Sus descubridores lo describen como "un milpiés del tamaño de un coche" y no es para menos, ya que este espécimen fósil encontrado por casualidad en una playa de Inglaterra pertenece al milípedo de mayores dimensiones jamás estudiado
25 de diciembre de 2021, 11:30 | Actualizado a
Reconstrucción de Arthropleura en Parco Natura Viva, Italia
Es solo el tercer fósil de este tipo jamás encontrado, pero también es el más grande y el más antiguo. Se trata de los restos de una criatura llamada Arthropleura, una especie de milpiés que habitó la Tierra hace unos 326 millones de años durante el período Carbonífero, es decir, más de 100 millones de años antes que los dinosaurios y que, a día de hoy, con 2,7 metros de largo y aproximadamente 50 kilogramos de peso, se acaba de establecer como el invertebrado más grande conocido de todos los tiempos, arrebatando el anterior récord a los escorpiones marinos que se extinguieron a finales del Pérmico, hace unos 250 millones de años.
El espécimen fue hallado por accidente en una playa de Northumberland, a unos 60 kilómetros al norte de Newcastle, Inglaterra. Así lo atestigua al menos el doctor Neil Davies del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge, autor principal del artículo titulado The largest arthropod in Earth history: insights from newly discovered Arthropleura remains (Serpukhovian Stainmore Formation, Northumberland, England) en el que se describe la especie. "Su descubrimiento fue un imprevisto total", cuenta Davies. "La roca había caído, se había rajado y había expuesto perfectamente el fósil que uno de nuestros antiguos estudiantes de doctorado vio por casualidad al pasar".
El animal estaba formado por múltiples segmentos articulados de unos 75 centímetros de largo muy similares en forma a los de los milpiés modernos. "Fue un hallazgo increíblemente emocionante", añade el investigador, "pero era tan grande que hicimos falta cuatro de nosotros para cargarlo por el acantilado".
"Encontrar restos fósiles de milpiés gigantes es raro, porque una vez que mueren, sus cuerpos tienden a desarticularse"
El espécimen identificado por los investigadores fue encontrado en un canal de río fosilizado y probablemente se trata de un segmento mudado del exoesqueleto de Arthropleura que se llenó de arena preservándolo durante cientos de millones de años. "Encontrar restos fósiles de milpiés gigantes es raro, porque una vez que mueren, sus cuerpos tienden a desarticularse, por lo que es probable que el fósil sea un caparazón mudado que el animal arrojó a medida que crecía", prosigue el investigador. "Todavía no hemos encontrado una cabeza fosilizada, por lo que es difícil saber todo sobre ellos".
Restos parciales de un Arthropleura gigante hallados Northumberland, Inglaterra
Restos parciales de un Arthropleura gigante hallados Northumberland, Inglaterra
La era de los milpiés gigantes
Algunas de las incógnitas que rodean a estos animales hacen referencia precisamente a su tamaño ¿Cómo lograron estos artrópodos alcanzar tan colosales dimensiones?, se preguntan los investigadores. Una de la explicaciones que barajaba el equipo de Davies es que su gran tamaño podía ser debido a la gran concentración de oxígeno atmosférico que se produjo durante los períodos Carbonífero tardío y Pérmico. Sin embargo, debido a que el nuevo fósil procede de rocas depositadas antes de este momento esta teoría ha sido descartada, por lo que los investigadores creen que para alcanzar tamaños tan grandes Arthropleura hubo de gozar de una dieta rica en nutrientes. "Si bien no podemos saber con certeza qué comieron, si podemos decir que había muchas nueces y semillas nutritivas disponibles en la hojarasca en ese momento", explica Davies, quien sugiere que incluso podrían haber sido depredadores que se alimentaban de otros invertebrados e incluso de pequeños vertebrados como los anfibios.
En cuanto a por qué desaparecieron tras 45 millones de años arrastrándose por las zonas ecuatoriales de nuestro planeta, los científicos tienen pocos datos, no obstante apuntan a que pudo deberse a un calentamiento global que hizo que el clima fuera demasiado seco para que sobrevivieran, o al surgimiento de los reptiles, quienes los sustituirían en sus hábitats.
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Aunque su nombre indica que los milípedos tienen más de 1.000 patas, la ciencia no había encontrado hasta el momento ningún milpiés con más de 750 extremidades.
El descubrimiento del primer milpiés con más de 1.000 patas acaba de publicarse esta semana en la revista Scientific Reports. Se trata de un descubrimiento sin precedentes, pues antes de este no se había encontrado ningún milípedo con más de 750 patas. El hallazgo, cuyos pormenores se detallan en un artículo titulado The first true millipede—1306 legs long, fue realizado por el equipo dirigido por el profesor de biología sistemática de la Universidad de Virginia, Paul Marek, a 60 metros de profundidad bajo tierra, concretamente en un pozo de perforación excavado para la exploración mineral en el área minera de la provincia de Eastern Goldfields, Australia.
Eumillipes persephone
Vista dorsal de la cabeza y ventral de los gonópodos de un espécimen macho de Eumillipes persephone
Eumillipes persephone
Vista ventral de las patas de un macho de Eumillipes persephone
El análisis de las relaciones entre especies sugiere que E. persephone tiene una relación lejana con el poseedor del récord anterior para el mayor número de patas encontradas en un milpiés: una especie de California conocida como Illacme plenipes. Los autores sugieren que la gran cantidad de segmentos y patas que han evolucionado en ambas especies puede permitirles generar las fuerzas de empuje necesarias que les permiten moverse a través de las aberturas estrechas sus hábitats.
Los hallazgos destacan la especial biodiversidad de esta zona de la provincia de Eastern Goldfields, por lo que los investigadores aconsejan que se hagan los esfuerzos necesarios para conservar su hábitat subterráneo y para reducir el impacto de la minería en esta región.
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