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miércoles, 25 de febrero de 2009

HUANCABAMBA................. UNA BELLA TIERRA CON MUCHOS MITOS. CAPÍTULO II . EL CAO




Hola amigos:
A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con Mitos y Leyendas (imagen de la izquierda Las Huaringas, y de la derecha el Diablo descendiendo al infierno . Wikipedia)de Huancabamba, hoy nos toca escribir sobre el matrimonio entre familias, el concubinato entre primos-hermanos en Socchabamba se llama "Amancebamiento" y estos están "compactados con" Don Satán", porque según la opinión de la gente habiendo tantos hombres como mujeres sin rasgo familiar, los "amancebados" se escogen entre familias por el instinto de lujuria instigado por el diablo, que induce al sexo desenfrenado; claro, "Don Satán" que permite estos excesos que no son gratis, pasa la factura y esta es muy costosa, ya que cuando mueran se los lleva en cuerpo y alma al infierno; no olvidar que "Don Satán" es su negocio conducirnos al pecado, ya que según él tenemos que quebrar la Ley de Dios para encontrar la felicidad terrenal, para él alma no cuenta en este mundo porque ya es de su propiedad, claro está , si uno es un pecador pernicioso. En Huancabamba también llama a Don Satán : EL CAO, bien ahora leeremos la siguiente leyenda:
------------- EL CAO -------------
En tiempos no muy remotos solían casarse las personas entre familiares. Esto aún se observa hoy en día.
En Aliguay, se estaban organizando para el matrimonio Fredy y Rosa. Todos estaban llenos de júbilo ante este suceso: ambos eran jóvenes, pero se amaban. Esto para algunas personas era incom0didad, ya que esta pareja joven les estaba dando muestras de cómo el amor podía dar frutos buenos y traer felicidad a una familia.
Llegó el ocho de julio, día en que se unirían definitivamente Fredy y Rosa, y así lo hicieron. El matrmonio se celebró en Huancabamba, aprovechando de los matrimonios civiles y religiosos gratuitos. Todos estaban en la fiesta: pobladores de Aliguay, como también de lugares aledaños. Hasta que al fin llegó la noche en la que los nuevos esposos se unirían en cuerpo y alma, y así fue.
De pronto, a medianoche, cuando esta pareja estaba --- llena de amor--- en pleno acto sexual, empezó a gritar EL CAO (el diablo); los alaridos eran extremadamente terribles, enloquecedores.
Los jóvenes sabían que este animal solo hacía tales ruidos en caso de que se esté cometiendo un pecado sexual entre familiares. No comprendían por qué en ese momento, si ellos no eran nada.
La mayoría de pobladores salió a campo abierto a ver qué pasaba, cuando vieron al EL CAO revolotear encima de la casa en la que los nuevos esposos estaban.
--- Pero Qué sucede aquí---- dijo una anciana.
--- ¿ Acaso ellos son familia o tienen algún parentesco?
--- No, claro que no---- dijo otro mayor.
--- Cállense, no ven que la situación es difícil--- exclamó uno de los hombres más extraños---, No ven que tenemos que arreglar esto antes de que sea demasiado tarde.
--- Sí, sí--- exclamaron varios a una sola voz.
Y así fue. Todos empezaron a sacar cálculos respecto al origen de ambos jóvenes, y la final--- cuando no había alguna esperanza de que no sean verdad tales comentarios--- se dijo con un grito:
--- Fredy, Rosa, salgan inmediatamente. Ustedes no pueden hacer nada, no les está permitido.
Salieron los jóvenes asustados. Y se dieron con la terrible sorpresa de que eran hermanos, hijos del mismo padre, quien había muerto cuando ellos eran pequeños.
Los jóvenes huyeron rápidamente, bajaron cerca de El Altillo y consumaron su amor. Después, ambos se ahorcaron juntos.
Se les encontró colgados de un árbol, y solo se sabe que el CAO fue el ultimo en verlos con vida.
Esta es una de las tantas historias trágicas respecto a los avisos que el CAO da a las personas cuando están cometiendo pecado, sea o no que los amantes sepan si son no familiares.
Amigos, realmente es fascinantes leer estas leyendas y mitos de Huacabamba, para mi es un placer escribirlas y gracias a mi dilecto amigo huancabambino Don Moisés Gonzalo Cordova Guerrero estamos conociendo la mitología de la hermosa Huancabamba.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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