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domingo, 27 de noviembre de 2022

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCLXXXVII.- Melania Valverde Torres, en el trayecto de regreso a la casa - hacienda, le hizo conocer a su padre don Miguel Valverde Torres, que ella y el caporal Jacinto Pérez Maza son enamorados y que estaba dispuesta sumir los riesgos para casarse con él...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Melania Valverde Torres, viajó a Amaluza a recoger a su padre don Miguel Valverde Torres, quien estaba recibiendo un tratamiento para recuperarse de sus dolencias reumáticas, lo encontró muy repuesto y después de dos días, ellos retornaron; en el transcurso del largo viaje, cuya trotada demandaría unos dos dos y medio días, hubo extenso diálogo entre ellos, donde don Miguel le narró a su hija que la había soñado casada y con dos hijos, ella que aguardaba informarle que se había enamorado del caporal Jacinto Pérez Maza, le contestó que efectivamente ella piensa casarse; él sorprendido le preguntó sobre el novio que quería conocerlo con su futuro yerno, ella le respondió que el novio ya vivía en al casa - hacienda...  ..sigamos la historia....


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Melania Valverde Torres, se había enamorado del caporal Jacinto Pérez Maza y él correspondía a ese amor; pero, ellos guardaron silencio hasta el regreso del hacendado don Miguel Valverde Torres, quien como padre de Melania, debería dar el consentimiento del noviazgo de su hija; pero, se temía un rechazo del padre, por ser apegado a viejos criterios que nunca se permitiría que un peón enamore a la hija del hacendado; don Miguel demostró ser en extremo celoso que no le ha permitido a su hija tener un enamorado.
Volviendo a la historia, don Miguel Valverde Torres, al escuchar a su hija Melania Valverde Torres, que le novio ya vivía en la casa - hacienda; el hacendado muy sorprendido frenó en seco a su caballo , estando parado miró fijamente a su hija, le preguntó:
--- Hija: ¿Quién es el hombre que invadió mi casa?
Melania, también frenó su caballo y sabiendo que podría ocasionarle más dolencias reumáticas  a su padre, ella se arriesgó y le contestó:
--- Padre mío, sabiendo que me reprocharías, pero tienes derecho de saber y te cuento que Jacinto Pérez Maza y yo somos enamorados, te advierto que no hemos compartido ninguna caricia ni en público ni privado, ni siquiera nos hemos dado un abrazo, esperando tu regreso, que como mi padre tienes la autoridad de darme el consentimiento.
Don Miguel, completamente enfurecido, que según su concepto, en su ausencia, el caporal aprovechó tomando ventaja y le respondió:
--- Hija mía, no lo puedo creer que te hayas fijado en un caporal, que tal sinvergüenza es este individuo que se aprovechó de mi ausencia para enamorarte, y tu hija sola, y tal vez hasta te haya amenazado y tuviste que ceder ante él; cuando llegue lo despediré y que se largue muy lejos para nunca más verle ese rostro, jamás permitiré que te cases con un peón.
Melania, esperaba un rechazo de su padre, pero no tanto con palabras muy duras, era la clásica reacción de un padre celoso que adoraba a su hija, haciendo de tripas corazón, le contestó:  
--- Padre, eres muy injusto conmigo, me estás quitando el derecho de ser feliz; Jacinto en todo momento me ha respetado, te advierto que fui yo la iniciadora de este romance y ambos nos amamos; si tu lo despides, yo lo acompañaré y viviremos nuestro amor en cualquier rincón, esta es mi decisión que ya te la adelanté, por que habíamos pensado manifestarte lo mismo juntos que nos casaremos.
Don Miguel, parece que se le recrudecieron sus dolencias reumáticas y muy triste por tan semejante noticia tan desagradable para él; que no encajaba con su criterio conservador, lo sentía como una puñalada en su corazón y lo que más sentía como una rotura brusca de las costumbres familiares; él se calló y se puso a pensar y cuando llegó a una posible solución, le preguntó:
--- Hija mía, nunca permitiré que me abandones, pero si te pregunto: ¿Estás segura que amas a ese peón?, por que tal vez más tarde te arrepientas y lo lamentarías toda tu vida, haber caído en los brazos de alguien que no te corresponde a tu persona; no olvides que él es un viajero nómade, que ni siquiera conoces el origen de su vida, que incluso puede abandonarte y largarse sin sabe a donde, tu lo conociste como un jinete sin destino y por casualidad, no sé si lo has pensado bien...
Melania, recién reaccionó escuchando a su padre que era muy cierto lo que él expresaba, y que efectivamente ella sabía muy poco o casi nada de la vida de Jacinto, ni él, dijo algo, en la original conversación el día que fue presentado, pero asumiendo los riesgos, le contestó:
--- Esos son los riesgos del matrimonio, se unen dos personas que nunca se conocieron antes, y que gracias al amor se unieron y se casaron, así lo hiciste tu con mi madre; además, Jacinto no es cualquier peón o pastor de la hacienda tal como lo calificas; él ingresó a la hacienda como un caporal, que ha demostrado coraje defendiendo los derechos de la hacienda y tenemos la misma edad.
Don Miguel, soltó los frenos de su caballo y lo taloneó para continuar la trotada, él tosiendo un poco, recapacitó y pensó que ya era tiempo que su hija tenga una relación sentimental, pero no con el caporal, era inaceptable para él; y le propuso lo siguiente:
--- Hija mía, te propongo que viajes a Loja, allí viven algunos familiares nuestros, hay unas tías hermanas de tu madre y te tomas un largo tiempo allí como que descansas, seguro conocerás muchos jóvenes de tu edad y tal vez encuentres al hombre que te mereces y te hará feliz y por supuesto te cases con él; allí viven la mayoría de las familias de los hacendados, tu madre fue hija de un hacendado, a mi suegro lo conocí en la pedida de mano y nunca más lo vi, por que se murió, hija tu mereces otro hombre en tu vida y no el caporal.
Melania, estaba perdiendo la paciencia, pero no podía faltar el espeto a su padre, y no quería viajar a Loja, no le interesaban hombres engreídos, quienes como hijos de los hacendado eran holgazanes, y tal vez presintiendo que en algo había cedido su padre, le respondió:
--- Padre, para trabajar en la hacienda no necesito novios chimbas (apelativo a ciudadanos ecuatorianos) porque yo ya conocí al hombre que engrandecerá nuestros terrenos y ese es Jacinto Pérez Maza y tendrás que aceptarlo, por que yo ya lo elegí como mi futuro esposo.
Don Miguel, al escuchar las palabras terminantes de su hija, que estaba decidida ser la compañera del caporal, que él no lo  odiaba, también era su admirador del arrojo que demostró enfrentándose a los asaltantes que pretendieron adueñarse de los tesoros de la hacienda y que agradecía a Dios, que él haya estado presente para defenderlos; pero, según sus pensamientos el caporal seguía siendo un peón; por lo que, él optó por romper el dialogo, tomó la delantera y taloneó a su caballo, seguido de su meditabunda hija.
Después de casi dos días y medio, ellos llegaron a la hacienda, eran aproximadamente las 14:00 horas, recién terminaba de almorzar el caporal Jacinto Pérez Maza, quien aún seguía sentado en el comedor de la sala, que al escuchar el tropel de jinetes, salió al corredor y encontró a don Miguel y Melania que se apeaban de sus caballos; él muy gentil se apegó a saludarlos, estiró la mano a don Miguel, quien sólo le mostró los dedos y sólo entre dientes le contestó el saludo, y fue Melania más efusiva que le abrió sus brazos y por primera vez lo abrazó con todo su amor y lo besó en la boca, el sorprendido Jacinto actuó muy suave, don Miguel sólo los observó con esas muestras de cariño y afecto, Jacinto apenas correspondió pensando en la reacción de su jefe el hacendado.
Jacinto, en comedimiento, cargó las alforjas a la sala y regresó para desensillar los caballos; salió la noble Juana quien abrazó a don Miguel y sollozó verlo de nuevo, él también correspondió a ese afecto, igual abrazó a Melania; después ambos ingresaron al dormitorio, Melania sacó del baúl ropa limpia y le entregó a su padre y salió del dormitorio, en la sala encontró a Jacinto, quien guardaba los aperos de los caballos, hubo un corto diálogo entre ellos, fue ella quien le dijo:
--- Jacinto, ya hablé con mi padre, lleva los caballos a la inverna y regresa que tenemos que conversar.
Jacinto, muy pensativo, él supuso una negativa del hacendado a su romance con Melania, y pasó por su mente que podría perder su trabajo; con esas preocupaciones haló los caballos a la inverna, allí los soltó y regreso a la casa - hacienda, por que se lo pidió Melania.
Don Miguel, se cambió de ropa y se recostó sobre la cama y como estaba cansado se durmió profundamente y comenzó a roncar, algo no visto nunca antes, por que él jamás dormía de día claro, su hija al escucharlos, no le interrumpió su descanso, cerró la puerta del dormitorio y fue al comedor, ya la noble cocinera Juana había servido el almuerzo, y como ella tenía hambre se sirvió con apetito, al finalizar el almuerzo  regresó Jacinto, ella salió de la sala que al encontrarse de nuevo, le dijo:
--- Jacinto, vamos a caminar y allí conversaremos.
Ambos, salieron de la casa - hacienda y estando fuera donde no escuchen curiosos, ella le dijo:
--- Jacinto, mientras trotábamos de regreso, hablé con mi padre sobre nuestro amor, él lo rechazó de plano, él no lo acepta por sus viejas costumbres, yo tuve que retarlo que tiene que aceptarnos como novios, allí se rompió el diálogo, ya no conversamos más, se cambió por otras cosas; al llegar si vi como te saludó; pero, no te preocupes yo ya decidí unirme a ti y tendré mis hijos y nadie podrá separarnos esa es mi decisión; te anticipo, por que seguramente más tarde mi padre te llamará y te pedirá explicaciones, espero que estés preparado para dar respuestas acertadas.
Jacinto Pérez Maza, recibió la notica de Melania con tranquilidad, por que ya suponía, que don Miguel lo rechazaría; pero, al mismo tiempo él se animó conociendo la determinación de Melania en seguir adelante, por que ella ya decidió, y por su puesto él por primera vez en su vida sentía que también le llegó el amor a su corazón y estaba dispuesto asumir sus riesgos, eso si lo que más le preocupaba que algún día, ellos conozcan sus antecedentes que él fue un bandolero; se tenía que ocultar ese negro pasado, por el que siempre fue un jinete errante que trotaba buscando un mejor provenir y en esas circunstancias conoció a Melania por casualidad en el camino.................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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