Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; el joven líder Siekik, respiraba una tranquilidad en los dominios de la vivienda, ya que no se había observado ningún movimiento de las tribus vecinas, sobretodo las belicosas; era una paz que parecía ya se había logrado, por lo que el joven líder se dedicó atender y tratar de curar los males de la salud de su madre Mokumac; quien tenía su salud resquebrajada, debido sobretodo por la irreparable pérdida de su marido el señor Chonkik; aún así, ella se preocupaba que su nuera Nassanchak se empreñe de nuevo, dándole el hijo varón que tanto lo deseaba Siekik; sin embargo, parece que este sueño lo podrá conseguir de la joven hermosa de los terrenos que fueron de Zankoc... ...sigamos el relato.................
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue: El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia:
Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.
Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
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El joven líder Siekik, estaba muy empeñoso en construir el gran gran templo a los dioses; mientras tanto celebraba ceremonias de invocación en agradecimiento o pidiendo algo, él tenía la preocupación por la salud de su madre Mokumac, ya ordenó a la sacerdotisa que durante la noche se hará una invocación; que para estos actos religiosos se solía retrasar la última comida, que algunas veces era un festín, hoy no había nada especial y de acuerdo a lo establecido se convocó a todos los vasallos al gran patio.
Siendo las 18:00 horas de la noche, todos los vasallos se reunieron en el gran patio, junto a la fogata había un tabladillo, allí subía el joven líder, acompañado del sonido del golpe de los tambores que era lento y acompasado; fue impresionante ver llegar al joven líder caminando en un callejón de los vasallos que inclinaban sus cabezas al paso que avanzaba; él se había cambiado de vestimenta, ahora lucía un traje de una sola pieza como una bata que le cubría el cuerpo desde el cuello hasta los tobillos, era de color blanco púrpura, llevaba como cetro una porra de madera con cabeza dentada, era su arma favorita.
Siekik, llegó a la fogata, lo recibió la sacerdotisa Chosinik, quien le agregó un manto tejido muy corto, que le cubrió los hombros y parte del pecho, él subió al atrio (tabladillo), abriendo los brazos levantó la mirada hacia el firmamento y empezó la invocación, así:
--- "Oh Dioses de las alturas, estamos reunidos para agradecerles su ayuda en el florecimiento de los terrenos, tenemos buenas cosechas y esperamos siempre sea así; igualmente Oh Dioses les pido protección por la salud de Mokumac, quien es mi madre, ella sufre de la pena por la muerte del señor Chonkik, quien ahora está con ustedes, les suplico concederle unos tiempos más de vida".
Luego, el joven líder tomó asiento y subió la sacerdotisa, muy hermosa con amplias caderas; que así estaba establecido que ella continúe, hizo la venia de sumisión ante el joven líder, luego levantó su cabeza hacia el firmamento y con los brazos extendidos en esa dirección, invocó así:
--- "Oh Grandes Dioses de las Alturas, invoco a ustedes pidiendo el perdón por haber perdido a mi hija, que se fue a sus aposentos y como nuestro líder Siekik quiere tener un hijo varón, invoco a ustedes concederme el honor de ser la madre, que esta vez seré la esmerada cuidadora de tan noble ser, que venga al mundo por designio de ustedes".
El joven líder, se puso de pie con gesto adusto, mostrando su total desacuerdo con la invocación de la sacerdotisa y como faltaba la siguiente invocación, él dijo:
--- "Oh Grandes Dioses, no es urgente para mi tener un heredero varón, dejo a la voluntad y bondad de ustedes, destinar el tiempo para ese fin; tengo pareja y ella es Nassanchak, quien es la única que puede darme un hijo varón; igualmente ahora dioses les ruego concedernos lluvias para los terrenos que fueron de la tribu Chamasachok, que la necesitamos para la próxima siembra, esta petición espero sea concedida".
Después de la invocación, Siekik se bajó del tabladillo, regresó por el callejón de humanos y fue al corredor; todo parece indicar que la sacerdotisa no midió el descaro de ofrecerse como la destinada para ser la madre del probable hijo varón, ya que ni siquiera el joven líder la observó al pasar junto a ella, él estaba muy enojado por semejante atrevimiento.
Entre los presentes a la ceremonia, estaba su pareja Nassanchak y los otros líderes, la única que no asistió fue Mokumac, por razones de su salud; tal vez fue mejor así, por que ella habría escuchado a la sacerdotisa, a quien ella no le tenía ningún afecto.
En cambio a Nassanchak, no le importaba que su pareja Siekik se haya acostado con otras mujeres, ella era consciente que su pareja tenía muchos días que ausentarse de la vivienda y buscaría la compañía de una mujer para pasar las noches; pero, si habían otras personas que si les afectaba y ellos eran los padres de Nassanchak y la señora Mokumac quien si odiaba a la sacerdotisa, que la creía como una intrusa en la vivienda.
Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
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En seguida se sirvió la segunda comida, donde Siekik no estuvo en el corredor, donde solía comer junto a los otros líderes como Chamokik y Renkik; él fue al dormitorio de su madre Mokumac, que la encontró más alegre con una sonrisa a flor de labios, ya que ella estaba dichosa al escuchar que su hijo mentó ante los dioses que tenía una pareja y ella será la única que le dará el hijo varón.
Mamá e hijo comieron la cena, era una bendición de los dioses que ella recuperó el apetito; luego el joven líder salió con los mates vacíos, se encontró en el corredor con Renkik, y éste último le dijo:
--- Oh Gran Líder, le agradezco que haya establecido el respeto de los vasallos, por que usted es el líder y sólo así será escuchado por los dioses para la venida de su hijo varón que ellos darán su venia a la única portadora que es Nassanchak.
Siekik, apreciaba sobremanera a Renkik, quien además de ser el padre de su pareja, era un fiel servidor, que siempre lo vio como el Gran Capitán de los guerreros, al entrenarlos que en tiempos de paz, ellos trabajaban en labores de engrandecimiento a los dominios de la vivienda, le respondió:
--- Renkik, no descuides a los guerreros, estamos muy tranquilos, pero me da mala espina, casi estoy seguro que las tribus invasoras están en movimientos, creyendo que nos descuidamos (bajar la guardia) ordena que los centinelas estén siempre vigilantes, ha pasado mucho tiempo de paz, me parece que algo se nos viene y no sé en que terrenos seremos invadidos. (su "tercer ojo" y "sexto sentido" le anticipaban siempre los hechos venideros).
Siekik, le dio una palmada en la espalda a Renikik y se dirigió a la fogata, allí aún estaba la sacerdotisa, quien al llegar le dijo:
--- Sacerdotisa, tienes que pedir perdón a los dioses, por ofrecerte como la única madre del hijo varón que necesito, tu sabes que Nassanchak es la única mujer destinada a esa fin, y si ella no puede, se respetará los designios de los dioses, espero que nunca más invoques tus deseos que no los comparto, de lo contrario regresarás a los telares.
Y cuando Chosinik, le iba a responder, llegó un agitado y cansado centinela, quien al ver al líder le dijo:
--- Oh Gran Líder, vengo desde los terrenos que fueron de Tankik, por que han sido invadidos por una tribu desconocida, ellos dominaron a los guerreros vigilantes y están saqueando los productos, sin que los agricultores puedan defender, esos invasores han comenzando con los terrenos que están en las planicies después de la vivienda donde vivió el líder Tankik.
Era una noticia alarmante y Siekik aún tranquilo, le preguntó:
--- Guerrero, puedes decirme: ¿Cuántos hombres son los que entraron?
El guerrero aún cansado le respondió moviendo las dos manos por seis veces, era una suma de por lo menos 60 invasores y todos armados.
Siekik, pidió que le acompañe el guerrero y fueron casi corriendo a buscar a Chamokik, que al encontrarlo, le dijo:
--- Chamokik, éste guerrero informa que una tribu invasora ha entrado a los terrenos de Tankik y están saqueando los productos de cosecha, prepara a los guerreros que caminen de noche, tenemos que ir a pelear y rechazarlos.
Chamokik, se comunicó con Renkik, quien recién se había acostado y le preguntó por guerreros que caminan de noche con facilidad, el Capitán y entrenador se levantó fue al campamento y comenzó a llamar a los guerreros, quienes al saber de la emergencia todos se pusieron de pie y se alistaron algo más de 100 guerreros y se les entregó las armas y con ellos fue hasta Siekik, quien esta vez se puso una coraza de cuero reforzada con filamentos de cobre resistente a las flechas.
Prácticamente toda la población de la vivienda se puso de pie, alistando a los guerreros, quienes ya estaban formados y listos para salir.
Siekik, con la experiencia acumulada, ordenó a Chamokik seleccionar a 10 guerreros exploradores, que debían salir del inmediato, indicándoles que se acerquen a los invasores, usando la técnica de arrastrar sus cuerpos (rampando) que no lo enfrenten, con lo que ellos vean retrocedan dándonos la ubicación exacta.
Renkik, quien si conocía a los mejores exploradores, los seleccionó, les agregaron más armas cortas y se les indicó lo que tenían que observar, para luego informar y se les despachó; los restantes incluidos los líderes salieron caminando rápido sin dirigir palabra alguna, todos debían avanzar en completo silencio.
Los exploradores, quienes caminaban en dirección a los terrenos, se dividieron caminando en dos grupos de cinco hombres y lo hicieron por los bordes del camino, ellos llegaron a la parte delantera de los terrenos invadidos, todo estaba tranquilo, cruzaron la vivienda que fue de Tankik, que estaba abandonada, avanzaron hacia las pampas y desde su ubicación observaron alarmados que había fuego y se notaba el movimiento de la gente.
Los exploradores siguieron caminando y se encontraron con aterrados agricultores que se habían encaramado y como hablaban el mismo dialecto, les preguntaron sobre los invasores, ellos les informaron que habían tomado los terrenos más grandes del cultivo del maíz y que ya lo saquearon y le prendieron fuego y que parte de los productos "cosechados por los invasores", ya estaban huyendo en dirección a las planicies, y que habían matado a tres agricultores que resistieron el ataque y que ya estaban entrando a los cultivos del maní, camote y yucas...................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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