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domingo, 29 de octubre de 2017

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo CDXXV.- Tal como era los planes de los individuos nuevos, todos se estaban emborrancho en la fiesta de la Landa...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; seguimos narrando las aventuras del bandolero Cipriano Culquicondor, mas conocido como "El asesino que no mira atrás", quien en  compañía de Florentino García, estaban custodiando la casa del ganadero Nicanor Gallo, quien organizó una landa en honor a su hijo Miguel; el corte de cabello terminó, y en los siguientes momentos la fiesta está en su apogeo; pero hay la presencia de dos individuos que nadie conoce y que el dueño de la casa les invitó medio jarro de un fuerte trago, que les irritó la garganta ocasionándoles una tos interminable.....

 
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

La fiesta de la landa era todo jolgorio y diversión compartiendo amistad y alegría; pero como nada es completo, la presencia de dos individuos, que por cierto no eran agresivos, ni molestaban a nadie, pero no los conocen y que ellos pretendieron pasar desapercibidos, pero por razones de calculo, ahora se han convertido como el hazmerreir por los fuertes tragos que les invitó el anfitrión.
Don Nicanor, conversaba con su flamante compadre Gilberto Rodríguez, y ambos creían que los intrusos eran sus invitados, al conocer que ninguno de ellos los conocen, fue preocupación para el dueño de casa, quien le comentó a su compadre Gilberto, así:
---  Compadre Gilberto, usted me conoce, es mi costumbre a todo nuevo amigo se le invita un buen trago y como creía que eran sus amigos les ofrecí lo mejor, pero usted dice que no lo conoce, eso si es preocupación, por que si nadie los conoce; entonces: ¿Quién los invitó?
Don Gilberto, que aún se mantenía ecuánime, escuchó muy bien la preocupación de su compadre Nicanor; además, recordaba que años atrás, alguien intentó asaltarlo, pero el dueño de casa reaccionó matando al asaltante, por lo que pensando en lo que iba a contestarle para no herir susceptibilidades, le dijo:
--- Compadre Nicanor, estoy pensando que alguien los envío y no con sanos propósitos, claro que estoy partiendo de ligero, pero sospecho algo de esos individuos, por que no inspiran ninguna confianza, pensaba en invitarles un trago suave, pero ya no, en todo caso;  usted es quien decide si los echa de la fiesta como dueño de casa, por que  usted ya conoce como pienso yo.
Era algo misterioso;  con un ambiente tenso en aquellos momentos, por que don Nicanor tenía la misma opinión, y es más la presencia de esos individuos le creó presentimientos y le contestó:
--- Compadre Gilberto, coincidimos totalmente, que en apariencia nadie los conoce, pero tampoco son agresivos ni faltan el respeto a nadie; pero ellos si saben lo quieren, por que llegaron justo hoy, y lo hicieron sin presentarse, simplemente entraron y se aprovecharon del corte del pelo(cabello); pero dejemos que pasen las cosas, no vamos a actuar, y sigamos sin dar importancia a la presencia de esos individuos.
Mientras tanto, los individuos con la garganta irritada, y lo mas grave con signos de embriaguez por la ingesta del aguardiente que almacenaban sus estómagos, iniciaron un dialogo entre ellos y el mas joven le dijo al otro:
--- Oye Pedro, estuvimos a punto de perder los papeles, creo que el "chivo"(don Nicanor) adivinó nuestros planes y el muy desgraciado nos atosigó con aguardiente, pero ya no beberemos nada de nada, seguimos en la fiesta sin demostrar malestar por los tragos que bebimos, hay que mirar y buscar una pareja para bailar.
El aludido y mayor de edad le contestó:
--- Tienes razón Gabriel, acabo de distinguir a dos hermanas que tienen un cañaveral en la cuesta del camino, están solas y bailando entre ellas, a la siguiente pieza musical nos aventamos, estoy seguro que nos aceptarán y estaremos bailando sin beber licor hasta la media noche.
Dejemos a Pedro y Gabriel, que se pongan de acuerdo para bailar con las jóvenes mujeres, vamos a salir afuera de la casa para saber que hacen los custodios de la fiesta, iremos por el lado derecho, donde encontramos a Cipriano, quien sabiendo que los enemigos del jefe de casa, se metieron a la fiesta, tiene los reflejos muy activos, temiendo que puedan llegar  nuevos compañeros de los "falsos agricultores" como él los bautizó; justo en la esquina derecha de la casa, se había sentado a disfrutar de la comida, ya que le habían servido una lapa llena, y como desde esa posesión podía vigilar en perfectas condiciones, se sirvió el papeo(comida) y al terminar fue a la cocina a devolver el envase, allí le invitaron un jarro de chicha sin alcohol.
Al lado izquierdo, donde vigilaba Florentino García, también comía su cena, pero él lo hacía parado, igual que Cipriano fue a la cocina y le invitaron un jarro de chicha, en apariencia todo era normal afuera;  al interior las cocineras servían la comida a todos los invitados incluidos los "falsos agricultores", al terminar los comensales las cocineras recogieron el servicio y regresaron nuevamente con los azafates llenos de licor, pero esta vez los intrusos evitaron los tragos, ellos siempre recibían las copas y arrojaban al piso el contenido con mucho disimulo en un rincón de la sala, pero si fueron observados por don Nicanor, quien como anfitrión se cuidaba de no ingerir tanto licor que pueda embriagarlo.
Entonces, don Nicanor tratando de  no rozar con los individuos, si tuvo en su mente que algún familiar de las víctimas que hubo en su casa cuando lo asaltaron años atrás, y se escuchó voces de venganza de bandoleros en apoyo a los que murieron; pero los dos individuos no aparentaban ser bandoleros, pero si podían ser familiares o amigos de los muertos,  y su plan de venganza era casi perfecto, por que estos individuos pueden actuar aprovechando que el dueño de casa se haya emborrachado y será fácil presa para la venganza.
Todas estas conjeturas, dañaron irremediablemente la armonía y felicidad que deba tener la fiesta de la landa; al menos al dueño de casa tiene mucha precaución y mucho tino.
Por otro lado en sala de baile, los dos individuos fueron aceptados como pareja de baile por las jóvenes hermanas y cuando alguien pasaba licor a los nuevos bailarines ellos recibían cortésmente, pero no bebían; en cambio las jóvenes mujeres si tenían una botella en mano y con jarro levantado seguían divirtiéndose que aceptaron a los intrusos por que no tenían otra pareja.
Pero, estos  individuos, bien preparados, siempre aceptaban los tragos, incluso contenían en la boca y disimuladamente lo arrojaban al piso, se volvieron muy bailarines y lo hacían muy bien, pues así lo habían planeado para evitar sospechas sobre ellos.
El tiempo avanza, llegamos a las 22:30 horas de la noche, todo era alegría y diversión, los padrinos Gilberto y su esposa Cleofé, bailaban animadamente, lo mismo lo hacían  los dueños de casa Nicanor y su esposa Lucía, y el niño Miguel quien fue el origen de la fiesta no estaba presente, él dormía plácidamente en el dormitorio.
A medida que pasaba el tiempo, el licor abundó en la fiesta, ahora sacaban botellas llenas de macerados y así los invitaban, aumentando la ingesta y la borrachera de los asistentes, incluso don Nicanor con botella en mano intercambiaba copas llenas con su compadre Gilberto; ellos ya se olvidaron de la presencia de los individuos desconocidos; justamente todo este comportamiento del ambiente de la fiesta favorecía a los planes de los intrusos, quienes seguían bailando con las jóvenes mujeres bien borrachas(ebrias), su plan lo disimulaban perfectamente.
Al terminar la pieza musical, la sala estaba llena de gente muy alegre  abundaban los abrazos emotivos por efecto del licor, en  aquellos momentos los compadres Nicanor y Gilberto abrazados bebían y se divertían  bien "mamados"(ebrios) como lo dijo don Nicanor a los intrusos....
Continuaremos..............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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