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domingo, 12 de septiembre de 2021

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo XCV.- Siekik, una vez más demostró que su "tercer ojo" nunca le ha fallado, al detectar que dentro de los individuos errantes, vinieron guerreros enemigos, que se constituían como informantes de las defensas de los terrenos de Zankoc...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los Orígenes del Señor de Sipán; mientras que Siekik, recibía informaciones con noticias no gratas de que la sacerdotisa Chosinik estaba preñada de él,  y podrían haber otras mujeres en el mismo estado, llegó un centinela desde el Este, anunciando que detectaron gentes que venían en tumulto que no se podía saber si eran guerreros o comerciantes, o tal vez gente errante que buscaban comida y trabajo, el líder Siekik tranquilizó  a los otros líderes, que los desconocidos no podrían ser guerreros, por que nunca se ataca de día claro, que era posible que sean gente errante que buscaban el amparo para sus necesidades...... ...sigamos el relato.............

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: 
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

El joven líder Siekik, en poco tiempo acumuló amplia experiencia en el arte de la guerra, ya se enfrentó a varias tribus invasoras y a todas las venció, usando su astucia, temeridad, audacia y agilidad mental que destrozó cabezas; también estaba destacando como conquistador de mujeres, aún teniendo como pareja oficial a Nassanchak, él ya había compartido con la sacerdotisa Chosinik, quien le podría dar muchos problemas con sus padres que no la quieren y es más grave todo indica que ella estaba preñada, había que agregar que también se acostó con la instructora de los telares y con una joven hermosa.
Tal como lo había previsto Siekik, los visitantes aún desconocidos eran un grupo de 70 individuos, que fueron desplazados de sus tribus, por que no tenían producción, por falta de agua y terrenos para los sembradíos; en aquellos tiempos las guerras entre tribus eran por la comida y la tenencia de los mejores terrenos para los cultivos, y aún así; las tribus exitosas en los cultivos eran asaltadas e invadidas por tribus errantes en busca de comida.
Kamokac, había desplazado a centinelas para que los encuentren en las planicies a los desconocidos, quienes al encontrarlos vieron que todos ellos estaban mal nutridos y hambrientos, que tuvieron noticias que los terrenos de Zankoc estaban llenos de producción y que ellos no vienen como invasores sino como agricultores y como no tenían armas; los centinelas los condujeron hasta los límites de los terrenos, donde aguardaban los líderes; Siekik, Chamokik y Kamokac, quienes usando los traductores les preguntaron de donde venían ellos contestaron, que tenían hambre y que no habían comido por varios días, algunos muy débiles apenas se podían mantener de pie, otros llegaron arrastrando los pies.
Ante semejante cuadro de desvalidos; Kamokac, con la agilidad mental de siempre y como el líder responsable ordenó a un grupo de guerreros regresar al Asentamiento para que informen a las cocineras que aumenten las  comidas para nuevos moradores por cuatro veces el doble de las dos manos juntas, que sumaban al equivalente de 80 personas.
Pero, Siekik, provisto de su "tercer ojo", vio que algunos de ellos no encajaban con sus narraciones, ordenó a Kamokac separarlos del grupo, para someterlos a interrogatorio, la experiencia enseña que nunca se puede confiar en desconocidos, por el momento tan sólo era una conjetura.
La prueba más importante en los interrogatorios que no eran de palabras, sino de hechos, los separados que sumaban aproximadamente unos 20 individuos; fue el mismo Kamokac que les dio palas y les mostró parte de los terrenos y les indicó hacer la tarea, los desconocidos muy resueltos empezaron a trabajar y lo hicieron mejor que sus propios agricultores, incluso sacaron ventaja en la tarea en menor tiempo.
Kamokac, asombrado por la eficiencia de los desconocidos (él nunca tomó en cuenta que debían estar débiles), los felicitó tocándoles la cabeza que ellos se inclinaban al ser rozados por las manos del líder, (otro detalle que no tomó en cuenta que eran guerreros).
Él, le informó a Siekik, que resultaron ser eficientes agricultores los desconocidos sometidos a prueba; pero aún Siekik no se confiaba, había algo, que él sentía, que aquellos individuos no eran agricultores sino guerreros disfrazados, por lo que ordenó vigilarlos, ya que suponía que eran enemigos infiltrados.
Kamokac, contra su voluntad (no observó los detalles), separó a los desconocidos y todos regresaron al Asentamiento, se tuvo que llevar en hombros a 6 individuos que ya no podían caminar por la debilidad.
Siekik, no comentó con nadie sobre los desconocidos separados, ya que ellos no mostraban signos de debilidad, si se supone que todos eran de la tribu que los despachó, ¿Por qué ellos demostraron energía, y capacidad corporal para el trabajo?, si sus compañeros no podían ni pararse; que lamentablemente el líder Kamokac y también Chamokik no tomaron en cuenta esos detalles para mantener la seguridad.


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío. 
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Ya estando todos en el Asentamiento; Siekik, se acercó a Kamokac y le dijo:
--- Kamokac, probaste la capacidad de los desconocidos; pues, antes de la comida, acompáñame con ellos a los límites de los terrenos, incluso iremos a las zonas que no han sido cultivadas, que todos lleven palas para abrir la tierra, quiero ver algo que me preocupa de estos hombres desconocidos.
Kamokac, totalmente desconcentrado con lo que pedía el líder, no le replicó y obedeció las órdenes, que los desconocidos parece que se dieron cuenta que los descubrieron, ya que eran una avanzada de una tribu que pretendía invadir los terrenos que fueron de Zankoc, para cobrar una vieja deuda que en tiempos atrás, el líder los invadió y arrasó con toda la producción, lo hizo adrede, por que él no tenía necesidad, sólo fue que la hija del líder de aquella tribu que no lo aceptó en convertirse en su concubina.
Esta información que era desconocida para Siekik, pero sus instintos de la defensa le anunciaban que algo se traían esos guerreros disfrazados de errantes; los llevaron a los terrenos eriazos, vaya que ellos siguieron los caminos con tanta familiaridad (seguro estuvieron por aquí espiando) que demostraron conocerlos; recién ese detalle lo detectó Kamokac, por lo que le dio la razón al líder Siekik; pero, no lo comentó, en seguida les dieron las palas para abrir la tierra virgen, que habían ciertos trucos y experiencia para abrir terrenos duros; pues, ninguno supo como hacerlo, que era esencial para cualquier agricultor saber ese truco.
Entonces, estos individuos eran guerreros y no agricultores, si bien demostraron en la anterior prueba trabajar bien, pues esa labor la podía hacer hasta un niño en terrenos sueltos.
Por lo que Siekik, los observó bien y escogió al líder de aquel grupo, que era un individuo fornido y más alto que Siekik; por lo que el joven líder usando a Kamokac como traductor, le preguntó:
--- Hombre, dime ¿Cuándo invadirán ustedes o sus líderes estos terrenos?
Fue una pregunta inesperada y sorpresiva, como se dice ahora fue a "boca de jarro", que el grueso hombre totalmente desorientado y sorprendido no supo que contestar; ante la mudez del individuo, que sus compañeros miraban atónitos, por que fueron descubiertos.
Pero, como no reaccionaban, Siekik, insistió:
--- Hombre, su capacidad de adelantarse para informar a sus líderes, les falló, por que los detecté que desde que aparecieron ustedes estaban robustos y no mostraban signos de debilidad, tienes que hablar, si no lo haces puedes morir.
Siekik, de las palabras pasó a los hechos, le agarró del cuello y le cruzó el brazo por el pecho, que en un sólo movimiento le torcería la cabeza, el individuo indefenso comenzó a temblar y casi gritando reaccionó, habló así:
--- ¡¡¡¡ Hombres ataquen, ellos no tienen guerreros que los defiendan !!!!
Kamokac, captó el mensaje y se puso en guardia y los 19 hombres no actuaron, teniendo la ventaja, no había armas pero si con las palas podían atacar.
Siekik, ajustó la maniobra para impedir que el individuo vuelva hablar y le dijo:
--- Hombre, te di la oportunidad para hablar, pero no lo hiciste, no tengo otro remedio que matarte.
Kamokac, con la premura del tiempo tradujo la amenaza del líder Siekik, que el individuo intentó zafarse, pero fue para su mal, por que Siekik también era duro y cruel le torció el pescuezo matándolo al instante, que cayó al suelo como una roca ya muerto.
Del grupo de los 19 restantes, salió uno que se mostró dispuesto a cooperar  hablando en su dialecto, dijo:
--- Oh Gran Líder, nosotros fuimos obligados a meternos con los errantes y llegar aquí para detectar los puntos por donde entrarán los guerreros para invadir estos terrenos, todo es por un acto de venganza, el que murió era el líder de nosotros; admiro que lo hayan descubierto, nosotros no queremos guerra, nos ofrecemos como agricultores  y les daremos la información de la tribu invasora.
En aquellos tiempos, no había fidelidad a los líderes, los guerreros se pasaban de un bando a otro, incluso entre enemigos se hacían las paces y se convertían en guerreros del líder que lo habían combatido antes.
Por lo que Siekik, conversó con Kamokac, y le dijo:
--- Kamokac, ya descubrimos al enemigo, que no fuimos nosotros los que los atropellaron sino Zankoc, pero igual nos tienen como sus enemigos, a estos vamos a convertirlos en agricultores, no les entregarás armas  y hay que vigilarlos, por que no podemos despacharlos, ellos regresarán al enemigo con información valiosa.
Kamokac, que una vez más le daba la razón a su líder Siekik, por que él veía al enemigo, le contestó:
--- Oh Gran Líder, totalmente me sorprendió, yo nunca habría detectado a estos individuos guerreros que llegaron como agricultores disfrazados.............................
Continuaremos........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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