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domingo, 19 de septiembre de 2021

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DCXXVII.- El bandolero Rogelio Campos, llegó a la casa de su "china" Amalia "Ojos verdes", la encontró muy panzona ya próxima al alumbramiento, se unió a los suegros cooperando en el trabajo y aportando dinero para los gastos....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rogelio Campos, después de hacer las paces con los hermanos que lo perseguían, que se celebró en la casa de Cleofé, él huyó dejándoles ebrios, la dueña de casa era consciente que él se iba, pero no podía detenerlo; Rogelio partió concentrado en sus pensamientos en Liceria Yamala, la madre de sus hijos mellizos; cuando él llegaba la encontró esperándolo allí recordaron los 18 años que estuvieron separados, él tendió el poncho sobre el suelo y allí recordaron aquel largo tiempo con una dichosa unión carnal..............  ... sigamos la historia.............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

El reencuentro amoroso después de 18 años, entre el bandolero Rogelio Campos y Liceria Yamala, fue apasionado, ya que ellos se entregaron en cuerpo  y alma en un ardiente coito, ella recordaba aquellos tiempos atrás donde ella tomó la iniciativa, por que el bandolero la sedujo por su hombría de enfrentarse a retadores quienes aprovechando de ser más pretendían matarlo; sin embargo el bandolero gracias a su agilidad y arte de pelear, siempre salía bien parado ganándoles con la muerte de los rivales, o quedaban heridos fuera de combate.
Ella, se enamoró de él; que no le importó que su familia se oponga, empezando por su hermano Nemesio, quien jamás aceptó ese amorío, incluso lo desafió a Rogelio, quien en todas las veces hizo defensa personal y francamente nunca quiso matarlo por ser el hermano de la mujer que él amaba.
Después de disfrutar su dichoso coito, Rogelio y Liceria regresaron a la casa; él halando su caballo, haciendo pareja con ella caminaron juntos y llegaron a pie; en el poyo estaban sentados Nemesio y los mellizos; ya la noche oscureció el medio ambiente, por primera vez Nemesio no hizo ningún ademán de desacuerdo al ver a su hermana Liceria unida al bandolero Rogelio.
Más bien, Nemesio, quien también estuvo preocupado por la suerte de Rogelio, sabiendo que fue a enfrentarse a sus perseguidores, quien al verlo sano y salvo organizó una fiesta con tragos y comida, todo fue armonía y los más felices eran los mellizos al sentir como amor paternal ver de regreso a su padre, quienes pretendían compartir algunos días junto a él.
Al día siguiente, Rogelio salió con sus hijos al campo, se fueron al potrero donde estaban lasa 25 vacas que les trajo, buscó un torete arisco ( escurridizo ) y les enseñó el arte de lacear con la beta (una soga trenzada de cuero) al cuello del animal, que consistía en tirar el lazo de la beta cuando corría el animal tirándole un metro adelante de la cabeza que con el impulso de la carrera el animal corre con la cabeza levantada permitiendo meterla en el lazo, no era fácil para los mellizos, quienes si echaban lazo pero en rebaño parado, lo practicaron varias veces y terminaron aprendiendo.
Los mellizos, eran muy hábiles y con rapidez aprendían las nuevas lecciones, que con paciencia y sabiduría les impartía su padre, para convertirlos en excelentes ganaderos.
Rogelio, les infundió decisión en el manejo del lazo, por que era básico dominarlo para todo ganadero, para poder doblegar a los animales rebeldes que siempre abundan en la manadas y rebaños, que los siguen los demás; por que los animales siempre tienen un líder, que es el primer animal en aventurarse a cruzar el peligro o el vado de una corriente fuerte agua.
Luego, les enseñó el arte del lazo escondido, que es la misma beta con una punta del lazo abierto colgado entre dos ramas de los árboles, encima del camino; se arrea a la vaca arisca por el sector de la trampa, el animal con la cabeza levantada va de frente y la mete en el lazo y listo, ya cayó y se puede sujetarlo, lo practicaron con el mismo torete rebelde; pero siempre hay que variar por que los animales aprenden y no pasan por segunda vez donde ellos saben que serán atrapados.
También  les enseñó; reparar los cercos de los potreros, que es un trabajo constante de todo ganadero; los animales por naturaleza no les gustan los cercos, quieren libertad, usando sus astas levantan los maderos tendidos y lograr abrir un portillo (salida) y por allí se salen y van a los caminos o simplemente se meten a otro potrero (se les llama animales mañosos), no todos los animales hacen estas mañas, pero hay que estar cerca para impedir; si ya hicieron la salida, hay que reparar ingresando a la vaca rebelde por la puerta.
Reparar un portillo, tiene que ser firme, por que el animal que lo hizo una vez, lo vuelve a repetir; por lo que en el portillo se hace un hoyo para parar dos parantes o un tronco de un árbol en forma de V dentilabial (uve) o horqueta abierta fuerte para colocar las ramas laterales y cercar, la vaca mañosa intentará de nuevo abrir, pero al encontrar resistencia de los maderos plantados desistirá y seguirán pastando en el potrero.
También les señaló, que las astas, si bien son armas de las vacas, son débiles, si reciben un golpe, el animal cede y retrocede, se pueden hacer con rocas pequeñas tirándole al asta, con toda seguridad el animal obedecerá, seguramente siente dolor.
Los rodeos, es una costumbre de todo ganadero en juntar todos los animales en un corral; que se hace cada cierto tiempo, puede ser de 6 meses o un año, para observar el estado de los animales, sumar o restar o sacar un lote para la venta.
Así pasaron los días, en los que Rogelio compartió con sus hijos mellizos; pero este bandolero nunca estaba estable en una casa, y llegó aquel día en el desayuno. 
Rogelio, les dijo:
--- Familia, tengo que retirarme, ya estuve muchos días fuera de mi casa, estoy muy agradecido por las atenciones recibidas de Liceria, de Nemesio y sobre todo gocé compartiendo con mis hijos, quienes son muy hábiles y saben como defenderse en la vida; muchas gracias Nemesio por criarlos sanos y fuertes y a ti Liceria, por educarlos en el camino del bien y la honestidad.
La noticia de la partida fue muy dolorosa para Liceria, quien ya se había acostumbrado compartir con su amante, donde sus encuentros siempre lo hicieron en el campo, sobre el poncho de Rogelio o el rebozo de ella, que los sacaban con constancia al hombro, dizque para cargar leña, así lo expresaba ya varias veces que regresaban sin traer ningún leño sobre el hombro, pero si muy dichosa con una dulce sonrisa y después de un rato aparecía Rogelio con la leña al hombro.
Esas salidas de Rogelio y Liceria al campo, si las notó Nemesio, quien había cambiado, ahora era el cuñado más querendón de Rogelio, todos los días conversaban y se bromeaban que terminaban en carcajadas; pero Licería sintió tremendo dolor en el corazón que una vez más iba a perder a Rogelio, por lo que él expresó; anticipaba que ya no regresaría o si lo hacía sería después de un largo tiempo.
Pero, lo que sorprendió a todos los allí presentes, fue la reacción de los mellizos, quienes al unísono dijeron que se iban con su padre.
Rogelio, intervino y les dijo:
--- Hijos, tienen un rebaño de 25 vacas que cuidar, ya vieron que a las reses se les da vuelta todos los días, pero si te descuidas pueden rodarse o tener un ataque de parásitos como las garrapatas, que si no les desinfectas matan a la vaca, les agradezco quieran seguirme, tal vez será para otra ocasión.
Intervino, Nemesio dándole la razón, quien dijo:
--- Rogelio, tiene razón de regresar, por que él tiene su casa y una mujer que lo espera, todos nos acostumbramos con tu presencia, pero, entendemos que tienes que partir, te agradezco que hayas compartido con tus hijos y les dejas muchas enseñanzas que ellos sabrán aplicar.
Liceria, estaba callada no podía hablar, por el dolor de la partida de su amante, pero tampoco podía detenerlo, ella recogió los mates y se fue a la cocina, aún estaban sentados en la mesa y Nemesio, dijo:
--- Por lo que estoy mirando, la más afectada de tu partida es mi hermana Liceria, parece que ya no tendrá con quien salir a recoger leña.
Rogelio, sólo se sonrío por la ironía de Nemesio, que si lo interpretó que se había dado cuenta de las salidas de ellos en pretexto de recoger leña.
Rogelio, se fue al potrero a halar su caballo, que estaba muy descansado y hasta había subido de peso, por que estaban parejas sus ancas, lo llevó al patio de la casa, lo ensilló, recogió sus cosas y las cargó sobre la silla.
Luego, Rogelio regresó al corredor donde estaba la familia para darle el último abrazo, él empezó abrazando al primer mellizo, lo hizo con el segundo, luego Nemesio y terminó con Liceria, quien estaba sollozando con la cabeza baja, él con suave caricia le levantó desde la quijada y le dijo:
--- Gracias Liceria, por haberme regalado dos hijos fuertes que serán más tarde los bastones de tu vejez, ellos serán grandes ganaderos, ya tienen un rebaño para empezar, me voy y tal vez nunca más regrese, por que no sabe donde uno entregará sus huesos, adiós amada mía.
Ella, sacó fuerzas, levantó su rostro y apegó la boca a los labios de Rogelio, como estaban abrazados se besaron con ternura, se desprendieron, él se retiró y fue hasta su caballo, lo montó y levantando la mano se despidió para siempre.
Rogelio, nunca se dio cuenta que llevaba una alforja adicional, después de un descanso que hizo en una hoyada para beber agua; la vio, tocó los lados y estaba llena de talegas con comida fría que era el fiambre que le había preparado Liceria, pues, bajó la talega llena de cancha de maíz blanco con chicharrones, él comió y le evitó hacer una parada en una casa del camino donde le preparen comida.
Después de saciar su hambre, se puso a pensar de en que momento la subieron esa alforja a la silla se lleva como un secreto de Liceria.
Luego de trotar dos días y medio, Rogelio, llegó a la casa de Amalia "Ojos verdes", él solía llamarla la "la china Amalia", ella estaba completamente panzona, ya estaba en días de parir, fue un recibimiento muy amoroso quien lloraba verlo de nuevo y armonioso de la familia.
Pasaron los días, Rogelio, salía con los suegros a la chacra o al rodeo del ganado y siempre aportaba con dinero a los gastos, que ni los propios hijos lo hacían; ellos pensaron que como se había demorado mucho tiempo, seguro asaltó y por eso tenía dinero, pero tampoco les incomodaba sus aportes; ellos nunca supieron que el dinero del bandolero era limpio, fruto de la venta de sus vacas, que él se cuidó de no decirles que tenía un potrero tres veces más grande de lo que ellos disponían.
Ya lo habían aceptado y no tendrían por que  dudar de él, todo los hacían por su adorada hija Amalia.....
Continuaremos.........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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