Las autoridades egipcias han anunciado el descubrimiento en la necrópolis de Tuna el Yebel de la sepultura intacta del encargado de custodiar el tesoro real y mantener las residencias del faraón de la dinastía XXVI (664-525 a.C.).
Carme Mayans
29 de octubre de 2020 · 12:01 Actualizado aEgipto no para de deparar sorpresas a los arqueólogos a pesar de la situación pandémica actual. Ahora, las autoridades del país del Nilo han anunciado el hallazgo de la tumba intacta de un personaje llamado Badi Eset y su familia, supervisor del tesoro real, en la necrópolis de Tuna el Yebel, en el yacimiento de Al-Ghuraifa, en la región de Menia, situada en el Egipto medio.
El supervisor de los tesoros
La tumba de Badi Eset, que seguramente fue uno de los hombres más poderosos de Egipto, puesto que su cargo implicaba encargarse de la custodia del tesoro real y el mantenimiento de las residencias del faraón, se ha datado en la Baja Época, concretamente en la dinastía XXVI (664-525 a.C.) y consta de un pozo funerario de diez metros de profundidad que conduce a una amplia estancia con nichos excavados en los muros. En dos de estas hornacinas se encontraron sendas estatuas de piedra caliza. Una de ellas representa a un bóvido, posiblemente el toro Apis, divinidad que se adoraba en Menfis, y la otra es una estatua femenina, tal vez una divinidad.
La tumba consta de un pozo funerario de diez metros de profundidad que conduce a una amplia estancia con nichos excavados en los muros. En dos de estas hornacinas se encontraron sendas estatuas de piedra caliza.
En el interior de la tumba se hallaron asimismo los vasos canopos, recipientes de gran calidad, que contenían las vísceras del difunto, extraídas durante el proceso de momificación. "Se trata de unos de los más bellos ejemplos de vasos canopos que se han encontrado, realizados en alabastro, con la forma de los cuatro hijos de Horus y con los títulos y el nombre del fallecido inscritos", ha explicado Mustafa Waziri, secretario general del Consejo Superior de Antigüedades de Egipto. En la sepultura se han localizado también unos 400 ushebits (figuritas funerarias) de fayenza (un tipo de cerámica de cuarzo) azul y verde, que también llevan el nombre del propietario.
Un yacimiento rico en hallazgos
Además, los arqueólogos han localizado otros seis pozos funerarios pertenecientes a varios miembros de la familia de Badi Eset, que contenían cerca de 1.000 ushebits más, varios conjuntos de vasos canopos, amuletos, escarabeos y una serie de recipientes de cerámica. Junto a estas piezas, había cuatro sarcófagos antropomorfos de piedra completamente sellados.Pero no es este el único hallazgo que se ha realizado recientemente en Tuna el-Yebel. Desde 2018, los arqueólogos que excavan en la zona han descubierto numerosos enterramientos de altos sacerdotes de Thot, el dios de la escritura, así como de altos funcionarios. Sin ir más lejos, la semana pasada se localizó dentro de un pozo funerario de cinco metros de profundidad un sarcófago de piedra perteneciente a un sumo sacerdote de esta divinidad llamado Djehuty Imhotep, datado también en la dinastía XXVI, acompañado de diversos amuletos y ushebtis.
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