Nidos de Neopagetopsis ionah hallados en el mar de Weddell
En un descubrimiento único, hasta 60 millones de dracos rayados de Jonás -Neopagetopsis ionah- y sus nidos han sido hallados sobre una superficie de 240 kilómetros cuadrados cerca de la plataforma de hielo de Filchner, al sur del mar de Weddell, en la Antártida.
15 de enero de 2022, 10:35 | Actualizado a
Era el mes de febrero de 2021 cuando los monitores de a bordo del buque de investigación alemán Polarstern empezaron a mostrar en sus pantallas las imágenes de decenas de nidos de peces que pronto empezaron a contarse por centenares. Lo que reflejaba el sistema de cámara de remolque de la embarcación eran las profundidades del mar de Weddell, en el océano Antártico. Los científicos no daban crédito.
Entre los 420 y los 535 metros de profundidad, nido tras nido, según avanzaba la misión, una creciente emoción crecía hasta tornase incredulidad cuando los investigadores pudieron comprobar que, ante sus ojos, en el lecho marino, se desplegaba un nido de peces por cada 3 metros cuadrados. A veces más.
Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó al comprobar que la zona ocupada por este gran criadero de dracos rayados de Jonás -Neopagetopsis ionah- abarcaba un área total de 240 kilómetros cuadrados; una extensión de aproximadamente el tamaño de la isla de Malta que hoy por hoy conforma el mayor criadero de peces conocido hasta la fecha.
Y es que, extrapolando las cifras de densidad podría resultar que la población de dracos descubierta cerca de la plataforma de hielo de Filchner albergue hasta 60 millones de peces, un nuevo y notable argumento para el ya discutido establecimiento de un Área Marina Protegida en el sector Atlántico del Océano Austral.
Las observaciones, únicas hasta la fecha, se realizaron con el llamado OFOBS o Sistema de Batimetría y Observación del Fondo del Océano. Se trata de una cámara remolcada diseñada para inspeccionar el lecho marino de ambientes extremos, como los mares cubiertos de hielo de la Antártida.
Despliegue del Sistema de Batimetría y Observación del Fondo Oceánico (OFOBS) en el Polarstern
Gracias a un cable especial de fibra óptica, esta cámara se desplaza a metro y medio sobre el fondo del mar, normalmente a una velocidad aproximada de entre 0,5 y 1 nudo. "Los nidos tienen unos 75 centímetros de diámetro, por lo que son mucho más grandes que las criaturas que normalmente detectamos con el sistema OFOBS, las cuales normalmente solo miden unos pocos centímetros, explica Autun Purser, biólogo de aguas profundas del Instituto Alfred Wegener - Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina -AWI- y autor principal de la publicación en la que se ha dado a conocer el hallazgo.
"Después del espectacular descubrimiento, pensamos una estrategia a bordo para averiguar el verdadero tamaño de un área de reproducción de la que literalmente no alcanzábamos a ver el final", continúa. "Fue así que aumentamos la altura de la cámara sobre el lecho marino a unos tres metros y la velocidad de remolque a un máximo de tres nudos, multiplicando el área investigada. Cubrimos una zona de 45.600 metros cuadrados y contamos la increíble cantidad de 16.160 nidos de peces en las fotos y vídeos", añade el experto de AWI.
Un nuevo santuario antártico para la vida marina
Basándose en las imágenes, el equipo pudo identificar claramente los nidos redondos de unos 15 centímetros de profundidad y 75 centímetros de diámetro, que se diferenciaban del lecho marino fangoso por un área central redonda recubierta de pequeñas piedras. Los investigadores distinguieron varios tipos de ellos: algunos "activos”, que contenían entre 1.500 y 2.500 huevos y custodiados en las tres cuartas partes de los casos por un draco adulto y otros que contenían sólo huevos. También hallaron nidos sin puesta en cuyas cercanías se podían observar peces sin huevos o muertos.
Draco rayado de Jonás macho protege una puesta de huevos - Neopagetopsis ionah
"La idea de que una zona de cría de dracos tan grande en el mar de Weddell no hubiera sido descubierta previamente es totalmente fascinante", expresa Purser. "Hasta ahora solo se habían detectado dracos rayados de forma individual o en pequeños grupos".
Posteriormente los científicos combinaron sus resultados con datos oceanográficos y biológicos descubriendo que el área de reproducción corresponde con la afluencia de aguas profundas más cálidas desde el mar de Weddell hacia la plataforma superior. Con la ayuda de focas equipadas con transmisores, el equipo asimismo pudo demostrar que la región también es un destino popular para las focas de Weddell, las cuales desarrollan el 90% de su actividad en la región de nidos con peces activos, a la que presumiblemente acuden en busca de alimento. No es de extrañar, ya que los investigadores calculan que la biomasa de la colonia de Neopagetopsis ionah en la zona asciende a unas 60 mil toneladas.
"Con su biomasa, esta enorme área de reproducción es un ecosistema extremadamente importante para el mar de Weddell y, según la investigación actual, es probable que se trate de la colonia de reproducción de peces más extensa descubierta en todo el mundo hasta la fecha", informan los expertos.
Para la directora de AWI y bióloga de aguas profundas, la profesora Antje Boetius, el estudio actual es una señal de cuán urgente resulta establecer áreas marinas protegidas en la Antártida. "Este gran descubrimiento muestra lo importante que es poder investigar ecosistemas desconocidos antes de perturbarlos", expresa. "Teniendo en cuenta lo poco conocido que es el mar de Weddell en la Antártida, este descubrimiento subraya aún más la necesidad de establecer un Área Marina Protegida", añade. Al efecto, el Instituto Alfred Wegener ya presentó una propuesta para la creación de esta figura de protección internacional que desde el año 2016 es secundada por la Unión Europea y sus estados miembros, así como por otros países que forman parte de la Comisión internacional para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA).
“Desafortunadamente, el Área Marina Protegida del mar de Weddell aún no ha sido apoyada por unanimidad por todos los miembros de la CCRVMA", continúa. "Sin embargo, ahora que se conoce la ubicación de esta extraordinaria colonia de reproducción, tanto Alemania como los demás miembros de la CCRVMA deberían asegurarse de que en el futuro no se realicen actividades de pesca en el área, y que esta sea destinada exclusivamente a la investigación científica no invasiva". "Hasta ahora, la lejanía y las difíciles condiciones del hielo marino de esta zona más al sur del mar de Weddell han protegido la zona, pero con las crecientes presiones sobre los océano y las regiones polares, deberíamos ser mucho más ambiciosos con la conservación marina”, sentencia.
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