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domingo, 20 de junio de 2021

LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA : Capítulo DCXIV.- Rogelio Campos llegó feliz a sus propiedades, como toda su familia fue humilde y muy pobre; él, recordó la razón por que se convirtió en bandolero, como una respuesta al abuso explotador de un hacendado....

Hola amigos : A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rogelio Campos, llegó a sus propiedades, con lo primero que se topó, fue su primer cerco del gran potrero y allí encontró parte de su familia, quienes celebraban como buena suerte el regreso de un rebaño de reses que habían sido robadas; justamente aquellas vacas fueron las que le salvaron la vida de un ataque del fantasma de una viuda de aquella hoyada funesta, el bandolero estuvo sometido al acoso del fantasma, cuando llegaron las vacas en tropel y gracias a su agilidad felina se escapó en medio de la manada, ahora se siente feliz estar de regreso a casa...... sigamos la historia.........

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Rogelio Campos, quien al saludarse con su familia, que no lo había visto por lo menos en 08 meses, las encontró celebrando un inusual acontecimiento, el regreso de un lote de 25 reses que fueron robadas días atrás, incluso ya se había dado como perdido este rebaño; sin embargo, los animales regresaron, de como lo hicieron es un misterio; ya que los animales recordaron su potrero y al sentirse libres de los ladrones emprendieron el regreso y lo hicieron durante la noche y cuando llegaron a "La Hoyada de la viuda", salvaron la vida de Rogelio Campos; quien nunca supo que fueron sus propias reses, que lo sacaron del acoso del fantasma.
Rogelio Campos, abrazó cariñosamente a su hermana Julita, tal como solía llamarla, ella estaba acompañada de su hijo menor de 15 años de edad y de su nuera, quien también era menor de edad de 17 años ya estaba casada; los tres habían guardado a las reses, animales que al estar dentro del potrero comenzaron a comer el excelente pasto que tenía este potrero, después de los efusivos abrazos y saludos familiares, Rogelio, preguntó:
--- Me causó sonrisas encontrarlos a ustedes festejando el regreso de las reses, dime Julita: ¿Cómo se dieron cuenta que ese rebaño fue robado?
Julita, feliz de ver de regreso a su hermano Rogelio y sin dejar de sonreír, le contestó:
--- Hermanito, fue fácil darse cuenta del robo, por que todos los días damos vuelta al potrero y los animales que hay adentro, y hace 03 días, se notó que una vaca tiene el cacho (asta) gacho y parida, al llegar nosotros el ternero daba balidos esperando la leche de la madre y no la encontramos, y poco a poco descubrimos que faltaban 25, de inmediato regresé a la casa a informar a mis hermanos; todos ellos se movilizaron, unos fueron a la frontera con Ecuador, otros en dirección a los zorros (Oeste) y unos al pueblo, pero ninguno encontró nada, ni el rastro se pudo distinguir, por que estamos en tiempos de saca y hay mucho movimientos de reses............
Julita, hizo una pausa y agregó:
--- Hoy como de costumbre vine un poco tarde a dar una vuelta y seguro que llegamos cuando era el medio día clavado (12:00 p.m.) y pasamos hasta el cerco y estando allí ya eran las 15:00 horas (3:00 p.m.) y grata fue nuestra sorpresa que las reses afuera estaban tratando de entrar, rápidamente abrimos la puerta y entraron los animales, fue emocionante de como la vaca parida comenzó a llamar a su cría dando balidos sucesivos y el ternero entendió el llamado y vino levantando la cola y al encontrarse con la madre, ella le olió el trasero y le ofreció su ubre llena de leche....
Julita, hizo otra pausa y añadió:
--- El ternero que no había bebido leche, por que se negó aceptar el biberón que le ofrecimos, se empanzó mamando todo el contenido de la ubre.
Rogelio Campos, feliz de escuchar el amplio informe que le dio su hermana Julita, bajó el bolsico y sacó las talegas del fiambre que le puso Amalia "Ojos verdes" y les dijo:
--- Vamos a comer este fiambre, que me pusieron y que no he tenido tiempo de comer.
Rogelio, sacó las talegas, tendió su poncho sobre el pasto como si fue mantel, la noche llegaba con más fuerza, todos tenían hambre y comenzaron a comer la cancha del maíz tostado, los chicharrones de choncho y las tortillas, la talega que contenía el mote con frejoles ya se había acedado (envinagrado) y como habían un par de perros, les ofrecieron la comida y gustosamente la aceptaron por que fue guisada con manteca de chancho que ese aroma es un majar para los perros.
Después de la improvisada merienda, que fue bien aprovechada y también lo hizo el caballo que se le retiró el freno sin desensillarlo y como la oscuridad cubría el medio ambiente, la familia se puso de acuerdo en salir al camino real (era una tremenda vuelta y más lejos) para regresar a la casa que estaba muy retirada por esta ruta en una hora y media de camino, es que los terrenos de Rogelio Campos, eran inmensos.
Ellos ya en camino, Rogelio cedió el caballo para que lo monte Julita, y como era llana toda la ruta, se podía avanzar aún siendo una noche muy oscura.
La familia, conversando entre tropezones y hasta un par de caídas de bruces llegaron a la casa, aproximadamente a las 20:00 horas de la noche, ya todos dormían, los recibieron una jauría de perros bravos, que al distinguir que eran los amos y llegaron con un par de perros como ellos, dejaron de ladrar y los halagaron moviendo la cola.
Julita, que hacía de anfitriona, abrió la puerta de la sala, entró y desde allí hizo bulla llamando a otros familiares para saludar y festejar el regreso de Rogelio.
Rápidamente se levantó Néstor, le siguió Roberto, luego Fabián y finalmente las hermanas Gliceria y Anastasia; los siguieron los hijos, cuñados y cuñadas, se reunieron en un gran grupo de todos los que vivían en aquella casa que por cierto era muy grande, como si fuese una casa hacienda.
El regreso del dueño de casa de todo lo que había allí, constituía el mayor acontecimiento familiar, se brindó con tragos, se inició la fiesta celebrando el regreso de Rogelio Campos, vivo, sano y más fuerte que nunca, no era para menos, por que cada vez que él se despedía y salía de viaje, les aconsejaba como administrar la propiedad trabajando todos iguales; por que nunca se sabría que pueda sucederle y tal vez nunca regrese, debido a la actividad que él se dedicaba que era asaltar a los dueños de la riqueza.
Él estaba expuesto, que los dueños afectados podrían responder asesinándolo; por estas razones la familia trabajaba engrandeciendo la propiedad, cuidando el ganado, cultivando los terrenos y disfrutando de la producción y todos cooperaban en igualdad de condiciones tantos los hermanos varones y como las mujeres, casi todos estaban casados y con descendencia, que era lo único que tenían como fuente de ingresos, ya que todos fueron una familia humilde y muy pobre, explotados como jornaleros de una hacienda, donde sus padres murieron trabajando para el hacendado de Sol a Sol, como solía llamarse desde las 06:00 de la mañana hasta las 18:00 horas de la tarde.
Para esos jornaleros en aquella haciendo no había descanso ni domingos ni feriados, y el rancho que comían era una basura hervida y servida desde pailas.
Esa fue quizá la razón que Rogelio Campos, cuando creció y que también fue víctima de la explotación, quien se rebeló y se convirtió en bandolero y su primera víctima fue el hacendado que mató a sus padres explotándolos quienes murieron de inanición y tuberculosos, dejándolos a ellos huérfanos y abandonados.
Rogelio, juró venganza y mientras trabajaba como un jornalero más, estudió todos los movimientos del hacendado, que siempre caminaba protegido por sus guardaespaldas, quienes hacían el trabajo sucio azotando con látigos al jornalero que se cansaba y punta de fuetazos los obligaban a seguir trabajando.
El cruel hacendado, tenía una debilidad, le gustaban las jovencitas hijas de los jornaleros, que cuando las obligaba convertirse en ser sus concubinas, estas pobres mujeres eran prácticamente forzadas, en esos actos de vejámenes; él se alejaba de sus guardianes y se quedaban él y ella en algún escondite fuera de la casa hacienda.
Rogelio, ya un joven, tenía una vecina entrada a los 16 años de edad, justo la edad que al hacendado le gustaba desflorar; pero, esta vez no saldrá con la suya.
Repentinamente el hacendado llegó a la humilde vivienda, era una choza donde esta jovencita compartía con sus padres que laboraban como jornaleros, él le propuso estar con ella, la niña lo rechazó y le contestó que estaba enamorada de un joven como ella y que no aceptaba ser su mujer.
El hacendado no se hizo problemas, sabía que de todas maneras ella será suya, simplemente se fue, haciendo creer a la joven, que aceptó su rechazo; pero, no era así esa conjetura, simplemente esperó un par de días, que no haya testigos; pero Rogelio si estaba oculto observando todos los movimientos del miserable hacendado.
El hacendado creyendo que nadie lo observaría, regresó con un látigo y llegó a la choza donde vivía la joven, tiró la puerta con un punta pie, entró, encontrando a la joven sin protección, quien hizo oposición gritando pero nadie la oía; el hombre se retiró la ropa, sin descuidar su látigo, tendió una manta al suelo, le dio una cachetada a la jovencita, allí cayó la jovencita llorando e implorando que no le haga daño, pero la bestia salvaje no entendía razones, solo quería satisfacer sus instintos.
El abusador, le rompió la ropa a la joven que se hizo harapos, se trepó encima del cuerpo de la infeliz jovencita y cuando iba a consumar la violación, recibió un mortal golpe en la cabeza con una barreta de hierro que con todas sus fuerzas le descargó Rogelio, el violador cayó al suelo con la cabeza rota saliendo sangre a borbotones muriendo en el acto; la jovencita casi desnuda, ya que su ropa quedó hecha trizas por la violencia.
El protector (Rogelio), que tal vez ni lo conocía, le tiró una manta de su propia cama para que se cubra el cuerpo y él haló el cuerpo inerte fuera de la choza del ahora finado hacendado........................
Continuaremos..............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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