Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Agente Justiciero Genochi; Servelio Smith López, cuyo alías era "El Machetero del Río"; luego de la repartición del botín, que su banda logró, al asaltar grandes almacenes del Centro de la Ciudad; él regresó a su casa, al intentar abrir la puerta, detectó que alguien dentro de un automóvil lo había estado esperando, pasó de largo hasta la esquina y logró huir y viajó al Puerto de Paita, alojándose en un hotel, donde captó noticias en un viejo receptor desde Piura, que informaban que la policía capturó a los integrantes de su banda, que incluso cayó el jefe con 20,000 monedas nacionales en sus bolsillos; él gracias a su acertada huida se mantenía libre en el puerto de Paita..... ..sigamos la historia....
Aquí en la imagen Observamos al Agente Justiciero Genochi, quien como agente anónimo bregará para capturar a los culpables del asesinato de sus padres en Chilcapampa.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Aquí en la imagen observamos al delincuente Bonifacio "Oreja Mocha"; quien como líder de una banda juvenil, asaltaron a la morada de Eucebio Nonajulca Rivera, residente en el Barrio Alto de Chilcapmpa, a quien asesinó por que no le entregó el dinero de una venta de ganado vacuno.
Foto: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.
Servelio Smith López, caminando libre en el Puerto de Paita, que nadie de su banda sabían su ubicación, pero la policía ya tenía algunos indicios de su persona, que lo calificaban como: "Un joven huidizo que se escabulle con astucia delante de las narices policiales...", no era una buena noticia para él, pero aún no conocen su nombre ni el origen de su nacimiento, si era preocupación para él; el avance de la policía por lo que se mantenía en alerta, al mismo tiempo no sabía: ¿Quién echó a la banda?, el suponía que serían los integrantes de la primera banda, quienes si conocían su nombre y hasta el origen de su nacimiento, ellos serían los soplones, ya que no existía otra explicación del misterioso automovilista que lo estuvo esperando en su casa de Castilla.
Mientras tanto, Servelio Smith López, se movía con suma tranquilidad en las calles del Puerto de Paita, ya almorzó donde escuchó las últimas noticias que la mayoría de los integrantes de su banda, habían sido capturados por la policía y de él nadie sabía nada, por lo que optó por pasear y recorrer la ciudad, donde después que murió su madre fue a un orfanato, que ya no existía, allí habían construido un nuevo edificio estatal.
Servelio, siguió caminando y llegó al parque de la ciudad, buscó una banca y se sentó, no pasaron unos pocos minutos, y sentó una joven hermosa rubia de aspecto extranjero en el otro extremo de la misma banca, ella vestía un traje de pantalón, era una vestimenta extraña y probablemente era una extranjera, por que en aquellos tiempos las mujeres vestían faldas y blusas o trajes como batas de una sola pieza hasta los talones.
Ella, lo miró con disimulo y con atención por que él era bien parecido y descendiente de padre inglés, que no nació rubio; sin embargo, era trigueño, que fue el color de la piel de su madre y de buena estatura que llegaba al 1.75 mts.
Entonces, la dama volteó la mirada hacia él y le dijo:
--- Joven, no conozco a nadie en este puerto. ¿Podría pasear en su compañía?, mi estadía es por pocas horas, ya que seguimos de viaje hacia el Sur, llegaremos al próximo Puerto del Callao, allí habrá un ligero paseo a Lima y continuaremos a Chile, que es la última escala del barco.
Servelio, hijo de un marinero inglés y con herencias de aventuras, muy gustoso le aceptó y le contestó:
--- Señorita, no se equivocó en la elección, aquí tiene a su guía.
Pero, el flamante guía turístico, no recordaba mucho de Paita, aún así, se pusieron a caminar, se inició una fluida conversación y nació simpatía mutua, ellos entraron a un café, allí bebieron la aromática bebida y mordisquearon unos bocadillos dulces.
Salieron de la cafetería y siguieron caminando; Servelio apelaba a que nació en Paita, que era verdad; para narrarle historias que eran fantasías de su mente, y que la dama lo festejaba con sonrisas y llegó a la admiración; pues afloró una fructífera amistad y como ambos eran de la misma talla, la gente común los miraba como extranjeros a los dos.
Ellos, llegaron al Museo Local, allí se exhibían reliquias históricas del héroe Miguel Grau Seminario y otros héroes marinos que pelearon en la infausta Guerra del Pacífico contra el enemigo del Sur, Chile, que armado y financiado por Inglaterra, destruyó la economía y riquezas peruanas fue un pillaje y saqueo nunca visto en otras guerras mundiales, los ingleses ganaron después la explotación del guano de las islas y las salitreras de Tarapacá.
Al concluir la visita al Museo, salieron y justo se escuchó el pito (sirena) del barco, fue tan fuerte el sonido que lo escuchó la dama, quien sabía que se acercaba la hora de la partida; ella lo miró con admiración y tal vez algo más, pero él seguía siendo un desconocido y no se atrevía a invitarlo, pero, parece que existió la telepatía y él captó los deseos de la dama y le preguntó:
--- Mi bella dama: ¿Puedo acompañarla en su viaje hacia Lima?
Era justamente la pregunta que ella quería escuchar y cogiéndole la mano derecha y mirándolo fijamente al rostro, le contestó:
--- Si jovencito, vamos en este momento, por que el barco ya avisó la partida, vaya a su casa y recoja algunas cosas, yo lo estaré esperando en la escalera de acceso.
Ella, aceleró la marcha apartándose del joven y se dirigió al barco; Servelio quien no tenía casa, sino la única muda que recién la había comprado, si tenía que ir al hotel para cancelar su estadía.
En el trayecto, lo pensó mejor y se dijo: "No voy al hotel, ya que si llega la policía estarán esperando mi regreso..." y agregó: "Iré directo al barco, chamullaré a la gringa (extranjera) que no tengo las llaves de mi casa.."
Efectivamente, Servelio llegó al muelle y observó un barco muy grande, que le llamaban: Crucero Turístico, y subían mucha gente, pero no distinguió a su amiga, por que estaba haciendo las gestiones administrativas que iba a subir un hermano, que le faltó el tiempo para avisarle a él que era un familiar.
Él se mantuvo abajo, esperando verla y como no llegaba, pensó incluso que la dama ya no quería su compañía, tan concentrado estuvo en sus pensamientos, que no había distinguido que desde la altura, estaba la dama que le hacía señales que suba.
Servelio, recuperó la ecuanimidad y subió, quienes al encontrarse por iniciativa de ella se dieron un fuerte abrazo, como si recién se hubiesen visto, la agilidad mental de Servelio le permitió captar el espectáculo, ante la atenta mirada de un marino uniformado y ella le dijo:
--- ¡¡¡¡ Hermano del alma, cuanto tiempo que no nos veíamos !!!!
El marinero, dirigiéndose a ella en idioma inglés, le ordenó que haga pasar a su hermano, por que se iba retirar la escalera.
La dama y Servelio, siguiendo el espectacular engaño al oficial marino y mirando a su supuesto hermano le dijo:
--- Hermanito, nos vamos a Lima, ya dentro del barco conversaremos largo y parejo, tengo tantas cosas que contar y tu me hablarás de la familia, que no tuve tiempo de saludar.
Servelio, que hizo gala de su astucia mental, le siguió la corriente con toda normalidad, que el oficial los vio como familiares y como eran los últimos, el operador recogió las escaleras y partió el barco.
Entonces, dentro del barco, la dama que se llamaba Elizabeth Bell, ya caminando por los pasillos y solos, le dijo en voz baja:
--- Amigo, ya le secuestré y gracias por captar mis intenciones ante el Oficial, a quien le informé que eras un hermano natural que no veía por muchos años y deseaba compartir el viaje en su compañía, ellos aceptaron mi proposición pero querían estar presentes en el momento del encuentro, serás mi acompañante hasta Lima y si nos entendemos iremos a Santiago de Chile, allí tengo familia y si estuve mucho tiempo con ellos, por esa razón pronuncio correctamente el castellano (idioma español).
Ellos siguieron caminando y llegaron al dormitorio que era un camarote provisto de dos camas, una encima de la otra, se apreciaba limpieza absoluta y ambiente de aromas.
Ella, era una mujer divorciada, dedicada a la investigación de las plantas marítimas, quien se había tomado unas vacaciones por 45 días, se embarcó en el Crucero que venía a Sur América, ella era de origen escocés, pero rara vez regresaba a su tierra natal, siempre paraba de viajes en otros barcos dedicados a la investigación marina; que esta vez ella olvidó por completo para gozar sus vacaciones.
Entonces, Elizabeth invitó a su flamante amigo (hermano para los oficiales) a subir al segundo nivel a tomar ese catre y ella se quedará con el del primer nivel.
Como en aquel barco, todo estaba iluminado y era tan grande que no se sentía que estaba navegando fue ella quien armó la conversación y le dijo:
--- Amigo, no me has dicho de como te llamas.
Servelio, respondió de inmediato y le dijo:
--- Yo soy Servelio Smith López, mi padre fue un marinero inglés que nunca lo conocí, no sé si aún vive; en cambio mi madre me dejó huérfano a la edad de 6 años, mi vida es larga con muchas dificultades, que si tuve la suerte de ser adoptado por un amigo de mi padre, quien me crío y me dio algo de educación, tal vez hubiese seguido estudiando, pero asesinaron a mi padre adoptivo.
Elizabeth Bell, conmovida al escuchar parte de la historia, de Servelio, le dijo:
--- Servelio, yo si tuve una vida con cuna de oro, mis padres me criaron y educaron, yo soy la rebelde que no quise seguirlos; me independicé al concluir mis estudios universitarios, soy una investigadora, y me acabo de divorciar, por lo que trato de olvidar para gozar mis vacaciones y lo haremos en este barco, ya que hasta el día de hoy estuve sola y serás mi compañero en todas las diversiones que ofrece este crucero y viviremos una vida de gozo.
En esos momentos alguien tocó la puerta y fue Elizabeth, quien preguntó:
--- ¿Quién toca la puerta?
El conserje le contestó:
--- Soy el portador de los servicios.
Elizabeth abrió la puerta, allí había una mesa rodante llena de potajes y botellas de licor y le dijo:
--- Por orden del Capitán, se da la bienvenida a su hermano a gozar del crucero y le envía estos presentes para que lo disfruten en su estadía.
Elizabeth, recibió la mesa rodante y la ingresó al camarote, el conserje se retiró y estando con la mesa servida, ella le dijo:
--- Servelio, abre una champaña para brindar por que tengo mucha sed.
El joven cogió la botella, le retiró las envolturas y movió la tapa que salió disparada por los aires, permitiendo salir la espuma por el pico de la botella, sorpresa grata que ambos festejaron sonriendo y el "huésped" sirvió dos copas llenas del espumoso licor y brindaron chocando las copas y se bebieron todo el contenido de una sola vez, parece que ambos tenían mucha sed.
Luego, Elizabeth, haciendo de "anfitriona", subió los platillos y vasijas para servir la comida, que se apreciaba muy exquisita, le alcanzó a su "invitado" el primer platillo y ella con el segundo comenzaron a comer.........................
Continuaremos.............................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario