Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; el joven Olzagon, actuando como Supervisor de Ventas de la empresa Import & Export S.A., visitó la cadena de Supermercado "Mercado Gigante"; donde el Supervisor de Compra, su amigo Alberto Carmona Rivera, a quien convenció hacer un pedido gigante de mercaderías para los próximos seis meses, con descuentos y promociones y con pagos a 180 días; que por la magnitud de compra, impresionó al gerente Homero, cuyo monto ascendía a la suma de 2'500,000 monedas nacionales... ....sigamos la historia....
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.
Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.
Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.
Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
El joven Olzagon, haciendo uso de su flamante cargo como Supervisor de Ventas, estaba visitando como un vendedor más a los grandes clientes y que empezó por la cadena del Supermercado "Mercado Gigante" donde se introdujo con éxito la comercialización de repuestos de los mismos productos de electrodomésticos que vendía la cadena; gracias a las buenas costumbres de hacer amistad, se logró hacer un pedido gigante que convenía a los intereses de Import & Export S.A., posesionándose como la gran distribuidora de repuestos.
Bueno es recordar, que el éxito de las grandes empresas en la comercialización de sus productos, es ofrecer los servicios adicionales que hagan posible el uso satisfactorio del producto adquirido por el consumidor final; y todo es posible gracias al equipo de vendedores, quienes deben estar convencidos que lo que ofrecen como ventas tiene las óptimas condiciones para el mercado.
El mercado es un conjunto de consumidores muy dinámicos, que están en constante movimiento, en la búsqueda del mejor producto y sobre todo los precios asequibles a su bolsillo; justamente las grandes cadenas para atraer clientes ofrecen promociones de productos que motivan con entusiasmo a comprar, por que el precio del producto está al alcance de su preferencia, que el cliente incentivado por la oferta decide por dos o más productos temiendo que ya no se presente otra promoción, que en parte es verdad, ya que sólo era un gancho para atraer al cliente.
Volviendo a la historia, el gerente Homero, tan impresionado estuvo del pedido gigante que le presentó su flamante Supervisor de Ventas Olzagon, que por su supuesto aceptó en las condiciones que logró elaborarlo, que él se dijo asimismo: " Acerté contratando como Supervisor de Ventas a Olzagon...", ellos se despidieron, quedando Homero para que ordene a los almacenes despachar el primer lote en los próximos días.
Olzagon, salió de la gerencia y fue a su oficina, llegó y comenzó a revisar los pedidos que le entregaron los vendedores, que ya había despachado copia a los almacenes para su despacho y copias al Departamento de Créditos para revisar la solvencia de los clientes y sobre todo sus pagos.
Al mismo tiempo, Homero usando el servicio de cable, reportó a la central de París, el pedido entregado por Olzagon, por que era necesario que ellos conozcan con información de primera mano, para que se remitan las mercaderías y poder atender el gigantesco pedido; el tenor del cable fue recibido por el mismo dueño de la distribuidora, quien también se asombró por el monto que representaba, algo similar a los gastos que ocasionó su hija Clorinda, empeñada en aquel tiempo en despedir y no reconocer las comisiones de Olzagon.
El señor Manzanares como dueño, era un empresario que se proyectaba hacia el futuro y aquel momento le llegó a la mente, otorgar una beca de entrenamiento a Olzagon en el mismo París, aunque había una dificultad: el idioma; y como él hablaba con sus pensamientos lo escuchó su hija Clorinda, quien había cambiado completamente la manera de pensar sobre Olzagon.
Clorinda Manzanares, ahora interesada por ver a Olzagon, se acercó a su padre y le dijo:
--- Padre, estoy arrepentida de mi conducta contra el joven Olzagon, lo reconozco como un brillante vendedor, eso lo supe cuando estuve allá; yo he cambiado completamente mis conceptos sobre su persona, fui una estúpida obedeciendo a mis caprichos y nunca vi su calidad humana, estuve tan equivocada, que la justicia le dio la razón a él, que ni los mejores abogados pudieron torcer el brazo de la justicia; lástima que no tiene mi edad sino intentaría casarme con él.
El padre, se sonrió y aceptó el arrepentimiento de su hija, pero ella se excedió en sus deseos y le respondió:
--- No tanto hija, tu perteneces a otro grupo social como para casarte con ese joven, si acepto que es un buen trabajador y mantengo mi posición, voy a consultar con las academias de negocios, para buscar un espacio para entrenamientos sobre todo que le puedan ayudar en la lengua castellana (español); lo necesitamos en nuestra empresa a largo plazo, aún es muy joven y no está contaminado por la competencia, es un valor que debemos conservar.
Clorinda, que conoció íntimamente a Olzagon y que era un secreto muy bien guardado y que nunca llegaría a los oídos de su padre, le contestó:
--- Si padre, tienes razón, pero te aclaro que Olzagon, no necesita entrenamiento para ventas, más bien él puede dar clases de sus espectaculares ventas sobretodo a las mujeres; no sé, si te llegó el pedido que le hizo a la empresaria Zoraida Fuentes Plata, que por muy pocas monedas no llegó al 1'000,000 de monedas nacionales.
El señor Manzanares, le respondió:
--- Si hija, algo me informó Rudecindo (gerente que fue despedido por el escándalo de Clorinda), pero no me dio más detalles, sólo estaba interesado que envié más mercaderías para atender a ese y otros pedidos.
Clorinda, sintió en todo su organismo (recordando)las imaginarias caricias que recibió de Olzagon, que nunca puede olvidarlo por que fue él quien le quitó la virginidad del hoyo pequeño: el acto sexual anal; era algo que ella no le permitió a ninguno de sus amantes con quienes disfrutó sexo en largas temporadas o algunos ocasionales encuentros de choque y fuga con algún compañero de viaje.
Ella, tenía ese rencor acumulado de haber sufrido el desflore anal, hecho por un joven trabajador, con quien no tenía ningún plan, ni menos una continuación amorosa con relación duradera, por que era inaceptable dentro de la empresa Import & Export; todo fue un deseo sexual que ella impuso para superar a una mesera que le declaró públicamente su amor a Olzagon; ella ganó y disfrutó por toda una noche y que terminó y se apagó, pero su ano que tanto lo protegió ya no era virgen; en aquel instante no reaccionó botándolo a patadas como solía hacer con sus otros amantes que lo intentaron, más bien colaboró para que eyacule en su cavidad sintiendo el tremendo ardor por la rotura anal.
No se puede precisar las actitudes de soberbia de Clorinda; tal vez ese afán de venganza estuvo guardado en el interior de sus sentimientos, que terminó atacándolo en los genitales, lo que originó el bochornoso episodio que su padre sólo conoce una parte.
Sin embargo, el señor Manzanares, si tuvo que hacer cierto fisgoneo, al escuchar a su hija, que el joven vendedor Olzagon, que era brillante en las ventas con las mujeres y le hizo la pregunta a su hija así:
--- Hija, dices que el joven Olzagon es un brillante vendedor, sobre todo con las mujeres, dime: ¿Sabes si ha violado el Código de Ética?, que es la regla fundamental de nuestra empresa.
Clorinda, se puso nerviosa por ser ella la primera que hizo pedazos esa "regla de la ética", y por que fue justamente el motivo de la bronca que ella ocasionó por los celos que carcomían su hígado, por que Olzagon la dejó de lado, pero no lo iba a echar y le contestó:
--- No padre, nunca supe que Olzagon haya violado la Ética en su trabajo, era un escrupuloso vendedor respetando el Código de Ética; sino que te dije así, por que otros vendedores jamás pudieron hacer ventas espectaculares como las que hace Olzagon, claro está, que es parte de su trabajo, por que ahora vendió a la cadena del Supermercado "Mercado Gigante".
El señor Manzanares con la respuesta de su hija, dio por olvidada su curiosidad y se dedicó de lleno a llenar la documentación para enviar las mercaderías, que la pedía la sucursal de Cunante y poder atender así los pedidos de los grandes clientes.
Mientras tanto, en la empresa Import & Export S.A., se difundió la noticia de la venta gigante de Olzagon, que hasta Conrado, quien era amigo de Alberto Carmona Rivera, que se enteró por boca de Homero; fue el primero que acudió a la Supervisión de Ventas y encontró a Olzagon revisando los pedidos de los vendedores y desde la puerta, le dijo:
--- Olzagon, mis felicitaciones por el espectacular pedido que has logrado en "Mercado Gigante" (supermercado), me hace recordar al almuerzo de aniversario, donde en aquella vez fuiste reconocido como el "Personaje del Año", por el gerente Rudecindo Guevara Gálvez; ahora lo logras con el mismo cliente la mejor venta que será recordada por años; pues, ahora ya somos colegas; te daré un consejo, que nunca se te suban los humos a la cabeza, mantén tu perfil bajo y siempre serás un triunfador.
Conrado, quien era el Supervisor de Personal y fue él que lo hizo ingresar a Olzagon a la empresa, se acercó al joven y lo abrazó, felicitándolo, y el joven que no había hablado de sus ventas con la única excepción al gerente Homero, que efectivamente nunca le gustaba la figuración, eran otros quienes le reconocían sus méritos y le contestó:
--- Señor Conrado, siempre soy humilde con mis acciones, sino que trascienden y que escapa a mi control, seguro que usted se enteró por boca del gerente; pues, era el único que sabía sobre mi trabajo y después serán los almaceneros; le agradezco infinitamente sus consejos que los tomo como la dirección en la ruta que estoy empeñado en caminar.
Ellos no habían terminado de hablar y llegó Josefa López Pascal, quien era la enfermera encargada del Tópico, que casi se abalanzó hacia Olzagon, abrazándolo y le estampó un beso en la mejilla, que quedó grabado por el labial rojo carmesí que ella usaba; ante el asombro del joven y la sonrisa picarona de Conrado, ella le dijo:
--- ¡¡¡¡Felicitaciones Olzagon por tus éxitos en las ventas !!!!
Continuaremos...........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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