrando en un conflicto con la jefa..(Zoraida)" y Olzagon pensando algo parecido: "Pero, como si ella me la puso en bandeja de plata y viene a malograr nuestro primer encuentro..." (¿Quien entiende a las mujeres?).... Se preguntó Olzagon...

Es que Zoraida y ellos no coincidían en sus pensamientos, ella fue al hotel atendiendo a un llamado del administrador para que firme documentos contables y de paso ver el mantenimiento y por si acaso ver si Olzagon llegó sólo; además, ella seguía avergonzada por la trágica madrugada que la tuvieron que llevar hasta emergencias del Hospital, los jóvenes no bajaron y a iniciativa de Amelida, quien le dijo:

--- Olzagon, en vista que la jefa (Zoraida) no te deja, vamos a un lugar que conozco y allí pasaremos felices sin que nadie nos interrumpa nuestra noche de amor.

Lo que los jóvenes no sabían, era que Zoraida desde el segundo piso detrás de la ventana estaba provista de unos prismáticos de larga distancia, que siempre ella los usaba como una distracción observando a la Ciudad de Tapal y muchas veces desde la azotea oteaba a toda la Ciudad, y cuando ellos llegaron en taxi, justo ella enfocaba ese ángulo de la calle, que ya estaba oscureciendo y los vio, que no bajaron; recién ella entendió que los jóvenes habían decidido pasar la noche juntos.

Zoraida, sintió un tremendo remezón a su corazón y un suspiro muy largo y se dijo: " Ya perdí al joven Olzagon, bien por él, se lleva a mi mejor secretaria y deja adolorido  mi corazón...", dio la espalda y siguió al jefe de mantenimiento.

Pero, la curiosidad femenina, es incansable y nunca cede en algo que le interesa; pues Zoraida no se rendía y quiso indagar hasta el último; ya que ella si conocía el refugio de Amelida donde lo pasaba con su ex novio, por que ella misma la llevó hasta allí, por lo que decidió cerciorarse si iban en serio, fue a su camioneta y llegó al lugar y comprobó que los jóvenes acababan de ingresar, según le informaron en recepción, ella decidió no interrumpir, salió y partió en su camioneta hacia su domicilio, en el trayecto recordaba lo feliz que gozó en compañía de Olzagon, que lo perdió como su pareja.

Los jóvenes al llegaron tomaron el mismo dormitorio donde Amelida y su ex novio se acostaban, lo correcto hubiese sido tomar otro cuarto, pero ella lo tomó como una venganza contra el ex novio en acostarse en el mismo colchón, con un joven a quien aún no lo amaba pero si lo deseaba como su pareja con quien quería disfrutar toda una noche de ensueños...

Los jóvenes, abrieron  el dormitorio, totalmente limpio con aire perfumado, la cama bien tendida y con ese aroma de que fue cambiada, estaba impecable; todo el ambiente tenía un aire  de fragancia de flores silvestres y totalmente alfombrado.

Entonces, al ingresar, fue Amelida quien echó llave desde adentro para asegurar la privacidad; Olzagon se acercó a ella la besó con dulzura, abrazándola con todas sus fuerzas, ella correspondió los abrazos extendiendo sus brazos a la espalda del joven, de inmediato hubo reacción corporal, por que el joven sintió el calor femenino y de juventud y sus genitales entraron en acción al levantarse el pene, erecto debajo del pantalón pidiendo libertad, ella sintió esa fuerza masculina y apegó más su cuerpo como para sentir sobre sus genitales el inicio erótico, cuyo momento acababa de empezar, ellos siguieron besándose y colmados de abrazos y caricias disfrutaban la amorosa juventud en acción....

El joven macho fue bajando sus manos hasta que llegó a los glúteos de la hembra, los empujó hacia sus genitales y el pene erecto intentaba abrirse paso, pero se lo impedía el pantalón, hasta que el joven macho cogió de la cintura a su pareja y la levantó en sus brazos y así marcada la llevó hasta la cama y tendió ese cuerpo sensual sobre el colchón, siguió besándola, bajó sus manos hasta la cintura y le desabotonó la falda, igual hizo con la blusa dejando libre a unos erectos pezones que los protegía un sostén..........

Continuaremos....................

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

ayabaca@gmail.com

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