Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Amalia "Ojos verdes", le habían robado una yunta de bueyes del campo de pastoreo comunal, ella iba a recuperarlos hacia las lejanías azules en compañía del bandolero y amante Rogelio Campos y Fortunato Campos (Fortuna), quien era el esposo de su amiga Romelia, el trecho era largo donde residían los ladrones de reses; que justamente uno de ello llamado Samuel "Cimarrón", quien tuvo la visita de agricultores ecuatorianos quienes necesitaban una yunta de toros peruanos; él, encomendó el "trabajo" (robar) a un par de jóvenes, quienes robaron la yunta de bueyes que pertenecían a Amalia "Ojos verdes"; los rastreadores llegaron al patio de la casa donde residían los jóvenes ladrones, que era una loma antes de la casa de Samuel "Cimarrón".....
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Los viajeros rastreadores de la yunta de bueyes: Amalia "Ojos verdes", su acompañante y amante Rogelio Campos y el señor Fortunato (Fortuna) Campos, esposo de la amiga Romelia, siendo las 18:00 horas del día llegaron al patio de la casa de los jóvenes que se robaron la yunta de bueyes; quienes al ver a los transeúntes desconocidos, intentaron huir y corrieron a la parte trasera de su casa, pero Rogelio Campos que conocía estas tretas, alertó a don Fortunato (Fortuna) Campos para evitar la fuga de los jóvenes ladrones, ambos corrieron en direcciones opuestas hacia la parte posterior de la casa donde se habían escondidos los jóvenes y fueron atrapados.
Entonces, Rogelio Campos, quien era un temible bandolero en actividad, los agarró del cuello y empujándolos hacia adelante al patio, para amarrarles las manos con sogas que llevaba en su bolsico, al llegar los jóvenes delincuentes se hincaron pidiendo clemencia, ya que ellos creían que iban a ser asesinados; pero en realidad, aún en esa juventud estos eran criminales muy avezados que no tuvieron compasión al asesinar a don Concepción Huamán, que les impidió robar la yunta de bueyes..
Rogelio Campos, que quería reponer su imagen y simpatías de Amalia "Ojos verdes", muy mellada por ser descubierto él como un ladrón más; insultando a los jóvenes ladrones, les inquirió:
--- Ladrones desgraciados y asesinos crueles, se robaron una yunta de bueyes, matando a don Concepción Huamán, por que él no les ayudó a robar, ahora van a morir igual por cobardes..
Tal vez, hubo un momento de arrepentimiento, o más bien terror, por que el de mas edad de los jóvenes se meó arrodillado por el miedo que sentía y terminó como un miserable cobarde, se declaró culpable delatando a todos así:
--- Si, nosotros fuimos al Campo de Pastoreo Comunal, por la yunta de bueyes que nos encargó mi padrino Samuel "Cimarrón", pero el guardián no quiso ayudarnos y para que no nos delate lo maté; los toros los entregamos en la otra banda al padrino Samuel, él tiene los animales, a nosotros nos dio nuestro pago, y ya no sabemos nada más de la vida de los toros....
Amalia "Ojos verdes", llorando por la angustia y dolor que le produjo al escuchar al ladrón y asesino de la muerte de su amigo Concepción Huamán, se acercó al ladrón y le dio dos fuertes cachetadas insultándolo y reclamándole así:
--- Miserable asesino y cobarde te has hecho las aguas (mear sobre el pantalón) por el terror que sientes que sufrirás el mismo castigo, pero yo no me ensuciaré las manos...
Entonces, intervino Rogelio Campos, quien si sabía como se trata a los ladrones, sacó la chaveta (puñaleta)de la vaina y con el puntiagudo filo le puso al cuello del llorón y le dijo:
--- Declara miserable ladrón: ¿Dónde dejaron la yunta de bueyes? No te creo que no lo tengan ustedes; y piensas que ya nos engañaste al echar a tu padrino Samuel, para salvar tu pellejo, dime la verdad donde encontramos a los bueyes....
El joven ladrón y meón, le siguió chorreando el pantalón y sollozando y con palabras entrecortadas, declaró:
--- Señor no nos mate, nosotros los llevaremos al potrero donde suele echar el padrino Samuel a las reses robadas, como ya va a oscurecer nadie se dará cuenta, tenemos que bajar a la hoyada profunda y subir a la otra banda, y creo que a media noche ya habremos recuperado a la yunta, pero por favor no nos maten, es toda la verdad.
El joven llorón que no se descartaba que estaba simulando para impresionar y conmover a sus captores, él siguió sollozando y con sus declaraciones que obligaron a los viajeros intercambiar opiniones en aceptar o rechazar la declaración del ladrón.
Fue Rogelio Campos, nuevamente quien dada su vasta experiencia en estos menesteres y después de ponerse de acuerdo con Amalia y don Fortuna, les dijo:
--- Pues, aceptamos la ayuda de ustedes, sabemos que es un riesgo para nosotros, pero como la noche es oscura y no conocemos el camino, serán ustedes los que nos guiarán, pero irán amarrados los brazos para contener un ataque...ustedes no son de fiar.....
El joven llorón se puso de pie y junto con su hermano y aún sollozando aceptó las condiciones que les impusieron, y ellos mismos cooperaron para que los amarren por la cintura y de inmediato salieron rumbo al potrero de Samuel "Cimarrón", ellos bajaron rápidamente hasta la hoyada profunda que les demandó unos 40 minutos, al llegar bebieron agua y en seguida emprendieron la subida cuesta arriba que en partes era empinada.
Seguramente, siendo las 23:00 horas de la noche llegaron trabajosamente a una ladera que se perdía en la oscuridad de la noche, los jóvenes amarrados avanzaban adelante y les pisaba los talones Rogelio Campos con sus chavetas (puñaletas) desenvainadas y estar listo para cualquier eventualidad, pero nada sucedió, caminaron unos 500 metros y el joven llorón se detuvo y junto a Rogelio, le dijo:
--- Señor arriba a unos 100 metros está la casa de mi padrino Samuel "Cimarrón", él ya es muy viejo y se acuesta muy temprano, si usted quiere puede ir en este momento y allí matarlo sin que él, pueda defenderse.
Rogelio Campos, escuchando las expresiones de traición del ahijado del joven ladrón, se le removió todo su cuerpo, pensando que ellos estaban expuestos en manos de ladrones sin piedad, quienes podrían llamar a sus compinches y asesinarlos a todos; pero aparentando calma y demostrando que todo estaba controlado, le contestó:
--- No te puedo creer que eres un miserable traidor, al darme todos los datos para poder matar a tu padrino, para tu desgracia y desilusión no quiero ser un miserable asesino, dejemos a tu padrino descansar en sus sueños y vamos rápido al potrero...
Pero, el ladrón también pensaba con zafar el cuerpo, ya que al lado del potrero del padrino Samuel, vivían unos ladrones también viejos, pero que eran asesinos chaveteros y se dijo: "Si llegamos al potrero, estos (Rogelio, Fortunato y Amalia) estarán entretenidos laceando a la yunta de toros, por lo que gritaré pidiendo ayuda y seguro que se despertarán los vecinos y juntos los mataremos...."
Pero, el ladrón no contaba con la astucia y la lectura de sus pensamientos, que le estaba haciendo (Fortuna), quien a la vez en voz baja le dijo a Rogelio:
--- Amigo, estos ladrones nos van a tender una trampa, vamos a amarrarles las manos y con los pañuelos tapamos sus cabezas cerrándoles la boca para que no puedan gritar.
Rogelio, que también tenía un presentimiento parecido, sintió alivio el aporte de don Fortuna, por lo que del rebozo de Amalia sacó los pañuelos grandes, y las sogas y con ellos maniataron a los jóvenes ladrones dejando libres solo los pies para que caminen y tan solo con el movimiento de la cabeza contestaban las preguntas, hasta que llegaron a la puerta de entrada del potrero de Samuel "Cimarrón"..
Amalia "Ojos verdes", ingresó al potrero y como buena ganadera con su olfato distinguió que muy cerca estaba su yunta, quien caminó muy ligero y no tardó en ubicarlos, les llamó por su nombre, los animales sólo levantaron la cabeza y se dejaron lacear, ella los haló hasta donde estaban los hombres y emocionada les dijo:
--- Tengo el honor de presentarles estos amigos: "El negro" y "El pata linda".
Ella soltó una carcajada de la emoción que sentía recuperar a sus animales, pero hubo silencio total de los demás, y nadie le acompañó en la carcajada; en el ambiente había tensión, pero con la yunta recuperada, Rogelio empujó a los jóvenes a salir del potrero controlándolos con las sogas y con la ayuda de don Fortuna; Amalia haló a su yunta de regreso a casa.................
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario