Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; don Luciano Castillo, quien como hacendado, pronunció palabras subidas de tono e impertinentes en contra del caporal Erasmo Huamán, y que después tuvo que reconocer su error y pedir disculpas; Irma que entendió perfectamente el comportamiento de su padre, aún así, como desafiándolo le deseó dichosos sueños al caporal; asimismo, Irma reclamó a sus padres que olvidaron su cumpleaños número 18, que al cumplirlas ella ya podía decidir sobre el futuro de su vida sin el consentimiento de ellos; la señora Catalina retó a su esposo a definir posiciones sobre el futuro de su hija Irma y le hizo conocer que la joven estaba enamorada del caporal Erasmo Huamán, algo inaceptable para el orgulloso hacendado.... sigamos la historia.........
Continuando con la historia, don Luciano Castillo muy afligido que su hija Irma, se haya enamorado del caporal Erasmo Huamán; pero, lo que más le atormentaba, que ese posible romance contaba con la aprobación de su esposa Catalina, quien como madre, según él, debería pensar mejor, ya que Erasmo Huamán, era sólo un peón con cargo de caporal y le dijo:
--- Mujer, todo lo que haz expresado es cierto; pero, me resisto aceptar que nuestra hija, se convierta en la mujer de un caporal como Erasmo, ya que él siempre será un peón más de esta hacienda........
Pero, doña Catalina al oír más de lo mismo y con la paciencia agotada, escuchando sandeces con expresiones de discriminación de su marido, le interrumpió y le replicó:
--- Y tu eres terco como una mula, siempre dándole con la burra al trigo; si es cierto que Erasmo Huamán entró cono un trabajador empezando como un peón; pero, rápidamente se despercudió y demostró que no era uno más; claro está, que no conocemos su familia, pero me tiene sin cuidado, ya que todo lo que he visto de él, nunca mostró características de ser un origen de pobreza, él sabe comportarse, incluso sabe compartir en la mesa usando los cubiertos muy correctamente y siempre muestra mesura y educación, por lo que nunca le observé actitudes de ser un simple peón; ya es tiempo que saques de tu mente retrógrada en observar a tus fieles peones como seres inferiores y a veces con desprecio; asimismo ya es tiempo que tus pensamientos no tengan trabas y tendrás que aceptarlo como tu futuro yerno lo quieras o no; oh prefieres que nuestra hija se empreñe y con ese espectáculo bochornoso te veas en la necesidad de aceptar humillado por tus propios caprichos....
Doña Catalina, hizo una pausa y agregó:
--- Luciano, te convertirás en un ridículo personaje, donde todos sabrían que Erasmo e Irma se están viendo en los campos como amantes a nuestras espaldas y nosotros los hacendados ocultos en nuestros desprecios desconocemos lo que estaba sucediendo a nuestras espaldas y que después de algún peón chismoso nos informe que el caporal Erasmo y nuestra hija viven su amor escondidos debajo de la sombra de los árboles y ella salió preñada y bajo esas circunstancias avergonzados y humillados tengamos que aceptarlo, ese espectáculo ridículo no lo quiero pasar.
Don Luciano Castillo, muy orgulloso y soberbio, por que él, quiere un yerno con saco y corbata; pero, está completamente equivocado, ya que ningún hombre del pueblo, abandonaría su comodidad para ir a vivir al campo y dirigir una hacienda y que nunca la conoció, por lo que fracasaría; pero, aún persistiendo con sus ideas orgullosas y altivas, se atrevió a contestar:
--- Mujer, no se que tanto camote(cariño) le tienes al caporal Erasmo, Yo tengo el poder de cambiar todo esto, simplemente despidiéndolo del trabajo........................
Doña Catalina, ahora ya enfurecida, le interrumpió de nuevo y esta vez levantado la voz, le replicó:
--- Eres un necio estúpido y orgulloso con un carácter egoísta; por favor razona, ya que mientras Yo siga viviendo en la hacienda el caporal Erasmo, nunca se irá del trabajo y si lo intentas echarlo, tendrás que pasar sobre mi cadáver; pues, él se queda y será nuestro yerno, te repito que te guste o no; dejemos que los muchachos se enamoren, lo haremos propiciando reuniones entre ellos, para que pierdan el temor a nosotros y se declaren con libertad su amor, ya con nuestro consentimiento; esa es mi decisión como madre y dejaré que las cosas se hagan bien entre ellos, si prefieres seremos unos testigos asolapados y nunca perderemos el respeto, es más haremos una fiesta para celebrar los 18 años de nuestra hija y Erasmo será su pareja de baile en todas las ceremonias; pues, mañana mismo enviaré un propio (emisario) al pueblo para que contrate a la misma banda de músicos que vinieron a la despedida de Juan.
Don Luciano Castillo, asombrado por la firme determinación de su esposa Catalina, en aceptar que su hija y Erasmo sean novios, tuvo que cambiar y aceptar ante los hechos y fingiendo que él sigue fajándose los pantalones, doblegando su orgulloso carácter; ya que efectivamente el caporal Erasmo era el único que podía continuar con la existencia de la hacienda, por ser un bravo peleador, que nunca se rinde ante las adversidades y con una habilidad mental que se adelantaba a los planes de los asaltantes; pues, será el futuro yerno y con una sonrisa tal vez fingida, le respondió:
--- Mujer, tienes razón siempre he tenido trabas mentales que no me han permitido ver las actitudes que nuestros peones han ofrendado por nuestra hacienda; pero, Yo nunca fui un mal hacendado, siempre he sido puntual con sus pagos de sus jornales y les di permiso para que regresen a su tierra de origen llevando su dinero a sus familias, tengo que aceptar que efectivamente Erasmo y nuestra hija han constituido una amistad que se entienden perfectamente, hasta en el baile lo hacen tan excelente, que ni nosotros podemos emularlos; pues, tengo que aceptarlo y ahora con mi voluntad y lo haremos de una manera cómplice que ellos mismos se vayan juntos al pueblo para contratar a la banda de músicos, y que aprovecharemos que los acompañen 2 peones y las 10 bestias para comprar y cargar víveres y a los músicos; así les abriremos el camino que estando solos se enamoren y que ellos mismos nos informen o narren a nosotros pidiéndonos nuestro consentimiento para que sean novios y todo ello puede ser en la misma fiesta que ofreceremos a nuestra hija.
Doña Catalina, muy feliz, que por fin a su esposo le llegó la razón a esa mente vanidosa y orgullosa; ella se levantó del asiento muy emotiva y se acercó a él y lo abrazó con ternura y amor y con lágrimas que corrían por su rostro, le respondió:
--- Amado esposo, me alegra que hayas cambiado tu manera de pensar y todo por la felicidad de nuestra hija; pues, se hará tal como tu lo piensas; pero, estoy pensando que dudo que Erasmo abandone su trabajo en estos momentos que estamos expuestos a los asaltantes, ya que él, es el capitán que dirige a los defensores, vamos intentarlo mañana en la cena que lo mencionaremos como una orden tuya para recompensar el olvido por el cumpleaños y que fue involuntariamente, déjame exponer nuestro plan.
Don Luciano Castillo, iba recapacitando y recordando que Erasmo Huamán, recuperó un lote de ganado robado y que si él no llegaba ya estaba perdido y se enfrentó a los asaltantes sin temor y los venció; igualmente se enfrentó a otros que intentaron asaltar a la casa hacienda; esa valentía innata en él, jamás la encontrará en otro dispuesto yerno de saco y corbata; pues, el motivo principal era lograr la felicidad de su dorada hija y que le heredó su carácter indomable que efectivamente sólo Erasmo Huamán será capaz de controlarla y hacerla feliz.
Siendo aproximadamente las 23:00 horas de la noche, ambos esposos abrazados y felices ingresaron a la casa y fueron a su dormitorio, pasando cerca al dormitorio de su hija que la escucharon que rondaba plácidamente su dulce sueño.
La pareja de esposos al acostarse recordaron los viejos tiempos cuando fueron jóvenes y los revivieron con la entrega total de sus cuerpos, los dioses del amor les dotaron y brindaron las energías y fuerzas de la pasión para que disfruten su amor que tanto los hizo felices y que gracias a ese amor, ellos compraron la hacienda y que ahora prospera muy bien....................
Continuaremos.......................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
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