Hola amigos: A VUELO DE UN QUINE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rogelio Campos, quien era la vez un mujeriego y conquistador neto de mujeres que se le cruzaban en el camino, que en muchos casos fueron ellas quienes iban a él, por su excelentes dotes de bailarín; que justamente en un pueblo lejano, él entró a una cantina y que al son de un trío de guitarristas, él estuvo bailando con una dama que abandonó la mesa de su marido y se entregó a los brazos del bandolero, ellos bailan un romántico sanjuanito con el aplauso de los asistentes. ........... sigamos la historia.........
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Al terminar la danza, la mujer seguía con los brazos sobre el cuello del bailarín, y ella en una audacia sin precedentes en aquellos tiempos, acercó sus labios a la boca del bandolero y le dio un sonoro beso, que se escuchó hasta la mesa donde estaba el marido acompañado de los hermanos.
Rogelio Campos, entendiendo que estaba siendo utilizado por la atrevida mujer, él trató de desprenderse y separar los brazos de la mujer de su cuello, pero ella seguía prendida de los labios del hombre; él siendo mujeriego, le llegó el aroma del perfume que tanto le gustó, la dejó allí, sin dejar ante el público de hacer esfuerzos para separarla.
Mientras tanto, en la mesa de los tres hombres a los que ella pertenecía, se levantaron de la mesa, por la humillación que sufrían, viendo la traición en público; el esposo desenvainó su machete y con el erguido fue al centro del salón a salvar su honor, ante el horror del público; recién la pareja se desprendieron.
Rogelio, se adelantó al engañado marido y le gritó:
--- Hombre, nada tengo que ver con tu esposa, todo lo que has visto lo hizo ella, usted mismo ha sido testigo de como ella me abrazó...
Pero, el ofendido marido no entendía razones con justificada razón y se lanzó con todo contra Rogelio Campos, quien calculó la talla del atacante que tenía su misma altura y esperó el ataque; que cuando se aproximó a centímetros, él le quitó el cuerpo ante el primer ataque y el atacante se fue en banda hacia adelante perdiendo toda su fuerza.
Rogelio, algo raro, ya que esta vez no devolvió el ataque, simplemente esquivó y no hizo nada; tal vez si comprendía que el marido tenía razón; pero, el atacante no sólo estaba herido en su hombría, sino que quería matar al causante de su humillación; la manzana de la discordia la mujer, ella estaba parada a la expectativa junto a ellos, parece que no le importaba su marido, sino tal vez se divertía en sus interiores observando a dos hombres que se disputaba el derecho de poseerla.
Entonces, el marido quien falló en el primer intento de herir al causante de su desgracia, regresó con más fuerza levantando el machete que esta vez parecía que daría en el cuerpo de Rogelio, él enceguecido por la ira se aproximó a Rogelio y éste una vez más le esquivo el corte directo, si escuchó el zumbido del arma que cortó el aire, no pudo evitar que roce parte de su cuerpo en el hombro derecho, que bajó por el brazo dejando hilachas la manga de la camisa, pero no tocó la piel.
Rogelio Campos, era un gran peleador, hasta ahora se estaba defendiendo, su chaveta que la tenía oculta en la cintura no la había tocado, parece que ya soportó demasiado, pero aún no le entraba ese coraje decisivo de matar.
En aquellos momentos, los asistentes corriéndose el peligro de ser heridos, les hicieron un ruedo como si fuese un juego y aplaudían cuando Rogelio esquivaba los ataques que habían sido infructuosos para el atacante que perdía sus fuerzas con agotamiento de derrota el humillado hombre.
Entonces, intervienen los hermanos del atacante, quienes lo abrazaron quitándole el machete y al controlarlo lo sacaron a la fuerza de la cantina y se fueron a otro lugar.
Rogelio, con su camisa destrozada de la manga, sólo en el centro del salón, se le apegó la mujer, lo abrazó y buscó sus labios y le dio un romántico beso; los guitarristas arrancaron con una pieza musical romántica, que los bailarines empezaron a danzar elegantemente; los asistentes comenzaron aplaudirlos y si hubo alguien por allí que le gritó:
--- ¡¡¡ Hombre malo le quitaste la mujer a mi primo !!!
Rogelio, reaccionó y paró el baile y observó a la mesa de donde vino el grito y allí estaban tres individuos libando licor, no se pudo determinar quien de ellos gritó, pero si los conocía la mujer, quien aún estaba abrazada del cuerpo de Rogelio y en voz baja le dijo:
--- Amigo, no les haga caso, son tres asesinos, busca pleitos, dicen ser familias de mi ex marido, pero él no los reconocía.
Rogelio, se tranquilizó y como ya no había competencia, abrazó a la mujer, ahora él la besó y todos aplaudieron con más fuerza, menos los tres individuos que pretendían defender el honor del marido humillado, o tal vez no, por que nunca se levantaron de mesa como para atacar a Rogelio.
La música continuó, en la cantina entraban y salían parroquianos, ya que el pueblo estaba de fiesta patronal; aparentemente los ánimos se habían calmado en la cantina.
Pero, de manera repentina y nuevamente retornó a la cantina el marido ofendido, entraba sólo, desenvainó su machete y se dirigió al centro del salón donde bailaban Rogelio y su ex esposa; él se abalanzó contra la pareja, con tan mala suerte que el machetazo lo descargó contra la cabeza de la mujer, cortándole parte de la sien y la oreja voló por los aires, la sangre salía borbotones, los parroquianos abandonaron en masa la cantina, incluidos los tres defensores del "primo"; que fueron los primeros en salir.
Rogelio Campos, viendo inmóvil al asesino, trató de ayudar a la mujer, el atacante había hecho el intento de huir, pero regresó con el machete erguido para atacar a Rogelio, quien ya sacó su chaveta y lo esperó, esta vez ya no habría solo defensa, sino ataque, el atacante llegó lanzó el machetazo, el bandolero lo esquivó, había levantado su chaveta y le atravesó el pecho yendo directo al corazón, era ese mágico ataque de Rogelio de aprovechar la fuerza de la víctima con su propio impulso, que sufría su herida que en todas las veces era mortal.
Rogelio, viendo ese cuadro desolador de sangre y no pudiendo ayudar a la mujer que estaba postrada agonizando en el piso, él guardó su chaveta; desde el mostrador sólo el cantinero lo observaba casi incrédulo y con ira, él salió, estando afuera huyó montado sobre su brioso caballo.
Esta fue la historia de los hombres que según Nemesio lo persiguen; él creyó que la mujer murió desangrada, su marido atravesado su corazón murió en el acto; había pasado tanto tiempo que Rogelio había olvidado este lamentable episodio de su vida.
Ahora, si el preocupaba sus hijos mellizos, quienes podrían pagar las consecuencias por hechos que nunca lo originó, que se vio involucrado por una mujer audaz que murió en sus caprichos.
Nemesio, atemorizado por la vida de sus sobrinos, quienes son parranderos a su corta edad y mujeriegos como su padre; sean las próximas víctimas buscando la venganza de los enemigos de su padre y le dijo:
--- Rogelio ¿Qué piensas hacer contra ellos?
Rogelio, pensó un poco y le respondió:
--- Pues, seré yo quien los busque y definir fuerzas, primero intentaré conversar haciéndoles conocer que en todo caso, que fue su hermano quien me provocó y actué en defensa propia; sino entienden razones, les haré frente y que gane el mejor, no hay otra opción, está en juego la vida de mis mellizos.
Nemesio, al escuchar la reacción de Rogelio con esas palabras de hombría, se conmovió y sintió como amor propio la vida de los mellizos, ya que él los crio como si hubiese sido su propio padre, le tocó el hombro a Rogelio y le dijo:
--- Rogelio, estoy contigo, te acompaño en este duelo y nos iremos juntos a retar a esos individuos, seguro que los encontramos en el pueblo...
Pero, Rogelio no quería comprometer a la familia de Liceria Yamala y en agradecimiento al gesto de Nemesio, le dijo:
--- Nemesio, gracias por su apoyo; sin embargo, lo mejor que puedes hacer es cuidando a tu familia, a ti te necesitan tu hermana y tus hijos adoptivos (mellizos); mañana iré a la ciudad y buscaré a esos viejos enemigos, lo haré sólo, no comentes con nadie, les diré que tengo asuntos que atender y me ausentaré por unos días; si no llego es que morí o ellos me mataron y cuida a mis hijos.
Nemesio, se quedó mudo, y lamentaba haber sido tan ciego y necio en no haber permitido que Rogelio se haya casado con su hermana Liceria; ellos llegaron a la casa, ya Liceria los esperaba con la comida lista para servir....................
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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