Un equipo de arqueólogos libaneses y alemanes ha descubierto en el yacimiento de Tell el-Burak, un lagar del siglo VII a.C.
Carme Mayans
22 de septiembre de 2020 ·Los arqueólogos han descubierto el lagar más antiguo del
Líbano en el yacimiento de Tell el-Burak, lo que constituye una
importante prueba de la extensa red de exportación de vino que
desarrollaron los antiguos fenicios. Este hallazgo arroja
asimismo nueva luz sobre la elaboración de esta bebida por parte de este
antiguo pueblo de comerciantes y marineros, que contribuyó a expandir
por todo el Mediterráneo antiguo la costumbre de beber vino.
Las excavaciones llevadas a cabo en el yacimiento por el Proyecto Arqueológico de Tell el-Burak, una misión conjunta libanesa-alemana, han
revelado que el lugar formó parte de un asentamiento fenicio habitado
entre los siglos VIII y IV a.C. dedicado muy posiblemente en exclusiva a
la fabricación de vino destinado a la exportación. Situado a
unas cinco millas al sur de la ciudad libanesa de Sidón, es probable que
el asentamiento fuera fundado por habitantes de la ciudad con el
objetivo de abastecerse de productos agrícolas. Tell el-Burak
estaba bordeado al suroeste y sureste por un muro aterrazado de 2,5
metros de ancho. "Al sur de uno de estos muros descubrimos un lagar bien
conservado. Había sido construido en la ladera del cerro", informan
los autores del estudio. La prensa fue utilizada al menos desde el
siglo VII a.C. El descubrimiento se describe en un estudio que acaba de
ser publicado en la revista Antiquity.
iStock
Yeso de calidad
Adriano Orsingher y Jens Kamlah, del Instituto de Arqueología Bíblica; Silvia Amicone y Christoph Berthold, del Centro de Competencia de Arqueometría Baden-Württemberg (CCA-BW) de la Universidad de Tubinga, junto con la Profesora Hélène Sader, de la Universidad Americana de Beirut y codirectora del Proyecto Arqueológico de Tell el-Burak, han investigado la construcción de esta prensa de vino y los materiales con los que se fabricó. Los investigadores descubrieron que los fenicios utilizaron un yeso mezclado con cal y fragmentos de cerámica triturada. Junto a la prensa, los arqueólogos han encontrado también un gran número de semillas, lo que demuestra que las uvas fueron traídas allí desde viñedos cercanos y aplastadas con los pies en el gran recipiente de yeso. El "mosto" resultante se recogía en una gran tina y se almacenaba en ánforas vinarias donde el vino podía fermentar, envejecer y se podía transportar. "El vino era un artículo comercial importante para los fenicios. El vino fenicio de la región de Sidón era particularmente famoso y se menciona en textos del antiguo Egipto", ha afirmado Hélène Sader.
Junto a la prensa, los arqueólogos han descubierto también un gran número de semillas, lo que demuestra que las uvas fueron traídas allí desde viñedos cercanos y aplastadas con los pies en el gran recipiente de yeso.
Los análisis llevados a cabo en los laboratorios de la Universidad de Tübingen han proporcionado nuevos datos sobre la composición y la tecnología del yeso con el que se hizo la prensa de vino. "Un yeso de cal de buena calidad podría ser difícil de producir. Los fenicios refinaron el proceso utilizando fragmentos de cerámica reciclados. Esto hizo posible construir edificios mejores y al mismo tiempo más estables", afirman los autores del estudio. Según ellos, en el sur de Fenicia se había desarrollado una tradición local e innovadora de yeso de cal. "El yeso terminado era resistente al agua. Los romanos adoptaron esta técnica para hacer sus propios edificios", afirman los investigadores.
Recreación de la prensa de vino de Tell-el-Burak.
Tell-el-Burak Archaeological Project
Difusión por el Mediterráneo
Pero en el propio Líbano se había encontrado poca evidencia de la fabricación de vino fenicia, posiblemente debido a la naturaleza fortuita de las excavaciones arqueológicas. "La costa del Líbano nunca se inspeccionó a fondo, y muy pocos sitios con restos de la Edad del Hierro se han excavado adecuadamente", continúa Sader. Sin embargo, se han encontrado algunos lugares de vinificación similares en la costa norte de lo que hoy es Israel (que pertenecía en ese momento a los reinos fenicios de Tiro y Sidón). Los fenicios no inventaron el vino (hay evidencias de su existencia en lugares tan alejados como Georgia, con una antigüedad de hace unos 8.000 años), pero sí difundieron las técnicas de vinificación por todo el Mediterráneo antiguo, junto con el aceite de oliva e innovaciones como el alfabeto y el vidrio.
Los fenicios no inventaron el vino (hay evidencias de su existencia en lugares tan alejados como Georgia, con una antigüedad de hace unos 8.000 años), pero sí difundieron las técnicas de vinificación por todo el Mediterráneo antiguo.
Los fenicios introdujeron viñedos y bodegas en sus colonias en el Norte de África, Sicilia, Francia y España. Y popularizaron el vino a través del comercio con la antigua Grecia e Italia, donde el vino de uvas silvestres era ya conocido entonces, pero su producción no estaba tan desarrollada. Según el arqueólogo de la Universidad de Toronto Stephen Batiuk, que no ha participado en esta investigación: "Los fenicios quizás introdujeron una cultura de la bebida, [nuevos estilos de] vasos para beber y una forma diferente de relacionarse con el vino". El amor de los fenicios por el vino se extendió asimismo a su religión, y su uso ceremonial también se reflejó en otros cultos del Próximo Oriente.
El arqueólogo de la Universidad de PensilvaniaPatrick McGovern, un experto en vinificación antigua (que tampoco ha participado en el estudio), ha explicado que los fenicios descendían de los cananeos, un pueblo de la Edad del Bronce que vivió en una amplia zona que hoy en día abarca Israel, Palestina y áreas de Jordania, Siria y Líbano. Según el experto, "el vino era la principal bebida usada por los fenicios en sus sacrificios. Pero esa costumbre ya la tenían los cananeos, y se acabó transmitiendo al judaísmo y al cristianismo". McGovern especula que Tell el-Burak pudo incluso haber sido el origen de algunos de los cientos de ánforas que se han descubierto en dos naufragios fenicios frente a las costa de Ascalón, en Israel, y que datan aproximadamente de la misma época. "Hicimos un análisis del contenido de varias de las ánforas, y era vino. Quizás estos barcos venían de allí", concluye.
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